Partida Rol por web

Turno 1:

¡Oh, Auuu! -gimió Girad en aquellos aullidos propios de los trandoshanos cuando la nave hizo un giro brusco-. ¿¡Qué ocurre! ¡Nos atacan! -mascullo luego-. Yalla se aferró a la mesa de Dejarik y Girad al asiento cuando la Última Galgari viró noventa grados. R2-M3 cayó por la gravedad rodando por el suelo inclinado de la nave, pero enseguida mantuvo el equilibrio activando sus estabilizadores magnéticos para no golpearse como un peso muerto... En el comedor sentían los disparos que sufría la Galgari el enemigo hostil. Escuchabais también la respuesta bélica que algúno de vuestros compañeros hacía desde la torreta láser del carguero.

Mientras, tanto, en cabina y en la torreta....

¡Fuego cruzado! Mientras Iri trataba de hacer virajes y maniobras para desviar los impactos de una forma realmente imprecisa (tal vez mala suerte o quizá una mala puesta a punto en las reparaciones), ANKy, a su lado, trataba de expulsar gas hidrogeneizado de la nave de los pistones de subviraje, o tal vez de los de los estabilizadores... ¿del hiperimpulsor? ¿o de los motores estándar? Realmente el droide se estaba haciendo un lío, pues no lograba descifrar, en esa situación de tensión, el cuadro de botonería del computador que tenían delante. Trató de apretar algunos de ellos, intentando activar la salida de gases para engañar a los atacantes (o bien crear una cortina de humo)... Finalmente logró expulsar el gas hidrogeneizado de los conductos metaplásticos de los termoreguladores de carga, los cuáles hacían (como bien sabía Ra Fandu), que mantenían en un estado perfecto de temperatura la carga que hubiera en la nave (en la bodega de carga, concretamente)... ¡Aquella expulsión, lejos de crear tal cortina de vapor en el espacio para despistar al enemigo, había activado los sensores de inestabilidad de... ¡la Ikrausita-r40!

En esos momentos, los pines de luz de emergencia instalados en toda la nave se encendieron debido a este hecho, emitiendo el típico alarido de alerta. Ahora todas las salas de la Galgari se iluminaban intermitente y rápidamente en rojo. ¡Alerta por carga inestable! Ra Fandu había revisado no mucho tiempo atrás tal sistema, y si se había activado (como había pasado), es que la Ikrausita-r40 había perdido su temperatura óptima de viaje.

Al mismo tiempo, se sucedía el intercambio de disparos desde la torreta del interior del carguero. Ellassar apuntaba con precisión y apretaba los gatillos, mientras su sillón de mandos se movía al tiempo que enviaba los láseres hacia el enemigo... Claro que, éste lo hacía, al mismo tiempo, hacia vosotros... Ellassar logró impactar en la el carguero HWK - 290, y éste en vosotros, aunque los escudos os protegían respectivamente.

—No, NO, ¡NO! —Iri no tuvo tiempo de detener la mecánica mano de ANKy antes de que tocase la secuencia de botones incorrecta, e inmediatamente la Última Galgari respondió con el sistema de alarma estándar. Las lecturas de temperatura de la bodega empezaron a subir escandalosamente y el pantorano ya no sabía dónde meterse—. Vale, sí. Hay que poner etiquetas.

¿Cómo podían ponerse de acuerdo tantísimos errores, fallos de cálculo y desperfectos en el mismo momento de su historia? Si sobrevivían a aquello tendría que hablar largo y tendido con su brujita del espacio para que le hablara más de esa religión suya porque seguro que tenía algo que ver. Si sobrevivían. También anotó mentalmente no volver a transportar trandoshanos que vinieran acompañados de sensuales rylothianas y droide de equipaje.

Por lo pronto, debían escapar. Los escudos no iban a durar mucho más y necesitaban algo de calma para que su flamante mecánico resolviera el problema de la bodega. Tomó los mandos, viró con brusquedad y empezó a realizar una maniobra que a él le gustaba llamar "Tirar del sedal en la boca del sarlacc".

Brec notó esa perturbación en la Fuerza que normalmente era el preludio de algo grave, y efectivamente así era. Estaban siendo atacados. ¿Piratas? ¿Imperiales? Fuera quien fuera, no se andaban con rodeos y habían atacado sin avisar. Tal vez tenía que ver con los pasajeros que llevaban. Tal vez por eso pagaban tanto...

- Quedaos en vuestros asientos - dijo a los invitados - Lograremos salir de esta, pero deben permanecer quietos.

La seguridad de los pasajeros era lo primordial y tenia fe en las habilidades del piloto y la dureza de la nave. Aunque la carga del almacén no parecía pensar lo mismo. Por suerte Ra se encargó de estabilizar el mineral, si alguien podía hacerlo era él.

- ¿Necesitas ayuda? - preguntó al peludo mecánico.

