Partida Rol por web

Después de una larga jornada de lectura optas por dejarte vencer por el sueño. Todo lo que has leído con conjeturas, hipótesis y leyendas. Sientes que la verdadera información, la historia real, está oculta y a buen recaudo lejos de los ojos de los mortales.

Te duermes con facilidad pese a que tu cerebro no deja de funcionar. Cuando despiertas te encuentras en mitad de un desierto, no sabes como pero crees que Tovenaar te ha traído hasta aquí.
De repente comienza a acercarse enormes figuras por el horizonte, a medida que se aproximan distingues a los Antiguos sobre los que leíste la noche anterior. Una de tantas descripciones parece tener razón, se trata de personas gigantes, puede que midan veinte o treinta metros de altura.
El suelo tiembla cuando cuatro de ellos se acercan a ti y te rodean, sus voces te hablan al unisono y para tus oídos es como si tronase a tu lado.

- Cazador, nunca podrás derrotarnos. Rindete.

Antes de que puedas responder uno de ellos deja caer un enorme martillo sobre ti y te aplasta.
Una vez mas te despiertas sobresaltado y en parte aliviado al comprobar que se trata de un sueño. Sigues en el sofá de la fortaleza del mago, el cual está cocinando algo que huele realmente bien.
Mientras recuperas un pulso normal Tovenaar sirve la mesa con varias piezas de fruta troceada y bañadas en algún tipo de almíbar casero.

- Buenos días estudiante. Realmente debes estar saturado con tanta lectura, algunos libros se contradicen pero no queda nadie vivo para confirmar cual relato es autentico y cual no. Come algo, seas el cazador o no, necesitaras mantenerte sano.

No ves a Tess por la casa, puede que esté en alguna de las habitaciones. El dormitorio vuelve a estar abierto, pero no logras ver su interior.
El mago se sienta a la mesa y hace un gesto con la mano invitándote a tomar asiento a su lado.

Otra vez se levantó sudado y agobiado. Aquello era un sin vivir. Qué asco de destino. Enzo camino hasta la mesa. -Sois un anfitrión legendario- exclamó ante la imagen del desayuno.

-Es una pena que tanto conocimiento del pasado se haya perdido. Estuve varias horas leyendo y no llegue a ninguna conclusión.- Confiesa con vergüenza de académico. -Aunque tan poco me lamento mucho, las cosas son como son. Lo que sí que me atormenta es la duda sobre si los antiguos deben morir. Han pasado milenios en los que no ha ocurrido ninguna catástrofe por su causa. O quedan pocos o es que realmente se han adaptado al mundo Y ya no buscan un poder salvaje e incontrolable. Aunque mis sueños los presentan como seres amenazantes.

Mastica unas frutas dulces -Me gustaría llegar a algún entendimiento con ellos, pero mandaron soldados a ahorcarme- se acarició el cuello con un temblor -No sé qué pensar, ni que hacer. ¿Me pongo a buscar venganza como un loco? Además de su poder natural tendrán criados, escoltas, dinero,… y yo estoy dispuesto a dejar pasar mi casi asesinato a cambio de una vida en paz, siempre cuando no estén preparando un ritual que destruya el mundo, claro.

Pese a lo extraño de sus ojos puedes distinguir como el mago frunce el ceño en un gesto de curiosidad.

- Es posible que los Antiguos no sean una amenaza. De hecho no sabemos si realmente siguen vivos o solo quedan fanáticos que se hacen pasar por ellos. Puede que los supervivientes hayan recapacitado y cuiden de Praan para evitar nuevos conflictos. Todo, como ocurre con los libros, son hipótesis y teorías de personas que han estudiado la historia, la historia que otros han escrito y que puede estar adulterada para bien o para mal.

Se detiene un momento para beber un trago antes de proseguir.

