Partida Rol por web

-¡¡¡Ridios!!! Ar yu creisi, guel??? -El pobre guiri flipa en colorines cuando la Trini se l'echa ensima com'una gata en celo y lo inmuvisila- ¡¡¡A mi la guardia!!! -Esto último no tenia nidea de lo que sisnificaba, pero se lo oyó disir al Constancio una vé quel Rubio se lió a garrotazos con él por pisarle lo labrao (porque los jubilaos también tienen huerto, que no se nos olvíe), y como fuera que un vecino los apartó, pues que lo repite por si alguien le quita la Trini del lomo.

Como el negraco feo le quita la Trini d'ensima, pué que se quedó convenció de que era por la frase esa.

-Am oquei, grasia Cipriana. A vel, que no mentero... ¿Tonsé are yu bujcando? -Les dijo a los forasteros mientra sen frotaba el brazo pa que le doliera menos.

El Rubio solía decir que Dios permitía a los hombres hacerse viejos para poder criticar su obra con sabiduría. El antiguo cura del pueblo, don Ramón, en cambio, mantenía que Dios permitía vivir al Rubio porque no quería saber nada de él. Aquel cisma terminó con la muerte de don Ramón (de un atracón de lentejas con chorizo y bien de vino) y la sabiduría del Rubio quedó como luz iluminadora de las situaciones confusas del pueblo:

-¡Acabáramos!-exclamó el anciano-Si los gachós estos dicen que son del ejército no hay más que hablar. Yo hice la mili en Ceuta, ¿saben? y me tocaron dos años y medio de palear mierda de burro, no como ahora que ya no hay mili y asín nos luce el pelo.

Hizo un solemne (aunque poco elegante) saludo militar tocándose la boina:

-Y entre camaradas de armas, sólo hay un tipo de pruebas posible-se volvió a la barra y pegó un manotazo-Consuela, hija mía, sácate vino para todos que hay que agasajar a los forasteros. Del bueno, que paga aquí el alcalde. Y saca ya esos altramuces no tenga que volver a meter la mano en el bote de encurtidos-ante la ceja alzada de las fuerzas vivas añadió-Bien habrá que potenciar el turismo, ¿no?

Dedicó una mirada apreciativa al llamado "Mufeo":

-Los negros vino podéis beber, ¿no?

Cuando el negro dice lo del ejercito Evaristo empieza a senti mas mieo que un pavo en nochebuena. Ya sabía como se la gastaban los picoleto cuando una cabra se suscapaba y cruzaba una carretera que no debía no tenia gana ninguna de saber como sería de bruto los del ejercito secreto, aún así mantiene el porte iberico por fuera.

-Pos vecino yo prefiero que la gente se ria de mi un ratico porque esto sussea una broma a que estos dos sean del verda de ejercito y nos moñeen a base de colleja, yo no quiero disi na pero na ma de ve la ostia a mano abierta que le han dao al guiri tiene to la pinta de que esto si que son de la sus fuersas de siguiridad del estado.

¿Una prueba? pos venga vale, solo espero que no sea de numero que si no, no la paso ni con ayuda de la virgen del camino seco.

Como buen político, m´había quedao esperando a vé que dicían los demás. - Y esto, ¿lo saben en Madrí?- Le pregunté al Mufeo, que no quería ser yo el que le emendara la plana a los de la capital.

Como sea que´l Rubio aprovechó la ocasión pa gorroneame un vino, torcí los morros, puse los brazos asín como si fuese una jarra y, al final, accedí. - Ea, pon unos vinos a los señores militares, que o paga to el ayuntamiento.

La pregunta del Rubio tamién me reconcomió a mi. - Por que pudéis,¿no? Le insití al negro.

Se pusieron a hablar tos, pero yo coloqué mis brazos en jarras y esperaba una contestación de estos forasteros. Que ahora resulta que decian ser militares. Sigo nerviosa, la verdad...Pues sean militares o la Virgen de la Cepa Inmaculada, han tenio unas maneras un poco maleducás. Sobre tó con el pobre guiri. Ya ves tu...

Esperaba confirmación de que pijo querían. O que enseñaran la placa o lo que fuera ¿Los militares tenían placa? No se, pero ese no era el uniforme. Ni por allá arrimao. Hago ver mi impaciencia moviendo una catiusca. Como cuando renegaba a la Adelaida por venir tardismo las noches de verbena y con to el pintalabios emborronao. !Como una fresca!

