Partida Rol por web

Buenos días. Dijo el ayudante del profesor Fir al ver llegar a nuevos aspirantes al laboratorio. Aún hay que esperar un poco, pero de momento, tú, tú y tú, dijo señalando a Ardsen, Kano y Olivia, podéis ir pasando. El Profesor ya está preparado para recibiros. Comentó sonriente y alegre porque sabía que ante ellos se les presentaba una gran oportunidad.

Tras aquellas palabras, los tres entrenadores le siguieron y les acompañó hasta la sala donde se encontraba el profesor Pir.

¡Buenos días! Dijo el profesor Fir mientras se frotaba un poco los ojos. Aquel hombre parecía acabar de levantarse pues todavía era muy temprano. Aún así, parecía que ya lo tenía todo listo para la visita de aquellos dos chavales. 

¡Bienvenidos a esta nueva ventura en Shakonya, la primera ciudad a la que han entregado el título de Región! ¡Me llamo Hiroshi Fier! ¡Pero la gente me llama el PROFESOR POKÉMON!

¡Ya sabéis que este mundo está habitado por unas criaturas llamadas Pokémon! Para algunos, son mascotas. Pero otros los usan para pelear. En cuanto a mí... Estudio los estudio como profesión.

Bueno, antes de nada, decidme ¿cómo os llamáis? Fir dejó un poco de tiempo para que pudieran contestar.

Supongo que venís para que os haga entrega de vuestro primer pokémon! ¡Enhorabuena! Tu propia leyenda Pokémon está a punto de comenzar!

¡Te espera un mundo de sueños y aventuras con ellos! ¡Adelante, elegid al que queráis! Estos son los que tengo ahora mismo disponibles.

Fuego	Planta	Normal	Fuego
Fantasma	Normal / Volador	Normal / Volador	Acero / Roca
Psíquico	Tierra	Eléctrico
Fuego / Fantasma	Veneno	Roca / Tierra

- Gracias, con permiso. - le dijo al joven ayudante.

Olivia que había estado muy callada hasta el momento, asintió cuando la hicieron pasar en primer lugar. En el interior les esperaba el Profesor Fir. Por su aspecto parecía de esos genios que se preocupan más de terminar sus investigaciones a altas horas de la madrugada que de tener una apariencia de cara a los demás. 

- Mi nombre Olivia, profesor. Soy hija de la agente Mara que recientemente ha sido destinada a la ciudad. Gracias por haberme invitado. - le agradeció al investigador.

Entonces el profesor dio su pequeño discurso. Seguramente el mismo que le hubiera dado a los jóvenes que habían madrugado más aquella mañana o a los que vendrían después. Pero para Olivia es como si hubiera pronunciado esas palabras por primera vez y expresamente para ella. Se sentía nerviosa e ilusionada, seguramente algo así sintió su madre el día que se graduó en la academia de policía...

Pero en ese momento todo se paró de repente y ese momento de formalismo se rompió durante un instante cuando la joven se acercó a una de las pokeball. Sobre ella, en un monitor podía verse el pokémon que se haya en su interior. - ¡¿Ese es un Fennekin?! ¡Oh! ¡Son tan adorables!... - exclamó mientras se miraba la pokéball desde todos los ángulos, como con miedo a cogerla y que se le cayera de las manos.

¿Puedo? - preguntó un poco más contenida, como pidiendo permiso para algo que sabía que ya tenía.

Los tres muchachos entraron tras las indicaciones del ayudante y tras oír la charla del profesor se dispuso a elegir a un pokemon, pero aquella chica se le había adelantado y no se sintió capaz de adelantársele, más aún después de escuchar la presentación de la misma. 

Cuando Olivia eligió a su pokémon, Kano se adelantó incitando al enfado a Ardsen, que debería escoger el último. Todos los pokémon que allí habían eran un sueño hecho realidad de cualquier entrenador. Kano los hubiera elegido todos si hubiera podido pero sabiendo que sólo le correspondía uno, meditó unos segundos antes de hacer la elección. 

- Yo me llamo Kano y elijo a Larvitar. - Dijo intentando emular la voz de alguno de los entrenadores que participaban en los torneos que había visto por televisión. 

Tras ese comentario y viendo que la emoción se había hecho presa de él, miró de arriba a abajo a Olivia, deseando decirle algo pero incapaz de articular dos palabras seguidas. 

