Partida Rol por web

Nakov intenta cubrirse con sus extremidades mutadas de la ráfaga de balas del japonés, pero éste igualmente lo acribilla destrozando aún más sus piernas y subiendo hasta el abdomen. Los destrozos le hacen perder el equilibrio y caer al suelo, rodando hasta que consigue detenerse clavando su espada en el asfalto. Kyle aprovecha el camino despejado para acelerar y dejar atrás a Nakov. Aunque siguiera vivo parece que no es rival para la velocidad del todoterreno, pues durante el resto de la ascenso el equipo de la B.S.A.A. no lo vuelve a ver.

La secuencia de destrucción ha sido activada

Repito: la secuencia de destrucción ha sido activada

Esta secuencia no puede ser abortada

Todos los empleados deben acudir a los vehículos de emergencia de la plataforma principal

Disponen de 10 minutos para alcanzar la distancia mínima de seguridad.

El el ominoso aviso del sistema de megafonía cuando el equipo de la B.S.A.A. consigue llegar al garaje donde debía encontrarse con Mercer. En las plazas de aparcamiento hay varios vehículos de transporte de tropas y más todoterrenos como el que conduce Kyle, aunque la mayoría de plazas están vacías. Marcas de rodadas recientes le sirven a Kyle para orientarse hasta llegar a la salida, cerrada por un impenetrable portón acorazado. Cuando el coche se detiene tres figuras surgen desde el fondo del garaje: Un hombre con monstruosas garras por brazos sujeta por el cuello a dos mujeres que sangran por los pequeños cortes de sus cuellos. A su captor sólo le haría falta hacer un poco de fuerza para decapitarlas a ambas.

¡B.S.A.A.! - Grita el hombre con voz ronca - ¡Soy Alex Mercer, investigador de Gentek! Estas dos son la jefa de investigación Karen Parker y la directora científica Alex Wesker! Tienen información sobre todas los experimentos realizados por Gentek en Arkadia y los contactos con el gobierno de la compañía ¡Os las ofrezco a cambio de que me ayudéis a salir de aquí!

Alex, por favor - Suplica Karen Parker - Esto no es necesario. Yo estaba dispuesta a ayudarte...

¡Me vendiste a Wesker, zorra mentirosa! - le espeta el otro - Ahora yo te vendo a ti a la B.S.A.A. para salir de este puto manicomio antes de que ese chiflado de Taggart lo convierta en un cráter. Deberías estar dándome las gracias...

Freno en cuanto veo que tengo una puerta que no parece que vaya a abrirse por mucho que empotre a mi buena chica contra ella. Vaya, eso había sonado mejor en mi cabeza. No, espera, sigo en mi cabeza. Sonaba mal de todas formas. Me mantengo tamborileando el volante con los dedos mientras el malo maloso da su discurso y miro a las dos mujeres y al tamaño de las cuchillas del tipo. 

- ¡Hola, somos la B.S.A.A....! Aunque me da que ya nos conoces. - saludo desde el vehículo alegremente - Para que me quede claro... Nos vas a entregar a esas dos junto con toda la información que hay en sus cabecitas, si te ayudamos a salir de aquí... ¿Pero cómo quieres exactamente que te ayudemos? ¿La puerta tenía un detector de huellas o algo? Porque si ese era el caso, menuda putada... - comento mirando las garras, conteniéndome por no reírme. Miro a los demás, por si la Sargento quiere decirle algo y aprovecho para hablar en voz baja con ellos - No sé vosotros pero yo veo 3 cabrones muy juntos y tenemos aún granadas...

Al fin hay espacio en el coche gracias a la actuación del japonés así que recojo mi rifle y vuelvo a mi posición de vigilante después de un simple gesto de afirmación con la cabeza al resto para indicar que me encontraba perfectamente. Sin embargo no parece que haya ningún inconveniente hasta que ya alcanzamos la salida y nos encontramos a los responsables de todo este desastre. Me mantengo en silencio sin más mientras apunto con el arma a Mercer.

- Sargento, lo tengo a tiro. Si me da la orden le vuelo la cabeza.- es lo único que sale de mi boca con una calma absoluta.

