Partida Rol por web

Peligro en Desembarco del Rey

Banquete de no bienvenida

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08/12/2017, 19:07
Robert Baratheon

Robert Baratheon fruncía el ceño profundamente con gesto de rabia y enfado por cómo se estaban desarrollando los acontecimientos en esos momentos. Al Rey no le hacía ninguna gracia que la celebración del banquete de bienvenida de su torneo quedara empañada por unas feas recriminaciones que se vertían de un lado a otro, e incluso dentro de la propia familia Crogall. Las risas y la algarabía se habían sustituido por insultos y gritos, y las canciones por serias acusaciones de delitos graves. Y eso colocaba a Robert en una situación de la que precisamente quería huir durante los días de celebración del torneo: las cuestiones de palacio, los juicios, el gobierno de la ciudad y del reino...

-¡Ya está bien!. -Bramó el Rey con su imponente voz. A pesar de que había ganado demasiado peso con los años, todavía tenía una figura fuerte y poderosa cuando se alzaba en pie. Aún era un hombre alto como pocos en aquel salón y aquellos brazos fuertes eran los que habían hundido una pesada maza de guerra en el pecho del príncipe Rhaegar.

Nadie se atrevió a pronunciar una sola palabra en el momento en que el Rey mandó callar a todos. En la sala el silencio era tal que incluso pudieron escuchar los latidos agitados de sus propios corazones, esperando el desenlace de los acontecimientos de aquel banquete. Malhumorado, el Rey se giró hacía su Mano y el pequeño grupo de consejeros que compartían mesa con él. Por mucho que renegara de aquella labor, y por poco que le gustase, en sus manos quedaba lo que fuera a pasar a continuación. Lord Arryn le dijo unas palabras en voz baja y el Rey asintió mirando hacía Lady Scarlett con el ceño todavía fruncido. El Rey preguntó algo que no pudieron escuchar y Lord Arryn le dio una breve explicación, entonces Lord Varys intervino en el pequeño comité allí formado y le dio una noticia al Rey que no pareció gustarle demasiado a juzgar por su expresión. Ocurría que el Rey preguntaba quiénes eran esos Claviger y Lord Arryn le explicó que eran unos muchachos a los que había encomendado llevar una segunda invitación en su nombre a Harrenhal, ya que los Whent no habían dado respuesta al primer cuervo. Robert quería solucionar todo aquello cuanto antes confrontando a todas las partes implicadas, pero Varys le informó que Lord Claviger no se encontraba presente, ya que había partido de la ciudad poco después de la finalización de la ceremonia de armas previa al banquete.

La espera se hizo larga hasta que finalmente el Rey se volvió hacía Lord Crogall. Daba la sensación de que su malhumor subía por momentos. Sus ojos se clavaron en Lord Evan Crogall sin mostrar piedad alguna, a pesar de que él no había iniciado ninguna de las disputas parecía que el Rey lo culpara a él de las molestias ocasionadas por todo lo ocurrido.

-Se han vertido graves acusaciones contra vuestra persona, Lord Crogall. -Dijo con voz grave. -Las más preocupantes, sin duda, nacen del propio seno de vuestra familia. Pero las habéis negado y habéis ofrecido una versión alternativa para todas ellas. Comoquiera que Lord Claviger no se encuentra en la ciudad, no podremos demostrar todavía la veracidad de las acusaciones de vuestra nuera. - La fiera mirada del Rey se dirigió entonces a Lady Scarlett, quien había iniciado la segunda de las acusaciones que se hacían a Lord Evan Crogall en aquella noche. Bien era sabido que el Rey Robert era más devoto de los burdeles de la ciudad que de su Septo, por lo que toda aquella monserga sobre los Siete y los derechos de los miembros de la Fe no pareció importarle mucho.

-No sé mucho de las leyes de la Fe, pero es derecho del Trono de Hierro juzgar a los fieles desde no sé que Rey meapilas Targaryen... -miró a Jon Arryn y este le dio la respuesta. - Desde Jaehaerys I. -Repitió el Rey. - Sois libre de uniros a la orden religiosa que gustéis, pero vuestro esposo será juzgado con su padre y condenado de igual manera si se demuestra su culpabilidad cuando Lord Claviger regrese a la ciudad, pues he dado orden de que un grupo de Guardias de la Ciudad lo escolte de vuelta a Desembarco del Rey para el juicio. Así pues, -dijo tras tomar aire un segundo con la pretensión de dar por finalizado aquel entuerto y volver a las celebraciones del torneo, -ya que Lord Crogall no rechaza lo sucedido pero sí la forma en que aquí se ha narrado y su esposa alega que estas acusaciones son fruto de intrigas internas en su casa, habrá de celebrarse un juicio justo para arrojar luz sobre todo el asunto y resolver su inocencia o culpabilidad. Hasta entonces, el torneo se celebrará según lo previsto. -Anunció ya más relajado y con la alegría volviendo al rostro.

