Partida Rol por web

Me guardo la carta en el bolsillo y asiento. 

—Yo se la daré, tranquila —digo mientras sonrío. 

Aunque parecía una tarea épica encontrar a Red. No sé si eso podrá ocurrir en algún momento. Me abstengo a preguntar qué lleva esa carta. Sea lo que sea... creo que es mejor que no lo sepa. No se me ha pasado por alto que la mano de Red descansa sobre el hombro del misterioso chico de amarillo. Algo me dice que hay mucha más historia de la que sé y ahora mismo no me apetece demasiado preguntar. 

—Sí, por favor —añado ante el ofrecimiento de darme el número de Blue. 

Eso, sin lugar a dudas, me ayudaría enormemente en mi camino. Espero que haga paradas entre vuelo y vuelo. Por cierto, ¿los wygglytuff vuelan? Nunca me había parado a pensarlo. 

En ese momento, la puerta se abre y guardo la carta y el teléfono.

Me giro hacia los recién llegados y saludo a mi padre. 

—H-hola... —digo un poco desubicada—. ¿Ha pasado algo? —pregunto mientras saludo. 

Me vuelvo hacia mamá, por si tiene algo más que decirme. Aunque, con tanta gente, quizá es mejor dejarlo para luego. Así que, vuelvo a los invitados y les ofrezco algo de beber: 

—Chicos, ¿agua, limonada, un refresco? —enumero. 

Por lo menos, ya estoy cambiada y tengo la mochila lista para salir con todo lo que me había dejado al escaparme esta mañana. 

Despacio, mientras espero su respuesta, me acerco a fisgonear al armario. 

—¿Qué buscas? —pregunto, porque no recuerdo nada importante guardado ahí.

Lo miro. Que pokemon hace que Green lider del gimnasio verde, tiemble para ser llamado? Quería saber que era. He visto la lucha que tuvo con Red, en la liga pokemon hace varios años. Digamos que miles de veces y he podido sacar algo, nunca tembló. Había perdido ya el espíritu de un entrenador.

Miro a Wisty. Creo que un objeto que le iba a dar a Itomi, algo con la mega evolución pero no tengo ni idea que es. Dije a Wisty y le sonrio. Ya no empapada, mejor asi no te agarras nada.

Me llevo la mano a la frente. 

—¡Marchando! —respondo ante la petición de Maximo. 

Voy momentáneamente a la cocina, pero escucho con atención a Itomi explicando acerca del mega aro. 

—Vaya, sí que suena interesante. ¿Y para qué es el aro? ¿Lo debe de llevar el entrenador o el pokemon?

Lo que no sabía es que mi padre tuviera uno guardado en un cajón como si nada. Miro a mi madre al otro lado del pasillo y observo su cara. Chispas, me hubiera gustado tener algo más de tiempo para hablar...

Llevo al salón una bandeja con dos jarras (limonada y agua) con seis vasos, para todo el que quiera. 

Lilla, el espeon de mamá, se acerca a olisquear desde una de las esquinas y acaricio su cabeza cuando dejo todo. Miro a los demás y de nuevo a Lilla. 

—Oh, ésta es Lilla —digo, presentándosela—. Es de mamá. 

Mamá siempre fue la que puso motes a los pokemon. 

Pues, ahora que lo dice, con la tontería tenemos a dos eevees y dos de sus evoluciones correteando por el salón. Lilla, el todavía Flareon de papá, Hazel y Mythos. 

Yo me encojo de hombros. 

—Sólo son una pareja, Lilla con Flareon. Hazel es nuevo en la familia. Sólo que tanto Flareon como Hazel son muy versátiles. Lilla no tiene la propiedad de los otros dos y ha evolucionado sola gracias a los cuidados de mamá. 

Veo cómo mamá sonríe desde la parte de atrás del salón. Lilla es su pequeño orgullo. Siempre dijo que los pokemon eran amigos. Que un Eevee evolucione por felicidad gracias a su entrenador es un gran logro. No todos pueden alcanzarlo. 

