Partida Rol por web

¡¡Bonitos fuegos artificiales nena!! ¡¡No te recordaba tan buena francotiradora!! - comenzó a retransmitir nuevamente - Parece que ya has conocido a mis mascotas y creo que hoy se me olvidó darles de comer, JAJAJA - terminó riendo entre interferencias de la emisora.

El APC se pone en movimiento y comienza a girar, dirigiéndose hacia el HUMVEE e intentar cortar su paso mientras el autocañón se encara hacia el HUMVEE. Sasha aprovecha la situación para intentar un disparo casi imposible. A través de la mira telescópica puede ver una momentánea chispa cuando la bala rebota por el interior del ánima del cañón y éste deja de girar hacia ellos. Si la torreta no está inutilizada al menos el artillero sí.

Dos de los tres buggies (1) consiguen desatascarse de la arena y trazar un rumbo de interceptación para el HUMVEE, aunque lo han conseguido demasiado tarde. Sin embargo el conductor del APC sabe mucho mejor lo que se hace y además pronto queda claro que está mejor adaptado para la arena que el HUMVEE y los buggies.

Mientras Kyle maniobra por la arena para alejarse definitivamente de los buggies y del monstruoso gusano otro monstruo vermiforme surge de la arena, saltando hacia delante con las mandíbulas abiertas intentando tragarse al HUMVEE

Al escuchar la radio alzo una ceja bastante desconcertada, ese hombre estaba directamente loco, era obvio que le había dado al artillero y que su "mascota" se estaba comiendo a sus subordinados.

Tampoco me dura demasiado la sorpresa, al menos por eso pues otro temblor llama mi atención aunque esta vez delante nuestra y sin dudarlo un segundo le apunto con mi rifle directamente a su enorme boca.

- Al menos por dentro no parece ser invulnerable, Kurosawa intente centrar los tiros en la boca.- informo por si por algún casual se le pasaba esa obviedad.

Akira giró la ametralladora en dirección al gusano que se avalanzaba sobre el HUMVEE. Los enemigos no estaban a tiro y la capacidad del japonés para usar la ametralladora no era tan eficaz para disparar con tanta distancia. Por tanto, y aprovechando las dimensiones y la cercanía de aquel monstruo, apretó el gatillo dispuesto a atravesar a ese bicho, aun sabiendo que no iba a ser sencillo.

Al menos por dentro no parece ser vulnerable, Kurosawa intente centrar los tiros en la boca.

- ¡Recibido! - contestó Akira mientras controlaba el retroceso de la ametralladora y los saltos del HUMVEE, haciendo fuerza con los pies en el suelo.

La sargento se mordió la lengua al escuchar las palabras del hombre a través de la radio. ¿Sus mascotas? Vio cómo el APC comenzaba a acercarse peligrosamente, pero antes de poder preocuparse por ello, una figura gigantesca saltó en el aire con la intención de devorarlos. Riahnna cambió entonces de objetivo, disparando la granada incendiaria a la boca de aquel ser.

- Bueeeeno, ya sabemos a quién se le ha perdido la mascota. - suspiro al escuchar el mensaje de la radio y echo un vistazo al otro vehículo por el retrovisor - Joder, mira lo suave que va por las dunas... Recordadme que cuando volvamos a la B.S.A.A pida uno de esos. La verdad es que estaríamos más jodidos si fuese un IFV por el tema de la artillería pero no sé cómo se portaría uno de esos en... ¡AH, GUSANO!

Justo en cuanto aparece otro... bicho, enorme, feo, larguilucho y con muchos dientes, doy un volantazo a la derecha, dejando en lugar del HUMVEE un rico montón de arena para el bicho. Suelto un bufido y me paso la mano por la frente, echándome el pelo hacia atrás. En serio, como esto dure mucho más voy a acabar con picores... Más de los habituales.

El titánico cuerpo del gusano no parece tener fin. La torre de carne hedionda sigue elevándose y arqueándose en el aire hasta atrapar completamente al HUMVEE en su sombra. Las mandíbulas se abren dispuestas a engullir el coche con un sólo bocado, pero mientras Kyle maniobra como un loco para apartarse de su trayectoria el resto del equipo empieza a disparar contra el monstruo. Trozos de carne y colmillos son arrancados de la babeante boca con rociadas de la negra sangre de la criatura. El punto final lo pone la granada de fósforo blanco de Riahnna, que inicia un pequeño incendio en el interior de las mandíbulas. Uno de estos fragmentos, un colmillo del tamaño de una persona, cae directamente sobre el parabrisas del HUMVEE atravesándolo como si fuera de papel y clavándose entre los asientos del piloto y el copiloto. La áspera superficie del colmillo rasguña los brazos de Even y Kyle (1), quien de repente ve su visión obstaculizada por la telaraña de grietas del parabrisas (2).