- Permiteme usar una pequeña fabula para explicar tu situación. Imagina un rey, o alguien muy poderoso, que vive en la mayor fortaleza del mundo. Nadie puede llegar hasta él, nada puede hacerle daño y su vida está asegurada durante décadas. Imagina que aparece en sus aposentos una araña, es pequeña y frágil, pero su mordedura puede ser letal. Un pisotón del rey acabaría con la amenaza, de modo que procede a ello. Sin embargo su primer intento falla, la araña huye y se esconde. Puede que el arácnido olvide lo ocurrido, puede que quiera continuar con su vida sin inmiscuirse en los asuntos del rey. Pero el rey no piensa igual, para él esa araña es una prioridad vital. Debe eliminarla a toda costa y no descansará hasta dar con ella y destrozarla por completo. Si la araña pudiese hablar y le dijese que no va a hacer daño al rey ¿crees que él se fiaría?

Por un momento imaginas a un rey gordo y con corona buscando por todas partes a la araña. Deshaciendo camas y levantando muebles para encontrar a la amenaza.

- ¿Cuales son tus opciones? ¿Qué hará la araña? ¿Ocultarse para siempre en un rincón y esperar no ser encontrada nunca? Bueno, yo llevo así casi una década y no me ha ido mal.

Extiende los brazos para abarcar la lujosa casa que posee, su sonrisa deja ver su boca negra antes de volver a dar buena cuenta de su desayuno.

Enzo trago las frutas con el gesto más triste -Este ejemplo es inquietante. Visto así no puedo ni acercarme a ellos a negociar. Pero tampoco voy a ponerme a matarlos a todos. Supongo que intentare seguir mi vida escondido y si vuelven a intentar matarme me veré obligado a responder... En la medida de mis posibilidades. Supongo que las arañas se hacen más fuertes con cada golpe fallido que intentan darles.

Apuro el caldillo de su cuenco, saboreando hasta el último gramo de azúcar. –Supongo que lo mejor será centrarse en lo inmediato: ¿Podéis enseñarme algún conjuro para evitar que me puedan detectar con esos objetos antiguos o cualquier otro método de oráculo?

-Por cierto Tess está a salvo entonces ¿no? Parece que solo buscan al cazador.

Una vez terminado el desayuno Tovenaar comienza a recoger la mesa. Lo hace con la calma y el cuidado de alguien que tiene todo el tiempo del mundo para cada tarea.

- ¿Un conjuro para ocultarte? Si conociera alguno efectivo no estaría aquí. Pero no te preocupes demasiado, salvo que te acerques directamente al Antiguo no debería poder detectarte. Los útiles de los que te hablaba solo servían para probar en laboratorio si una persona posee poderes antiguos. Los sistemas de búsqueda que tienen, que seguro que los tienen, sirven para buscar personas a través de los ojos de animales o personas. Y solo es útil si están usando a la persona adecuada.

Termina de recoger la mesa y comienza a limpiar los restos del desayuno. Gira la cabeza hacia ti para continuar la conversación.

- Te buscaran como hasta ahora, buscando tu rostro entre la gente y tu rastro en el barro. Buscando esa barba falsa que solo un objeto mágico de mala calidad puede crear.

El mago se ríe de tu barba antes de responder a la pregunta sobre Tess.

- Me temo que Tess nunca estará a salvo. Es una bruja, con todo lo que eso conlleva. Sin embargo lo acepta, no quiere quedarse aquí pese a que es el único lugar donde puede dormir tranquila. No teme al peligro, ni a ser perseguida, es lo que es y su vida es así. Es digno de elogio, aunque no deja de ser una cabezota.

Termina sus tareas y se sienta frente a ti. Cruza las manos sobre la mesa y te mira, o eso crees, fijamente.

- Si el antiguo, suponiendo que solo sea uno, dio contigo sin que llamases la atención es porque te detectó. En algún momento has estado en su presencia o lo suficientemente cerca como para que se percate de su existencia. Si ni siquiera sabias lo que eras es imposible que hayas usado tus "habilidades", de modo que no hay forma de ser detectado.