Total...!Que pruebas ni pruebas!

- Si son militares estos sanequivocao...!Con el cuerpo zarajo que tenemos! !Como no nos pongan a beber unos litros como en vendimia! !Los mozos están en el "pas" ese!  - digo, un poco escandalizada-  !Ay la virgen!

Con toas la cosas que tenia que hacer yo hoy. Si fueran de la Isabel Genio, pos aun...Le mandaba uno saludico a mi Adelaida o algo.

Veo que por fin hemos captado su atención. Uno a uno los vecinos se interesan por nosotros. Se acercan, y mantienen la calma. Trinity es brusca, pero eficaz. Los miro seriamente, me cuesta bastante creer que entre ellos esté el Elegido. No tienen apariencia de líderes, no parecen muy inteligentes, pero sí parecen audaces y valientes. Quizá sea eso lo que necesitamos en Sion... alguien extremadamente valiente que nos guíe en la guerra contra las máquinas. Me dirijo a ellos con voz solemne:

- Estamos aquí para seleccionar a uno de entre vosotros. Tenemos órdenes de hacerlo. Y por eso vamos a hacerlo. - ¿Cómo les explico lo del Oráculo y lo de la Profecía? - Nos limitamos a cumplir las órdenes que nos han dado. Sí puedo deciros que el Elegido será recompensado, y aunque no niego que tendrá que renunciar a ciertas cosas, sí puedo afirmar que los suyos vivirán mejor, y podrán ver sus sueños hechos realidad. - Más o menos... al menos virtualmente podemos hacerlo... - Os repito, si estáis de acuerdo procederemos con las pruebas, que son en su mayoría de carácter físico. Si no, nos iremos, y recordaréis todo esto como un sueño. ¿Qué me decís?

Espero que la promesa de hacer realidad los sueños de los suyos sea suficiente para atraerles a participar en las pruebas. Esta gente parece humilde, y capaz de entregar algo de sí mismos por ayudar a sus familiares, amigos y vecinos. Si no fuese así, ¿cómo esperamos que luchen por toda la Humanidad? Les miro, atento a una respuesta. Sinceramente tengo miedo. Miedo de tener ante mí al Elegido y que elija la pastilla azul.

Cogí uno de los vasos que nos dio el Mariano y se lo puse en la cara al Mufeo.

- Anda échale un tiento al vino que está cojonudo. Y hablando d´eso de las pruebas. Si quiés le digo al Remigio que abra´l polideportivo. Pero primero habrá que ver onde anda metio que se escaquea más naide en el pueblo.

Me giro hacia el Servando y le pregunto, -Rubio, ¿sabes tu onde pué andar ese?

-Buh-el Rubio hizo un gesto de "ni se sabe"-Si no está en el bar a estas horas, o está endurmiendo o está muerto. Ahura que lo pienso, dijo algo de ir a poner trampas para raposos que se le andan zampando las gallinas pero con ese cualquier excusa es buena para no dar palo al agua...

Después de escuchar a sus vecinos Evaristo responde:

-Seño alcaide coincido con Servando y tampoco quiero disi na pero a lo mejon deberiamo cambia de guarda del polideportivo que el otro dia los tre chiquillo de la Auralia se quedaron arrecio como los pollo al encontrarse el sitio ma cerrao que una casa pega a otra y no abrirle el seño este en dos hora lo meno, o eso me conto la Auralia.

Y no me quiero inmiscui en su buenase alcaide pero estos dos tienen pinta de quere hase la prueba en el monte que los militares los tienen  como el caballo de Espartero, sin animo de ofende a la señorita-Y no comerme una hostia como la del guiri-- Dice mirando a la Trina

-Dis is laik a yinkana? Quisir... ¿Un concurso desos? -Yoshua no acababa denterarse mu bien de que iba to aquello, pero lo de la recompensa sonaba bien. Despué de tó, nesesitaba cuartos pa seguir estudiando al gamusino.

-Ok, po yo m'apunto. ¿Ande güi jaf to sin? Ai min... ¿Ande ai que firmá? -Aunque nel fondo seguía con la mosca detrás de la oreja por lo de los tanques esos...