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08/12/2017, 20:10
Adham Dannett

Mucha gente pareció satisfecha con la resolución que el Rey había dado al conflicto. Las acusaciones vertidas sobre Lord Crogall eran simples palabras, a pesar de que fuera un miembro de su propia familia quien las estaba llevando a cabo, no se mostraba ninguna prueba física y formal de que aquellos sucesos hubieran transcurrido de aquel modo. También a pesar de las pobres simpatías que levantaba Lord Evan entre los demás señores y nobles allí presentes, todos entendían que se trataba de un Señor de una casa de los Sietes Reinos y por tanto tenía derecho a un juicio justo que desentrañara todo aquello. Cuando una persona era acusada de delitos tan graves, por lo general se le solía reservar una húmeda y fría celda de los calabozos de la Fortaleza Roja, pero ya que era la palabra de unos contra la de otros no se consideró necesario. Además tampoco el Rey consideró oportuno escoltar a los Crogall para evitar que huyeran, eran señores del reino y se les presuponía cierto honor. Además de que uno no haría algo tan estúpido si no quería tener a las huestes de medio reino acantonadas a las puertas de su fortaleza. Por todo ello, y también por las ganas generalizadas de comenzar el torneo, la resolución de Robert sobre el asunto fue del agrado de todos y sirvió para calmar las aguas.

Pero no todos en realidad estaban satisfechos con la decisión del Rey. Las acusaciones de Lady Varya habían servido para desviar la atención del asunto que él había empezado, y Robert había olvidado mencionar que solución daría a su reclamación de justicia para los campesinos de sus tierras, pues la mano que Lord Crogall le tendía no era suficiente para el muchacho y la consideraba una burla y un insulto.

-Alteza, -reclamó su atención el osado joven. -No habéis dado respuesta a mi demanda.

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08/12/2017, 20:20
Robert Baratheon

Robert cerró los ojos al escuchar la voz del Dannett, creía haber dado el asunto por resuelto y tenía la esperanza de que la velada pudiera seguir sin ninguna interrupción más. Pero Adham Dannett reclamó algo de atención para la causa que él había expuesto. El Rey suspiró profundo y le miró tratando de mostrar su mejor cara. Alzó los hombros y elevó las palmas de las manos hacía el techo del Gran Salón antes de dar su respuesta.

-Me temo que en ese asunto es la palabra de Lord Crogall contra la vuestra. Un escudo ensangrentado con los colores de su casa no demuestra que él participara en la masacre, ni siquiera que fuera responsable de ella.

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08/12/2017, 20:24
Adham Dannett

El joven caballero no estaba dispuesto a retirar su petición de justicia, y a la vista de que el Rey no tenía intención alguna de celebrar un juicio por unos pobres campesinos que no parecían ser tan importantes como los hijos de un noble decidió reclamar la justicia a su modo. Adham cogió uno de sus guanteletes de malla y lo lanzó a la mesa de Lord Crogall.

-¡Muy bien, pues si no se puede celebrar un juicio tradicional por los campesinos, exijo un juicio por combate!- Anunció en voz alta. -¡Os reto, Lord Crogall! Os reto a demostrar vuestra inocencia en este asunto. Nombrad un campeón que se enfrente a mi en el campo del honor.

Los nobles congregados allí dejaron escapar murmullos y susurros de nuevo, todos esperando cuál sería la respuesta de Lord Crogall al reto. Rechazarlo dejaría en muy mal lugar su imagen, pero si lo aceptaba pondría sin duda las cosas todavía más interesantes.

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09/12/2017, 10:11
Lady Scarlett Crogall

 

Lady Scarlett hizo una reverencia ante las palabras del Rey Robert. 

Gracias Su Alteza.  Después de confesarnos Lord Crogall lo que darles muerte a esos jóvenes incluso una vez que se habían rendido, es una forma ya de comenzar bien su juicio.  El Padre y la Justicia serán bien servidos con ello.

Lo que sucedió fue un incidente desafortunado, pero fue una lucha limpia, y dudo que de ser vencedores ellos nos hubieran concedido ninguna clemencia a nosotros.

Estas palabras ya estaban dichas.   Eran las de un hombre cruel e impulsivo, e inconsciente de que lo era.   Pero ya habían salido a la sala mayor y ahora todos las recordarían. 

Estoy segura de que el juicio demostrará que Whalen se opuso a ello con todo el poder que podía tener sobre su Señor. 