- Mi pa-dre tra-ba-ja con tu ma-dre. - Consiguió decir tras casi un minuto, entre suspiros y tartamudeando. - Se-a-mos ri-va-les. 

Sin darse cuenta la cara de Kano se había vuelto roja y el sudor cubriría su rostro de no ser por la cinta que llevaba en el pelo. Para cubrir su vergüenza, agachó la gorra y se apartó para dejar paso al perroflauta que hacía de mal tercio allí. 

- Espero que ésta sea un poco más amable que el asaltante de vertederos. - Pensó para sí mismo a la espera de que el profesor diera por terminada la elección de los muchachos. 

Lo cierto es que la elección de Ardsen no le importa a lo más mínimo, pues esperaba nunca volverse a cruzar con el desarreglado chico, pero mantuvo la educación justa para que el profesor se hiciera una buena imagen de él. 

Ardsen, quien había permanecido completamente indiferente y poco entusiasmado durante la espera y el camino hacia sala, cambió completamente cuando empezó a escuchar las palabras de aquel profesor.

No le quitaba ojo de encima mientras hablaba, y solo cuando concluyó, reparó en la cantidad de pokemon que allí había.

A diferencia de los otros dos entrenadores, Ardsen no se abalanzó a por ninguno. Se quedó atrás, con ojos de tristeza y la mano en la boca. Lentamente se acercó uno a uno a todos los pokémon que allí había, y de una manera un tanto extraña, pronunciaba palabras de consuelo a cada uno de ellos, lanzándoles abrazos. Tranquilo Nidoran, seguro que encuentras tu pareja allí fuera. Mientras le tocaba el cuernecito con dulzura. Pidgey, el futuro es tuyo, que nadie te ponga límites. A la par que acariciaba sus plumas con cariño. Ralts, vas a llegar a donde te lo propongas. Se podía incluso vislumbrar una lágrima en Ardsen mientras se alejaba. Y así fue avanzando esperpénticamente uno tras otro.

¡¿Ese es un Fennekin?! ¡Oh! ¡Son tan adorables!... ¿Puedo?

Observó como Fennekin era cogido por aquella chica. Seguro que te cuidará bien, no parece mala chica. Dijo con la voz un poco entrecortada por la emoción, sonriendo en la dirección de Olivia

Yo me llamo Kano y elijo a Larvitar.

Se detuvo cuando el chico eligió a Larvitar. Y con una mirada de desprecio, se mordió la lengua y no dijo nada.

Finalmente vio a Seedot y sus ojos se conmovieron más aún. Seedot, qué cosa más dulce. No te preocupes, yo te sacaré de este lugar. ¿Quieres venirte? Le dijo sonriendo dulcemente.

Se-a-mos ri-va-les. 

Cada una de esas sílabas fueron golpeando su alma como un martillo, y la cara de dulzura que había mostrado en la sala, se tornó totalmente al girarse hacia Kano.

¿Ni un segundo has tardado ya en querer usar la violencia? Y mirando el lugar donde debería estar Larvitar. Jamás dejes que abusen de tí pequeño. Nadie es tu amo. No pueden obligarte a nada que tú no quieras. Ni siquiera este desalmado. La rabia en sus palabras se iba transformando en tristeza.

Se quedó callado. Con los puños cerrados por la rabia y la cara nerviosa y encendida por donde se podía observar una pequeña lágrima cayendo. Esperando un aplauso o alguna felicitación por su gran arenga.

Parece que tocará esperar un poco más. Comentó al aire Haren, sin nadie en concreto, de hecho. No estaba dirigido a nadie, fue más un comentario personal que uno para que lo escuchasen todos. Así que al final giró su mirada hacia la pareja que había quedado.

Fue la vibra que presentó Nate y el hecho de que la mayoría se había ido que se atrevió a dar un breve comentario...

¿Vienen juntos? La verdad es que... los noto muy unidos. Dijo Haren un tanto tenso y nervioso, aún le costaba habituarse a hablarle a los desconocidos, podía perfectamente esperar. Pero el chico decidió tratar de hablar para hacer que el tiempo fuese más llevadero. Sumado a que ya no podía esperar, era una forma más de que pudiese atreverse a hablar.

¡Muy buena elección! 