El gusano termina por caer levantando un tsunami de arena y haciendo temblar la tierra a su alrededor. Aún con el colmillo clavado en las entrañas del HUMVEE, Kyle consigue evitar la embestida en el último segundo y luchar contra la rebelión del volante durante decenas de metros de agitado derrape. Los buggies, el APC y el segundo gusano gigante quedan ocultos tras la mole del gusano, que se agita violentamente a causa del dolor y las llamas que arden en su boca. Cuando ya parece que el HUMVEE va a sobrepasar los más de doscientos metros del cuerpo de gusano la monstruosa cola del monstruo se eleva y desciende sobre el todoterreno (3)...

Tenía que dar mérito a todos en haber logrado evitar que aquel gigantesco gusano los hubiera convertido en su almuerzo. Mientras la sargento bajaba de nuevo al asiento para recargar el arma, vio el colmillo que había atravesado el parabrisas, entendiendo lo cerca que habían estado de quedarse sin piloto o sin médico. -Joder.- Murmuró. -Taylor, quitemos esta mierda de allí.- Puso su pie contra el colmillo y apoyó con toda sus fuerzas para ayudar al copiloto a sacar aquello de su camino.

-Tankian, Akira, no malgasten balas en el gusano, atentos para cuando el ACP o los buggies estén de nuevo a la vista.- Ordenó.

Una lluvia de sangre espesa y putrefacta comenzó a desprenderse de aquella horrible criatura. Un aluvión de balas acribilló al gusano haciéndolo caer formando una gran polvareda. Kyle esquivaba una y otra vez las distintas "pruebas" que el combate les estaban ofreciendo. Pero hubo algo que no pudo controlar.

- ¡Cuidado! - gritó el japones sin mucho éxito, solo pudiendo separarse lo poco que le permitía el asiento de la ametralladora.

Un diente gigantesco casi deja hincado el HUMVEE en la arena. "Por suerte", solo partió el parabrisas, hiriendo levemente a Taylor y Kyle, que seguían con sus respectivas funciones.

Por un momento, el cuerpo del gusano gigante hizo que perdieran de vista a los enemigos.

-Tankian, Akira, no malgasten balas en el gusano, atentos para cuando el ACP o los buggies estén de nuevo a la vista.- Ordenó.

- ¡Recibido, sargento! - contestó el soldado. No tenía sentido gastar munición hasta que tuvieran los enemigos a tiro o el gusano volviera al ataque.

Akira, viendo que más que ayudar estorbaría empujando el gran diente que atravesaba el vehículo, se quedó esperando ametralladora en mano para disparar en el caso de ver algún vehículo enemigo.

Todo iba mucho más rápido de a lo que me había acostumbrado en los entrenamientos. Cuando el segundo gusano saltó a por nosotros, mi reacción defensiva no fue más que un casi inaudible grito ahogado. Luego empezaron los tiros y las explosiones, y todo empezó a temblar. Al poco, el enorme colmillo cayó sobre nosotros, y no pude sino apartarme un poco para evitar que me atravesase como si estuviera hecho de vidrio. Por suerte, sólo había recibido un rasguño superficial, que no daba señales de sangrar.

-Nada de infección, entonces... bien...-Pensé entre jadeos.

Luego miré al conductor, que no daba ningún signo de estar herido. Con todo, podía decirse que habían tenido MUCHA suerte. Sin embargo, aquella suerte de hueso mutado le quitaba visibilidad al conductor, y seguía impidiéndome el movimiento. Aquello no sería bueno en un caso en que tuviéramos que abandonar el vahículo.

-¡Con algo así de grande, no pasaremos por la puerta!-Grito, poniendo mis manos sobre el diente irregular y empujando con todas mis fuerzas. Mis compañeros no tardan en unirse.

-Gracias al cielo...

Pero de ninguna de las maneras podía confiarme. Aquel artefacto nos restaba posibilidades de supervivencia por segundo. Cojo aire y recuerdo los entrenamiento.

-Respira, contén el aire, y entonces aprovecha la fuerza de todo tu cuerpo.

Abro los ojos y emito un rugido de esfuerzo mientras el colmillo desaparece del retrovisor, y me quedo, casi exhausto en el asiento del copiloto, levantando la pistola, sabiendo bien que de poco serviría contra un bicho como aquel.

-No quiero meter presión, compañero, pero ahora todo está en tus manos...-Jadeo, tratando de recomponerme.

El fuego continuado de la sargento y el soldado Kurosawa consiguen dañar los suficiente a la criatura como para que parezca muerta permitiendo al loco del piloto avanzar sin problemas dejando atrás a nuestros perseguidores, o al menos eso parecía. Pues el maldito gusano vuelve a moverse dispuesta a golpearnos a todos. No había mucho que pudiera hacer en esa situación salvo esperar que el resto continuase demostrando que no les habían dado el puesto por enchufe.

- Entendido, sargento.- es lo único que digo mientras me mantengo atenta a quien pueda aparecer por el flanco del monstruo, con suerte sería el puñetero blindado y podría rematar el trabajo.

