Partida Rol por web

¡¿EH?! - dijo asustado un poco el viejo pokémon al recordad que tenía algo de sordera. - ¿¡QUÉ!? ¿¡QUÉ!? - se le veía claramente nervioso, no le gustaba sentir que se estaba haciendo mayor. 

Jacobo mueve los dedos y el cuerpo para indicar al pokémon que no podía hablar porque tenía agua en la boca y se le dan tan bien las señas que le pide también ayuda para llevar agua a la cocina, o al menos lo intenta.

Vaya, no ha sacado mucho pero tampoco creo que pudiera cargar mucho más.

Un poco resignada a no hacerme del todo al nuevo cuerpo vuelvo a la base a dejar lo que he conseguido.

¿¡Cómo dices Lassie!? ¿¡Qué Miru se ha caído a una zanja!? - decía preocupado al verte gesticular, pues te veía meter un puño dentro de la palma de la mano, hasta que finalmente realizaste un Metrónomo del que salió un ligero pistola de agua que se posó sutilmente en tus manos. - ¡Ah! ¡Quieres algo para llevar agua! Haberlo dicho antes mozalbete. - acto seguido entró a su casa y salió con una olla muy grande, donde empezaste a echar la ingente cantidad de agua que tenías en la boca, cosa que hizo que, Angdier, poco a poco se metiera en su casa y te mirara preocupado desde la rendija de la cerradura, pues le parecías un loco de la cabeza y no tenía pensado recuperar la olla después de lo que había visto que habías hecho.

Cuando volviste a la base, te topaste con Naminé, la cual volvía con algo de madera encima, no demasiada, pues para ella pedir ayuda resultaba un tanto complicado. Ahora uno con una olla llena de agua no potable y la otra con algo de madera, podíais intentar hacer un apaño, aunque os faltaba algo de cemento para realizar las obras, podíais intentar repararlo ya y empezar a cocinar.

Dejo aqui la madera, me voy a mirar las casas abandonadas. ¿Te vienes?

¡Un momento! - saltó Miru que estaba tranquilamente charlando con Maxwell y Drake. - Mientras estabais fuera y después de haces mi importantísimos asuntos en mi oficina, bajé al almacén del clan y encontré algunas cosas que os podrían ser útiles, las he llevado a mi oficina, así que podéis cogerlas de allí. - tras eso se volvió a charlar tranquilamente con los otros dos.

Jacobo comienza a trabajar para arreglar la cocina; pero aunque en su vida anterior fuera alfarero, sus nuevas manos de Pokemon son muy torpes y le impiden trabajar el barro y el cemento como solía hacerlo, aún así, su basta experiencia le permite avanzar un poco el proyecto, confiando en que Eevee podría terminarlo de alguna manera.

Con este cuerpo es dificil pero trato de ayudar lo mas posible  para lograr hacer un arreglo decente.

Conseguís fabricar un horno medianamente decente, la puerta es tamaño Tate, por lo que no cabe nada que sea más grande que él, aunque para cocinar, suponéis que está lo suficientemente bien. Ahora podéis fabricar la receta que Jacobo ha cogido de la biblioteca, aunque eso depende de él y de como se encuentren la comida que hay en el almacén.

Jacobo deja el libro de recetas sobre la mesa de la cocina e indica a Naminé que se encargue ella de leer.

-Sin mis gafas no veo tres en un burro, así que puedes quedarte aquí y apuntar los pasos de la receta, mientras tanto yo iré al almacén a coger la comida, traigo todos los ingredientes que sigan comestibles y adaptamos lo que vamos a cocinar a ellos.

Baja al almacén con la espera de encontrar buenos y variados alimentos

Vale, aquí te espero. 

Cojo el libro y empiezo a mirar la receta para poder prepararla cuando Jacobo vuelva. 

Encuentras los siguientes materiales y en las siguientes condiciones. Sales medianamente satisfecho para no haber gastado dinero, puede servirte de algo, aunque el chocolate huele increíblemente mal. 

Subo una bolsa con modestas raciones de todos los ingredientes excepto el chocolate a la cocina para que namine comience a preparar la receta. Agarro un cuchillo de la cocina.

--Me voy a ver qué hago con el chocolate podrido este.

Bajo otra vez a por el chocolate y lo desmenuzo, una vez he hecho esto, corto el chocolate para que parezcan pequeñas semillas, hecho esto, vuelvo a subir arriba y le arranco una mata de pelo a Naminé de un plumazo y me hago un bigote juntándolo con el pegamento usado para el horno, me lo pego a la cara y digo antes de salir.

