Partida Rol por web

Al notar la sacudida, entiendo inmediatamente lo que está a punto de ocurrir. Miro a mi alrededor con un movimiento rápido de los ojos y veo a Sasha, tan gravemente herida en el suelo, y al otro lado a Lana con el terror marcado de forma obvia en su mirada.

-¡Sasha!-Grito, lanzándome sobre ella y envolviéndola en mis brazos, para luego tratar de agarrarme a uno de los postes del tren. Mis dedos lo rozan, pero cuando el vagón descarrila, caigo de costado a un lado y pierdo toda posibilidad de agarrarlo.

Esto me va a doler...

Entonces el vagón se estrella y todo se vuelve un caos.

Genial, ¿ahora qué?

Sin que tenga mucho tiempo a reaccionar veo como el doctor se abalanza sobre mí en un intento, que supongo de protección. Algo que me parece totalmente sin sentido viendo como todo el vagón se empieza a mover violentamente. Con suerte estaba al lado de la puerta así que me fue fácil agarrarme a ella para aguantar la mayoría del golpe...

La voz de Kyle dio esperanza al grupo, al menos saber que estaban bien eran buenas noticias. Pero la situación no invitaba a pararse a charlar y menos en aquel momento con los lickers lanzando sus afiladas lenguas. El vagón, que comenzó a alcanzar una velocidad peligrosa... parecía que iba a alcanzar al otro más adelantado. 

- ¡Cuidado!

Me mantengo con los dientes apretados y una mirada desquiciada ante ese monstruo justo después de ver cómo su cerebro estalla en mil pedazos. Suelto el aire en un suspiro y mi gesto poco a poco vuelve a ser el de siempre. Me giro hacia la Sargento, sorprendido y agradecido por esa afirmación, y solo ver que la he hecho sonreír por una vez provoca que mi sonrisa se amplíe bastante más, llegando incluso a reírme un poco. 

- No se preocupe, Sargento. Tendría que hacer algo muy horrible para... - me giro de nuevo hacia el frente, a tiempo de ver el cadáver resbalándose hacia las vías. ¡Oh, joDER, - MIERDA, SARGENTO, CUIDADO!

Para cuando me giro es demasiado tarde. Noto por un instante el suelo del vagón flotando bajo mis pies o yo flotando por encima y un escozor me recorre el maldito metal de la cabeza. El dejarte llevar por la gravedad, sin control, con cristales y metal doblándose a tu alrededor... No es la primera vez que lo siento. Pero hoy no pienso pegármela contra el suelo.

Volviendo la vista a los mandos, me aferro a la palanca de control del vagón y tiro con fuerza de ella, buscando cualquier punto de apoyo para no salir disparado. Tengo que... frenar este puto tren... Aprieto los dientes con fuerza mientras sujeto la palanca con ambas manos, notando el tirón del frenazo cada vez más fuerte y esperando que sea suficiente para poder parar el otro vagón.

Su intención de averiguar qué había ocurrido con los del otro vagón quedó en nada, puesto que segundos más tarde arriba y abajo dejaron de tener importancia. Riahnna soltó el arma y se intentó aferrar de cualquier cosa que pudiera ayudarle a no convertirse en una pelota ensangrentada contra paredes, piso, y techo de aquel vagón. Apretó la mandíbula, pero el impacto le sacó gruñidos por cada nuevo golpe y corte en su cuerpo.

No recordaba cuando había sido la última vez que rezara en su vida, pero en ese instante oró a cualquier jodido ser celestial o infernal que estuviera allí para no acabar hecha papilla...

Poco a poco el equipo va saliendo del amasijo de hierros retorcidos que eran los tres vagones. A pesar de lo aparatoso del choque el golpe ha sido relativamente leve. Pequeños fuegos eléctricos arden bajo las ruedas inundando el aire con un desagradable hedor a electrónica quemada y proporcionando algo de luz en la oscuridad del túnel. Poco a poco los soldados van saliendo del los vagones siniestrados. En la distancia pueden verse las luces de otro andén. Aparte de los soldados y Lana, no queda ningún otro ser vivo dentro ni fuera de los vagones...