Quedaban sólo diez minutos, y si la sargento González había creído que lograrían salir de allí sin tener que toparse con Mercer, quedó claro que estaba equivocada. Escuchó a Kowalski un momento. Lo cierto era que en eso tenían razón, podrían acabar con ellos tres y seguir su camino, pero por otro lado podría ser muy útil para la BSAA tener a aquellas personas en custodia y averiguar hasta que punto habían sido sus desarrollos.

De momento había que encontrar la manera de abrir la puerta. Miró de reojo a Tankian. -Dudo que un disparo vaya a ser suficiente.- Murmuró; si habían usado con Novak el mismo suero que tenía ahora Mercer, y habiendo visto como aquel hijo de puta se resistía a morir, sospechaba que Mercer sería igual o más difícil para abatir. -Manténgalo a tiro de momento. Kurosawa también. Tailor, ¿hay manera de abrir las puertas?- Preguntó hacia el médico.

- Joder... - susurró Akira cuando se encontró todo el tinglado montado -. A sus órdenes, sargento.

El japonés recargó los subfusiles y ajustó las correas para evitar cualquier imprevisto. La situación tenía una tesitura complicada. ¿Hacer volar por los aires a todos? No sería lo más adecuado, aunque no sería por ganas. Llegado a tal punto, Mercer estaba tan desesperado por salir que no le importaba entregarnos a Parker y Wesker. No era mala opción, pero Mercer era el objetivo principal.

- Los tengo controlados, sargento - decía mientras su pulso se mantenía tranquilo mientras apuntaba.

La B.S.A.A. ya está controlando Dryfield y los alrededores de la mina - contesta Mercer - Yo sólo quiero largarme de aquí. Esta zorra - sacude un poco a Wesker, que deja escapar un bufido de rabia - Ha bloqueado la cerradura electrónica del portón con un código que sólo ella conoce. Quería escapar y dejarnos a todos encerrados aquí.

Porque eres un monstruo, Mercer - escupe Wesker - Un experimento fallido al que debí haber gaseado con el Whitelight apenas saliste arrastrándote de la morgue. En cuanto a vosotros - les dice a los de la B.S.A.A. - Si vais a matarnos hacedlo de una vez. Así al menos no tendré que escuchar vuestras gilipolleces. Después podremos seguir ajustando cuentas en el infierno.

Mercer vuelve a tironear de su cuello provocando la salida de más regueros de sangre que manchan las solapas de su chaqueta - Si no cierras esa boca tan sucia voy a tener que lavártela con jabón...

-Puedo hacerlo...-Digo a la Sargento.-He estado trasteando lo suficiente con sus sistemas de seguridad el tiempo que he estado aquí.-Miro a la odiosa mujer. Ver como habían cambiado las tornas casi me hace sentir que Mercer no era tan mal tipo. Pero si había sido él el que había experimentado con niños...-Dime una cosa antes, Mercer-Aprieto los labios. Aquel tipo no es de fiar, pero hasta una buena persona puede verse sobrepasada por las circunstancias. No pretendo dejarlo ir, ni perdonarle por lo que ha hecho, pero si tiene una explicación, tengo que oírla-¿Por qué los niños, Mercer? ¿Y por qué no me lo habías dicho?-Aprieto la vista mientras me acerco lentamente al panel y me coloco frente a él-¿Por qué? Por lo que veo teníais cientos de sujetos de prueba adultos. Ayúdanos a entender... si quieres que te ayudemos...

Miro a la Sargento y asiento en señal de aprobación. Voy a esperar a su orden. En cuanto me lo diga voy a empezar a desencriptar este terminal. No puedo fallar... Si todo sale mal, tendré que poner remedio a esta amenaza antes de que se vuelva incontrolable.

Díselo, Wesker - Mercer vuelve a apretar el cuello de sus presas - Dile que los niños se adaptan más fácilmente a las mutaciones inducidas, que son más fáciles de engañar para que acepten lo que quieres hacerles, que sus cuerpos son más fáciles de contener y cuesta menos deshacerse de los cadáveres.