Ni siquiera me da tiempo a gritar cuando un enorme colmillo termina cayendo en el parabrisas del HUMVEE, atravesándolo. Contengo la respiración varios segundos. ¿Estoy vivo? Sí. ¿Me falta un brazo? No ¿Se me han caído las tripas? Tampoco. Vale, entonces es que creo que estoy bien. Suelto el aire lentamente, con la mano todavía pegada a mi frente de cuando me había peinado y la otra aferrando el volante como si fuera un salvavidas. Y entonces caigo en todo lo demás.

- ¡MI! ¡HUMVEE! ¡HIJOS DE PUTA! ¡Tenía que devolverlo perfecto! ¡Me habéis roto el récord! - rujo, entrecerrando los ojos y mirando el firme entre los cristales rotos - Asco de bicho asqueroso, gusano tocacojones, hijo de una sucia lombriz, te juro que cuando vuelva voy a traer una bota gigante con pinchos para aplastar ese asqueroso y blanducho cuerpo tuyo... - maldigo entre dientes sin apenas respirar.

Ni siquiera me importa tener un colmillo clavado a mi lado o haber estado a punto de haber sido traspasado por él... ¡Y LA CHAQUETA TAMBIÉN! Ya está, me lo cargo, como tenga el cañón a mano me lo cargo y que le den al resto del HUMVEE. Ni siquiera escucho a Doc pero tampoco me hace falta. Sólo tengo que llegar a la entrada y evitar que nos dé otra vez... Y si nos intenta seguir se va a cagar el puñetero gusano.

Con un volantazo y un acelerón, Kyle se aleja del coletazo del gusano y se mantiene firme mientras el pequeño terremoto hace que el HUMVEE dé un pequeño salto en el aire. La nube de polvo y arena entra por el parabrisas pero él se baja las gafas de piloto sin perder siquiera un ápice de velocidad. El HUMVEE se aleja del doliente gusano mientras éste vuelve a introducirse bajo tierra con la boca aún en llamas.

Dentro del vehículo, Ewan y Riahnna empujan el pringoso colmillo, logrando hacerlo salir despedido cuando el HUMVEE aterriza tras su pequeño salto. Pero no hay tiempo para alegrarse: el APC ha aprovechado el tiempo para trazar una diagonal y acercarse así a una distancia suficiente como para disparar el autocañón...

Todo estaba sucediendo muy deprisa. Taylor y la sargento consiguieron quitar el colmillo gigante mientras que Kyle esquivó el último coletazo del gusano, que tras ese último ataque se perdió herido en la arena... o eso pensó Akira. Tras él, los enemigos volvieron a entrar en escena y el soldado junto con Sasha se encargaban de contenerlos.

- ¡Cuidado, Sasha! - le indicó.

Akira había utilizado pocas veces este tipo de armas, pues su especialidad era la corta distancia, así la primera ráfaga se perdió en el aire.

- ¡Maldita sea...! - se lamentó el japones.

La marcha del HUMVEE seguía su trayectoria entre salto y salto y la distancia contra los vehículos enemigos era considerable, por lo que dificultaba el disparo.

A pesar de todo lo subrealista de la situación y lo peligroso de los criaturas me mantengo con calma atenta por el lugar que me parece más que factible que aparezca el APC, por lo que no me pilla en absoluto por sorpresa. Sin embargo al escuchar al soldado Kurosawa me queda claro que no soy la única y dejando que su fuego de cobertura me gane algo de tiempo vuelvo a calcular mi objetivo. Por suerte a esta distancia es mucho más sencillo conseguir repetir el disparo de antes y vuelvo a disparar a través del cañón de manera limpia.

- Confirmado impacto pero no estoy segura de si va poder disparar, recomendaría maniobras evasivas.- mi voz suena serena y fría como siempre, no que no fuera consciente del peligro del momentos si no que sabía lo inútil que era preocuparme y ya lo había desechado.

La ráfaga de Akira hace surgir pequeñas explosiones de arena a un costado del blindado mientras éste maniobra para interceptar al HUMVEE mientras la torreta gira lograr un buen ángulo de tiro. A pesar de que Sasha consigue encajar otro disparo en el ánima del cañón éste dispara una peligrosa ráfaga de fuego automático...

Los gusanos gigantes y el APC son los problemas más obvios e inmediatos. Kyle, Sasha y Akira parecen tenerlos controlados por ahora, lo que permite a Even fijarse en otros peligros. Sus ojos se fijan en un nuevo agujero que se está abriendo en la arena por su lado del vehículo pero muy cerca del rumbo que sigue el HUMVEE. A juzgar por el tamaño del agujero Even calcula que el gusano sólo tendrá como mucho unos quince metros de largo. No lo suficiente como para tragarse el HUMVEE pero sí para infligirle graves daños...

El puñetero conductor enemigo sabe lo que se hace y el artillero tiene maña. Kyle culebrea con el HUMVEE intentando evitar y mirando nerviosamente el retrovisor por si al gusano gigante le diera por reaparecer. Sabiendo cómo buscarlo resulta imposible no ver esas ondulaciones de la arena que nada tienen que ver con el viento. El monstruo ha debido conseguir apagar el incendio de su boca y ahora persigue al HUMVEE.

El corazón de Kyle da un vuelco cuando se da cuenta de que el gusano es más rápido...