Partida Rol por web

Que yo mencontraba tan bien a punto de toma`me mi segundo orujo, y de pronto entran por cal Mariano una pareja mu rara. Cuando veo al negraco aquel, pienso que lo mismo viene a vendernos casettes desos, alguna alfombra o cosas asín que venden los negricos. Pero deso era mu raro ver por el pueblo. Y masombro mas cuando entra la morena aquella, tan flaquisma. Extranjeros mu raros.

- !La Virgen! !Estos son testigos de jová desos! - esa es mi conclusión de aquello. Acompaño la revelación con una palmada, para despues llevarme las manos a las caderas, para ponerme en jarras- !Y visten rarismo igual!

-Que no tenteras, Cipriana-el Rubio alzó la mano en actitud de "aún te vi a dar una leche"-Estos son de la tilivisión, del programa ese de las sorpresas que presenta la Isabel Genio. Me la imaginaba un poco más mejor de carnes, mira. La tele debe ser, que engorda.

Dedicó una larga e inquisitiva mirada al negro.

-Y el señor moreno este ha venido a darle una sorpresa a alguna...-le dio un codazo a Cipriana luego dedicó una mirada de mucho desprecio a los hombres presentes-O a alguno, vete a saber, que en estos tiempos que corren ya se pueden casar hasta los rojeras, los maricas y los motrocultores.

El pobre guiri, que llevaba un año en el pueblo, viviendo más entre las cabras q'otra cosa, y que no había bajao a la capital pa ná, pues el poco español que sabía era el que s'ablaba nel pueblo, y claro, pa el esta gente hablaba mu raro y no se'nteraba casi de ná. De toas formas, era un hombre de mundo, porque en su país se veían muchismos negracos destos, aunque el era más de gente normal que de tribus urbanas d'estas, y claro, pos que tampoco se fíaba mucho d'ellos...

-Pos yo pa mi questos ar goin to vender cualquié... Güas de guor?... chorno? -Dice pegándole un coazo en la tripa al Evaristo, que le pillaba mu cerca. -Pos eso, que quien vendé tontás...

- !Ay por la romería bindita! ¿!Esto`spa  l`isabel genio!? Si yo la veo toas las semanas en la tilivisión...!Qu`ilusión me hacís! Dicirle a la Genio que yo soy una admiradora mu grande del pograma. Pero mu grande...Que yo quiero ir de público desos, y que le quiero dar una sorprisa a mi Adelaida !Que ya no sacuerda que tié madre! - alzo las manos en señal de indignación.

Les hablo a los de la tele, pues el Rubio es mu sabio y suele saber de to. Y ahora que lo dice, los tistigos de jová vienen con un malitin y papelicos pa que te leas y yo en estos no veo na.

No sé que l´iba dicir a la Pitones de las fiestas de Navida. Como s'enterase que´l gorrino s´había, toavía no se sabía por qué, metío en el horno de Chema, el panaero, y que a luego nos lo habíamos zampao, pos igual le acababa paeciendo mal. Que la mu condená tie una mala hostia que pa qué. Y bien rico que estaba, como cocina el Chema.

Le dí otro trago al sol sombra, así como para ganá tiempo pa ver lo que le dicía. Y en estas que entraron los de la tele.

Me les quedé mirando impresionao que no to los días aparecía pol pueblo gentes tan distinguidas. El negro empezó a largar y, en un momento dao, se equivocó. - ¡Yeeee! Para el carro Mufeo que tas colao. - Le puse el brazo asin con la palma estendía pa que callase un momento y me giré pal Servando. - Y tu tamién tas equivocao, Rubio. Qu´estos lo que vienen es a buscar a uno pa un concurso d´esos pegruntas raras. Como ese que les ponen una pintá de un prao con ovejas y a luego quieren saber quién lo ha pintao. Y pa encima siempre se lo saben los condenaos que llevan a concursá.

- Anda Mariano. Dile a María Consuela que vaya a buscá al Salustiano, el de la Tuerta, que ese sabe de tó y Aquí me acerqué a la oreja del Mariano. - a ver si les sacamos unos cuartos a estos.

Evaristo se disponia a responde a las queja del guiri cuando dos personica muy rara entran en el sitio.

-Pero que pintas mare mia, si es que es tos los que vivien en la capita son igua de raro, aunque creo que el mufeo este y la Trini son unos jevi meta de eso raro que no se lavan en año y que le venden droja a los niño.

Aunque cuando el negro empieza a hablar...la verda e que evarito tiene que sucunda la idea sus vecino (que no se note lo tonto).