Mientras los soldados luchan por abrirse paso entre la carcasa retorcida de los vagones una transmisión llega a través de la radio integrada en el casco.

B.S.A.A. aquí Alex Mercer ¿Dónde coño estáis? Tailor ya debería haberos llevado al garaje de salida de este manicomio ¿Hay algún infectado?...

Otra vez, esa voz esa voz pero al menos ahora no sonaba graciosilla y daba su nombre... el de un hombre infectado pero al menos daba a entender algo bastante interesante.

- Mercer, no hay mucho que decir. Apenas hemos sabido que había vuelto de entre los muertos pero el doctor no ha tenido a bien decirnos nada sobre usted ni de un plan de escape. ¿Podría darnos los detalles?- modulo para que apenas nadie que no esté en la radio pueda oírnos mientras termino por hacer el esfuerzo de levantarme.

Algo dolorida pero bastante más entera de lo que me creía posible consigo salir fuera, cualquiera que la mire podrá comprobar un pequeño gesto de cabreo en su mirada por otra parte igual de fría y estoica de siempre. De manera mecánica comprueba el estado de ambas armas y comprueba los alrededores mientras ve salir al resto de sus compañeros al fin reunidos.

- Sargento, creo que deberíamos salir de aquí antes de ponernos al día.- informo con tranquilidad mientras señalo las luces del andén más cercano.- Dudo que esto haya pasado desapercibido a los dueños del complejo.

Con los dientes aún apretados, abro los ojos lentamente al ver que no nos hemos matado, mientras se me va dibujando una sonrisa nerviosa en el rostro, producto de la pura adrenalina. ¡Casi tengo ganas de hacerlo otra vez! Aún medio tumbado sobre el cuadro de mandos ya destrozado del primer vagón, tengo que hacer un esfuerzo para abrir la mano y soltar la palanca de freno. Y sin poder resistirme, suelto un anuncio por nuestra radio, aunque me pueda escuchar perfectamente. 

- ¡Han llegado a su destino! Tengan cuidado para no introducir el pie entre despojos y andén. Muchas gracias por viajar con nuestra compañía y recuerden: Con Ferroviarias Kowalski, nunca llegarán tarde.

Más que satisfecho por este anuncio, compruebo que no hemos muerto todos y voy saliendo con los demás, pendiente a la radio. Mientras espero más respuestas, me voy fijando en los alrededores. Lo más fácil sería llegar al andén... Claro que seríamos blanco fácil. Si hubiera un túnel de emergencia o mantenimiento...

- También podemos ponernos al día mientras salimos de aquí. - comento aún sonriente, echando un vistazo rápido a los del otro vagón. ¿Había más gente? Creo que sí. - Como por ejemplo, ¿quiénes son vuestros nuevos amigos?

Riahnna se tomó más de un segundo en intentar moverse. -Kyle, dame una mano para salir de aquí.- Dijo intentando mantener la voz recia y autoritaria. Una vez fuera del vagón lanzó una mirada hacia los otros soldados, evaluando el estado en que se encontraban cada uno.

Ella no estaba en las mejores condiciones. Tenía una herida de bala perforando parte de su torso, además de cortes por el metal y el cristal del choque. Pero por el resto, parecía dispuesta a seguir adelante y sacar a su equipo de aquel maldito lugar. -Hay que continuar en movimiento. Es posible que hayamos acabado con la manada del Lamedor que Kowalsky reventó, pero no quiere decir que no puedan haber más en los túneles. Kurosawa y Kowalski al frente, lideren la marcha. Tankian, usted y yo en la retaguardia.- Volvió a sostener el fusil con ambas manos, y esperó a que la mujer estuviera cerca para dirigirle unas palabras.