Comienzas a pensar en que momento has podido acercarte a un antiguo. No has salido de la escuela, de modo que las opciones son muy limitadas. O el antiguo se encuentra en la escuela o la ha visitado. Si es lo segundo puede ser cualquier, muchas personalidades han visitado la escuela en los años que has vivido allí. Líderes de Tribunal, de los Siervos de la Luz, multitud de nobles y regentes de varias ciudades. Si cualquier de ellos, o sus acompañantes, son antiguos tu búsqueda se extiende a prácticamente todo Praan.

Un momento, ¿que "habilidades"?

Enzo se sitúa a su lado y le ayuda a secar los cacharros que él friega. -A bueno, por un momento pensé que con esos objetos podrían detectarme en cualquier lugar  y que cuando saliera de la protección de vuestra morada seria detectable. Lamento oír que no exista esa protección. Pero me alegra saber que si me voy a vivir a una aldea de pueblerinos y evito contacto con los forasteros, como buen pueblerino loco, podre llevar una cómoda vida de pueblerino loco. La verdad que la vida de una bruja es bastante dura, no la envidio, y cada vez entiendo más su carácter… difícil. Aunque creo que tiene buen fondo.

Pero estaba hablándole a alguien que la conocía mejor que él. De hecho compartían dormitorio en las visitas. Mejor dejarlo estar y volver a los temas que le habían traído aquí -Desde luego, si fuera ellos, no dejaría la ciudadela de la magia descuidada. Si no hay uno viviendo allí siempre, es de entender que se pasen de vez en cuando. Quizá estén implicados en las dos escuelas secretas de las que me hablo Tess.

Lo medita un poco -¿Que habilidades son esas? Para empezar estaría bien que ya que ellos pueden descubrir lo que soy con mirarme yo pudiera hacer lo mismo. Volar estaría muy bien también.

Cuando describes a Tess el mago asiente sonriendo, parece darte la razón aunque no sabes en qué parte exactamente.

Una vez limpia la mesa y los platos os movéis hasta la biblioteca, mientras él busca un libro tu le hablas sobre las habilidades de los cazadores.

- ¿Volar? Me temo que no es una de las habilidades. Lo que si está claro es que notarás la presencia de un Antiguo, al menos a partir de ahora. Solo aquellos que saben cual es su labor en la vida pueden sentir su llamada, si realmente eres un cazador y eres consciente de ello notarás a cualquier Antiguo que se te acerque. No se decirte cómo, solo espero que no lo tengas que descubrir.

Abre un libro y pasa las hojas rápido hasta encontrar un capítulo concreto.

- Aquí hay una lista de habilidades, algunos son disparatadas y otras no parecen gran cosa. Como todos estos libros la lista está basada en leyendas y mitos, ningún cazador ha escrito de su puño y letra lo que conlleva su labor.  De hecho hay algunos libros que aseguran que los cazadores no existen y se creó la leyenda para que todo el mundo estuviese mas tranquilo sobre el retorno de los Antiguos. En alguno de esos libros incluso dicen que el mito lo iniciaron los Antiguos para eliminar su existencia de las mentes mortales.

Acerca el libro hasta ti y lo coloca en tus manos, la lista es muy larga y las descripciones inexistentes. Volar no es una de ellas, pero hay cosas tan variadas como la capacidad de convertirse en gusano o moldear montañas.

- Si quieres indagar este otro libro puede ayudar. - señala un pequeño tomo rojo en la estantería - Voy a buscar a mi invitada, si no vuelvo en un rato no vayas a buscarme.

Te guiña un ojo mientras camina hacia la habitación. No sabes si el chiste se refería al carácter de la bruja o a una posible relación entre ambos. Sea como sea lo que mas te intriga ahora es la peculiar lista que tienes en tus manos y cómo puedes descubrir si posees alguna de esas habilidades.

Enzo asiente, respetando la intimidad de ambos, y continua inmerso en su lectura. Tenía esperanzas en esa línea de investigación: descubrir que talentos le otorgaba ser cazador. Si querían que los cazadores sobrevivieran a los enemigos de los cazadores tenían que haberles dado algunos dones.

