Partida Rol por web

El guerrero que se había acercado a la zona inundada por las huellas, tocó la sangre y se la acercó a la nariz para intentar identificar si eran recientes. No le costó obtener más información tras deternse un momento para observarlas.

- Tengo ganas de acabar con esto cuanto antes, sigamos el rastro.

A Nico le preocupaba la sangre, por suerte esta vez no era la suya...

- Las damas han hablado, sigamos pues.

En el suelo, a no mucha distancia y entre unos matorrales, el grupo encontró el cadaver de un hombre. Parecía no haber muerto hace mucho, pero sus ropajes no eran los más idóneos para estar en la nieve. Mostraba numerosas heridas, hasta el punto de que parecía haber sido horriblemente mutilado, pero no podiais decirlo bien ya que su cuerpo estaba semienterrado en la nieve.

Entre sus posesiones encontrasteis, además de los ropajes llenos de sangre y medio desgarrados, pero aun usables: un par de zapatos para la nieve (eso si), dos flechas (brillantes) y, por casualidad, disteis con un saco lleno de sangre, enterrado a pocos centimetros del cuerpo. En él habia tres raciones (manchadas pero útiles), un odre semilleno de licor de manzana y un pequeño diario.

Los hombres fueron razonables e hicieron caso de las mujeres, que era lo suyo, aunque no encontraron realmente lo que buscaban.

Puff. Menuda carnicería le han hecho al pobre hombre. ¿Habrán sido los no muertos que nos encontramos?

Mientras la clérigo examinaba mejor el cadaver, pues estaba mucho más preparada para ello, la hechicera echó un buen vistazo a las flechas que encontraron. Lo cierto es que parecían mágicas.

A Nico le intrigaba lo que habia pasado, asique se dispuso a averiguarlo. Cogio el odre de licor y el diario, y comenzo a leer sobre la mision del hombre... entre sorbito y sorbito.

- Queridos Reyes Magos, este año he sido... - Nico se percato de que sus amigos no le miraban bien, quiza la broma era un poco de mal gusto con la muerte tan reciente... Por lo que el picaro dio otro sorbito y comenzo a leer en silencio.

Marissa no tenía mucha idea de la razón por la que había muerto el pobre hombre, pero aún así se apresuró a preparar una tumba al lado del camino y a realizar los ritos necesarios para que su alma descansara en paz.

—Desde que salimos no hemos visto más que muerte... y cosas peores.

- Algunas de estas cosas puede que nos sean útiles. Te echaré una mano con el cadáver Marissa.

Mientras Layla y Nico se ocupaban del hallazgo, el guerrero quiso ayudar a la clériga ya que sabía de la importancia que tenía para ella dar sepultura a los caídos.
 

Leyendo el diario, Nico se dio cuenta de que hablaba de un hombre llamado Dryden Kepp, un estimado cazador de Heldren. Tras volver de una cacería en el bosque al pueblo les habia hablado de una comadreja blanca gigante a la que habia tratado de cazar, pero en Heldren se habian reido de él. Asi que habia vuelto con intencion de darle caza y llevar su cabeza como trofeo para demostrarlo. Habia colocado unas trampas en su busqueda, en la zona del Valle Somir, lugar cercad el cual habia descubierto una extraña cabaña con una misteriosa muñeca dentro a las que hacia referencia. La caza, obviamente habia salido mal, pese ha haberla atrapado en una de sus trampas de oso, la criatura se habia liberado y le perseguia. Lo ultimo que estaba escrito era que la comadreja le habia seguido hasta el puente y que parecía que no tenia donde esconderse.

La cabeza de Nico dio la voz de alarma. Por inverosímil que pareciera la situación una comadreja habia matado a aquel hombre, o eso creía el hombre.

- Estad alerta chicos, es posible que no estemos solos. Este hombre era un cazador que se propuso conseguir un trofeo un tanto... unico. Y al parecer la presa le ha seguido hasta aquí despues de desacerse de una trampa de oso y le ha matado. ~ Una comadreja... ¿es en serio? ~ El diario tambien habla de una extraña cabaña con una misteriosa muñeca. Quiza deberíamos investigarlo, mirando donde pisamos claro. Hay trampas para oso por la zona.

- ¿Un trofeo?, ¿de qué presa se trata?. Espero que mereciese la pena... Estoy de acuerdo en que debemos investigar la cabaña, ¿hay algún mapa que indique hacia dónde se encuentra?

Aquel bosque resultaba más extraño a cada paso, ¿qué sería lo próximo?

- Pongámonos en marcha con precaución.
 

Layla identificó las flechas mientras Nico hablaba del diario.

Bueno. Eso tiene sentido. Estas flechas son mágicas. Y están preparadas para acabar con animales. Seguramente no le dio tiempo a usarlas.

Estoy con Nicolae, deberíamos buscar esa cabaña. Por lo menos aprovechar las horas de luz.

—Sí, busquemos la cabaña, pero cuidado con la comadreja, Nicolae o Yirian deberían llevar las flechas, por si nos encontramos con el animal— señaló a los que llevaban arco.

Continuaron el camino, pues la desviación a esa cabaña estaba un poco más adelante, el hombre habia vuelto para atrás al huir de la comadreja. Un frio viento comenzó a correr a través del bosque en lo alto del risco. La pesada nieve hacia que las ramas de los árboles de hoja perenne casi llegaran hasta el suelo, pero en cierto lugar, alguien parecía haber retirado la nieve en un lugar determinado para poder excavar en la tierra cubierta de hojas de pino.

Nico se puso completamente alerta

- Con cuidado, abrid bien los ojos. Hay trampas para oso y no quiero que perdamos las piernas.

Layla miraba tan atentamente como podía. Ya de por si trataba de no bajar la guardia, pero con la advertencia de Nicolae aun más.

Empieza a hacer más frio. ¿Qué tal si investigamos la cabaña? Seguro que allí hace menos frio que aquí fuera, y aunque no encontremos mucho podremos descansar un poco.

Marissa contempló atenta el paisaje nevado mientras seguía a sus compañeros. 

—Sí, vayamos a la cabaña, igual podemos guarecernos allí...

Yrian estaba intrigado. Desenvainó sus armas y avanzó:

- ¿Qué estarían buscando? Estoy de acuerdo con Nico, tengamos cuidado -dijo mientras se acercaba hacia la zona donde habían retirado la nieve-. Veamos que hay aqui y continuemos hasta la cabaña.
 

Pensaban encontrar trampas de oso, pero no fue asi. Lo que encontraron fue cierta hostilidad, cuando varios arboles, parecidos a trents helados, se abalanzaron sobre ellos repartiendo guantazos a diestro y siniestro. Quizás por el aspecto mas ígneo que tenia la hechicera, fue el primer objetivo. Los "ramazos" fueron esquivados en primera instancia por la hechicera que se llevó otra en plena cara. A punto estuvo de lanzarla por los aires, finalmente cayó al suelo, inconsciente.