-Seño Mufeo aqui el Evaristo me puede uste pregunta lo que quiera sobre to de los bicho por cierto ¿Pa que programa e esto? ¿Cuando lo pasan por la caja?

Despues mira al Yosua:

-Lo siento por lo de la Clotilde Yosua es que creo que esta preña y se me suscapa a busca mas comía de la que le hecho, pero amo que si quiere te pasa por mi casa y te doy forraje pa el bicho ese ...¿Gapuchino era?, pos en mi via e escuchao yo sobre ese anima.

Es la primera misión que tenemos fuera de los Estados Unidos. No solemos ir a otros lugares por motivos de seguridad, pero el capitán es un hombre testarudo. El Oráculo vaticinó que el Elegido se encontraba en un lugar aislado y poco desarrollado, y junto con otras revelaciones y deducciones, hemos llegado hasta aquí. Han sido años de estudio y búsqueda. Y por fin conseguimos las coordenadas tanto espaciales como temporales. Al ver las reacciones de los lugareños a las palabras de mi capitán me pongo a la defensiva. Me mantengo alerta por lo que pudiese ocurrir. Susurro a Morfeo desde atrás:

- ¿Dónde nos hemos metido? Creo que tendremos problemas.

Avanzo un poco y me abro hacia la derecha para afrontar un posible ataque de cualquiera de aquellas extrañas personas. No entiendo la mitad de lo que dicen, y creo que traman algo. Parecen estar de acuerdo en algo que no termino de comprender. Pulso el intercomunicador que tengo en la oreja derecha para comunicarme con la Nebuchadnezzar:

- Tanque, ¿detectas algo extraño? ¿Algún cambio?

Tras escuchar atentamente unos segundos mantengo mi posición defensiva.

Veo que Trinity se pone nerviosa. Este lugar es muy extraño, no es nada a lo que estamos acostumbrados, y estas personas parecen muy sorprendidas de nuestra presencia. No quiero llamar demasiado la atención, un agente puede rastrearnos.

- Cálmate Trinity. No van a hacernos daño. -digo en un tono bajo y sereno. Acto seguido alzo la voz para dirigirme a todos los presentes.- No somos de la televisión. Venimos desde muy lejos buscando a uno de entre vosotros. Uno que destaca de entre todos. Uno que es capaz de cosas asombrosas. Aunque quizá todavía ni él mismo, o ella misma, lo sabe.

Me quedo para mí todo lo referente a Matrix, a la cárcel que no podemos tocar ni ver, y a la revelación de la verdad. Creo que no es momento para explicar todo eso.

Sin que Mufeo ni la Trini se dieran cuenta, Don Mariano, que como tos los del pueblo era un graciosillo, se acercó a la chimenea a echarle un tocón de carrasca, y ya al paso, pa'abrir el tiro. Tos los del pueblo sabían pa qué. Era una broma que le hacían a menúo al Yosua pa reirse del, ensobreto las mozas.

La temperatura del lugar se disparó hasta límites sinsopechaos, a los que los de la capi no estaban acostumbraos. Y claro, el pobre guiri se puso a sudar como un pollo y se descamisó, pa deleite de las mozas y risas de los demás. Porque como tol mundo sabe, la gente de los pueblos no tié sensibilidá a la temperatura, y lo mismo van en mangas de camisa en tol invierno que llevan una pellica lana en agosto.

No, naide del pueblo hizo ademán de quitarsen la ropa, porque les endaba un poco iguas. Pero tos los varones se quearon mirando a la Trini... Si es que Don Mariano sabía a lo que iba, y no iba a pol guiri esta vez.

-Güat de jel... Mi nunca se acostumbrará a la calefasión tradisioná. -Y luego encarándose al negraco feo- ¿Dande vinís vusotros? -El guiri recordaba que una vez allá en su tierra salió en la caja tonta d'unos monjes que buscaban a un niño quera l'ancarnasión del Dalai Loma o algo asin. 

Pero comol caso era que le daba un poco iguas, pues ni sespero a la respuesta, dándosen la vuelta para volver a hablar con Evaristo.

-Ok Evaristo. I andestán, mañana cogeré mah yerba, don guorri. -Porque nel fondo el Yosua tenía buen corasón, ensobretó con los animalicos, y eso tol mundo lo sabía- Si ties la Clotilde preñá dale cereales, que veri güeno for de cachorro.

Me quedo con el morro torcio cuando el negraco aquel dice que no vienen de la televisión, y la gachí escuchimizá hace cosas mu raras. ¿Sesta poniendo agresiva? ¿Si no eran de la televisión que querían estos extranjeros de ropas de capital?