Ahora bien, hay dos piezas de evidencia que sugiero deben ser resguardadas para el día del juicio.  La primera es el lagarto-león que os fue dado de regalo.  Nunca supe que hicieron con el cuerpo de los mensajeros del Rey, pero es sabido que Lord Crogall da de comer en jaulas del pantano a los prisioneros condenados a estos reptiles.   La evidencia fue borrada por sus ordenes del sitio, pero no me sorprendería que hubiera dado en alimento a los mensajeros asesinados al lagarto-león en este caso también.  Abrir su vientre podría mostrar si fue o no cierto esta vejación adicional a sus cuerpos.

La otra pieza es una daga envenenada que guarda Ser Roshar, por ordenes de Lady Varya Crogall.  Si, es aquel que dijo lo de "Diles que yo no estaba ahí. Señaló a donde estaba. 

Para servir al de Justicia de los 7, es cierto que esa daga llegó en una caja anónima a la estancia de los Crogall.  Pero el que Lady Varya ordenara esconderla en vez de entregarla de inmediato al Lord de los Murmullos es retener evidencia, la cual bien podría prevenir un asesinato futuro en Desembarco.  Lo sabemos porque nuestro maestre detectó que lo que había era un veneno muy peligroso que no deja huella.   Lágrimas de Lys, me pareció oír que era.  Esa también debe ser examinada.   

Lady Scarlett hizo una reverencia se retiró hacia donde estaban las Septas, aceptando su protección, no sin antes dedicarle una mirada triste, más entintada con algo de esperanza, a Whalen. 

 

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09/12/2017, 10:29
Lady Scarlett Crogall
Sólo para el director

El involucrar a Varys, el Señor de los Murmullos, era para intercambiarle un favor.  Le daba la información que Lady y Lord Crogall le retenían, y esperaba que, en alguna forma, ayudara a proteger a Lady Scarlett de la venganza de estos dos, y de Ser Roshar. 

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10/12/2017, 16:24
Robert Baratheon

-¡Estupendo! -Bramó el Rey aplaudiendo la idea de ser Adham Dannett, justo en el momento en que lanzó el guante para desafiar a los Crogall a un juicio por combate en la arena del torneo. Pocas cosas había en el mundo que gustasen más a Robert que ver un buen combate, a excepción tal vez de las putas y la bebida. Aunque era demasiado arriesgado para enfocar un agravio de tan baja magnitud, a entender de todos, debido a las nefastas consecuencias de perder el combate estaba en total derecho de reclamar que los Siete decidieran si su reclamación era justa por ese medio. Además era la mejor manera, por lo visto, de callar de una vez por todas a Adham Dannett y seguir bebiendo en paz. -¡Así se hará! Y dado que el torneo comienza el día de mañana, Adham Dannett y el campeón de la casa Crogall tendrán el honor de ser los primeros en enfrentarse en las listas. Al medio día dará comienzo la justa con los dos caballeros y se resolverá el caso en un juicio por combate, y los dioses con toda seguridad otorgarán su favor al grupo inocente. 

Tras esta resolución, Adham abandonó el gran salón seguido de todo su séquito al fin algo satisfecho por lo ocurrido. El Rey mostró una gran sonrisa y se recostó de nuevo en su silla de alto respaldo engalanada de cuidados detalles tallados directamente en la madera, recogió su copa y se dispuso a seguir con su plan de emborracharse hasta perder el sentido. Pero apenas sus labios habían rozado el vino cuando la voz de Lady Scarlett desesperó de nuevo al Rey. Mientras la dama hablaba, Robert dirigió una mirada furibunda hacía el hijo de Lord Crogall por no haber sido capaz de meter a su mujer en vereda y escuchó cansado y con gesto impaciente las palabras de Lady Scarlett. 

-No lo entiendo, Milady. ¿Fueron asesinados a espada, dados a comer a esa bestia de pantano o envenenados?- El Rey entendía lo que Scarlett quería decir, pero no comprendía que tenía que ver esa daga en toda la denuncia que ella planteaba si como bien decía el artilugio llegó a manos de los Crogall cuando ya estaban en la ciudad y todavía nadie había muerto envenenado, al menos que ellos tuvieran constancia. -Prevenir un asesinato futuro... -repitió tras un suspiro. -Ser Arys. -Un leve movimiento de cabeza hacía Ser Arys Oakheart, uno de los miembros de la Guardia Real, sirvió para que este entendiera su cometido. El caballero se dirigió hacía Ser Roshar y alzó la palma de la mano para exigirle que entregara lo que fuera que llevase encima.