Viendo cómo Maximo trata de dar limonada a Mythos, vuelvo a la cocina y le doy un cuenco. Le será más fácil meter el morro.

Me siento en el sofá, al lado de Maximo que parece que se ha tomado café en vez de un vaso de limonada. Lilla se acerca y apoya su cabeza en su rodilla.

—Quiere que le acaricies —le digo al ver que Maximo ha sufrido un cortocircuito al notar a Lilla—. Es muy mimosa. 

Sigo atendiendo la conversación de Itomi. 

—¿Sólo unos pocos? ¿Cuáles exactamente? —pregunto con curiosidad—. ¿Un eevee puede, por ejemplo?

¿Amarga? ¿Negra? Me acerco a la jarra y escudriño su interior. 

—Será por el azúcar moreno... —digo mientras me sirvo en un vaso y pruebo, porque sí que es verdad que el color es diferente. 

Chispas, tiene razón. Está amargo, tan amargo como que no es limonada. 

—¡Chispas! —exclamo en alto—. Lo siento, me he equivocado. 

Retiro rápidamente la jarra a la cocina y vuelvo con la auténtica jarra de limonada. Lo otro no era limonada en absoluto, sino jugo de bayas pokemon. Creo que eran bayas guaya, por el regusto ese. No son demasiado buenas para las personas, pero parece que a Mythos le encanta. Se ha vaciado el cuenco el sólo, y ahora Lilla se acerca a investigar qué era eso. 

—Bueno, parece que al menos les gusta —digo mientras sirvo lo que queda del vaso de Maximo en el cuenco y a él le pongo limonada de la buena. 

Era imposible que la limonada de mamá estuviera mala. El caos en la cocina, como acaba de ser demostrado, soy yo... ¡qué vergüenza!

—Lo siento mucho... —me disculpo de nuevo—. No soy muy diestra en estas cosas...

Ni en pokecubos, ni en bayas, ni en zumo ni en nada en absoluto. 

—Esto sí estará bueno —digo y le tiendo el vaso. 

Así, mientras Lilla lame el jugo de bayas, Mythos y Hazel se ponen a jugar juntos por la alfombra. Da gusto verles. me vuelvo a sentar y presto atención a Itomi de nuevo: 

—Última fase, vaya. Sí que tienen que ser fuertes. Bueno, no pasa nada. Pero me encantaría saber de tus avances, Itomi. Tienes mi número de pokenav para lo que necesites, ya sabes. Me parece una aventura estupenda...

Y yo que de momento tengo problemas hasta para saber cuándo llegaré a Ciudad Plateada...

—Máximo, ¿tú qué sueño tienes? —pregunto, ya que parece que estamos en el momento de las sinceridades. 

Yo estaba mirando a los chicos y prestando atención a Green, algo en el me hizo dudar de algo. Entonces con que era eso, un mega aro y mega piedra. Tengo que conocer mas a medida que recorra el camino de entrenador pokemon. Sonrei y me quede esperando la respuesta de Máximo.

—Vaya, ¿ir contigo? ¡Sería estupendo! ¿Tú qué dices, Dimitri? —añado, porque él me estaba esperando para seguir el viaje. 

Ir con Maximo sería una gran ventaja para mis pokemon también. No tendrían que sufrir la comida pokemon enlatada. Y, ya que estamos, yo tampoco la comida para personas en todos los formatos precocinados. En eso me parezco mucho más a papá que a mamá. Will, en cambio, sí que tiene más mano para eso. 

A todo esto, ¿dónde demonios se ha metido Joel? Consulto el pokenav, por si acaso me ha escrito. Se va a quedar sin limonada de la buena. 

¿Yo? Se me pone una sonrisa felina en los labios. Esta mañana me estaba escapando de casa y mi objetivo principal era ganar medallas para ser capaz de retar a mi padre. Ahora que está de mi parte, la cosa cambia drásticamente, y para mejor. 

—Yo seré la próxima líder de gimnasio de Ciudad Verde —digo con convicción mientras me señalo el pecho con el pulgar, aunque es un tanto raro decirlo delante de la persona a la que tengo que vencer para conseguirlo. 