¿Pero quiénes? ¿Quién podría ser tan poderoso como para crear una especie de poder que viviera dentro de una persona y a su muerte saltara a otro? La única respuesta que se le ocurría era evidente: un antiguo. Eso era inquietante. O quizá muchos magos juntos reunidos en contra de los antiguos… 

Navegaba en un mar de dudas. Al menos ahora entendía porque le querían matar aquellos tipos. Aunque la implicación de la orden era otro misterio.

En cualquier caso, ni aunque se doctorase en antiguos a base de estudiar en la biblioteca del oscuro iba a encontrar respuestas reales. Pronto el decoro le impelería a irse agradecido por los conocimientos adquiridos y centrarse en la parte práctica: ¿cómo organizaba su vida a raíz de lo que ahora sabía? Al menos podía permitirse ese tipo de consideraciones, su vida era más emocionante que la de un campesino estándar hijo de campesino y padre de campesinos, viviendo sesenta años sin abandonar un condado.

Ojea algunos capitulos al azar.

Nuevamente a solas optas por seguir documentandote sobre lo que eres o lo que te puede esperar. La información es tan variada que llega a contradecirse en algunos casos, nada parece ser completamente cierto ni completamente falso.
Coges un libro cuyo titulo no parece tan técnico como los vistos hasta ahora, el libro se llama "Aventuras de un Cazador" y los relieves de la tapa están muy lejos de la sobriedad de las obras mas serias.
Lo primero que encuentras es una pequeña carta del autor a modo de introducción, un tal Kaleops Dupley de Gran Lago. Por la fecha te das cuenta de que el libro apenas tiene siete años, aunque desconoces cuan antigua es la historia.
En la carta, Kaleops anuncia que el libro no es una novela, si no mas bien un relato biográfico de sus vivencias con el último Cazador. Confirma la eliminación de algunos Antiguos durante un viaje por todo Praan que duró nada menos que doce años.

El estilo es pesado y sobrecargado, durante las diez primeras páginas solo cuenta como hace la maleta mientras decide que llevar y que no llevar a un viaje tan importante. Apenas está subiendo a un carruaje para encontrarse con el Cazador cuando tu lectura se ve interrumpida por la llegada de Tovenaar y Tess.
La bruja viste su ropa habitual aunque lleva la capucha bajada mostrando una melena roja que le quita parte de su aspecto misterioso.
Cuando el mago ve tu lectura sonríe recordando algo que no tarda en compartir.

- Compré ese libro poco antes de exiliarme. Me lo vendió un hombre que aseguraba ser el autor, malvivía en un albergue de Costa Rota y dudo que pudiera comer gracias a la cantidad de libros que vendía. Quédate el libro si quieres, las novelas no me interesan.

Como si de su propia casa se tratase Tess coge algo de fruta y se acomoda en un sillón. Mientras muerde una manzana os observa con indiferencia y después se recuesta para mirar hacia arriba, hacia el agujero del techo que muestra un pedazo de cielo.

-Sois muy amable. Aunque siento que estoy abusando de vuestra hospitalidad, voy a aceptarlo. Quizá consiga dar con el escritor.- Intenta buscar el tono adecuado para sus siguientes palabras -Estoy muy agradecido por la ayuda recibida. Pero creo que ya no hay mucho más que estudiar en los libros. Ahora que sé lo que se supone que soy y porque quieren matarme, ha llegado la hora de ver como afronto mi vida en el mundo real. Tratar de localizar al escritor de este libro es un disparo a ciegas, pero nunca hay que descartar la influencia de la suerte. Y otro punto en mi camino será un viejo templo donde una de las mercenarias del barco en que vinimos Tess y yo sufrió una maldición de magia antigua. Quizá quede algo alli de aquellas épocas que pueda darme más información.-

Tus palabras suenan a despedida. Planteas nuevos objetivos y metas en la vida, aunque sea a corto plazo, y eso parece despertar admiración en el mago.
Se acerca al centro de la casa y gira un jarrón que corona el centro de una mesa alta. Un ruido mecánico comienza a sonar y parte del suelo se desplaza descubriendo el inicio de una escalera de caracol.