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10/12/2017, 22:17
Ser Roshar Blackfist

Ser Roshar permaneció en silencio, mostrando su actitud más digna mientras reorganizaba sus planes ante el nuevo escenario. Parecía creerse ajeno a las acusaciones y que ningún veredicto iba a perjudicarle. A pesar de que Lady Scarlett no confirmara su ausencia, lo que le hizo pensar que sus motivos distaban de la reparación del mal por remordimientos.

El dictamen del rey fue lo mejor que podían esperar dada la situación. Aunque el joven Dannet no estuvo de acuerdo y encontró la forma de resolver su asunto. Juicio por combate, y lucharía él mismo… Peligroso. Daba pocas alternativas a Evan. Lo miró intentando adivinar su respuesta en sus ojos. Pero Robert Baratheon zanjó el asunto antes de darle tiempo. Se resolvería en una justa. Al monarca le gustaban demasiado las peleas y los Crogall podían salir perjudicados por ello.

Entonces llegó un nuevo embate de la Tully. Esta vez aderezado con mentiras. El Blackfist la miró como si no supiera de qué hablaba. No se había molestado en indicar que no estaba presente en el asesinato de los emisarios y ahora lo acusaba de portar la daga envenenada. Casi había pensado que era una inocente mojigata que sale por primera vez del septo, desconocedora de las crueles maquinaciones entre nobles. ¿O acaso sí que pensaba que los nobles como ella destacaban por su honradez? No. Sus últimas palabras arremetían contra él, que parecía librarse de su primera acusación, y contra Lady Varya. La replica de la señora de la casa le había escocido. Y parecía querer que todos pagaran. Quizás tuviera algo contra la familia. O era cierto su deseo de ascender de inmediato junto a Whalen.

- Falta a la verdad, mi lady… - Ser Roshar frunció el ceño.

Por las primeras palabras del monarca pensó que se libraría de ser registrado. Hasta que percibió a Ser Arys Oakheart acercarse.

- No tengo nada. - aseguró, mirando al guardia real.

El caballero sabía que las palabras no valdrían de nada y no tenía forma de negarse. Ni de huir. Alzó los brazos y se dejó registrar con resignación. Se preguntó en aquel mismo momento si Scarlett entendía donde se estaba metiendo y cuales eran las posibles repercusiones de sus actos. Había llegado demasiado lejos. Y lo sintió por Whalen...

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10/12/2017, 22:48
Whalen Crogall

Whalen estaba atónito. No era eso lo que quería. Nunca había deseado aquello. Presenciaba, aturdido, los intercambios de palabras. ¿Qué hacer? Amaba a su mujer, pero aquello. Lo peor de todo era que no faltaba a la verdad, aunque la última confesión de la daga no la entendía en absoluto. ¿Quién se iba a creer eso de que había llegado de forma anónima? El instigador, si era alguien astuto, podía llegar a usar todo aquello para involucrar hasta a la Tully. Por suerte Whalen había decidido beber aquella noche. Mejor enterarse a medias de todo lo que pasaba.

El niñato de los Dannett gritaba y claramente había retado a su padre. A su familia. El guante de malla había caído sobre su mesa con gran estrépito. Whalen observó el guante como quien mirara un gusano asqueroso en una manzana. ¿Nadie lo iba a recoger? Su primo no parecía dispuesto a hacer nada que no fuera llorar a Galdrín... Galdrín habría desmontado a aquel imbécil con un pedo, pero ya no estaba. Se lo había cargado aquel viejo cabrón. Aquello de los retos no era el estilo de ser Roshar y su padre era capaz de tomar el reto si nadie lo hacía, pero ya era viejo para las luchas. Siempre se quejaba de su pierna, y menuda imagen sería verse descabalgado por ese memo arrogante. No. No lo podía permitir. Tomó el guante, con una especie de extraña curiosidad.

Levantó la vista hacia Adam y lo miró muy fijo, aunque algo desenfocado.

Somos inocentes.

Dijo con mucha calma, para evitar que se le trabara la lengua. Luego miró a su padre, serio. No sabía exactamente porque debía estar serio, pero algo le decía que todo aquello era mortalmente serio.

Se levantó, se metió el guante colgando de su cinturón y avanzó unos pasos, inseguros, hasta colocarse al lado de su esposa. Señaló una vez más al rubio Dannett.

Somos inocentes.

Repitió, una vez más. Tiró de la manga de su mujer, como invitándola a irse ambos a sus aposentos. Al estar de pie notaba que todo le daba vueltas. Se moría de ganas de salir de aquel lugar, hundir la cabeza en un tonel de agua helada y dormir para descubrir que todo aquello había sido una horrible pesadilla.

Vamosvamos

Le murmuró a la mujer de su vida.