Ahora te pones a huir? Cuando aprendas a escucharme estarás muerto!!! Te dije que salieras corriendo antes de hacer contacto, pero claro, para que le vamos a hacer caso al cornudo...aficionados!!!

Ellassar, viendo que no se avisa a la tripulación, abre el canal de comunicaciones general y avisa:

A toda la tripulación y pasaje, estamos bajo ataque, sugiero que se agarren lo mejor posible, esto va a ser movido. Vamos a intentar alejarnos de los agresores. 

Y por un canal secundario directamente al mecánico:

Oye Ra, una forma rápida de estabilizar esa maldita temperatura, es hacer zona estanca la bodega, y abrir una esclusa para que el helado vacío espacial, lo deje todo congeladito... Porqué si no arreglamos eso, no va a importar mucho que derribe yo antes al carguero pirata.

- Vaya, parece que no he dado con las teclas - me quedé mirando durante unos segundos el teclado y cómo parpadeaban, sobretodo la luz roja que había. La suerte es que mi máscara facial no podía reflejar sentimientos, sino ahora tendría una mueca humana de incertidumbre - lo bueno de los circuitos es que tanto sólo tengo que teclear de nuevo las pulsaciones equivocadas y todo volverá a la normalidad ¿verdad? - era tan fácil como volver a pulsar en el mismo orden, era fría lógica, no tendría porqué salir mal ¿verdad? Esperaba la confirmación del piloto, aunque ahora se le ve un poco atareado.

Me abroché el cinturón, no quería salir despedida con las maniobras de Iri - ¡¡eso es!! Seguro que no se lo esperan - íbamos a ir contra ellos en plan suicidas.

El Chadra Fan se quita la sujeción en cuanto ve sonar la alarma, es sabe perfectamente lo que esta pasando.

- Brec intenta estabilizar la carga. Yo voy a ver si arreglo este desaguisado.-

Dice al tiempo que se lanza a la carrera esquivando todo lo que hay a su alrededor y se deja caer por la tronera hacia la parte central de la nave.

Allí empieza a mirar los paneles y a tocar cables, pero la alarma sigue sonando.

El pequeño mecánico se encaja de manera increíble entre la escalera del turbo caño y las piezas del conducto por donde esta el regular de temperatura, por donde espera puntear el sistema de refrigeración.

- Tu sabes, mierda, ahhh..-

Dijo al llevarse un chispazo de electricidad al desmontar la tapa del conector.

- Tu sabes que la bodega donde tenemos escondida la carga de ojos curiosos no da al exterior, verdad…oh no, oh no, o mierda.-

En uno de los giros intrépidos por parte de su estupendo piloto la herramienta que el mecánico necesitaba para volver a iniciar el sistema sale volando hacia abajo, bueno, en ese momento hacia arriba. Cayendo a los pies del artillero.

- !Dank Farrik!.-

Sea como fuere, parecía una mala opción tentar a la suerte dos veces y volver a teclear sin ton ni son esperando que la alarma que había saltado sin más cesara. Eso lo había visto a los jedi y gente así de rara, no era el caso de intentarlo. 

- Te hecho una mano, Iri - lo bueno de copilotar es que ayudas pero no estorbas o eso trataba de hacer, que ya no sé si mi colaboración está favoreciendo la estrategia o volviéndola más temeraria de lo que ya era en un principio. De todas maneras, mejor estar sentada allí, en primera línea que volver al salón a ser un bulto más.

- Qué sería de los viajes si fueran todos aburridos? Sácale todo el potencial a la nave, Iri, venga, éste trasto puede dar mucho más de sí - aún no habíamos inclinado la rodilla, además porque estábamos en el espacio y también porque nadie nos había vencido aún - ¡¡a por ellos!!

Cogí la radio - una batalla épica, tranquilos!!!

Turno 2:

Yalla y Girad se alertaron, y el pequeño astromecánico también, cuando Brec les alertó dado su extenso sentido de la Fuerza. El caso es que no dijeron nada, sino que se limitaron un instante a mirarse entre sí y luego R2-M3 emitió algunos pitidos. Por el servicio de megafonía interno Ellassar confirmó las terrible sospechas (o quizá no lo eran) de que estábais sufriendo un ataque (y es que aquellos movimientos y vaivenes de la Galgari denotaban lo peor). El devaroniano propuso una idea bastante brillante y efectiva a Ra, pero tal vez abrir las puertas estancas y dejar en "espacio libre" la bodega de carga podría hacer que la propia carga se perdiese... en el espacio. En dichos momentos ANKy trataba de recordar qué había tecleado, mientras se colocaba su cinturón al lado de Iri, en la cabina.

Ra Fandu salió corriendo entonces hacia el subsuelo, las tripas de la nave. Allí siguió entablando coversación por con Ellassar, que estaba en la torreta láser del carguero, es decir, junto a él. El Chadra-fan optó por reiniciar el sistema de presurización de los conductos metaplásticos de los termoreguladores de carga, una jugada arriesgada, pero necesaria. Tras un chispazo en el cuadro de conductos, Ra Fandu maldijo por dentro (y en alto), pues también unas de sus herramientas se le deslizo de sus pequeñas manos.