Miré un poco incrédula lo bien que le parecía a todos, esto del elegido y las pruebas. Yo en la vida había visto militares a sin. Tampoco había visto militares negros. ¿Desde cuando dejan entrar a los nigirianos desos? To esto es mu raro...muncho muncho. Y eso de las pruebas físicas ¿Pero nos han visto? Que ya tenemos una edad...Pero los hombres están ahi obcecaos, como la cabra que siempre tira al monte. O al bancal, monte aquí no tenemos.

- Ea, pos podis hacer lo que queris... Yo no digo mas na. Vosotros sabris. A mi mesta esperando el Pepe...¡Que hoy nos pare la Clotilde! Que buena vaca es esa...¡Mas rolliza y lustrosa que dos soles!

Miraba raro la situación. Aun me esperaba que en cualquier momento dijeran que si que era una broma pa la la tilivision. Y lo de los tanques...¿Es que había guerra? Y lo del sueño ¡Que recordaremos esto como un sueño! ¡Pero que tilinovela es esta! ¡Nos están tomando el pelo!

-Tudei te pare la Clotilde? -Después de tó, el guiri parecía más interesao en las vacas quen los militares raros estos de la capitás- ¿Como tu no haber dicho ná? Enmesupongo que ya la'bréis apartao de las otras vacas, no sea que sus pisen el ternero as it bons? Si nesesitai que sus eche una mano me lo decir, ¿ok?

-Pos señor alcarde, si van a hacer unos juegos límpicos d'esos, tendrá que dar fiestas, ¿no?- le dije al Constancio, porque si los del bar íbamos a hacer pruebas d'esas, yo había visto cuando daban por la tele los juegos donde corrían y to eso. En el fondo esperaba que no m'hiceran correr pa que tuviera que ganar, aunque sería una risa ver a la Pitones corriendo o intentándoloe.

-Yo digo que lo anuncie el pregonero, que den fiestas y hacemos las pruebas esas en el polideportivo- que más que polideportivo era una cancha de baloncesto con los aros sin redes y una pista de tenis mal pinta en el suelo de cemento. -Y asín celebramos to por to lo alto. ¿Vas a bailar conmigo en la verbena, moza?- pregunté a la Mari Trini, pasándole un brazo sobe los hombros.

-Hombre, yo, si es de correr, con la reúma y la cicática, mal-admitió el Rubio cogiendo otro vaso-pero si se trata de tirar piedras, mira lo que te digo, aún puedo ascalabrar un mirlo a... a... tres mil metros lo menos. Y nonsagero una miaja.

Ante la idea de una posible organizacion de juegos Evaristo tienen sus propias ideas.

-Pos yo sus creo que si va a haber juegos de eso de los de por la tele deberia haber tambien una competición buena de mus que ya esta bien de dinscrima un juego de caballeros solo po se un juego de "pueblo" como dicen los amariconaos ...con sus perdon si ofendo a alguien -Dice mientras mira al negro- del la ciudad. Además ya que disian de ve quie e el mas surlisto de tos con eso seguro que lo sacan que ese juego es solo pa cabezas pensantes.

-¿Al mús quiés jugar, tú? Pos lo llevas claro-el Rubio sacó pecho como pudo-Con la boina de pareja te me paso por la piedra a ti y a tol rebaño cabras si hace falta. ¡Rediós, si una vez dijiste que tenías juego porque tenías las cuatro cartas iguales y era porque las estabas mirando el lomo porque las cogistes al revés!

Y soltó una carcajada que sonó como una rata ahogándose en una tubería vieja llena de porquería.

Asiento a Constancio y le hago saber que "los negros" también bebemos. Agarro el vaso con firmeza y le doy un sorbo. No me gusta nada de lo que hay en Matrix, me niego a disfrutar de placeres que sé que no son reales. Pero este vino está bueno, muy bueno. En América no tenemos cosas así. Intento disimular mi sorpresa, no quiero que Trinity piense que me gusta el vino. Espero que Tanque no note el cambio en mis niveles vitales en el monitor. Pero este vino me gusta...

- Gracias por el vino. - digo serio, con un tono que intento parezca falsamente complaciente. En realidad lo es, pero Trinity no debe notarlo.

Mientras doy un segundo sorbo veo que los vecinos se enzarzan en un debate sobre el polideportivo y su guarda. Un debate aburrido y superfluo, sí que son dispersos estos lugareños... Cuando estudié los planos de Matalascabras no había ningún polideportivo. Sólo hay una cancha de fútbol, mínimamente equipada, con líneas de una cancha de baloncesto superpuestas en el mismo suelo. ¿A eso llaman polideportivo?