Mientras el suelo lentamente sigue solapándose para abrir hueco Tovenaar levanta un dedo como indicando que esperes y entra en el dormitorio.
Tess se levanta y camina hacia ti con su habitual gesto, de repente coge tu mano. El contacto te sorprende, no hace mucho que la conoces pero sabes que esa actitud es de lo mas humano que puedes esperar de ella.
Sus ojos se clavan en los tuyos mientras parece acariciar tu mano.

- Ten cuidado ahí fuera, te persigan o no Praan es un lugar peligroso.

Asiente lentamente reforzando sus palabras y se aleja tras soltar tu mano.

- Las mías no te atacarán, aunque no esperes que te ayuden precisamente.

Señala con la cabeza tu mano, cuando la levantas ves que portas un anillo que antes no llevabas. El anillo tiene un sello, pero este está en blanco.
Tovenaar entra regresa con una espada enfundada en las manos. Solemnemente extiende los brazos para ofrecértela.

- Es peligroso ir solo. Toma esto.

Sabes que lo tienes en las manos no es una simple espada. La hoja con runas talladas y el material del que está hecho indican que el arma ha vivido mas que las tres personas que la contemplan juntas.

- Si finalmente eres un Cazador deberías llevar un arma digna de la época antigua. No te hará mejor espadachín, ni siquiera tiene magia imbuida, pero te aseguro que no se romperá con tanta facilidad como el acero que portas ahora.

Ambos esperan a tu despedida y las posibles dudas de ultima hora, antes de que te marches el mago explica a donde lleva la escalera.

- No siempre he dominado la magia como para acceder por el techo, de modo que hice algo mas... rudimentario. Lleva hasta el pie de la montaña, casi donde nos hemos encontrado. Después solo tendrás que ir hacia el sur. Por cierto, ignora todo lo que encuentres por el camino hacia el exterior, solo están ahí para espantar a posibles aventureros curiosos.

Se sorprendió mas por el contacto de Tess que por la escalera oculta. Le sonrió agradeciéndole con la mirada su ayuda para llegar hasta este lugar.

Cuando el mago le regaló la espada se quedo boquiabierto -Sois muy amables y generosos. Si descubro objetos o pergaminos antiguos los traeré aquí. Supongo que ya no necesito esto.– se quita el medallón de la falsa barba -La mía natural ya ha crecido bastante estos días, y en cuanto pueda me haré con una buena capa con capucha.- Se lo entrega a Tess. Da un par de tajos al aire con su nueva arma, familiarizándose con el peso y ofrece la suya al mago, en compensación.

-Os deseo mucha suerte- añade a la vez que pone el pie en el primer escalón. Hora de comenzar su nueva vida.

La bruja se despide con un leve movimiento de cabeza, Tovenaar acepta tu espada y asiente a modo de agradecimiento.

- Mucha suerte en tu viaje Enzo, sea cual sea tu destino.

Comienzas a descender por la escalera, por su forma es imposible ver cuan larga es pero si llega hasta el suelo de la isla te espera un buen rato de bajar escalones.
Tras varios metros la oscuridad gobierna en la escalera, no ves absolutamente nada y desciendes por pura repetición. La humedad se hace aún mas patente y a cada paso el eco resuena en todo el túnel.
Después de recorrer lo que parece una elaborada tortura la luz regresa a la escalera en cuanto esta termina. Llegas a una cueva bastante espaciosa y puedes ver los rayos de sol filtrarse a través de lo que parece ser una entrada disimulada en la roca.
Mientras buscas algún mecanismo o parte móvil en la pared oyes algo a tu espalda, te giras y ves algo junto a la escalera.
Una figura humana de unos tres metros de altura se encuentra a apenas diez pasos de ti, no entiendes como no has podido verlo al bajar. En sus manos porta una enorme espada cuya hoja es casi tan grande como tú.
La escasa luz no te deja ver mucho mas, solo su contorno y dos brillantes ojos que se posan en ti. Parece esperar, acechante, a que actúes.

Enzo podría haberse muerto de un infarto aquí mismo. El cazador más breve de la historia. Pero por suerte el mago oscuro le había advertido:

Por cierto, ignora todo lo que encuentres por el camino hacia el exterior, solo están ahí para espantar a posibles aventureros curiosos.