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11/12/2017, 13:24
Lord Evan Crogall

Juicio…por…combate

Aquellas tres palabras resonaban en los oídos de Evan. Todo lo demás se quedó en un segundo plano. El murmullo y las voces de los presentes, las miradas llenas de odio o de duda que se fijaban ahora en su persona. Todo eso era secundario. Bajó la vista, y se encontró con los ojos de su esposa. Trató de tranquilizarla con una leve sonrisa. Un pequeño gesto. Algo.

Tal vez Lord Crogall no era consciente de la gravedad de la situación. O tal vez en el momento de dar muerte a los mensajeros reales, ya supo que este momento era inevitable. De algún modo, tarde o temprano, iba a tener que pagar por aquella sangre vertida. Fue precisamente esa sensación de justicia, de que las cuentas se saldaban en el largo transcurrir del tiempo, la que le permitió respirar aliviado. Había ganado algo de tiempo para poner en orden ciertas cosas, y también ahora en su corazón anidaba la convicción de que la traición también se pagaba, igual que la sangre.

De reojo vio cómo Lady Scarlett se alejó de la familia que la había acogido en busca de la protección de los guardias reales. O de las Septas. Daba igual. Sus miradas no se cruzaron, ni pronunció él palabra ninguna hacia ella. Pero en su interior, Lord Evan juró por su padre que aquella mujer iba a pagar por lo que había hecho. No en aquel día. Ni en el siguiente. Pero algún día lo iba a hacer. Había traicionado a los Crogall, y también los votos sagrados que había pronunciado con Whalen. Iba a pagar por aquello. Y por eso, Lord Evan se permitió estar tranquilo, y sereno. Paciente, como debía ser el señor de los Crogall.

-Alteza, dijo con temple y autoridad, -así se hará. Una justa en la que se probará mi inocencia, confirmó Lord Evan. Obviamente, la palabra del rey era definitiva con o sin la aprobación del acusado. No obstante, quiso dejar constancia de que  aceptaba las condiciones. –Mañana elegiré el campeón para defender mi causa.

Para entonces, Adham ya se había marchado. No sin antes dejar claro que el joven Dannett en persona iba a luchar en campo de batalla. Tal vez, Evan debería hacer lo propio. Si no fuera por la edad. Por la pierna. Por ella…

Quedaba una última cosa por resolver. La daga y Ser Roshar. –Bien es conocido que no le tengo en muy estima al caballero de Blackfist, comenzó Lord Crogall marcando claramente las distancias entre la familia Crogall y aquel caballero deshonrado. –Mas no entiendo estas acusaciones salvajes e impropias lanzadas en todas las direcciones por Lady Scarlett.

Solo entonces, cuando ya se había decidido cómo se iba a resolver todo, solo entonces Lord Evan se acercó a su hijo Whalen. Como el señor de la Casa, Evan se mostraba profundamente decepcionado con su actitud, pero al mismo tiempo no podía evitar sentir compasión por el dolor causado por aquella mujer malvada que lo había utilizado. Puso su mano en el hombro de su hijo, y le dijo: -Déjala ir Whalen. Bastante daño ya ha hecho por hoy. Hablamos mañana.

Y entonces se fijó en el guantelete de malla que sostenía Whalen. El símbolo del desafío lanzado por Adham Dannett contra él y contra su familia. –Guárdalo, Whalen. Puede que pronto tendrás que ocupar mi lugar, estés preparado o no.

Evan Crogall no aclaró si se refería al juicio por combate, o a la posición de Lord de la Casa Crogall.

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11/12/2017, 19:25
Lady Varya Crogall

Las palabras del lord, serenas y llenas de peso, hicieron que el corazón de la dama se calmase y se acelerase a la vez. En ellas no había aceptación pero tampoco rechazo. La señora de la casa sabía el tipo de hombre con el que estaba casada, a pesar de que podría haber negado todo aceptaba los hechos que había cometido, pero sólo los que había cometido. Evan Crogall no había insultado ni amenazado a un lord y a toda su casa, sólo había pedido una disculpa que no llegó y aplicó un aviso en forma de flecha no dirida a los primos, quien cargó fue el Claviger henchido de orgullo. Después de derramar la sangre de un lord en época de paz, no se podía esperar otro desenlace que la fatalidad para uno de los bandos. Varya aun recordaba las palabras de la Tully, ya no podía considerarla una Crogall, animando al señor para que acabasen con las vidas de los infelices y ahora se las daba de santurrona. 

El bramido del rey para acallar las voces puso a todo el salón en silencio y sacó a la dama de sus recuerdos, lady Varya esperó con semblante serio pero confiado mientras Robert consultaba con la mano y lord Varys. La señora no dejó traslucir la incertidumbre que sentía por el dictamen, ni los deseos que tenía de hundir sus dedos en la garganta de esa arpía que había resultado ser su nuera, si el Desconocido le brindaba la oportunidad la mandaría a su lado sin pensarlo, había atacado a Evan directamente tratando de exonerar a Whalen y eso en la mente de Varya tenía un final muy claro... y muy oscuro.