- !Amos a ver! Mufeo, que te veo hablando mu remirao, asín con muchas cosas que nontiendo...¿D`aonde sois si no venis de la tilivisión? ¿A buscar a uno de nunsotros? ¿A buscar pa que? ¿No serís de una sesta? Porque mira que os meto una guantá c`osavío, asín con toa la mano abierta. Aqui cosas raras no !Cosas raras no! - digo, haciendo un ademán enérgico con la mano- Que nos hablís en cristiano, copón bindito. Que m`estís poniendo nirviosa ya. Me va dar acedía del carajillo...

Luego caigo en algo, con tanto incapié que me doy un manotazo en la frente.

- !Ay questos vienen drugaos! ¿Es que hay verbena porahí? - me vuelvo a poner los brazos en jarras- Estos nicesitan un buen cafés con sal...

El Rubio señaló al Yoshua con el bastón:

-Si vienen buscando a un raro raro, este se pasa el día en porretas pol monte hablando en estranjero.

Los ojos me hacen chirivitas al ver al Yosua descamisao, me olvido del negraco, de la tía aquella más plana que la tabla de lavar de la yaya y de to'. Ni escucho a mi papa cuando dice que me cambie, pues estoy pensando que el día no está perdío del to. Me recoloco bien el tetamen y me acerco donde el guiri.

-Oye, Yosua, no querrás otro cafecico asín con la leche caliente pa que no te de frío...- mis manos casi van a tentar aquellos brazos que tenían pinta de estar más fuerte que los araos del tío Cipriano.

Parece que tenemos un problema de comunicación. El español que hablan estas personas no se corresponde con el que conocemos.

- Tanque, cárgame un programa que me permita hablar como ellos. -digo en un tono sobrio y en voz baja, mientras toco el pinganillo de mi oreja. Espero unos segundos a que Tanque me responda.- ¿No lo tenemos? ¿No existe? -Mi cara de frustración es enorme. Es la primera vez que ocurre algo así. O al menos yo no tengo noticias de ello, en ninguna nave, en ninguna misión. Nunca ha pasado. Los programadores de Sion trabajan duramente para tener preparados programas de todo tipo. Miro a Trinity, quien también lo ha oído. ¿Dónde demonios estamos? Me dirijo a la señora de las tetas enormes, y le hablo despacio, intentando vocalizar todo lo que puedo, hablo también a todos los presentes, incluido el joven al que por alguna extraña razón entiendo mejor:

- No venimos de ninguna fiesta. No somos testigos de Jehová. No somos de la televisión. Somos militares, de un cuerpo especial. -A estas alturas creo que debo inventarme algo, porque la verdad no van a ser capaces de soportarla. Veo que se ponen nerviosos.- Les recomiendo que guarden la calma y me escuchen con atención.

Hago una pausa, veo que aunque están inquietos me prestan atención.

- Estamos buscando a uno de entre vosotros. El mejor y más capacitado. Le necesitamos para que nos ayude. Para saber quién de vosotros es el Elegido debemos hacerles unas pruebas. Les pedimos su total colaboración.

- Amo a vé Mufeeeooo, a vé si t´entiendo. - Le digo moviendo la cabeza asín, como el perrete que tiene el Sandalio en la parte de atrás del symca 1000 ese que s´ha comprao de segunda mano, que simpatico es el jodio. El perrete, no el Sandalio que ese está más avinagrao que´l vino que les pone el Mariano a los forasteros.

- Yo soy Constancio Lara Rendón, pa servile usté, y soy el alcalde del pueblo. Y a mí no ha venio naide a dicime ná de que el ejercito iba a venirse a hacer unas maniobras. Ademá, ¿dende cuan hay mozas en el ejercito? - Le digo asín muu despacito pa que se entere que m´está poniendo unas caras mu raras y tocandose la oreja como si se le hubiera metío un abeja o algo asín.

El Yosua estaba a puntico de decirle a la Mari que si a ese cafelico cuando una palabra pronunciada por el negraco llega a su oío y sen da la vuelta to cabreao, señalando desde abajo con el codo pegao al ombligo, a la narí de Mufeo, al estilo de "No men calientes, que te fostio vivo con l'alpargata"

-Güat de fak??? ¿¿¿Tanke??? Ni sos ocurra acercá un tanke al pueblo, que me saco l'alpargata, ¿eh? -El guiri no sabía mu bien que acababa de disir, pero lo de sacarse l'alpargata lo había oío a la Cipriana cuando se cabreaba, y quería dejar claro que estaba mu, pero que mu cabreao.

