Partida Rol por web

Random Adventures: El cóndor de jade

Epílogo de aventura

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06/07/2016, 10:52
Director

Arthur y Emily corrían por la selva. Lo hacían desesperadamente, sin mirar atrás. No habían tenido opción: rescatar el cuerpo de Richard hubiera sido "de locos": aquella marea de gente los despellejaría vivos si cayeran en sus manos. Ambos intentaron volver por donde habían venido, y también pensaron dar un rodeo y avanzar por zonas con cierta dificultad para despistar a sus captores. No obstante, cualquier intento parecía inútil: a cada pequeño rato que paraban para descansar y tomar aire, notaban como si la presencia de la selva no fuera suficiente para explicar la extraña sensación de invasión que a ellos mismos le invadía. Durante un día y medio estuvieron huyendo, hasta que alguien les despertó durante una parada.

Al abrir los ojos, decenas de nativos Pawalchi les apuntaban con sus lanzas y arcos. Claro que, cuando hubieron de darse cuenta, los Pawalchi los condujeron a su poblado: eran dos de los forasteros que días atrás habían llegado a su poblado. De los extraños captores no hubo rastro alguno (y tampoco se molestaron en preguntar, pues, ¿quién habría de creerlos? ¿seres deformes y asesinos en mitad de un templo en la selva?).

No sin un terrible cansancio en el cuerpo, Emily y Arthur fueron conducidos al poblado Pawalchí. Antes de nada, preguntaron por Luke, y se alegraron al comprobar que éste había superado su terrible mal. Pudieron verlo en persona y aún parecía recuperarse, pues le costaba andar e incluso tenerse en pie. Por supuesto, omitíeron contarle toda historia acerca del ídolo de jade, el templo, los cultistas y cuantas cosas vivieron desde que partísteis de ese mismo poblado. Lo único que le revelearon era que John había muerto, y también tuvieron que hablar de Richard. Arthur, sacando toda la entereza que pudo, le tuvo que confesar a Luke que el escritor estaba...

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06/07/2016, 11:00
Luke Sullivan

... en la tienda de campaña que tienen estos hombres -añadió Luke-. ¿Porqué no ha venido con vosotros? Según me dijo el chamán Hunic al despertarme, uno de "mis amigos se estaba recuperando de las heridas". Richard aún no se ha despertado.

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06/07/2016, 11:02
Director

La expresión de Emily y Arthur fue sobrenatural. Se miraron entre ellos y corrieron a ver a Richard, instando al propio Luke a que les llevara hasta la tienda donde descansaba. Así lo hizo el piloto y la anticuaria y el catedrático le vieron ahí, tumbado en un camastro hecho de ramas y hojas, bocarriba y con los brazos en cruz. Dormía, o estaba inconsciente. En realidad era esto último, pero estaba vivo. Luke no entendía demasiado la reacción de tamaña sorpresa. Sospechaba que algo había pasado, puesto que Richard había llegado un día antes que vuestra aparición escoltados de guerrero Pawalchi. Pero no tenía ni idea de que Richard había sucumbido a una muerte terrible... y estaba allí.

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06/07/2016, 11:05
Luke Sullivan

No entendí mucho al chamán, pero me pareció que dijo que lo encontraron tumbado en la selva, no muy lejos de este campamento -Richard Castle, para la sorpresa de Emily y Arthur, no presentaba rasguño alguno, ni de heridas, ni de cortes-. ¿Podéis contarme qué diantres ha pasado? -Luke comenzaba a sospechar que algo extraordinario había tenido lugar-.

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06/07/2016, 11:08
Director

Sin más dilación, en la misma cabaña donde descansaba Richard, los dos aventureros relataron los episodios de la selva, el templo, las cuevas, las visiones, los temblores y la sala oculta del dios Mallku (sin omitir detalle alguno, como la muerte de John McCurly, y la de... Richard). A medida que hablábais el color de cara de Luke cambiaba a más pálido, y tragaba saliva mientras escuchaba antentamente. Cuando acabaron de relatarle, miró el cuerpo que debería estar sin vida de Richard, pero que ahora se presentaba allí, sórdido, inmaculado, perenne.

