Partida Rol por web

- Tu dirás, Wolfram. Le digo para que vea que ya estoy dispuesto a entrar en acción. Mientras espero por su orden de movimiento aprovecho para echar una ojeada a la zona por la que tendremos que movernos.

Ziska se palpa la granada que guarda para suicidarse en el peor de los casos.

Más te vale que todo funcione, Luidl.

- Bien Sven, daremos un rodeo a cierta distancia, para no despertar sospechas y si vemos algo nos acercaremos. Buscamos entradas, antenas de comunicaciones, puestos de tirador, posibles protecciones, puestos de observador, patrullas... Miraremos también al tejado, quizás tengan allí algún vigía.
Dicho esto me deslizo por el sector que nos ha tocado intentando pasar lo mas desapercibido posible* atento a todo lo que buscamos y cualquier otra eventualidad.

Philipp trataba de meterse en su papel de Comisario ruso cuando le llegaron las palabras de Ziska en alemán. Una sonrisa franca le cruzó el rostro, pero no dijo nada. Estaban demasiado cerca de la puerta como para que se le escapase algo en alemán. Poniendo el rictus rígido y procurando adoptar la actitud comunista, avanzó cerca del coche, para que Hans pudiese darle un vistazo por encima.

La orden estaba clara. Deje un par de metros entre Wolfram y yo, y salí con cuidado de que no se me viese mucho.

con u gesto mecánico compruebo el sucio subfusil y lo mantengo a mi costado mientras en mi mano derecha mantengo firmemente asido el cuchillo.

-Vámonos, hay  una misión que cumplir.

Cubriéndonos con todo lo que se pueda avanzo hacia el lado este de la casa intentando descubrir la presencia de tropas enemigas o una posible ruta de entrada. 

“Venga... adelante” pensó el soldado. Con el arma le hizo un ademán a Ziska para que empezara a andar mientras miraba con sospecha la maldita granada que había llevado desde que decidió no ponerse el puto uniforme ruso.

Si quería matarse a Hans le parecía perfecto, pero si no mataba a Philipp y a él por el camino mejor.

Ando cerrando la procesión mientras se acercaban al coche y al casero ruso intentando echarle un ojo al primero.  

Avanzais a campo descubierto hacia la puerta. El chofer baja del coche y se apoya en el capó mientras observa cómo os vais aproximando. Cuando estais próximos se cuadra saludando, lo mismo que hace el guarda de la puerta del edificio. Ni os abre la puerta ni os pregunta nada. Solamente permanece cuadrado con la mirada al frente.

Avanzais tranquílamente rodeando el edificio. En la parte trasera del edificio hay unas ventanas adicionales a nivel del suelo. La altura de las mismas es de escasos 30cm y sirven para dar luz a alguna especie de bodega o cuarto subterraneo. Unos fuertes barrotes están firmemente fijados. El resto de ventanas de la planta baja están cerradas, salvo la ventana central. Podeis vislumbrar lo que posiblemente sea una emisora de radio. No se observan guardas ni vigilantes. Un pequeño edificio anexo - más bien una choza - están a unos 40 metros, y a su lado aparcados se encuentran tres camiones pesados.

Avanzais hacia el lado este. No parece haber ninguna vigilancia salvo la del guardia de la puerta. Un estornudo os hace reparar en que hay un guardia cubierto por un capote que camina lentamente con un fusil a la espalda por el lado este del edificio. De vez en cuando se detiene e inspira una calada de su cigarrillo. Acaba de avanzar hacia la parte frontal y permanece un instante observando al coche recien llegado y a Luidl y su grupo. Permanece así un rato, pero luego se da la vuelta y comienza a caminar hacia la parte trasera de la casa dandoos la espalda
 

Hago señas a Paul para que me cubra mientras yo me encargo del guardia que nos da la espalda.

Con mucho cuidado me levanto de nuestro escondite e intento rebanarle el cuello para evitar que realice ningún sonido.

Parece que John es mas habilidoso que yo en el arte de del cuchillo y el silencio. Yo en cambio opte por otro entrenamiento. Ante la seña de él opto por permanecer oculto y dejar que haga su trabajo. 

Cuando el vigilante avanza un paso más en su camino y nos da la espalda, me levanto veloz y con la mano izquierda le tapo la boca a la vez que con la derecha le clavo mi cuchillo en su yugular. La sangre le sale a borbotones, pero no es momento para sutilezas, si grita estamos muertos y la misión finalizada. 

Cuando su cuerpo pierde fuerza lo aparto y escondo donde estaba y con nieve blanca cubro la mancha y mis pisadas.

-Joder, si no es por los guantes me quemo con su cigarrillo- le susurro a Paul. -Parece que el camino está despejado ¿Seguimos?- Mis ojos no muestran ni alegría, ni tristeza. Es mi deber en esta guerra. Pero mi alma a muerto un poco más de nuevo, tras quitar otra indefensa vida. Una cara más para mis pesadillas.

Miro atentamente como John borra las huellas y cubre el cadáver con nieve. En verdad es un profesional en eso de matar gente. Luego regresa hasta mi posición cuando respondo en susurros. – Eso del cuchillo es un asco pero bastante silencioso. Por eso nunca obtuve buenas calificaciones en ataque con arma blanca. Vamos John, te sigo. – Acto seguido voy detrás de él mirando de a ratos el montículo donde yace el guardia.

- Vayamos primero a comprobar los vehículos pesados. Dicho esto me encamino en silencio dando un rodeo alejándome de la casa para alcanzar el otro edificio. Antes de entrar observo si hay pasos en la nieve, y después de 2 o 3 minutos comprobándolo si no veo nadie digo:- Espera 2 minutos y sígueme. Y sin más me acerco para mirar dentro de el.