Lo bueno es que sé que no me pondrá las cosas fáciles. Al contrario, sé que por eso mismo será mucho más serio conmigo que con el resto de aspirantes. Será uno de los grandes combates de mi vida. 

—Y, por supuesto, vivir mi propia aventura pokemon por el camino —añado—. Hay mucho que quiero ver.

En especial, los lugares donde sucedieron historias que ahora sé que vivieron mis propios padres. 

—Por otro lado, tengo un pokedex familiar que completar... —digo mientras muestro el viejo pokedex que recibí del abuelo. 

A pesar de que ya tengo más o menos claro lo que él busca, lo cual nos llevará a enfrentarnos tarde o temprano, me giro hacia Dimitri: 

—Te toca. 

Ese pokemon que no me atrevia a sacar, es mi Venusaur, poco antes de que Red se fuera, intercambiamos pokemon para recordarnos, el tiene mi Charizard, no lo use por que estaba malherido y es debil contra Muk, por suerte ya esta recuperado. Dude por que no queria que le hicieran daño al recuerdo de mi amigo - Tras eso cogio el Mega-aro y salio del armario

Durante los acontecimientos Cordelia os dice que va a darle de comer a los pokemon y se va.

Green sale del armario y acaricia la cabeza de Wisty - Para eso te faltan unos años creida. - Luego pasa el mega-aro a Itomi - Aqui tienes. En verdad nos dieron a Red, Blue, Yellow y a mi uno Megaaccesorio de cada tipo, aun guardo el resto. - Desliza un trapo en la mesa con todos los tipos de accesorio con megapiedra relacionados. - Cordelia tiene una Megapulsera y yo un Megacolgante. Igualmente Itomi, pese a que Kalos sea la cuna de la Megaevolucion, aqui tambien se estudiaba cuando ocurrio el suceso de Mewtwo. Un investigador de Isla Canela estuvo jugando con la Megaevolucion de ello genero a Mewtwo. Aun queda su mansion en pie... fue lo unico que dejamos en pie, jeje. Ademas Bill tiene tambien bastante informacion sobre la Megaevolucion, deberiais ir a conocerle cuando paseis por ciudad celeste, es amigo mio.

Escuche a Green y me sorprendí de su respuesta, luego Wisty me pregunta algo. Mas que sueño, es una meta. Primero pasare por los gimnasios pokemon y luego la liga pokemon, buscaré a Red y lo traeré de nuevo para tener una batalla pokemon. De paso aprenderé mas de ellos y me hare amigo de todos los que quieran. Acaricio a Scarlet.

Las batallas dicta una lección que cada persona debe aprender, solo tiene que ver a su amigo y sabra la respuesta. Me acerco a la mesa. Señor Green, dejelo salir un poco. El recuerdo de alguien querido des increíble pero mas si es un pokemon. Ademas si me deja quiero alimentarlo.

Le saco la lengua. Chispas, ese es el Green líder de gimnasio, el que duro y exigente. Y, cuando me acaricia, vuelve a ser mi padre. Esa dualidad puede ser muy, muy, MUY confusa en ocasiones. 

—Dije que era una meta, pero no que esperase conseguirla mañana, cascarrabias. Dame tiempo para acercarme —digo mientras alzo bien alto la cabeza.

Además, nunca dije que fuera fácil. Chispas, de momento tiene la categoría de sueño. Al menos, hasta que empiece a caminar para estar un poquito más cerca cada día. 

Por otro lado, la historia de la Mega-evolución cada vez suena más interesante. Me pregunto si algún día podré conseguir mi propia piedra. Otra cosa para añadir a la lista de tareas a largo plazo. 

Entonces, Dimitri toma la palabra. Abro mucho los ojos a escuchar su historia. La parte de la liga, medallas, gimnasios, etc ya me la sé. Pero es la primera vez que le escucho decir algo sobre Red. No soy capaz de disimular mi sorpresa. 

—¿A Red? —pregunto—. ¿Sólo para una batalla? —murmuro. 