Iri, por su parte, tenía el control de la nave y la vida de todos sus compañeros, por lo que tomó una drástica decisión: seguir pilotando y virando estelarmente de manera increíble (pero incierta), o tratar de huir de aquel carguero modificado... Pudo alertar a ANKy para que no repitiera aquella combinación de tecleo en el computador de navegación, y el pandorano opto por hacer virar la Galgari una última vez antes de... ¡HUIR!

Entre tanto viraje, con Brec como única acompañante de los alertados clientes de viaje en el salón, Iri y ANKy desviaron la Última Galgari en un trompo de unos 720 grados antes de caer en picado 90 grados en el eje vertical. El movimiento de huida era totalmente evidente, y por ello el carguero HWK-290 se apresuró a dispararos antes de que le diérais esquinazo...

¡Fiuuu!
¡Fiuuu!
¡Fiuuu!
¡Fiuuu!¡Fiuuu! ¡BLAZZZZ!

El sistema de alerta por el aumento de los niveles de manera anormal en las cajas metálicas de Ikrausita-r40 seguía corroyéndoos el cerebro. El nivel de tensión era ahora mucho más elevado. Entonces notásteis un impacto... ¡dos!, en el casco de la nave...

¡Fiuuu!
¡Fiuuu!
¡Fiuuu! ¡¡BZEEEMMM!!

¡Otro! Un tercero os golpeó en de lleno, e Iri y ANKy escuchadon la estridente y repetitiva melodía del computador de navegación acerca de los escudos...

>> ¡ALERTA! ¡ALERTA!
>> ESCUDOS AGOTADOS. ESCUDOS AGOTADOS. ESCUDOS AGO...
>> ¡ALERT..!
>> ...

Mientras lográbais alejaros de la nave agresora, el sistema de presurización de los MALDITOS conductos metaplásticos emitió otro ruido, un "BRRRRRRPPPPP" con como si algo en sus sitemas se estuviera ya sobrecargando... ¡Aquello tenía muy pero que muy mala pinta! Si había algo en todo esto es que el computador de navegación ya no mostraba el carguero hostil en pantalla... habíais logrado huir.

No había reparado en lo fuertemente que estaba apretando los mandos hasta que los indicadores de alerta de proximidad dejaron de chillar y se relajó. O, al menos, todo lo relajado que se podía estar cuando toda tu nave te estaba diciendo, en tonos rojos, naranjas y amarillos, y acompañados de repetitivos sonidos de alerta, que iba a reventar de un momento a otro. No es el primer embrollo del que sales, Iri. Y aquí al menos tienes opciones.

—ANKy, vente conmigo—se levantó, salió de la cabina y atravesó el pasillo con grandes zancadas mientras esquivaba los restos diseminados por culpa del ataque. Eso se puede arreglar luego... eso ya estaba así... esto es cosa de Ra... Cruzó la sala de reuniones, donde el pasaje estaba recuperándose de los giros y caídas—. ¿Todos bien? Estamos fuera de peligro, pero si me dan un minuto que tenemos que resolver un tema logístico... ¡Ellassar, manten la vigilancia por si vuelven! —torció y se fue directamente hacia la zona de almacenaje, donde Ra ya se estaba preparando para entrar— Tenemos que enfriar esas cajas si no queremos convertirnos en una preciosa bola de luz. ANKy, échame una mano, tengo entendido que tienen unos indicadores que podemos manipular.

- Voy - me gustaba esa palabra, servía para todo. Tanto si querías hacer algo como si te llamaban era la respuesta correcta. Indicaba que tenías la intención pero no concretabas cuándo. Aunque viendo la prisa que se daba Iri, por no quedarme rezagada lo imité, levantándome del asiento y acompañándole por el pasillo - vamos.

La nave, tras los malabarismos de Iri para escapar de los asaltantes, había tirado al suelo todo lo que no estuviera sujeto, así que, ahora que pasábamos por allí comprobábamos el desorden que había provocado su pilotaje - habría que limpiar todo ésto.

Iri era como nuestro capitán, mandaba hacer cosas y la gente simplemente las hacía, y le gustaba entretener a la gente, así lo hizo cuando pasamos por delante de ellos.

- ¿Problemas logísticos? me gustan, son siempre fáciles de resolver - por suerte la mercancía no hablaba y no había que enredarse en tratar de convencer o discutir, simplemente habría que teclear códigos y ya está, todo automático. Como había hecho antes - todos los contenedores tienen una configuración interna, con que manipulemos la temperatura será suficiente - no entendí muy bien la broma de entregarle una mano o el placer de convertirnos en una bola de luz, estaba claro que no había sido diseñada para entender el sarcasmo y la ironía.