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06/07/2016, 11:10
Luke Sullivan

No puedo creerlo... Richard parece intacto: un golpe en la cabeza y no podría apostar más... -dijo observándole-. ¡Y mira! ¡Está aquí!

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06/07/2016, 11:11
Director

Los días fueron pasando. Arthur, Emily y un ya recuperado Luke tenían el permiso de los Pawalchi para quedarse hasta que su amigo se despertase. Hasta entonces la joven anticuaria no había reparado en el ídolo de jade, que portaba en su mochila. Tantas emociones y aventuras la habían hecho olvidar que había traído consigo el águila esculpida por sabe Dios quién... Cuando reveló la figura, los Pawalchi se sorprendieron, mirando a la joven con otra perspectiva. El chaman Hunic la tomó en sus manos, y por lo que pudieron deducir invocó aquella noche una reunión alrededor de un fuego. Cuando así ocurrió, toda la comunidad Pawalchi se sentó en derredor a una gran hoguera, incluyendo a Luke, Emily y Arthur. Tomaron la figura y la lanzaron al fuego. Vieron que ésta no se permutaba en otra cosa, ni tan siquiera se dañaba. A los pocos segundos, el fuego acabó apagándose, la figura brillo con un verde esperanzador y enseguida se apagó. Los Pawalchi miraban horrorizados el ídolo y se lo entregaron de nuevo a Emily.

Le hicieron entender que era suyo,que no lo querían: representaba a alguien familiar para ellos (quizá al propio Mallku como deidad, pero quién sabe como una deidad que rechazaban... como un demonio, como dirían los occidentales). Mientras se disolvía aquella improvisada asamblea apareció entonces Richard Castle, de pie, junto a sus compañeros. Al principio éstos se quedaron petrificados (casi tanto como aquellas enormes piedras del templo de Apo), pero luego reaccionaro. Arthur y Luke se alegraron y Emily se lanzó a sus brazos, rodeando luego su cuello. No podían creerlo.

Cuando Richard comenzó a sonreir por alegrarse también de su reencuentro, sus compañero le pidieron que les contara qué había pasado. El escritor sonrió y habló parco en palabras.
 

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06/07/2016, 11:17
Richard Castle

Mejor otro día. Estoy cansado aún y aún no se cómo... -extendió sus manos, una vez Emily le hubo soldado, y se miró su vientre y su estómago... intacto-. Hemos de volver a casa -concluyó, antes de meterse en la tienda para dormir un poco-.
 

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06/07/2016, 12:34
Director

Os quedásteis un día más en el poblado Pawalchi. Su hospitalidad no era del todo mala, muy lejos de lo que se podía contar de una comunidad nativa con respecto a los forasteros. Tras aprovisionaros bien, devolver la pistola a Luke y ser guiados por varios guerreros del clan, pusísteis rumbo al sur, a Cuzco. Tardásteis un día simplemente, atravesando rutas conocidas por los guías.

* * *

Cuando llegásteis, sentísteis alivio por estar en aquella gran ciudad que parecía no cambiar en el tiempo, perdurable a cuanto ocurriera. Tras despediros de los Pawalchi y aventuraros por las calles, llegásteis a la avenida Sol, justo donde se ubicaba, no muy lejos de allí, la tienda de Antigüedades Thompson, propiedad de Emily. Os encontrásteis aquel establecimiento desvalijado, a plena luz del día. Alguien había entrado y nada más percibir el interior vísteis que estaba todo "patas arriba", como si hubiese sido altamente registrado. Un terror invadió la mente de Emily, y se echó a llorar al ver el negocio de su padre destrozado. Luego, en un alarde de convencimiento y decisión, dijo que volvería con vosotros a Boston, lugar de origen de vuestra partida. Para ella era peligroso estar allí, y quizá pudiera llevar lo que quedaba de su inventario Norteamérica y dedicarse al negocio de antigüedades en un lugar más seguro.