Perfecto, pues mira. Toma esto. Le dijo entregándole un par de pokéballs. Si pulsas este botón, el pokémon que has conseguido se quedará dentro dormido hasta que le llames para ayudarte. Ya sea para que te ayude a hacer alguna tarea, o para que luche en un combate. Dijo con una sonrisa. La segunda pokéball es para que vayas a capturar más pokémon. Por ejemplo en la zona safari podrás encontrar muchos pokémon, pero ten en cuenta que entrar cuesta algo de dinero. 

Para ganar dinero tendrás que luchar en combates contra otros entrenadores o cumplir las misiones que los Shakonyenses te soliciten. ¡Puede ser muy divertido tanto luchar como investigar! ¡Y más si encima recibes algo de dinero por ello!

Y por último, antes de que se me olvide; dijo sacando un aparato bastante extraño, esto es un Movil-Dex, dentro está mi contacto por si quieres llamarme para cualquier cosa, también si tienes más de seis pokémon, se te almacenarán ahí y sobre todo te servirá de mapa de Shakonya y de guía pokémon para conocer todas las especies que hay en este lugar.

¿Alguna duda?

El laboratorio del profesor es un laboratorio Pokémon localizado en Shakonya dirigido por el profesor Fir. Dentro de sus funciones como laboratorio se encuentran la de investigar a los Pokémon, desentrañar sus misterios y estudiar sus características y comportamiento en su entorno natural. Otro trabajo importante es el de cuidar y conseguir los Pokémon inciales que se entregarán a los entrenadores que empiezan su andadura pokémon.

El laboratorio tiene muchos sectores diferentes para ayudar a los Pokémon en su desarrollo. Hay zonas de hierba, tierra y lagos para alojar a los diferentes tipos de Pokémon. El laboratorio cuenta con tecnología para mantener a los Pokémon sanos y realizar investigaciones científicas en la región.

Nate no se había dado cuenta que afuera había un chico más, este se animo a hablar y explico el orden en el cual había llegado cada uno de los presentes., se limito a dar escucharle y luego se mantuvo callado, tras esto Miaka intervino completando su presentación y empezando a desplazarse por todo el laboratorio, el cual era además de impresionante muy grande, quizás más que el de Oak inclusive, de acuerdo a la misma Miaka, nunca pude visitar el Laboratorio de Oak, espero podamos hablar de eso, yo soy de Ciudad Azafrán, no se si te había mencionado., dijo el joven de cabello blanco.

Tras esto salió uno de los ayudantes del Profesor indicando quienes debían ingresar con él, no fue como dijo el joven anteriormente, al parecer ingresaban en lotes de 3 y no de uno en uno, unas vez estos ingresaron, exclamó al parecer va a ser más rápido de lo que pensamos o más bien dijo Ardsen, creo que en el próximo grupo nos toca para la buena fortuna., luego el joven que quedó además de nosotros habló, al parecer era algo tímido o simplemente no se le daba bien socializar, El gusto el mio le dijo, tu nombre es? ya que no se sabía aun su nombre

Mostró una leve sonrisa por el comentario acerca de que Miaka y Nate eran o estaban algo unidos sin embargo, mirando a esta con agrado y volviendo su mirada dijo, No, simplemente al parecer se nos da bien socializar, aparte de que somos de la misma región aunque diferentes ciudades, pero realmente acabamos de conocernos al igual que conocerte a ti, yo soy de Ciudad Azafrán y ella de Pueblo Paleta tu de donde eres? podemos saber? vale no es un pecado hablarle a los demás y más viendo que venimos posiblemente con el mismo objetivo todos acá.

Haren... La emoción por obtener a nuestro primer Pokémon es tal que en parte me anima a charlar con los demás... Efectivamente, no soy muy bueno socializando. Dijo el chico, riendo un tanto nerviosamente y hasta apenado, rascándose el cabello con cierta pena.

Provengo de Ciudad Corazón, de Sinnoh. Tu sabes... Donde se dice están los Legendarios Dialga y Palkia. Veo que, la química entre ustedes es por venir de una misma región. Comentó, aunque aún así se le notaba la cierta incomodidad no porque ellos les incomodara, si no simplemente porque le costaba hablar abiertamente.

Pero me alegra mucho, sé que no es un pecado. Volvió a reír. Pero si, podemos... decir que todos hemos venido por el mismo objetivo, si algo confieso es que el edificio es enorme. Creo que ya lo han notado. Añadió mientras elevaba la mirada al cielo un momento, para después arrojarles una tímida sonrisa.