Por fin se supo el parecer del monarca y, a pesar de que verse envueltos en un juicio no era bueno para la casa, la señora de la casa Crogall confiaba en que el veredicto del rey estaría a favor de un lord defendiéndose de un ataque y no del atacante. Y entonces llegó la puntilla.

El joven Dannett y su guante sobre la mesa.

Los ojos de Varya fueron desde ese objeto de metal desmanejado hasta la cara de su esposo, una ceja se alzó en el fino rostro como muda respuesta al desafío "No tienes que ser tú" transmitía esa mirada. A pesar de saber que el lord no se dejaba llevar por los impulsos en temas relacionados con la casa, no podía dejar de temer que, dado el escenario, pasase. Pero otra voz atrajo de nuevo su atención, parecía que la pelirroja no había acabado de echar mierda sobre la casa, volvió a hablar y los afortunados en esta ocasión fueron el caballero Blackfist y la señora "...daga envenenada que guarda Ser Roshar, por ordenes de Lady Varya Crogall." Ante esas acusaciones del todo falsas, pues quien lo ordenó fue el lord y de veneno poco quedaría ya, Varya puso su mejor cara de 'primero el lord, luego el resto' y agitó levemente la mano desechando las acusaciones, dando a entender que sus anteriores palabras resumían a la perfección las intenciones de su nuera. 

Y entonces la acción se separó en varios focos: la arpía buscando cobijo en unos brazos inexistentes, Whalen tratando de no perder a su esposa, Roshar siendo registrado y Evan llegando a su hijo. Varya se quedó sentada esperando el desenlace de todos ellos, dependiendo de lo que pasase ella haría su próximo movimiento.

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18/12/2017, 16:08
Lady Scarlett Crogall

 

El maestre, jurado a decir verdad, podrá confirmar lo del veneno, Lord Varys.  -sabía que esto de la daga era un problema mayor inclusivo al tema de un lord menor asesinado en ira a unos jóvenes.

Se volteó a Whalen al acercarse este a ella. 

Gracias, mi vida, pero... pero, calló unos segundos al embargarla la emoción, iré al Septo.  Me quedaré en su refugio.  Estaré aquí para el juicio.  Estaré al pendiente.   -le aseguro.  

Le dio un beso apasionado de despedida y fue hacia donde la esperaban las septas para llevarla a aquel sitio donde estaría segura. 

 

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18/12/2017, 16:19
Lady Scarlett Crogall

 

La mirada de Scarlett fue hacia los nobles amigos de los Claviger.  Con ella les pedía apoyo frente a la reacción de Lord y Lady Crogall, en ausencia de la familia herida y buscando justicia.  En términos de poder, esas familias aliadas serían más, y eso haría la diferencia en Desembarco.  Se lo hizo saber a Whalen con una mirada de esposos, para que le ayudara a identificarlos.  La venganza de su padre sería silenciosa y letal, y esta protección interna era lo único que podían hacer para evitarlo, después de la propia prestada por el Rey y el Lord de los Murmullos.

 

- Tiradas (2)
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19/12/2017, 07:36
Lady Scarlett Crogall

 

Scarlett esperó a los guardias que designara Robert u otra autoridad para escoltarla al Gran Septo.   Dada la acusación que había hecho eso correspondía.  Ahí, o en otro lugar cercano, había habitaciones para personas que, como ella, se acogían al refugio y protección de las órdenes que llevaban los asuntos mundanos de la religión de los Nuevos Dioses.    Esperaba también que familiares y amigos de los Claviger la acompañaran, acusadora y testigo principal que era ella de la muerte de esos jóvenes queridos por muchos.   De Whalen también aceptaría compañía.   De nadie más.   

 

Notas de juego

* Dime si tiro algo de intriga para que Scarlett sea escoltada. 

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19/12/2017, 12:57
Whalen Crogall

Whalen asintió, bovino, a las palabras de su padre, pero sus pies se resistían a moverse del lado de su esposa. Se sentía desgarrado por la elección entre su padre y su mujer.  A pesar del trato distante de él durante toda su vida, a lo largo de aquel viaje se había mostrado mucho más cercano y afectuoso que nunca. Scarlett se había mostrado como una esposa leal a él y capaz de cualquier cosa por ellos y su futuro. El heredero tenía suerte, pero en aquel momento era incapaz de apreciarlo.

Respondió al beso de su mujer con igual pasión, incluso más, al tener la inhibición de los borrachos. Si ella no se hubiera separado de él, le habría apretado las nalgas ante aquel entregado beso.