Perdona por eso, es necesario ir de incógnito para esta operación.

Jacobo con su bolsa de café se dirige a la tienda de Keckleon y por el camino encuentra unas gafas de broma que se le debió caer a algún niño, como aquel que encuentra una porra de policía y un escudo por el suelo, y se las pone para completar su disfraz. Entra en la tienda del Pokemon.

-Ciao signiorino, jo soccio le Jacobini, famosi mercaderi dil Este e jo faccio un grado camino hasta ecce humildili poblo per a traerteri aquesto maravelioso café pokémon -refiriéndose a su bolsa con chocolate que parecen semillas marrones-
E jo etaba buscandi algune grandisimo empresari que comprari questo mercanchie per ¡un precio ridicculo! ¿E uste interesati?

Oigo como Jacobo vuelve a subir del sótano con los ingredientes, me los deja para empezar a hacer la receta
Cuando lo miro veo que se lleva el chocolate.

Jacobo, ¿Qué haces? ¿Porque te lo...?

Antes de poder acabar la frase coge el cuchillo me corta un trozo de pelo y se lo pone en la cara a modo de bigote.

¡PERO SE PUEDE SABER QUE HACES! ¡ESTAS TONTO O QUE!

Mis retos no parecen afectarle puesto que se dirige a la salida. Intento calmarme para no ir tras el a matarlo. Me miró esperando que no sea muy grave y afortunadamente no se nota mucho. A pesar del mal humor cojo los ingredientes y empieza a preparar la receta.

¿¡Pelo tu piensa yo tonto o que pasa!? ¡Puedo vel a tlavés de tu mal disfrás! - se puso con los brazos en las caderas, indignado.

¡Usted no sel italiano! ¡Usted sel mexicano! - keckleon se sintió orgulloso al descubrir eso, pero en lo absoluto descubrió que eras el pokémon que tanto odiaba. - Uste tlael mucha melcancia ¿cuanto quelel? ¿O quelel algo a cambio?

Naminé mientras, intentó empezar a hacer la tarta pero en la receta ponía que hay que tener todos los materiales antes de empezar, por lo que decidió esperar a tener todo lo que necesitaba antes de hacer nada.

Jacobo empezó a sudar la gota gorda por un segundo; pero quedó muy aliviado cuando escuchó que su disfraz había funcionado aún así.

-Ah pues no mames, me pilló, no soy pues del Este pues. Soy del sur de Pokemexico we. Ya valió, solo quería cambiarte el grano de la cosecha por unas pocas de manzanas, que café vamos bien pero los cactus pues no nos dan frutas no más :v

¡Ah usted no engañal a listo Keckleon! - se acercó a la "bolsa de café" y tras olerla, se cayó al suelo, para atrás. - Uh café este, mu fuerte, huele mucho a glano. - entró un momento al "almacén" el cual era una caja bastante grande y rebuscó. - Yo solo tengo cuatlo manzana ¡pelo mu licas! Yo cambio cuatlo manzana pol bolsa de café potente. - decía frotándose las manos, pensando que iba a realizar un negociaco cuando en verdad se iba a llevar el mayor chasco de su vida.

Jacobo acepta el trato y le deja el chocolate café podrido en la mesa mientras que coge las manzanas y se las lleva.

-Un placer hacer negocios con usted, estas manzanas están padrísimas, órale ya le invitaré al quinceañera de mi hija Carmelita.

Lleva las cuatro manzanas a la casa y se quita el disfraz delante de Naminé, le deja las manzanas encima de la mesa y le vuelve a pedir perdón a Naminé diciendo que era necesario para que pudiera hacer el cambio del chocolate podrido. Entonces, enciende el horno haciendo un pequeño fuego en la base.

Jacobo enciende con éxito un fuego. Como es Jacobo y se confunde con facilidad muchas veces, lo enciende en la base de la cocina. - ¡Pero pedazo de loco! ¡¿Qué estás haciendo?! - decía vuestro pobre líder al ver las llamas por la estancia, el cual corriendo y con una manta en mano, apagó el fuego antes de que se extendiera. - Ay Dios. Dejadme que os ayude al menos con el fuego. - suspiraba Pikachu - ¡DIIIIIT HAZ ALGO! - acto seguido, Dit se transformó en un Flareon y encendió el fuego con unas ascuas. - Bueno, eso debería bastar. - tras el numerito, Miru volvió a donde estaba procrastinando.