Has recitado perfectamente la lección, gilipollas - escupe Wesker - Coge una chuche de mi mesa - La mirada de Wesker se centra ahora en Sasha - ¡Tú, la del fusil! ¿Vas a disparar de una vez o piensas seguir esperando a que volemos por los aires? Y sí, también sé que estoy en tu punto de mira. Te lo voy a poner fácil: yo tengo mucha más información sobre las mierdas en las que andan metida Gentek, TriCell y los científicos de Umbrella que escaparon a la detención. Sin mí lo único que vas a sacar de todo esto lo único que vas a sacar de todo esto es un bonito viaje por nuestras instalaciones. Espero que te hayas sacado algún selfie...

-Ah... pero eso no es cierto, Wesker-Digo mientras sigo tecleando-¿O de verdad creías que después de colarme en tu sistema de seguridad no iba a asegurarme de llevarme toda la información que pudiese?-Niego con la cabeza-Creo que nos crees muy tontos... y tú te crees mucho más lista de lo que de verdad eres.-Estoy tan enfadado... no sé qué pensar. Entonces... todo esto es culpa de Wesker, como sospeché en un principio. Ya no estoy seguro de cómo actuar con respecto a Mercer, pero tengo claro que Wesker no debe salir de allí con vida. Preferiría que Sasha le metiera una bala en medio de los dos ojos ahora mismo, pero eso es decisión de la Sargento.-¿O es que pensabas que entre tus archivos no había pruebas de vuestra conexión suficientes como para que cerremos TriCell y GenTek de una vez por todas?

Miro de nuevo a mi Sargento. Todo esto es un farol, aún no tengo nada. Lo único que puedo hacer es asegurarme de descargar todo lo que pueda desde este terminal, y no sé cuánto podrá ser eso. 

Estaban entre la espada y la pared. Ganar una cosa para perder otra. Musitó el japonés. Seguía apuntando con los rifles a Mercer, pero no dudaría en hacerlo contra alguna de las doctoras si la sargento lo solicitase. 

- Niños... qué hijos de puta - dijo en voz al recordar como aquella niña curaba la herida de la sargento, antes de soltarnos en aquella recreación de Racoon City.

Mercer seguía delatando Wesker, pero no había una decisión tomada para avanzar. Si hubiera sido por el japonés, les hubiera volado la cabeza a todos, pero apretó los labios y siguió a la espera.

La discusión entre esos dos no me podía importar menos, al igual que los gemidos de la tercera. Si por mi fuera ya le había volado la cabeza a Mercer, pero las órdenes eran órdenes. Qué si al final se tardaba mucho en decidir y nos alcanzaba el satélite tampoco me importaba, toda la amenaza del lugar iba a ser eliminada y eso contaba como misión cumplida para mí.

Todo esto se puede notar en como ni me inmuto cuando me mencionan o vuelven a sacar el tema de los niños.- Teníamos monstruos delante y no era nada nuevo, ¿Podemos eliminarlos ya?

Sigo dando topecitos con los dedos en el volante. ¡Esto es peor que un atasco y nunca he estado en uno! Lo de con quién o qué se experimenta me empieza a dar soberanamente igual. Ya sabemos todos de sobra las monstruosidades que son capaces de hacer y aún así tienen la audacia de seguir hablando y quejándose como si nada. Si no les matamos ahora, la B.S.A.A. se encargará de ellos tarde o temprano en cuanto dejen de ser útiles.

- Odio ser yo el que lo diga pero ¿tengo que recordaros que este sitio va a hacer bum ka-bum pim pum? Como sigamos aquí mucho rato, no me hago responsable de quién va a acabar bajo las ruedas. - susurro entre dientes, cada vez más nervioso. No me gustan nada las bum ka-bum, sobre todo cuando estoy yo en ellas - Porfa Sargento, di a quién hay que disparar y vámonos cagando leches de aquí. O Doc, si puede abrir las puertas. 

La cuenta regresiva era más apremiante; la sargento podía sentir la tensión no sólo entre Mercer y sus rehenes, sino de su propio equipo. Mientras hacían las preguntas para ganar tiempo, Riahnna evaluaba rápidamente la situación. Al final, tomó una decisión: necesitaba a Wesker viva.