El chirriar del metal retorciéndose acompañado de los gritos de los lickers al ser conscientes del impacto que iban a recibir, se hizo insoportable. Los músculos de Akira estaban en tensión, preparado para un choque que no sabía como terminaría. 

- Vamos, joder... - se susurró para sí mismo el japonés.

Y durante un segundo, un pitido intenso se apoderó del oído de Akira junto a un dolor en el costado. Le llevó un tiempo volver a orientarse, pero cuando por fin lo hizo, se alegró de que todos sus compañeros estaban bien dentro de la gravedad, incluso Kyle y la sargento Rihanna.

- ¿Estáis todos bien? - preguntó mientras se incorporaba agitando un poco la cabeza - Me alegro de que estéis todos bien - dijo con una leve sonrisa a los nuevos compañeros.

Cuando la radio vuelve a funcionar entre interferencias, Akira se sorprende: Alex Mercer. ¿No estaba muerto? ¿Qué estaba pasando?. Akira guardó silencio después de que Sasha le contestara, pues había pensado lo mismo.

El japonés miró a Lana... esperando alguna reacción.

- A sus órdenes, sargento - y tras comprobar que todo estaba en orden y funcionaba perfectamente, comenzó a caminar.

Una vez Tankian estuvo cerca, la sangento se aseguró de tener muteado el dispositivo de comunicaciones. -Tenía entendido por "Zeus" que Tailor estaba muerto. Es lo que nos informó a Kowalski y a mi. Por lo que has dicho al parecer ha "regresado". ¿Estamos seguros que es el doctor Even Tailor? ¿Se ha comportado de manera extraña?-

No sé a qué te refieres con eso de "volver de entre los muertos" - le contesta la voz a Natasha - Y si el doctor no os ha contado nada sobre el plan de fuga empiezo a preguntarme para qué demonios le ayudé a escapar de Wesker. Bien, es igual. El plan es llegar desde desde donde estáis a un garaje situado cerca de la superficie. Una vez allí cogeremos un APC para cruzar el desierto hasta Dryfield. No debería costaros mucho llegar hasta allí, y si lo necesitáis siempre podéis recurrir a la inyección que os proporcioné. Es un compuesto obtenido de mi proyecto de reformas corporales armamentísticas. No os volverá inmortales pero sí en armas vivientes conservando además vuestros recuerdos, consciencia y personalidad humanos.

Hace una pausa durante la cual se le escucha teclear - La estación que estáis viendo os conducirá a la zona de pruebas del desierto. Desde allí tendríais que ir hacia la montaña y conseguir entrar en el edificio principal. El problema aquí son todas las B.O.W.s que andan sueltas. Vuestra segunda opción es cambiar al circuito de mantenimiento secundario, en el que se viaja mediante APCs. Tendréis que hacerle un puente al coche pero podréis utilizar el ordenador de a bordo en modo off-line para orientaros. El inconveniente es que Wesker está esperando que hagáis justo eso y ya van varios equipos de la Blackwatch hacia esa posición.

En cualquier caso, deberíais moveros ya...

Yo soy Zeus - aclara Mercer - No sé si Tailor sigue vivo o no, ni tampoco me interesa. Si os estoy ayudando es para que vosotros me saquéis de aquí...

Yo estoy bien - contesta Lana, saliendo de entre los escombros - No debería haber habido B.O.W.s aquí abajo, pero si los lamedores pudieron entrar es muy probable que otros especímenes se colaran detrás. No deberíamos quedarnos mucho tiempo por aquí...

Tras el choque, reboto por todos los rincones posibles del vagón, antes de por fin estabilizarme, hecho un guiñapo sanguinolento en el suelo. Me llevo la mano a donde más me duele, al tiempo que levanto la mirada para comprobar que Natasha había conseguido mantenerse en su sitio. Juro que esa mujer debe ser de hierro, porque con la herida que tenía, una persona cualquiera no podría apenas respirar.

