Partida Rol por web

- Si, estofado con patatas para mi también. Abundante si puede ser - dice el semiorco con una sonrisa. Despues de hacer su pedido Rhuk se fija un poco más en el guerrero y en la muchacha de la barra, sopesando en cual de los dos tiene más pinta de ser susceptible de darles algo de información sobre la zona.

 Bien, bien, bien,... ¿y para el resto? ¿o es que no hay apetito?- dice mientras sonríe.

Mira, cambiaré la primera decisión, tomaré tambien un poco de hidromiel si puede ser y faisán, muchas gracias - digo mientras me acomodo en la silla

El mago se encoge de hombros. Yo prefiero chuletas y algo de vino, uno suave que me recomiende. Una vez que sus compañeros y él han pedido su orden el mago se anima a preguntar a la doncella. Y no habría alguien que nos anime la velada con alguna historia del lugar?

 Hoy la verdad es que no. Nuestro bardo particular no esta en estos momentos. A no ser que queráis hablar con el guerrero de ahí, dudo mucho que alguien os cuente algo novedoso.

Bueno, ahora vuelvo con lo vuestro

- Vaya, es una lástima no poder contar con alguien que nos meta un trabajo en la cabeza- dice mientras termina de revisar el equipo y echa una ojeada al guerrero al que la mujer se refiere. -Muchas gracias señora- le agradece de nuevo a la posadera, intentando ser lo más educada posible.

Cuando se ha ido, le dirige la voz a sus compañeros. -¿Qué os parece, le véis pinta de saber algo? Quizás si le invitamos a tomar algo se vaya de la lengua y nos cuente algo interesante. Necesitamos.. bueno al menos yo... necesito dinero.-

El mago se encoge de hombros y se limita a esperar su bebida. No creo que gritar sea la mejor forma de llamar la atención de alguien, de hecho me parece de pésimo gusto. El elfo jugueteaba con sus manos con las secretas bolsas de ingredientes que guardaba en su túnica, aquella inactividad comenzaba a alterar sus ya de por si alterados nervios.

 Al cabo de un rato una chica os trae vuestra comida.

La comida huele bien y sabe mejor asi que no tardais en acabar con vuestros platos... al cabo de un rato, Vesta se os acerca:

¿os ha gustado?

Roghar, haciendo gala de unos pésimos modales engulle el faisan relleno, con evidente deleite...

Mientras engulle la comida, pide dos jarras de hidromiel y se lo bebe, con mucho gusto...

En una voz suficientemente alta como para que no sea de buen gusto el Barbaro exclama:

La comida es aceptable, pero sin duda lo mejor es el hidromiel! OTRA JARRA MUJER!!!

No te preocupes mago, creo que nadien nos va a comer en este antro... Je Je Je

Haciendo una pausa para dar un trago más al hidromiel

Creo que deberíamos invitar al guerrero a una jarra, seguro que nos aclara cual es la situación por aquí.

Erikha comía con una gran cara de felicidad que sólo habían visto alguna vez aquellas personas con las que tenía confianza. Degustó cada parte del plato al principio para a continuación comer de forma rápida y accidentada, ya que no había probado algo así en mucho tiempo. Para ella habían quedado atrás aquellos tiempos en los que no dejaba de comer aquél puré en el circo o aquellos "animalillos" que tenía que cazar en los barrios bajos de Verbobonc.

Cuando el mágico, como ella le llamaba para sí misma, regañó al rudo combatiente no pudo evitar ponerse un poco de su parte, ya que la situación le incomodó notablemente.

-Tienes razón Roghar, deberíamos invitarle, es la forma más rápida- dijo con cierta seguridad -pero debería ir alguien similar a él, alguien con quién se sienta cómodo al principio...- Pero con más educación... Pensó.

Al mago poco le importaba aquello, si el extraño no sabia nada, alguien mas en la pequeña villa debía saber cosas interesantes sobre el pasado del lugar, además no tenia otros planes, bien podía esperar algunos días a que regresará el bardo. Lentamente y sin demasiado apetito consumió su comida, al tiempo que bebía su vino. Cuanto calor hará falta para incendiar una aldea como esta? Se preguntaba.