-Cuando Tailor de la señal de haber abierto la compuerta, Tankian dispara a la cabeza de Mercer. Kurosawa y yo apuntaremos a los brazos para intentar desmembrarlo antes que termine de matar a Wesker. Kowalski, tú ya sabes que hacer.- Estaba aprendiendo que con el piloto la mejor opción era dejarlo ir a su propio ritmo, sobretodo si estaba relacionado con algún vehículo terrestre o aéreo.

-Atentos.- Y fijó su mirada en Even, esperando el instante en que éste pudiera asegurarles el escape.

Ordenes dadas, solo faltaba esperar a la señal final y apretar el gatillo... el momento llega y disparo.

El zumbido del rifle de Sasha hizo que el dedo de Akira se encogiera automáticamente apretando el gatillo de los dos subfusiles dirección los brazos de Mercer como había ordenado la sargento. 

- Ya era hora de mover el culo - dijo entredientes daba un paso para recortar distancia.

El disparo de Sasha hace desaparecer la cabeza de Mercer en una explosión de sangre, hueso y carne pulverizados. Su cuerpo cae al suelo agitándose espasmódicamente hasta que las balas de Akira terminan por dejarlo inmóvil en el suelo. Karen Parker se deja caer de rodillas agarrándose el cuello magullado. Wesker se queda en pie hasta que Riahnna le estrella la culata de su fusil en la cara dejándola aturdida.

Incluso con herramientas totalmente inadecuadas Even consigue abrir la cerradura electrónica. El portón se desliza hacia un lado dejando entrar tórridas vaharadas del aire del desierto...

No sé si hemos hecho bien...

Miro como el cuerpo de Mercer cae inmóvil al suelo. Aprieto los puños, pero no tengo tiempo que perder. Aprieto el botón y vuelvo al coche corriendo, manteniéndome en silencio.

¿Es así como hacemos las cosas en la BSAA? ¿Vamos a dejar que mueran los niños y nos vamos a llevar a estos dos monstruos?

No oculto mi expresión de disgusto cuando vuelvo al asiento del copiloto. Espero a que todos estén dentro, con los prisioneros bajo custodia.

-Esto es...-Digo en voz baja.

Ahora lo tengo claro, esto es un error. Lo habíamos hecho todo mal. Aún está por ver si sobreviviremos a esta locura. Pero si lo hacemos... ¿Entonces qué?

Vivir con más muertes bajo mi conciencia...

Agacho la cabeza.

Por un momento, Akira pensó que todo había acabado. Habían dado muerte a Mercer y capturado a Wesker y Parker. Sus mentes, inteligentes y llenas de información, tenían a sus espaldas toda una trama de investigaciones y experimentos. Akira se acercó al cuerpo de Mercer para contemplarlo unos segundos. Al final, y al principio... había girado en torno a él.

- Es hora de irnos - el japonés se acercó al portón para asomarse discretamente, buscando alguna posible amenaza y oteando el paisaje -. Tengo ganas de darme una ducha... - dijo sonriendo mientras daba un par de golpecitos cariñosos al capó del furgón mientras se subía como pasajero.

Akira paró un segundo.

- ¿Las habéis registrado? - preguntó refiriéndose a las dos mujeres.

- A la orden, señora. - digo con una sonrisa, preparado para acelerar en cuanto lo tuviéramos. 

El pistoletazo de salida lo da primero Sasha y por un momento estoy a punto de acelerar cuando veo que la puerta sigue abriéndose. ¡Con lo épico que habría quedado! Sin embargo, sí que acelero para estar más cerca de la puerta y le hago un gesto de cabeza a la otra mujer que se ha quedado en el suelo. 

- Señorita, o sube o se queda y explota con todo lo demás. ¡El Kowabus no espera a nadie! - digo, esperando por si alguno de mis compañeros tira de ella o si se sube. Eso sí, en cuanto estamos todos y la puerta permite salir, acelero el coche hacia el desierto - ¡Vamos que nos vamos!