Partida Rol por web

 Miro a Jean. Es un objeto que te permite grabar las peleas que tienes, sirve para observar lo que en la lucha has pasado por alto. No era una persona inteligente en los combates, pero me gustaba aprender si gano como si pierdo. Es una cosa que me gustaría para aprender en mi camino como entrenador.

Saludo a Itomi con la mano nada más veo que aparece. 

—¡Itomiiiii! ¡Me alegra de que te hayas dejado caer por aquí! —bromeo, y sonrío guiñando un ojo. 

Su abra es muy chulo, ¡y lo que ahorras en billetes!

Suspiro profundamente al escuchar lo del objeto. No hay nada que realmente eche en falta. El viaje apenas ha comenzado. Lo único que podría ayudarme sería... Humm, miro la pokeball donde está mi zigzagoon temblequeante. ¿Quizá algo que me ayude a mejorar mi amistad con los pokemon? ¿Existe algo así? Si no, creo que me bastará con un cursillo intensivo de la mano de Green de cómo criar a Hazel adecuadamente. Hay demasiadas cosas que no sé de los eevees. 

Así que se lo pido un poco aparte. Ya que no sé si lo que estoy pidiendo es una estupidez... Y mirando más a mi madre, que es la que puede saber más del tema. 

—Hay... ¿hay algo que me ayude a llevarme mejor con mis pokemon? Para poder hacernos amigos, y eso... —susurro—. Si no, me vale con un manual sobre eevees... y sus evoluciones. 

Al ver a Joel pedir una piedra fuego, enarco una ceja. ¿Sabrá que las piedras normales se gastan?

Todos los que se habían dispersado habían vuelto. Con mi pokemon en brazos, aún debilitado, presté atención a todo lo que decían. Por suerte, pudieron arreglar el desperfecto.

- Bueno, yo no pude ayudar en nada, así que no puedo pedir una recompensa, pero me vendría bien que me curarais a Lill. Estoy preocupada por ella y tengo algo pendiente con un pidgey.

Nada más llegar al centro pokémon dejo que la enfermera Joy se lleve las pokéballs con Deino y el Spearow que capturé gracias a Green. Me quedo esperando en la sala común, junto al resto, y cuando me los devuelve saco inmediatamente al pequeño dragón que vuelve a estar en plenas condiciones.

-Lo has hecho muy bien, Deino. Estoy orgulloso de ti.

Le acaricio levemente la cabeza, comprobando que la actitud seria y firme que ha demostrado en la pelea ha desaparecido y vuelve a ser el mismo dragón inquieto de antes. Sacudo la cabeza, ocultando una sonrisa tras la bufanda y miro la pokéball con el Spearow dentro.

-Bueno...Es hora de conocer a nuestro nuevo compañero, ¿no te parece?

Lanzo la pokéball al suelo y espero a que Spearow termine de salir. El pokémon pájaro mira alrededor y después se centra en Deino primero y en mi después. Noto como me clava su mirada, pero yo se la devuelvo de manera aún más recia.

Yo soy el entrenador aquí. Tengo que dejar eso bien claro.

El duelo de miradas se prolonga por unos segundos hasta que finalmente Spearow parece rendirse y empieza a picotear el suelo, haciendo ver como que ha perdido interés en mi. Vuelvo a sonreír y me dirijo a él, que sé que me está escuchando.

-Bien, amiguito, lo mejor será que primero me presente. Mi nombre es Lamrod y a partir de ahora voy a ser tu entrenador. Este es Deino, y espero que te lleves bien con él. Cuidaré de ti tan bien como cuido de él, no te preocupes-miro a Green, que nos está llamando a todos para que nos acerquemos, y asiento con la cabeza-. Sube a mi hombro, Spearow. Nos movemos.

El pokémon obedece, aunque agita las alas cerca de mi oído de tal manera que casi me deja sordo y empieza a picotearme el hombro, como si quisiera probar mi resistencia o mi capacidad anímica de aguantarle. Aprieto los dientes sin decir nada y trato de mostrar fortaleza, ya que si no lo hago así perderé el respeto de ese pokémon para siempre.

Llego junto a Green y me cruzo de brazos escuchando si discurso mientras Deino se acerca a los demás pokémon que están fuera de las pokéball como si quisiera jugar con ellos. Sacudo la cabeza y le ordeno que se quede a mi lado justo cuando Green termina de hablar.

-Cualquier objeto, ¿eh?...

Repaso mentalmente la lista de objetos que he visto a lo largo de mi corta vida, tanto en "vivo" como por televisión y entonces recuerdo uno en particular que podría venirme muy bien en mi misión.

-El único que puede interesarme es un Repartir Experiencia para que pueda entrenar a los pokémon de nivel más bajo sin correr riesgo a que sufran daños cuando los entrene. Si no puede ser, entonces en verdad no quiero nada. Con haber ayudado es suficiente.