Luego habla Josh, a quien mejor entiendo de todos, creo que su habla tiene rasdos del inglés, y dice algo de una gymkana. Quizá sea una buena forma de expresarlo y que todos lo entiendan. Evaristo propone una competición de mus. No sé qué es eso, creo que es un juego de cartas. Me toco el pinganillo del oído para comunicarme con Tanque: - Tanque, cárgame un curso de mus y otros juegos de cartas populares. - Lo digo susurrando, no quiero que esta gente me oiga. Ahora sí sé lo que es. Parece entretenido. Podría ser una de las pruebas.

Tengo que pensar algo para convencer a Cipriana. Todos parecen querer participar menos ella. ¿Qué podría ofrecerle? Temo que se vaya del bar sin haberla convencido. Me dirijo a ella: - Cipriana, somos militares. De un cuerpo especial. ¿Cómo la puedo convencer? - no me creo lo que estoy haciendo. Yo, capitán de la Nebuchadnezzar, una de las naves emblema de Sion, suplicando a esta señora. Pero... ¿y si es ella la Elegida?

Perico se acerca a mí, con cara de salido. Mi primer impulso es cogerle del brazo y partírselo. Pero recuerdo que Morfeo no quiere que llame la atención con actos violentos. En lugar de eso le lanzo una mirada que helaría la sangre de cualquiera. Le miro fíjamente, y luego miro a Josh. Le hago comprender que otro comentario como ese y acabará igual que él, o peor. Por la mueca de pánico que se dibuja en su cara sé que lo ha entendido.

Cuando el guiri se intenresa por la Clotilde, me acerco a él y le pego un manotazo en todo el brazo. Eso es un gesto cariñoso, que aunque pica, se hace con confianza y un sentimiento amigable.

- !Ay pata-libre! Pos si, pos si...Efitivamente, la Clotilde está preñá. Hoy nos da a luz. Menuda panza tiene la jodía, y miestraña. Porque la preñó el Raimundo, ques un toro mu grande y con una tranca que ya quisiera mi Pepe - y emito una risotada ruidosa de señora de pueblo.

El toque de humor verde me hace olvidar un poco las pretensiones de esta gente tan rara. Los hombres son tontos, en general, y están pasando por el aro muy facil. Como borricos. Pero las mujeres tenemos un sesto sentido, unas vibras de conocimiento ancestral...Que a mi esto no me da buena espina. No me cabía en la cabeza que haya un militar negro...Y menos me cabe las cosas raras que dicen...Como de tilinovela...Y que nos quieran hacer pruebas físicas pa meternos al ejercito o eso dicen. No me cuadra, si yo cuando veo en la tilivisión a los de la Legión son tos jovenes y hermosos...y aquí el unico que cumple eso es el guiri. El resto estamos ya mas cascaos que el cagar, con ciática, reuma, y el cuerpo ya pa pocos trotes. Y asín, que algo me huele mal aqui. Aparte de que yo no me me meto al ejercito ni loca. No iba a dejar a mi Pepe solo, comio de palominos los calzones. ¿Estamos locos?

- Mira, Mufeo...Yo no tengo cuerpo pa mili...Y tengo muncho trabajo que c`acer. Militares o no, Mufeo hermoso...¿tu mas visto bien? No no, quita quita...- le miro raro. Yo creo que debemos llamar a la guardia civil. Me est´tan empezando a dar miedo.

-Pos como tenga que ser alguno d'estos el elegío pa ná, vamos avíaos- digo señalando a los parroquianos del bar. -Si la Cipriana no va a los juegos limpícos esos, que tiene más cojones que tos los aquí presentes...- niego y miro de nuevo de reojo al guiri, que bueno qu'estaba el jodío.

El Castor dice de que den fiestas y mira que hacía un frío que te helaba el culo cuando ibas a mear, que ni arrodeando la tapa'l váter con papel del higenieco se solucionaba, pero si había verbena que contaran con ella. -Eso, eso, alcalde, da fiestas que esto s'haga como tié que ser. Una verbena de bienvenida y unos fuegos articifiales d'esos, como pa las fiestas de la virgen- ya m'estaba viendo bien agarrá al Yosua en un baile.