-Pa que? Tu destroi som viñas??? Mirame bien, que sólo lo diré una vé... Si m'acercáis un tanke al pueblo os reviento a gorrazos, que mespantais al gamusino. -Y pa dá ma fuerza a la frase, pone la mano de canto asin, como pa soltarle una leche bien dá de medio lao, con cara garrulo y mordiéndose la lengua. -Constancio, sujéteme que non respondo...

Veo que el joven sin camiseta se pone agresivo y la alza la mano a mi capitán. En un movimiento rápido le cojo la mano y le hago una llave. Lo tumbo en el suelo bocabajo, con el brazo en la espalda e inmovilizado. Clavo mi rodilla en su espalda y con la otra mano agarro mi pistola y se la pongo en la sien. Alzo la cabeza y miro a mi alrededor, advirtiendo a los demás:

- No perdamos la calma. 

Miro a Morfeo esperando una orden.

Veo cómo mi fiel Trinity se abalanza sobre el joven que pretendía agredirme. No quiero que la situación se nos vaya de las manos. Tengo que tranquilizar a esta gente antes de que alguien termine herido, o peor.

- Trinity. Suéltale. Estoy seguro de que el caballero no pretendía hacerme daño.

Trinity suelta al joven y vuelve a mi lado. Las caras de todos los presentes son de asombro, y miedo.

- Ya les he dicho que no queremos causar problemas. Venimos en busca de su ayuda. Constancio, no tiene noticias de nosotros porque venimos en misión secreta. Esto no lo sabe nadie. Sólo los que estamos en este bar y nuestro equipo. Tienen dos opciones, colaborar con nosotros o no. Si deciden no hacerlo nos iremos y aquí no habrá pasado nada. Mañana despertarán creyendo que esto ha sido un sueño. ¿Qué me dicen?

Yo no entiendo a aquellos forasteros, y parece que el negro me habla a mi. Me causa en parte curiosidad poque no tiene acento ni na. Normalmente, como vienen del Áfricas pos hablan asi con su acentizo de negro. Pero este no...Me había puesto un poco nerviosa, y lo que hace la Trini esta con el guiri no lo calma.

Que si del ejercito dice...

- Amos a ver...Mufeo o como coño te llames...¿Qu`ijírcito ni que cepas viejas? ¿Tu tas visto los cuerpos que tiés dílante? ¿ Tu tas tonto o ques? Como muncho el guiri que tié cuerpo de rivista !Pero la guachuza esta lo acaba de desgraciar! Ay por San Isidro. ¿Mozico tas bien? - me acerco a preguntar al guiri, que no lo entiendo una mierda, pero ea que lastimica- Como al final sea una broma pa la tilivisión...Desas de camara culta desas...!Os vais a ir daqui pasaos por vara! - amenazo con un dedo.

A mi no me sacan de ahí, que es una broma o que están drogaos. ¿Pa el ejército? ¿Pero han visto donde han entrao?

Y allí, callaíco en un rincón s'encontraba Perico "el Castor", el hijo de los "Bocapico". Sí, hombre, los Bocapico, que tién tos asín los dientes uno pa Cuenca y el otro p'Albacete. Pos el caso qu'el muchacho había dormío hecho un ovillo al lao de la lumbre y al avivarla el Mariano pa reírse del guiri y de los forasteros, se rebulló y se despertó. 

Asomó el cogote y empezó a mirar asín con los ojos asustaos, como a una liebre que le das las largas de noche. El pobre Perico era tontico desde pequeñico, unos dicen que nació asín y otros que de pequeñico se calló de la mula en una vendimia cuando intentaba arrimar el morro al bidón con vino y gaseosa, que se dio en la cabeza y bueno, que aquello no tuvo solución.

-¿Unas pruebas ícen los forasteros?- me levanto estirando el cuello, aquella gente va vestía mu rara mu rara, que ni que fueran carnavales. -¿Unas pruebas de qué? ¿Cómo las de la romería? Sí, sí, d'esas tién que ser... Pos la Pitones nos gana a tos tirando de la cuerda ella sola, yo'stoy segurísmo...

Me acerqué a aquella moza que no tenía muchas carnes ónde coger, pero moza era. -¿Y tú tiés un cigarro, guapa?

Ignoro que es lo que tié en la mano, porque las únicas armas que he visto son las escopetas que saca padre cuando se va a cazar con los galgos... Y la tele no me la dejan ver mucho, no sea que me quede tonto, eso íce madre.