Días después tomásteis un vuelo hacia Cuzco, sin avisar a vuestro amigo Walter Emerald de vuestro regreso (tal cosa era peligrosa). Haciendo escala Lima, Nicaragua y en un aeródromo en una población al norte de Brasil, alcanzásteis en un largo viaje tierras estadounidenses. Quince horas de viaje. Emily iba sentada junto a Richard Castle. Apretaba consigo el ídolo de Mallku encontrado en el templo de Apo.

* * *

Una vez en Boston, el taxi os dejó en la misma puerta de la casa del doctor Emerald. Su mansión estaba fuertemente invadida por gentes, muchas gentes. No sabíais si eran familiares o amigos. Tras presentaros y Arthur reconocer a algunos catedráticos de la universidad allí, le extrañó un poco la situación. Enseguida supísteis que algo grave había pasado, cosa que os comunicaron: el doctor Walter Emerald había fallecido en su casa. Habían encontrado su cuerpo la noche anterior, y a la espera de un reconocimiento, la causa de la muerte había sido (según los médico que os dijeron habían estado allí) un ataque al corazón. Aquello os asaltó sobremanera, y resoplásteis sórdidos y sin aliento. Una tristeza os invadió el cuerpo: el doctor Emerald era un buen amigo vuestro. Lo único que añadieron fue que junto a su cuerpo encontraron una agenda personal, en blanco toda ella excepto en muchas de las hojas, en las que figuraba una sola palabra: Mallku

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06/07/2016, 13:10
Director

LA VERDAD DE JOHN MCCURLY

En uno de sus innumerables viajes, John McCurly se topó con la tienda de antigüedades de un anticuario inglés afincado en Cuzco. El inglés era Riley Thompson, quien vivía en la capital hacía unos años. McCurly advirtió que cada semana el anticuario traía una pieza nueva de la selva (que eran collares, ídolos, exvotos, etc., todo hecho con jade), y rápidamente se interesó por ellas. Todas procedían de la tribu de los Pawalchi, y Thompson le contó que se la traían muchos exploradores, en una especie de fiebre de oro por las piezas. McCurly Investigó el caso por su cuenta, y extrajo de un archivo privado en Cuzco algo que aparentemente no tenía nada que ver con los Pawalchi, o tal vez sí: algunos altos mandos del Imperio Alemán de principios de siglo habían llegado hasta Cuzco, y también se estaban interesando por alguna de estas piezas (sin saber muy bien porqué), concretamente, según los viejos legajos, de un ídolo en forma de águila, que representaba al dios Mallku (deidad airmará de los cielos).

Desde entonces, John McCurly comenzó a ir a la selva en pequeñas expediciones de dos o tres personas (con un explorador y a veces llevándose a su amigo Riley Thompson). Poco a poco fue tomando contacto con los Pawalchi, y averiguando más cosas sobre un objeto en concreto: un águila de Jade buscado por los soldados alemanes. Tras un tiempo haciendo trueques con ellos para ganarse su confianza, los Pawalchi le revelaron la localización de un templo, el templo de Apo, lugar de lo que estaba buscando.

Pero para ese tiempo McCurly comenzaba a sospechar que alguien lo seguía por la investigación que llevaba a cabo (malestar sin razón, llamadas extrañas a su hostal de Cuzco a altas horas de la mañana...), y supo que alguien más estaba tras la pista del ídolo. Por ello tomó las medidas necesarias: confeccionó un sobre con documentos y localizaciones concretas a través de la hija de Thompson, y luego marchó a la selva, con la intención de adentrarse en el templo de Apo y salir con el ídolo de jade de una vez por todas. En la carta advertía al doctor Walter Emerald, confesándole que se encontraba en Cuzco y que podria estar, al igual que él en cierto peligro.

Efectivamente, el templo de Apo, lugar donde la deidad Mallku protege el águila de Jade, era casa y templo de advocación de unos cultistas sobrenaturales, hombre medio humanos, a servicio de la deidad. Su intención era que nadie se llevara así como así el ídolo. Acabaron con la vida del geógrafo McCurly cuando estaba a punto de llegar al águila, y llegaron hasta Boston para eliminar la prueba y rastro que John había enviado a su amigo, sin éxito. Quién sabe si fueron los mismo que acabaron con Walter Emerald.

Notas de juego

FIN