Cuando nos paramos, traté de levantarme, con dificultad, y veo que el resto parece estar bien. Me acerco corriendo a Sasha, y es cuando veo la identidad de quién ha decidido con nosotros.

Bueno... supongo que es mejor que un grupo de soldados enemigos... pero aún así...

No puedo decir que no me alivie verles vivos. Aunque hubiese preferido unas circunstancias mejores. Todos quieren salir corriendo de allí, y con buenos, motivos. Pero yo tengo algo que hacer antes.

-Tankian...-Digo tratando de parecer serio, después del bochorno de mi fallido intento de protección, y justo después de que me presente al grupo, como si fuese un extraño-Antes de movernos, necesito echarle un vistazo a eso-Señalo su herida-Sólo tomará un momento.

No espero a que nadie me de permiso. Yo estoy allí para asegurarme de que vamos a seguir respirando, y la pinta de las heridas de mi compañera no es buena. Compruebo cualquier signo de infección y suspiro de alivio al no ver ninguno.

De momento estamos teniendo mucha suerte.

Cuando compruebo lo que quería y aplico los primeros auxilios a mi compañera, me dirijo al resto. Mi traje de científico de Gen-Tek. Está todo lleno de suciedad y de sangre, y las heridas y cortes de la cara no ayudan en absoluto a parecer yo mismo. ¿Pero en serio estoy tan diferente como para que no me reconozcan?

-Ahora que sabemos que todos estamos bien...-Me vuelvo a llevar la mano al costado. A quién quiero engañar... YO no estoy bien. Pero más vale que mantenga la compostura-Sí, vamos... Es por aquí-Señalo hacia la dirección que lleva a la central. Desde ahí, un paseo rápido por cualquier terminal con acceso a la base de datos, descarga, activación de los sistemas y a correr.-Lana... cuando estemos más tranquilos quiero examinarte, si te parece bien-Digo con tono conciliador, tomando mi posición en la vanguardia, preguntándome qué puedo hacer yo en primera línea de combate.-Antes has dicho que quieres que te ayudemos a salir de aquí... y creo que se me ocurre una forma en la que puedes ayudarnos a conseguir eso.-Aprieto los labios, por el dolor-Pero primero... tengo que saber que no estás infectada.

Mantengo el paso rápido, tenemos que llegar al edificio central y sin tren se nos acaban de poner las cosas mucho más complicadas.

-Ah... por cierto...-Digo con una media sonrisa-Los lamedores son ciegos... Al menos los que he conocido hasta la fecha en nuestras investigaciones.-Me encojo de hombros-La próxima vez, intentad mantener silencio. Eso debería dejarnos pasar inadvertidos.

Pongo los ojos en blanco ante las frasecitas del piloto, por un lado me alegraba de ver que el resto del equipo estaba bien. Pero no es que echara de menos la infinita verborrea del amnésico graciosillo.

- Uno es el doctor Even que parece haber perdido todo su equipo y la otra es una civil que encontramos en uno de los campos de prueba. Es una científica que según ella no estaba de acuerdo con lo que se hacía y por eso acabo aquí. Tiene conocimientos sobre los BOWs y trabajo con Mercer.

Una vez aclarado eso asiento a las instrucciones de la sargento y tomo posición en la retaguardia junto a ella vigilante de los alrededores mientras nos marchamos del lugar.

- Ah, entonces supongo que eres Zeus.- le digo cortante y aunque mi voz es bastante fría se puede notar cierta sospecha en ella. Por no hablar que su emocionante oferta sonaba demasiado sospechosa como para sentirme segura, por otro lado no perecía que tuviéramos muchas más opciones.- Antes de que pueda confiar en usted, tengo una pregunta. ¿Tenía alguna compañera de investigación hasta hace poco?