Partida Rol por web

En esta situación imposible, tratáis de mantener la calma como sea. Avanzando en formación y con paso rápido, disparáis ráfagas cortas y certeras a los resucitados que se acercan demasiado, pero a medida que recorreis el terreno que os separa de vuestro destino parece que cada vez aparecen más. Es como si poco a poco, estos muertos vivientes aprendieran cómo moverse más rapidamente...

Nohman suelta un grito de furia y se ve obligado a golpear con la culata del MP5K en la cara de una chica. Hale tiene que rodar por el suelo para evitar a un hombre con traje que se le tiraba encima y Collins se ve obligado a defenderse lanzando una violenta patada lateral en la cabeza a un niño que no ha sido derribado por su ráfaga.

Metro a metro la lucha se hace más cercana y violenta...

Hale ve como uno de ellos, un hombre de jersey a cuadros y expresión vacía se lanza hacia él, sin importarle la ráfaga que le ha destrozado el brazo. Lo esquiva echándose a un lado, pero su mano le alcanza, dejándole la marcas de sus uñas en la cara. Hale aprieta los dientes al sentir el ardor de los arañazos en su rostro.

Y Larsen no puede evitar a un tipo oriental vestido de traje y con el pelo largo. La camisa blanca del traje está empapada de sangre oscura, y avanza rápidamente en silencio, con los brazos alzados como si estuviese ciego y no pudiera ver. Pero ve y se le engancha a un brazo, lanzando mordiscos. Larsen logra zafarse de él de un codazo. Sigue avanzando con un ligero dolor en el antebrazo.

El sudor os empapa y la tensión os hace rechinar los dientes, pero de momento la formación de ataque se mantiene sin romperse.
Al final del pasillo ya podéis ver las dobles puertas de emergencia.

A Crawford se le lanza encima un hombre salido de ninguna parte, pero los reflejos felinos de éste actúan: se agacha y, usando el mismo impulso del hombre lo levanta en el aire, lanzándolo unos metros atrás.

Pero C.L. no tiene tanta suerte al encontrarse de frente con un hombre joven, con camisa y corbata, manchadas ambas de vómito y sangre. Unas gafas de montura medio ladeadas sobre su cara le darían un aspecto ridículo si su rostro no fuera un rictus y enseñase los dientes como un perro furioso. Y, como un perro, le lanza una dentellada que le arranca parte del uniforme del brazo. Por suerte, se ha llevado sobre todo tela, nada de carne.

Y entonces, justo cuando estáis a punto de llegar a las puertas de emergencia, una masa de esa jauría inhumana se os lanza desde un lado y vuestra formación se rompe...

Algunos caeis al suelo, otros lo evitan, pero la lucha se convierte en un cuerpo a cuerpo feroz donde los gemidos se mezclan con los gritos de dolor, el sonido de las armas automáticas y los golpes contra carne muerta.

Hale ni siquiera se da cuenta de dónde ha salido, pero de pronto un tipo alto, calvo y con el rostro destrozado y en carne viva debido a lo que parecen ser arañazos le agarra por detrás y le muerde profundamente en el hombro. Hale aulla mientras se aparta del hombre que se le ha llevado un trozo de carne. Siente calor, un dolor abrasador y la humedad de la sangre que corre por su pecho y su brazo. Un sudor frío acompañado de un súbito mareo le invaden, y lucha con todas sus fuerzas por no desvanecerse.

Larsen piensa ¿Pero qué? De pronto, lo que parece un niño se le engancha al brazo y al segundo un dolor frío le paraliza al sentir la mordedura. ¿Cómo puede algo tan pequeño tener tanta fuerza en las mandíbulas? Se revuelve horrorizado y el niño se suelta, cayendo al suelo. De inmediato se mira el antebrazo para descubrir un agujero lleno de sangre, le parece ver el músculo y algo de hueso. Contiene una arcada mientras escalofríos le recorren el cuerpo de arriba abajo y las piernas le flojean. Apenas le duele ¿cómo puede ser que apenas le duela? Mira la sangre bajar como un reguero hasta la mano y gotear al suelo...

¡Recuperad la formación! Grita Nohman, levantando su subfusil en alto. El resto os reunís abriéndoos paso entre los cadáveres abatidos. Con la visión de la entrada de emergencia al alcance de la mano.

Entonces el grito de Heather os hace mirar atrás. Ella, larsen y Hale se han retrasado unos metros, y lo que es peor, ambos parecen heridos...

Nohman pasa a vuestro lado, retrocediendo hacia ellos, mientras masculla No volveré a permitir que suceda de nuevo.

Crawford no iba a dejar nadie atras.

-Moveos, no es tiempo de ponerse a contar florecillas en el campo.

Y diciendo esto, retrocede a por los rezagados.

Me intento tapar la herida a toda prisa y avanzo hasta donde se encuentra el resto de mis compañeros.

Vamos, solo es un arañazo.