Cuando el chico nuevo comenzó a conversar, Miaka paró de inspeccionarlo todo, era de mala educación. ¡Perdón! Es tan grande, dijo la entrenadora sonriendo. 

Espero que tarden poco, soy un poco impaciente, decía mientras se tocaba el gorro. ¿Qué clase de pokemon nos dejarán?, espero saber cuidarlo bien. Continuó la conversación de ambos sobre cuando entrar. 

Al cambiar a la conexión de ambos se ruborizó, aunque rápidamente volvió y escuchó lo que Nate decía, supongo que sí, además Nate ha sido el único que se ha ofrecido a que le acompañara, me habría perdido seguro. Dijo en un tono de duda, aunque más bien lo tenía claro. 

¿Tú también quieres las medallas Harem?, a que estaría genial conseguirlas todas, seguro que es difícil pero si encuentras pokemon que te apoyen y confíen en tí. Comentó sonriendo, para hacer tiempo añadiendo a las preguntas de Nate sobre su origen. 

Selena guardo a su pequeño Piplup dentro de su pokebola, saliendo de la oficina del pr. se detuvo un momento, vamos, por cierto, te agradezco el que me acompañes, dijo dirigiéndose a la chica del cabello muy largo dándole una enorme sonrisa, luego volteo a ver al pr. gracias por su ayuda y por mi nuevo amigo, para dirigirse después al guapo asistente del pr. disculpe ¿de casualidad no tiene idea de donde podrían haber ido Wilhelm o Larson? la chica espero tranquila con una leve sonrisa a la respuesta del hombre.

Cuando Gazo entró al laboratorio, un grupo de chicos que ya había visto en la estación, estaba manteniendo una conversación. Él no dijo nada, simplemente observó el lugar. Entendió que si ellos habían llegado antes y estaban hay esperando, es porque había que hacerlo.

¡Vaya! Este lugar es impresionante. Pensó sorprendido de la grandeza del lugar. Había estado en laboratorios por varias regiones del mundo, pero ninguno le había impresionado como aquel. Si antes estaba intrigado por que clase de pokémon daría como iniciales en profesor, después de ver como se hacían de a lo grande las cosas en la ciudad, ahora lo estaba todavía más.

El muchacho pintor simplemente esperó con sus cascos puestos tras los jóvenes que ya estaban allí. Sacó una pequeña libreta y un lápiz y se pudo a realizar un boceto del lugar para matar la espera.

Olivia se quedó con Fennekin como su nuevo compañero ¿o compañera quizá? Ya lo averiguaría cuando saliera de su pokeball por primera vez.

Entonces dos chicos muy distintos tanto en apariencia como en carácter se presentaron ante el profesor. Bueno realmente fue Kano, hijo de un agente de policía el que lo había hecho. Ardsen o así había recordado que se había presentado fuera de esa sala, no lo había hecho.

El primero de los jóvenes parecía más tímido de lo que en principio aparentaba y la había retado en lo que parecía un combate Pokémon. Olivia, dubitativa fue a responderle cuando Ardsen empezó a dar argumentos contra los combates Pokémon, cosa que aunque inoportuna, le pareció hasta cierto punto justificable. Lo que ya no toleró fue que insultara a Kano.

!O-Oye! No tienes porqué hablarle así ¿verdad profesor? - preguntó amparándose en el único adulto de la sala...

Pero entonces le surgió una duda más allá de la falta de respeto del joven desaliñado. - Profesor yo sí tengo un par de preguntas. Usted que ha estudiado a los Pokémon a lo largo de toda su vida que puede decirnos sobre eso ¿Los Pokémon luchan en contra de su voluntad si así se lo pide su entrenador? ¿O los combates Pokémon son parte de su naturaleza? - preguntó con mucha expectación por la respuesta. Eso zanjaria, o eso creía, la discusión allí mismo y de manos de un verdadero experto.

- Y otra pregunta ¿Antes de que se inventasen las pokeball también había esa unión entre Pokémon y humanos?

N-No te preocupes, jeje. Es inclusive algo abrumador el sitio, eso es verdad. Volvió a comentar ante el primer comentario de Miaka.