Estaba confuso. No quería que se fuera con nadie que no fuera él. Regañarla por montar aquel espectáculo ante los reyes y luego montarla con entrega. Hacer el amor con su esposa de cabello de fuego. Pero no. Parecía que no era ese el plan.

La gente siempre hace planes por mí. Nunca me tienen en cuenta.

Se reprochó, como un niño malcriado. Observó algunas caras entre el público, con el ceño fruncido, con interés, como para grbarlas a fuego en su mente embotada.

Estaba clavado en el sitio, temiendo por su precaria verticalidad, como un actor que espera a que anuncien su papel. ¿Dónde iba su esposa? ¿Qué coño estaba pasando? Todo aquello no tenía sentido. Podía con el idiota de Dannett y con todos los claviger del mundo si eso le podía devolver a su mujer.

¡Duelo por combate!

Repitió Whalen. Aunque él pensava en los Claviger, podía parecer cualquier cosa. Hasta podía referirse, en realidad, a un duelo por combate para poder guiar su propio destino. Ni él mismo estaba seguro del objetivo de aquel reto.

 

 

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23/12/2017, 21:25
Robert Baratheon

Ser Arys registró a Ser Roshar en busca de la daga. El caballero del Puño Negro tuvo el buen juicio de no negarse a ello ni oponer resistencia alguna, pues por muy diestro que fuera con la espada, un caballero de la Guardia Real era un enemigo realmente temible. Sólo los mejores del reino tenían el orgullo de poder vestir con honor la capa blanca. Ser Arys registró bien a fondo a Roshar, obligándolo incluso a descalzarse para revisar sus botas, y cuando al fin se dio por vencido se giró hacía el Rey con las manos vacías y encogiéndose de hombros.

-¿Y bien? - Preguntó Robert con impaciencia.

-[color=#0000FF]No lleva ninguna daga. [/color] -Le dijo Ser Arys al monarca apartándose del caballero de la casa Crogall y regresando a su lugar junto a la familia real.

Aquello sin duda decepcionó a muchos de los presentes que esperaban ver algo más en el malvado caballero de la malvada casa, pero a igual modo sorprendió a los propios compañeros de Ser Roshar quienes creían que era él quien conservaba encima la daga hasta ese momento. Incluso Lady Scarlett se quedó sorprendida por aquello. Sus palabras quedaron en evidencia, al igual que su acusación. El Rey cansado hizo un gesto hacía dos de los Capas Doradas que se encontraban presentes en el Gran Salón.

-Escoltad a la dama hasta el Gran Septo de Baelor si es allí donde desea estar. Retomaremos este asunto tras el torneo.

El Rey se levantó de su banco alzando la copa de vino que ansiaba tomar de una maldita vez y declaró tajantemente que quien volviera a levantar acusación alguna en lo que restaba de ceremonia sería conducido de inmediato a los calabozos. Y para sellar tal orden real bebió de un solo trago la copa y se dejó caer pesadamente sobre su sillón. Hizo un gesto con la mano y enseguida los músicos volvieron a tocar sus instrumentos, interpretando en esta ocasión Las estaciones de mi amor.

Tras esa resolución la fiesta continuó aparentando la mayor normalidad posible, aunque la música ocultaba algún que otro cuchicheo entre los presentes. Una media hora después, el Rey abandonó borracho la sala, seguido poco después por una tensa reina Cersei. Algunos de los invitados, entre los que se encontraban los Lugus y Bryan Telson, les desearon suerte para el día siguiente, mientras que otros les miraban con cautela, con cuidado de no mostrarse ni como amigos ni como aliados de una casa cuyo nombre estaba en entredicho.

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23/12/2017, 21:48
Orten Lugus

-Os deseo suerte para mañana. Estoy seguro de que seréis desagraviados en el campo de batalla. -Dijo el muchacho, con cuidado de no mencionar el otro asunto que tanto revuelo había causado en la cena.

Brian Telson, por su parte, se encontraba en una encrucijada. Había defendido a los Crogall dando su propia palabra como defensa al honor de la familia, pero aquellas últimas acusaciones de la esposa de Whalen le habían dejado algo dubitativo. Les deseo suerte sin tantas cortesías como Orten y con menos convencimiento que él, y se despidió de ellos hasta el día siguiente.

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23/12/2017, 21:54
Director

Lady Scarlett fue escoltada por los dos Capas Doradas al exterior de la Fortaleza Roja, y después cruzando la ciudad hasta el Gran Septo de Baelor por las calles iluminadas de farolillos de la capital. Rodeado por una plaza de mármol blanco, el Gran Septo de Baelor, bautizado así en honor del Rey Septón, estaba situado en la cima de la Colina de Visenya. En la cabecera de la plaza se encontraba una estatua de Baelor el Santo, sobre un plinto de mármol pintado.