Aun así no le quita ojo de encima a la ilusión mientras camina hacia la salida, aunque sea a tientas. Brujería, ilusionismo, magia antigua,… aquel viaje estaba siendo una cura de humildad. Todo lo que sabía sobre magia era una ridícula fracción de lo que realmente había en el mundo.

Solo cuando siente el sol en el pelo respira aliviado. Pero de repente recuerda el agila gigante y rápidamente se pone en guardia, mirando el cielo, a su alrededor. Se lanza el conjuro de protección. No iban a pillarle “a calzón bajado” de nuevo, nunca.

Adios Tess- Piensa un poco triste, le habia cogido cariño a la carasota. -Gracias por todo,  Tovenaar. sin duda eres uno de los mayores sabios del mundo-

Hora de comenzar su nueva vida.

Ignoras al gigante mientras la ilusión mantiene una pose amenazadora. Tras buscar durante un par de minutos encuentras un tirador, usas todas tus fuerzas para activar el mecanismo que hace rotar la roca apenas medio metro. Está claro que la entrada no está hecha para alguien grande o con una armadura voluminosa.

Mientras avanzas por el desértico paisaje prestas especial atención al cielo. Cualquier cosa que venga por tierra será vista con bastante antelación, pero las montañas facilitan las emboscadas aéreas.
El viaje hacía la costa transcurre sin incidentes, a mitad de camino ves sobre unas montañas a un grupo de aventureros. Todos se detienen para observarte, os separa algo mas de un kilómetro pero es fácil detectar a alguien cuando es lo único que se mueve por los alrededores.
Aunque no distingues sus rostros supones que les debe causar como mínimo curiosidad la presencia de una persona sola por un lugar presuntamente tan peligroso.

Finalmente llegas a la costa, te cuesta encontrar el puerto debido a su propio escondite bajo el acantilado pero finalmente ves las escaleras que descienden hasta el muelle.
El barco que os trajo el día anterior no está, en su lugar hay uno mas pequeño y completamente vacío. En otra dársena ves lo que parece ser un barco pesquero, también amarrado y sin tripulación a la vista.
Un hombre mayor, sentado en el muelle, te grita sin que hayas establecido contacto previo.

- Están todos en la taberna. Pero partirán pronto.

Al entrar en la taberna identificas rápidamente a los respectivos marineros. En una mesa hay seis hombres quemados por el Sol y vestidos con indumentarias marinas, beben y ríen sin llegar a estar borrachos.
En otra mesa un viejo marinero duerme con los brazos cruzados sobre la tabla y la cabeza apoyada en ellos. Junto a él una botella vacía de vino con casi un vaso derramado sobre el suelo.

En la tercera mesa ocupada ves tres personas. Dos mujeres y un hombre, todos con aspecto de aventureros y, a juzgar por su botín, de regreso de una cacería por la isla.
Parecen hacer tiempo mientras las respectivas tripulaciones terminan su descanso.

Enzo saluda con la mano al buen anciano que le ha dado la indicación y se mete en la taberna. Agradece el fresco de estar a cubierto después de descender las escaleras del acantilado en plena mañana.

-Hola, ¿alguien puede indicarme que rumbo llevan las dos embarcaciones detenidas en este puerto? Soy un aventurero solitario cuyo barco ya zarpo.

Justo antes de entrar en la taberna has visto los dos caballos en los que vinisteis. Seguramente los marineros no tuvieron en ningún momento la intención de robar los animales a un mago y una bruja, mas por temor a las posibles represalias que por una cuestión ética.
Ambas monturas están atadas junto a la puerta, aunque su huida es imposible a no ser que sepan nadar o sean capaces de subir las estrechas escaleras.

Lo primero que necesitas es salir de esta isla, sea cual sea tu destino. Ambas opciones están en direcciones opuestas. La Forja Negra, donde estaba el templo que maldijo a la aventurera, se encuentra a unos ciento cincuenta kilómetros hacia el Oeste. Debes atravesar la península de lado a lado.