Hale intenta no caer en la deseperación, todo a su alrededor es un caos ¿qué demonios ha pasado? hace un momento todo esta gente estaba muerta siente que el mordisco que acaba de recibir en el hombro tendrá sus consecuencias pero no es momento de rendirse, hay que salir de aqui como sea, sujeta su arma de nuevo y vuelve a disparar a los zombis que van a por él

mientras mi mente grita que vaya hacia la salida, mi corazón me dice que si les dejo atrás voy a ser un cabrón y jamás me lo perdonaré. corro hacia hale, larsen y heather. venga vamos! grito en un vano intento de darme ánimos.

Pero que coño haceis, Vamos hale, larssen espavilad cojones esto no es peor que otras misiones que hemos tenido asi que aunque os tenga que llevar a rastras saldremos todos de aqui jajajajja.
C.L tiene los pelos de punta y una sobreexcitación le recorre su cuerpo mientras va abriendose paso entre los muertos vivientes con la culata de su fusil derribandolos uno a uno hasta que pueda llegar donde estan sus dos compañeros.
Lo siento Larssen te dije que te protegeria el culo tio pero me e despistado jjejejje, venga hombre no me mires asi si solo es un rasguño anda salgamos de aqui. Cubro a los heridos para que se queden en el centro de la nueva formación y así poder escoltarlos hasta la puerta.

Retrocedeis unos metros, colocandoos en formación de cinco puntas alrededor de Larsen, que es ayudado por Heather a avanzar mientras presiona sobre la herida del brazo para detener la hemorragia.

Nohman tiene que forcejear con una mujer rubia y extraordinariamente obesa que se balancea de un lado a otro como borracha, con una expresión animal en el rostro y el rostro manchado de sangre. Nohman le suelta las últimas balas de su cargador para tumbarla, pero no sin llevarse antes unos cuantos arañazos.

Una anciana larguirucha casi atrapa con sus brazos como palos a Collins, que se ve obligado a disparar a bocajarro, con lo que los casquillos calientes le queman la cara, haciendo que suelte un gemido de dolor.

Pero casi alcanzáis la salida de emergencia con la punta de los dedos. C.L. va el primero, cuando se le enfrenta un hombre grande, gordo, vestido de empleado de supermercado, que balbucea algo como si intentase hablar mientras regueros de saliva salen de su boca que despide un hedor repulsivo. C.L. no vacila, le mete la boca del cañón entre los dientes y le vuela la cabeza con la ráfaga.

Los últimos metros son una locura... Avanzáis en piña, disparando las últimas balas de vuestros cargadores, con Hale en punta derribando al último resucitado que os cortaba el paso, y C.L. en la retaguardia clavando tres balas en las cabezas de los tres muertos que teniaís más proximos.

Las dobles puertas de emergencia se abren hacia dentro cuando las atravesáis.

Tras atravesar las puertas de emergencia, os encontráis en una sala anexa, de suelo de cemento y vacía excepto por las salidas: Enfrente hay otras puertas dobles de emergencia que según los planos dan a unas escaleras de emergencia que suben y bajan por la pared del centro comercial (y que os llevarán a la primera planta). Y a la derecha está la entrada a los WC de esta planta. Por suerte, la puerta de los servicios es de cierre magnético y está bloqueada, nadie saldrá de allí dentro.

Estáis jadeando, agotados y sangrando, pero todavía no podéis bajar la guardia. Un grito de Heather, que señala las puertas que acabáis de atravesar, os advierte de un aterrador hecho: Son puertas de emergencia, por lo tanto no tienen cerrojos ni sistemas para bloquearlas...

Inmediatamente, os apoyáis contra las puertas, haciendo fuerza mientras comienzan los primeros empujones. ¡Están intentando entrar! Poco a poco serán más al otro lado de la puerta y finalmente entrarán si no lográis bloquear las puertas de emergencia de alguna manera.

Crawford suelta el fusil, que queda colgando bajo su brazo y sujeta la manecilla de la puerta intentando bloquearla.

-A que estais esperando? Si no aseguramos esta puerta vamos a descansar indefinidamente...

corro hacia la puerta al percatarme de la situación. apoyo la espalda contra la puerta y hago fuerza para evitar que los monstruos entren. con que quieres que las bloqueemos? grito al oir las palabras de crawford. mis ojos vuelan de un lado a otro, buscando algo que nos sirva para tal.

Siento que el mordisco que me dio antes uno de los infectados tendra sus consecuencias, pero ahora mismo lo mas importante es salir de alli.

Chicos, no hay nada en esta maldita sala para bloquear las puertas, asi que creo que deberiamos seguir corriendo. Bajemos por las escaleras de emergencia, con un poco de suerte no podran bajar por ahi. Parece que no son muy habiles.

Empiezo a dirigirme hacia las puertas de enfrente y miro si estan abiertas.

-Y si rompemos la barra que acciona el mecanismo de apertura. Nos dejara sin una supuesta via de escape, pero creo que conseguira detener a esas cosas.