Partida Rol por web

Los dioses no están de nuestra parte...

Colgwen disparó dos flechas más en rápida sucesión, sin demasiado resultados.

Las ataduras seguían igual de firmes y nadie parecía tener mucha suerte, incluido el cangrejo.

Lanzáis vuestros ataques contra el escurridizo cangrejo, pero sólo Blast logra impactar. El cangrejo vuelve a tirar de Zargok, y esta vez consigue elevarlo otros 10 pies.

Colwen disparó dos flechas más pero sólo la última parecía capaz de acertar al cangejo.

La flecha de Colwen impacta, esta vez sí, al cangrejo, y este cae al suelo, muerto a todas luces. Zargok cae con él golpeándose contra el duro suelo de piedra. Escaláis y veis que en la parte de arriba el cangrejo había tenía una colección de cadáveres. Entre los cuerpos encontráis una capa de resistencia , una poción de curar heridas leves y 2 pergaminos.

Después de viajar durante dos horas, llegáis a un camino estrecho que conduce a la montaña, abrazando una cara del acantilado, mientras que cae a la otra en lo que parece ser los restos de una pared de roca. Varias alcobas han sido talladas en la cara del acantilado, cada una de las cuales contiene un pequeño santuario de piedra, algunos no son más que piedras simples, otras linternas talladas o casas pequeñas. El camino está bien definido, prometiendo un progreso más fácil, y es un descanso bienvenido del terreno accidentado que conduce a este punto.

Colwen se aseguró de trocear al cangrejo y se lo llevó consigo por si más allá del muro tenía algún valor. Sabía que los habitantes de la zona tenian cierto gusto por las carnes exóticas. El encontrarse de nuevo con un camino lo traqnuilizó en parte pero los sentidos del semielfo siempre estaba aguzados.

Aliviado por no formar parte de la colección de cadáveres, Zarghok se toma su tiempo examinando la capa. Siente curiosidad por los pergaminos y sopesa si usar su propio pergamino para descifrarlos. Girándose hacia el resto de usuarios de magia les pregunta:
-¿Alguno puede usar 'Leer magia'? Tengo un pergamino que podríamos usar, pero si ninguno de nosotros es capaz de lanzar este hechizo tal vez sea mejor reservarlo en caso de que lo necesitemos más tarde. ¿Qué decís?

Al llegar al acantilado suspira aliviado. Parece que no tendremos que escalar más. Y observa con curiosidad los pequeños altares protegidos en la roca, pero no es capaz de identificar a que deidad están consagrados.

Colwen utiliza la varita de Mumm'Ra para curar a los heridos.

Tras pegar algunos picotazos al cadaver del cangrejo Bukka sonrie. No por la pésima intervención que ha hecho para derrotar al cangrejo sino por la victoria que han conseguido entre todos. Al ver el botín Bukka lo revisa con detenimiento para ver si es capaz de encontrar alguna matiz interesante.

Realizando una pequeña oración para leer magia en los pergaminos ....