Costa Rota está a tres cientos kilómetros en la dirección opuesta, calculas que sería un día y medio de viaje en barco ya que lo único que te separa de ese lugar es mar y pequeñas islas pobremente habitadas.

Aunque lo primero es lo primero, cómo salir de Isla de Gigantes. La primera respuesta, procedente de la única persona que parece hacerte caso, proviene del marinero que creías estaba dormido.

- ¿Hacia donde te diriges, muchacho? - su voz suena rota mientras te mira casi sin levantar la cabeza de la mesa - Si pagas con oro puedo llevarte donde necesites. No creo que mi ultimo cliente regrese...

Buscar al vendedor de libros era un disparo a ciegas, pero era un disparo que podía realizar en solo un par de días. El templo no se movería porque llegara unos días más tarde y era un viaje que requería muchísimo más viaje en barco o atravesar una vasta extensión de tierra.

-Tengo que hacer unas gestiones en Costa Rota.- Dijo sentándose en la mesa del viejo que le hablaba. -Puedo pagar en oro y en caballos.-

La bruja no le había dicho que hacer con el suyo, no sabía cuánto tiempo se quedaría con el mago oscuro. No creía que ella tuviese ningún interés especial en el caballo. Si se lo dejaba aquí posiblemente alguien se lo terminaría robando o el animal moriría de hambre. Lo mejor que podía hacer era venderlo y dejarle el dinero al posadero para que se lo guardara, a cambio del porcentaje habitual. Él tenia que calcular que le salía más barato. Si malvender el suyo aquí. O tratar de conservarlo para el futuro viaje a Forja negra tierra a través. Pero un caballo era un gasto muy elevado y ahora estaba solo, no podía vigilar que no se lo robaran en cuanto se despistara cinco minutos.

El viejo te mira fijamente, no sabes si tiene problemas de visión o el alcohol le impide centrar su vista.

- ¿Caballos? Si vamos a Costa Rota allí se pueden vender. ¿De cuantos animales estamos hablando? Mi barco no es muy grande, no caben mas de tres. Si me das dos caballos te llevaré hasta allí ahora mismo.

El resto de presentes echa un vistazo a vuestra mesa, parece no moverles mas que la curiosidad, el interés por saber quien y por qué se dirige a Costa Rota.
Los marineros vuelven rápidamente a sus asuntos, no es su negocio y no eres una mujer. Su capitán ignora por completo vuestra conversación, seguramente tenga el viaje de vuelta vendido y solo esté esperando a que regresen los aventureros que lo han contratado.

El viejo se queda dormido durante unos instantes, de repente levanta la cabeza y te mira fingiendo atención, la misma que ha perdido durante los últimos minutos.

-¿Dos caballos sanos y bien hermosos por un viaje de un día? … ¿Y cuando tenga una hija se la llevo para que se cobre su virginidad?- Enzo le hace un gesto al posadero. -Una jarra de tinto y dos vasos si es tan amable- Luego se vuelve al capitán del barco y continua la negociación hasta que unos minutos después logran llegar a un acuerdo.

Le deja al posadero una bolsa de monedas a la atención de Tess, es lo poco que ha podido sacar por el caballo de ella. Descontando el pago al posadero por guardarlo, no queda mucho. Pero por el otro caballo solo ha podido sacar su propio pasaje, así que algo es algo. Posiblemente la bruja ni esperara encontrar el caballo atado a la posada o, al ver que no está, se limitará a encogerse de hombros y no entrara ni a preguntar. En otras palabras, Enzo posiblemente está haciendo el tonto dejando aquí el dinero. Pero no quiere dejar una deuda pendiente en su conciencia. Esas cosas luego te persiguen antes de dormir. Aunque con las pesadillas que tiene últimamente daría igual.

-Zarpando a la mar, en manos de un marinero dormilón y borracho ¿Qué podría salir mal?- Piensa el joven mago cuando está todo preparado. –¿Quien era su pasajero? ¿Quiere que le esperemos unas horas?