A mi se me ocurren muchas otras cosas que preguntar a Red antes de lo obvio, que es retarle. Que, bueno, eso es un objetivo utópico. Encontrarte con Red, sí, como si fuera tan fácil encontrar a alguien que lleva desaparecido por propia voluntad 20 años. Si ni siquiera Blue ha conseguido encontrarle... 

Pero, por eso mismo, aún no debo preocuparme por ello. Lo intentaré con todas mis fuerzas, pero mi prioridad es ir paso a paso y, de momento, es conseguir todas las medallas y tener derecho a retar a mi padre. Luego si eso ya iré a la liga y veré qué hago. 

El pokenav vibra en mi mano. Un mensaje. Sonrío al leerlo y tecleo rápidamente una respuesta. A todo esto, le prometí a Joel una comida y mamá se acaba de ir. 

Me giro hacia Maximo: 

—¿Se te da bien cocinar para personas también? —sonrío de oreja a oreja, levanto la mano—. Me ofrezco de pinche —mi nivel de chef sólo llega a cortar verduras de forma aceptable. 

Asiento a Wisty. Yo no quiero ser el mejor, solo saber que tengo buena conexión con mis pokemons. Una batalla con Red determinara mucho en mi vida como entrenador. Luego sonrio. Volveré señor Green y cuando vuelva quiero pedirle un favor respecto a ese pokemon Escucho lo que dice Wisty

Ya salimos?

Miro el reloj.

—Joel está a punto de llegar. Deberíamos esperarle. Le dije que podía comer aquí. Por cierto, hablando de comida, Dimitri, ¿a qué pokemon quieres alimentar? —pregunto, repasando los pokemon de mi padre que conozco, aunque no sé cuales lleva encima. 

Miro a Wisty. El señor Green tiene el Venusaur de Red y quiero alimentarlo porque es increíble. Dije sonriendo y mirando con ojos brillosos. Todo lo relacionado a Red me llamaba la atención y era como un sueño.

Dejando a un Joel embelesado con Flareon, Maximo y yo vamos cocinando en la barra americana. Eso nos permite seguir atentos a la conversación. 

Bajo la supervisión de Maximo, consigo no causar estragos y, al poco, podemos empezar a comer. Hay suficiente para papá y mamá también, aunque mamá sigue ocupada. Los pokemon están servidos con toda la comida que les ha dejado mamá. 

Así, cuando nos sentamos a la mesa, taladro con la mirada a papá mientras remuevo mi plato caliente. No se me ha olvidado lo que le acabo de preguntar. 

Green aguantandose las ganas por hacer esperar a maximo finalmente saca de su bolsillo otro repartir exp. - Anda tomalo, creo que ya te hice esperar suficiente. No son dificiles de conseguir

Mientras tanto cocinais hablais y acariciais y Green ya enfadado con las exigencias de Dimitri responde - No puedo sacar a Venusaur, esta en el centro pokemon, como ya te he dicho dimitri, por tercera vez, esta malherido. Asi que lo he dejado descansando en el centro pokemon en manos de la enfermera Joy para que se recupere del todo. Y bueno, explicando lo otro, si ese Venusaur es de Red... supongo que puedo contaros lo que ocurrio. El dia anterior a que Red desapareciera, nos reunimos los cuatro, Blue, Red, Yellow y yo. Intercambiamos palabras, sonrisas, combates, recuerdos, objetos, e incluso pokemons. A mi me dio su Venusaur y yo se lo cambie por mi Charizard, dijo que era por que tenia una cosa importante que realizar, pero al dia siguiente los tres lo vimos claro, solo queria tener un recuerdo de sus mejores amigos, y que nosotros lo tuvieramos de el. - Tras unos segundos de silencio con cena incluida Green reacciona, mira a Dmitri y responde - No queria sacar al Venusaur de Red, no solo porque estuviera malherido, sino por que tambien es mi amigo, y si pese a que sepa que puede vencer, no es de buen amigo llevar mas alla del limite a tu pokemon. Deberias aprender eso Dimitri, algunos pokemons superaran el limite por ti, pero otro no podran aunque quieras. Pero bueno, otro dia veras a Venusaur.