Partida Rol por web

 Cuando ya empezaba a aburrirse de tener que ponerse de acuerdo con alguien, decidió acercarse al globo y abrirlo como pudiera, aunque fuera con los dientes pero entonces una nueva maldita cosa surgió y su corazón se detuvo por un instante, quizás había hecho mal en creerse la bruja que Christian le había hecho descubrir o peor aún, quizás había hecho mal en sentir que debía y podía ayudarlos. Miró a Jareth con el rostro desencajado y luego miró a Christian.

-No debe quedarle mucho tiempo ahí dentro...  Y ahora estamos sujetos a esta... ¡Lo que sea! ¿Hay alguna magia que puedas hacer para ayudarlo a él primero?

Mientras esperaba la respuesta, pensaba y revisaba su interior a ver si conseguía encontrar dentro de ella algún hechizo que les ayudara en esa situación tan ridículamente infantil y claro, si es que podía, porque quizás no era tan poderosa como le habían dicho.

Dejé por un momento la bola - Sólo puedo tratar de sacarlo, pero como dijiste que puede caer al agua… - Parecía que ya no habría tiempo de ir remando hasta la orilla

Me levanté con los pies anclado en la barca intentando alcanzar el globo con las manos, quería agarrarlo y dejarlo en el suelo de la barca para explotarlo ahí, no creo que saliese disparado tan lejos…

Comenzó a sentirse mareado. Quizá fuera una mezcla entre el shock de encontrarse dentro de un globo y el esfuerzo de moverlo. Se reiría si no fuera porque era él el que estaba en esa situación tan cómica.

- Cristian agarra la canica, vamos a explotar el globo – le dije al pequeño príncipe

- Sarah, el pendiente, quítatelo y pincha el globo, si cae al agua no caerá en esta maldita barca que nos está atrapando los pies – no veía la niebla, pero algo habia, además Christian nos lo dijo, agarré el globo y lo mantuve fuera de la barca

 Juliette se quedó muy quieta, luego respiró profundo, a veces las cosas más obvias eran las que menos pensaba uno pero al parecer Jareth si que lo había pensado. Así que rápidamente se quitó el pendiente y se lo dio al príncipe, no quería ser la culpable de que Christian saliera volando por los aires y se ahogara en el lago.

-Intentaré acercarlo hasta tus manos, Jareth...

Se concentró, necesitaba que el globo estuviera más cerca de ellos para no poner en peligro la vida de Christian.

Tomé el pendiente de juliette - ¿Y si se hace grande de nuevo nada más estallo el globo?

- Christian, agarra la canica, voy a estallar el globo – Bueno, que pasara lo que tenía que pasar – Una, dos y – Coloqué la otra mano debajo preparado para retirarla si Christian se hacía grande – tres - y ¡Pinché el globo!

 Ocultando completamente su nerviosismo, Juliette se quedó muy quieta, casi aguantando la respiración mientras el REY pinchaba el globo, entonces lo consiguieron y Christian cayó sobre su mano con total tranquilidad, devolviendo el aire a la joven mujer que no pudo evitar sonreír y preguntarle algo de inmediato.

-¿Estás bien?

Eso era lo que quería saber por el momento pero a los pocos segundos volvió a hacer una pregunta.

-¿Puedes sacarnos de aquí con ese tamaño?

Le di al globo con el pendiente ¡Bum! Estalló

Lo hice con la suficiente precisión como para que fuese a parar a la mano de Juliette, el estaba a salvo y fue un alivio para todos.

-¿Y la canica?

¿Me hizo caso Christian y la agarró?

Pero aún estabamos en apuros, nuestras piernas estaban como aferradas a la embarcación

Intenta agarrar la canica, pero era casi del tamaño que sí mismo. Al estallar, la superficie pulida y brillante de la canica se le escapó entre las manos, yendo a caer en el fondo neblinoso de la barca.

El globo explota y Christian se queda en las manos de Juliette, pequeñito aún. La canica, lamentablemente o afortunadamente, está ahora en el fondo del lago. La niebla que sujeta los pies de la chica y Jareth sigue apresándolos, pero el príncipe al estar más elevado, está liberado de su efecto.

Sin embargo ahora tienen un doble dilema:

*Hacerse con la canica

*Salir de allí

 Juliette se quedó de una pieza, sujetando a Christian en su mano y mirándolo con el semblante triste porque habían perdido la canica.

-Estamos sujetos a esta barca y no sé cómo podríamos salir, ¿recuerdas algún poder que yo pudiera usar? Porque... Sólo recuerdo que puedo acercar cosas, dormir gente, escuchar cosas que otros no pueden y hacerme invisible... No veo como algo de eso pudiera funcionar.

Se sentía terriblemente desilusionada de sí misma, de no poder hacer nada por la misión en la que estaban.

¡Maldición! la canica cayó al agua, me llevé las manos a la cabeza – Noooo – resoplé

Se nos complicaban las cosas, y no sabía como salir del paso, no sabía como sacar la niebla de la barca ni como rescatar la canica – A ver, no va a ser sencillo, pero sólo se me ocurre una manera de salir de aquí, rememos hasta la orilla

Jareth comienza a remar y lentamente se aproximan a la orilla. Primero temen que la sombra oscura les haga algo más pero los tiene fijos de los pies y ninguna otra cosa.

A los cinco minutos de remar alcanzan tierra.

La tormenta sigue en el cielo oscuro y los rayos parecen ser incluso más intensos que hace un momento.

No quería parecer muy autoritario por lo que expuse mi plan – Mi plan es que Juliette deje a Christian en tierra firme y que luego ella y yo balanceemos la barca hasta dejarla de lado, aquí no nos ahogaremos y se saldrá la niebla esta que es más densa que el aire ¿Estáis de acuerdo? – esperé a que Juliette dejara a Christian para comenzar a zarandearnos a un lado y a otro.

- Otra opción ahora que estamos en la orilla es llenar a barca de agua, si hay agua no hay niebla...