El septo era una impresionante estructura abovedada de cristal, oro y vidrieras rodeado por siete torres de cristal. Las torres contenían campanas que sonaban cuando algo importante sucedía en la ciudad, como la muerte de un rey. Alrededor de las puertas que daban acceso al edificio se encontraba un púlpito elevado de mármol desde donde un septón podía dirigirse hacía una multitud congregada. Más allá de las puertas, Scarlett se encontró con la entrada al vestíbulo del septo, el cual era conocido como la Sala de las Lámparas. Allí tuvo que caminar bajo un techo de cristal emplomado hasta llegar a la entrada del cavernoso Gran Septo, que tenía siete anchos pasillos que convergían en la parte frontal de la habitación en el punto que estaba justo debajo del centro de la cúpula. Las hileras de asientos colocadas alrededor, podían dar cabida a miles de fieles. El piso principal del Septo estaba rodeado por siete alas, cada una de las cuales contenía un altar y una imponente estatua de uno de los aspectos de los Siete, rodeada de velas encendidas. El tipo de ceremonia determinaba el altar a usarse, así pues las bodas solían celebrarse en el altar situado entre el Padre y la Madre.

Aquel lugar, además de ser el centro neurálgico de la fe de los Siete, era el centro de enseñanza religiosa para los septones de todo Poniente, por lo que en el septo siempre recibía un flujo constante de visitantes y estudiantes de todas las edades, aunque a aquellas horas de la noche, y con la festividad del banquete celebrándose, apenas quedaban un par de septas rezando bajo el amparo de la estatua de la Madre. El Septón Supremo actual era un hombre pomposo y obeso que solía pronunciar agotadores sermones y que mostraba la arrogancia de quien había estado durante mucho tiempo en su puesto. Era gran amigo de los Baratheon y por tanto se encontraba disfrutando de sus lujos en la Fortaleza Roja. Seguramente ya borracho.

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26/12/2017, 22:05
Whalen Crogall

Whalen se quedó en la sala, clavado en el suelo, atónito ante lo que ocurría. Todo lo tomaba como una especie de sueño alucinado de borrracho.

A ser Roshar lo habían registrado pero no llevaba daga alguna. ¿Qué coño? En caso de estar sobrio hasta habría sonreído al pensar en la posibilidad de que algún invitado cercano tuviera en su poder la curiosa daga, pero en aquellas circunstancias todo aquello le parecía un embrollo absurdo.

Observó la salida de su esposa como un cordero degollado y luego fue asintiendo a los buenos deseos con expresión bovina.

Mañana... Mierda... He de ir a meter la cabeza en un cubo de agua helada.

Eh! Tú, sirviente. Decidme un buen remedio para la resaca.

Pidió al primer sirviente que le pasó por el lado. Necesitaba estar fresco para la mañana siguiente. Y estaba mortalmente cansado. Necesitaba estirarse y dormir como un tronco... Y al despertar encontrarse con su mujer al lado y descubrir que todo había sido una pesadilla extrañísima.

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26/12/2017, 23:45
Ser Roshar Blackfist

Ser Roshar gruñó por lo bajo cuando el Guardia Real confirmó que no llevaba nada y se alejó de él. Por dentro disfrutaba del pequeño triunfo. La ausencia de la daga minaba la credibilidad de Lady Scarlett en contra de la familia y facilitaba su tarea. Tendría que reunirse en privado con su señor, tanto para ponerle al corriente como para recibir las nuevas ordenes. Tenían hasta después del torneo. Y en algún momento llegarían las consecuencias. Con paciencia...

El problema más urgente era el juicio por combate del día siguiente. ¿Quién justaría en nombre de los Crogall? Era posible que el más indicado hubiera sido Galdrín... Una punzada le atravesó al recordar la perdida. Bebió un trago. Quedaba Ser Adrik, si se podía confiar en su estado anímico, o Whalen. El caballero no se veía como una buena opción, por su reputación y porque no era tan diestro a caballo, aunque no dudaría en defender la inocencia de la familia si se le ordenaba. Pensó que el heredero podía resultar la mejor elección. ¿Estaba preparado? Lo miró con curiosidad. 

Cuando Orten y Brian se acercaron lamentó su perdida de confianza en la casa. No dijo nada y se mantuvo apartado de ellos, e incluso aprovechó para ir a la letrina. Creyó oportuno que le vieran el menor tiempo posible junto a los Crogall y tras unas jarras era necesario descargar. Abandonaría la fortaleza por su cuenta. Ya se reunirían en el descampado.