Miro a Maximo tratando de contener lo que no tengo claro si molestia o asombro. Le pide el número a mi padre y pregunta a la mitad de los presentes a ver si lo acompañan. Y a la otra mitad, que hemos participado en la pelea también, que nos den morcillas. Podría llegar a pensar que era porque somos chicas, de no ser porque Taylor e Itomi también se han quedado fuera. 

Miro a Dimitri y a Joel repetidamente. La verdad es que esperaba formar grupo con ellos. 

Me cruzo de brazos mientras espero a que Green y mamá acaben de repartir lo que todos han pedido. De todas formas, yo no necesito que me den nada. Ni siquiera sé si lo que he pedido existe. Además, el pokemon de Will lo habría rescatado de igual forma. 

Acaricio a Hazel con cariño. Tengo que tener una charla grupal con mis pokemon como la que ha tenido Lamrod, solo que él me recuerda demasiado a... papá hace unos años. Cuenta la leyenda (historias de mamá) que antes era mucho peor. Me pregunto en qué punto estará Lamrod en las escala "green". 

Miro a Máximo y sonrio. No tengo drama, Wisty me gustaría que vinieras pero tu decides . Mientras miro a en los ojos de ella y acaricio a Scarlet. Luego espero la respuesta de Green.

Los pokemon son curados y os dan los objetos que habeis pedido:

- Dimitri: camara lucha
- Maximo: Nº de pokenav (y a todos tambien)
- Jean 5 raciones de comida para cada tipo de pokemon
- Joel: Piedra fuego simple
- Wisty: Campana alivio a modo de collar para los pokemon
- Lamrod: Repartir exp. y te explican que solo puedes usarlo en un pokemon y recibira la experiencia siempre que este dentro de la pokeball.

(Taylor e Itomi esperare vuestras respuestas)

Podeis partir cuando querais Green y Cordelia se quedan diciendo que ayudaran un poco en el centro pokemon antes de volver al gimnasio, pero que si quereis su medalla tendreis que obtener las 7 anteriores.

Cojo la campanita que me tiende mi padre y la sostengo delante de mi nariz. Así que esto me ayudará en mi entrenamiento. Es muy bonita, pero no tengo demasiado claro cómo funciona. Lo consultaré luego. 

Hazel, en mi hombro, acerca el morrete y la toca. La campanita suena suavemente. Hazel suelta un pequeño gorjeo de felicidad. 

—¿Te gusta? —pregunto. 

El repite el gorjeo con su nombre. Así que, con cuidado, se la pongo en el cuello. 

—Te queda estupendamente —observo, y acaricio su cabeza una vez más. 

Él, orgulloso, alza la cabeza y el pecho, para que se vea más. 

Joel nos recuerda entonces cuán hambriento está. 

—La invitación de ir a casa a comer sigue en pie. Yo iré a cambiarme, coger comida y después hacia Ciudad Plateada. Podéis venir conmigo, comemos, mientras yo me cambio, y marchamos en grupo. Si queréis ir adelantándoos no me importa. Ahora tengo vuestro número de Pokenav. 

La verdad es que me gusta más ir en equipo, pero tampoco voy a ir agarrándome a las piernas de mis compañeros para que me esperen. Y está claro que yo soy la lenta. 

Me dieron a Lill completamente curada. Alegremente, la tomé en brazos e hice una reverencia a la enfermera - muchas gracias, enfermera - luego, miré a mi pokemon - ¿vamos allá? Creo que todavía tenemos algo que arreglar con ese pidgey - Lill emitió un agudo chillido de alegría y puso gesto guerrero.

- Pues adelante - salí corriendo hacia el pokemon pájaro. La pequeña flabèbè se colocó delante de él en posición de lucha - bien, pequeño, de esta no pasa, vas a ser mío - señalé al pidgey conb determinación - Lill, látigo cepa.

Siempre que esté dentro de la pokéball...

Le doy vueltas al aparato en mi mano mientras pienso sobre esa condición especial. El Repartir Experiencia podría ser muy útil, a pesar de su diseño parecido al de un aparato de tortura, y si funcionaba bien podría suplir esa pequeña tara con creces.

Lo guardo en la mochila, teniendo cuidado de que no se rompiera mientras Spearow y Deino miran dentro con curiosidad. Cierro la cremallera y vuelvo a colgarme la mochila al hombro antes de dirigirme a la puerta y despedirme del resto.

-El que quiera venir conmigo puede hacerlo si quiere, pero tardaré en ir a Ciudad Plateada. Quiero capturar antes un par de pokémon y entrenar a los que ya tengo, así que...Nos vemos.

Levanto la mano en señal de adios y salgo fuera, en dirección a la ruta 22 para capturar a algún pokémon de agua de los que viera allí.