 Finalmente, no teneis que acercaros a él, puesto que lo hace el mismo.

Saludos, compañeros. He odio qu queriais invitarme a un buena jarra de cerveza, asi que me tomo la libertad de sentarme con vosotros- hace un vago gesto a la camarera para que le traiga mas cerveza. Cuando se la sirven continua.

Mi nombre es Xaod, gran seguidor de Heironeus- alza su jarra en señal de respeto y bebe un largo trago. Se seca con su manga la boca y eructa sonoramente- ¿y quienes sois vosotros si puede saberse?

Roghar, miró tranquilamente al hombre que se aproximaba... Un hombre rudo fuerte, un guerrero.

Justo lo que necesitamos alguien que nos informe de la oportunidades en la zona.

Saludos Xaod, unete a nosotros y brindemos por las grandes batallas que nos esperan.

Tras pegar un enorme trago al hidromiel, prosigue...

¿Que hace un guerrero como tu en un pueblo aparentemente tranquilo?

- Rhuk a su servicio, servidor y sacerdote guerrero de Heironeous - dice el semiorco, dejando bien a la vista su simbolo sagrado.

- Acompañamos a una caravana hasta aquí, la verdad entre otras cosas porque estamos interesados en la historia de la zona. Buscabamos algo que hacer aqui una vez que hemos llegado. Y como dice mi compañero, ¿que hace un seguidor del Archipaladín por aqui?

  Es algo complicado de explicar- dice mientras vuelve a darle un buen trago a su cerveza- la cosa es que vine aqui por una visión del gran Heironeus. Fue una visión extraña, donde fuego, magia y seres malignos por esta zona. 

Erikha permanece atenta a la conversación, callada, mientras observa cautelosamente al guerrero. Sin embargo, al escuchar hablarle de la posible existencia de aventuras por la zona, se muestra mas interesada.

-Mi nombre es Erikha, danzarina y aventurera donde las haya- se presenta de forma pausada. -Al igual que mis compañeros, dejé Verbobonc casi por aburrimiento, y de esa manera acabé acompañandolos como protectora de la caravana. Ahora buscamos aventuras en torno a este pueblo. Pensábamos buscar información sobre antiguos reductos, lugares de frecuentes ataques de monstruos errantes o guaridas de criaturas repletas de maldad- y de tesoros.

Sin duda, la intención de no sacar el tema de la visión inmediatamente, era algo intencionado, pues creencias tan fervientes le producían incomodidad. -Pero sin duda alguna, si te han hecho llegar una visión como esa, algo ocurre. Quizás sea nuestra oportunidad- dice mirando a sus compañeros. -¿Hace cuanto estás aqui?-

 Llevo aqui solo una semana- responde- pero te puedo asegurar que no he visto nada comparado como el sueño que tuve. Hace varios dias visité el templo y solo encontre varios trasgos. Los maté y volví a aqui. Desde entonces no he echo nada salvo comer y beber.

- ¿Y no podría ser que haya algun otro lugar al que debieras dirigirte en busca de esa visión que tuviste? Si viene de Heironeous, puedes estar seguro de que contarás con la fuerza de mi brazo. Y creo que mis compañeros estarán de acuerdo en ir con nosotros.

Rhuk observa a sus colegas, que parecen ambrientos de aventuras, y sonríe.

- Oye, aunque ya no quede nada allí, a mi por lo menos me gustaría visitar el emplazamiento del famoso templo. No querría irme de aqúi sin poner un pié en ese lugar de leyenda.

Buenas noches, maese Xaod, mi nombre es Vannael, ¿podiais explicarnos vuestro sueño? quizás haya algo que podamos hacer por ayudar. La verdad es que sobre el Templo hemos oido hablar - miro a mis compañeros - y a mi personalmente si que me ha picado el gusanillo de la aventura e iba a proponer que cuando descansemos nos acercasemos a investigar el edificio, pero si quereis que vayamos con vos quizá encontremos o descubramos algo que os haya podido pasar inadvertido a vos.