No eres la única impaciente, por mi reventaría ahora, creo. Volvió a reír apenado. Pero no creo que tarden mucho, o al menos eso espero... Quien sabe, puede y nos den Pokémon únicos o hasta algunos que no son necesariamente iniciales como en otras regiones. ¡Ya lo quiero ver! Volvió a añadir entusiasmado, solo esperaba ansioso el momento para que fuese llamado a recibir a su Pokémon.

Luego escuchó con atención lo que comentaba de Nate. Oh, así que por eso. Bueno, me alegro que hayan encontrado compañía, yo... soy más de andar por mis lares.

Por último, escuchó su pregunta sobre las medallas. No dudo que sea complicado pero, la verdad es que es ahí lo que quiero conseguir yo. No quiero ser alguien empedernido en "atraparlos a todos" como todo mundo dice, si no mas bien. Quiero que todo Pokémon que quiera formar parte de mi viaje, lo haga por gusto propio, porque lo desea... No quiero forzar a ninguna criatura a estar conmigo si no lo desea. Comentó con seguridad y calma Haren, volviendo a sonreír levemente.

Es, al menos lo que opino yo, sobre las medallas. Tal vez lo haga para ponerme a prueba, realmente estoy aquí para algo más que las medallas. Añadió, también seguro de sus palabras. Se notaba que en ese aspecto, no se lo tomaba tan en serio.

Las palabras de Ardsen golpearon el corazón de Kano, que se preguntaba la razón de por qué aquel chico le odiaba tanto si se conocían de minutos. Por suerte, antes de que la rabia hablará por su boca, la respuesta de Olivia hizo avergonzarse a Kano, que ya no podía aguantar más tiempo allí y decidió marcharse.

- Muchas gracias profesor Fir. - Dijo al tiempo que hacía una pequeña reverencia. - Cuidaré de este pokémon lo mejor que pueda. 

Antes de irse, mostró a la chica su Movil-Dex con la pantalla de su número, esperando poder tener un nuevo contacto aunque sin articular palabra alguna. Cuando creyó que ya había acabado el proceso de agregar su número, se marchó muy tenso del laboratorio, buscando un poco de soledad y paz donde poder familiarizarse con su recién adquirido pokemon. 

Ardsen guardó absoluto silencio y respeto cuando el Profesor Fir les dio las últimas explicaciones tras ignorar la lección moral del impetuoso pacifista.

Tras sus palabras, Olivia entró al trapo y planteó nuevas preguntas filosóficas, a las que Ardsen, evidentemente tenía muchas respuestas, ya que se pasaba los días discutiendo sobre lo mismo, pero la presencia del Profesor le hizo callar y aguardar a su discurso.

Por suerte, aquel chico, parecía haber decidido ya marcharse.

Cuidaré de este pokémon lo mejor que pueda. 

Ya veremos... Masculló entre dientes Ardsen, incapaz de mantenerse callado

Jian Abiko entró detrás del silencioso Gazo, había hecho bien en seguirle desde la estación puesto que no había entendido demasiado bien las indicaciones del hombre de la estación, y seguro hubiera entrado en algún otro lugar en su camino. Allí habían un montón de entrenadores reunidos. Se acercó al corrillo con una sonrisa y cuando se le dirigió una mirada de alguno de ellos se presentó - Soy Jian Abiko, de Ciudad Plateada

 ¡he venido a Shakonya para ser entrenador Pokemon! Encantado de conoceros a todos

El laboratorio del profesor es un laboratorio Pokémon localizado en Shakonya dirigido por el profesor Fir. Dentro de sus funciones como laboratorio se encuentran la de investigar a los Pokémon, desentrañar sus misterios y estudiar sus características y comportamiento en su entorno natural. Otro trabajo importante es el de cuidar y conseguir los Pokémon inciales que se entregarán a los entrenadores que empiezan su andadura pokémon.

El laboratorio tiene muchos sectores diferentes para ayudar a los Pokémon en su desarrollo. Hay zonas de hierba, tierra y lagos para alojar a los diferentes tipos de Pokémon. El laboratorio cuenta con tecnología para mantener a los Pokémon sanos y realizar investigaciones científicas en la región.

Pues la verdad que no tengo ni idea... dijo encogiéndose de hombros, por eso os he pedido que me ayudéis a localizarles y a dárselos. Dijo el anciano con una sonrisa.