Tanta comida pokemon,... comida para todas las clases, sin duda incluso demasiada para llevar toda ella, cargó tantas latas como pudo, y se incorporó con su ahora más pesada mochila... las 5 latitas de tipo fuego, dio 2 a Dimitri y 2 a Joel, sabiendo que no les vendrían mal. Acercó 2 de tipo psíquico a Itomi, y cargó las de tipo hada para dárselas a yukine (4 de ellas), y 4 de tipo dragón a "Deino", que parecía contento con 4 latitas sobre su cabeza.

En la mesa y a mi pesar dejo: comida pokemon para quien la pueda necesitar:
-4 latas (200 gramos tipo eléctrico)
-2 latas (200 gramos tipo psíquico)
-2 latas (200 gramos tipo veneno)
-4 latas (200 gramos tipo lucha)
-4 latas (200 gramos tipo hielo)
-4 latas (200 gramos tipo tierra)
-4 latas (200 gramos tipo roca)
-4 latas (200 gramos tipo fantasma)
-4 latas (200 gramos tipo siniestro)
-4 latas (200 gramos tipo acero)

Para que las cogiera quienes las necesitaran. Sonrió y tras colocar bien su mochila, pidió perdón a Wisty por no comer con ellos, quería intentar conseguir un par de pokemon, y seguramente, dormiría en casa esa noche por última vez antes del viaje.

Después al ver a Yukine luchar y procurando no molestarle en su combate, le dijo en voz no muy alta - te dejo aquí 4 latitas de comida de tipo hada, seguro que a tu monosidad le encantarán - dejándolas a sus pies se retiró, es su ciudad después de todo, y conoce bien lo que puede conseguir...

Vaya, ¡qué generosa! Esta niña me sorprende en muchos sentidos. 

—Gracias, Jean, es todo un detalle. ¿Seguro que no quieres coger más para ti? —digo mientras me acerco a inspeccionar las latas—. Si estás segura de que no vas a coger más, me gustaría llevarme un par de las que pueda comer Hazel... Una lástima que no puedas venir a comer. 

Dicho esto, espero su respuesta y me cojo unas cuantas latitas para el camino. Dejo suficiente para todos los que vengan detrás. No quiero ser avariciosa. 

—¿Si evolucionas a glaceon te las comerás? —pregunto a mi pokemon mostrándole las latas de tipo hielo. 

Él ladeo la cabeza confundido. 

Saludo con la mano a los que se van yendo y me dirijo a los que quedan: 

—Voy hacia mi casa. Es bienvenido a comer quien quiera. Joel, seguro que podemos arreglar ese rugido de estómago. 

Dicho esto, me dirijo hacia la puerta del centro pokemon. 

Tal y como quedo el combate antes Lil ataca al pidgey ya herido. Cada vez lo ves mas debilitado y ahora el pidgey esta jadeando. y vuelve a realizar un placaje que daña a tu Lil quitandole 5 puntos de vida.

Wisty al llegar a casa para cambiarte ves a los pokemon que cuidan tus padres y bueno, todo lo que tienes en tu casa. Y ahi te acuerdas de la foto de Blue, Green, Red y el chico misterioso

Abro la puerta de casa, resoplo de abatimiento, dejo a Hazel en el suelo para que corretee por el salón. A pesar de ser la primera vez que lo pisa como mi pokemon, ya conoce parte de la casa. 

—Hogar, dulce hogar. Disfruta de lo que puedas, porque nos vamos en una hora, chiquitín. 

Dejo la puerta entornada para que entren los que me sigan. Cruzo el salón en dirección a las escaleras que llevan a mi cuarto y me detengo brevemente delante de la foto del salón. Suspiro al ver al grupo. ¿Tendré yo algo así algún día?

Saco el pokenav y capturo la imagen. Quiero poder verla durante mi aventura. Y ahora, a por ropa limpia. 

- Muy bien, Lill - la felicité ante su magnífico ataque. Cogí una pokeball y se lo lancé - adelante pokeball, captúralo.

La pokeball dio en el cansado pokemon y me quedé expectante, mirándolo ansiosa. Deseaba mucho hacerme con aquel pokemon y no iba a dejarlo escapar pro nada del mundo.

Lamrod, me agrada la idea de ir a entrenar un poco en la ruta 22, te alcanzaré después de comprar algo de comida y Pokeballs en la tienda...

Joel, Dimitri que harán, nos alcanzan allá, si entre todos compramos comida yo puedo preparar para todos y nos sale más económico!!!

Le devolví las latas a Jean.

-Gracias, pero prefiero preparar mi propia comida. Es divertido hacerlo-dicho esto fui donde el señor Green para pedir la recompensa. Tal vez era demasiado, pero era mi objetivo y quería hacerlo-. Señor Green, no se si es mucho pedir, pero ¿puedo pedir un mega-aro? Estoy interesado en el estudio de la megaevolución y me gustaría poder tener un mega-aro en mis manos.