Partida Rol por web

         - Espero que no tengamos que herir a ningún inocente, pero eso sucede a veces cuando uno emprende acciones bélicas dentro de un ejercito, tratemos de evitarlo sin perder el objetivo, apoyemos a Dalila para drle alguna ventaja frente a su adversario y asi podremos librar de su embrujo al resto de los habitante de este poblado -   Dijo con seguridad y vehemencia Lerna mientras que preparaba de nuevo una flecha en el arco para tratar de eliminar a algún guardia que se les cruzara

Las palabras de Dalila no me agradaban, es verdad que aquellos seres no respondian a su propia voluntad pero matarlos para asegurar nuestra supervivencia era demasiado. Ya habiabtenido suficiente de eso en el coliseo e incluso alli uno estaba de alguna manera en igual condiciones. Aqui era hacer una matabza de inocentes.
Me apreste a rodear el templo e ir detras de dalila

- Venganza, eh... - Dije en voz alta al escuchar a Dalila, comprendiendo ahora lo que ella desea en el fondo. Una venganza tan grande que no la miro preocupada por el hecho de utilizar su propia vida como cebo, incluso si eso llega a significar su muerte. 

Desearia decirle algo, pero las palabras sobrarian de manera grande, puesto que estoy seguro que ella en estos momentos, no le interesa en lo mas minimo nada aparte de su deseo de vengar a sus compañeros caidos. Una persona que quiere venganza guarda sus heridas abiertas... - Dije en voz alta, para prepararme a avanzar de manera sigilosa hacia el templo, esperando que todo salga bien y nadie de nosotros ni de los esclavizados, salgan heridos. 

A pesar de las duras palabras de la mentora, su cara mostraba cierta tristeza cuando miraba hacia y templo y los aldeanos que se alejaban cómo hormigas llevando comida. Sus palabras marcaban venganza, pero su rostro era contradictorio con ellas. Quizás aún había algo no explicado que sucedió en el ataque. Tampoco había dado detalles concretos de los hechos, sino siempre por encima. Poco a poco, tras dejar margen con los aldeanos se dispuso a dar los primeros pasos por el camino hacia el norte.
Sus palabras fueron simples: Vamos!
Colgó su arco en la espalda y dejó la flecha en la carcasa. Sin armarse, empezó a alejarse de vosotros. Sin duda, desconcertante.

Atiendo a la explicación de Dalila, escucho sus ideas y asiento. Observo caras de extrañeza en algún compañero, yo ni me lo planteo, ella da las órdenes y yo ejecuto como buen soldado.

Nos explica que puede ser una trampa. Observo con estudiado gesto a mis compañeros, como Lucius propone acercarnos sigilosamente al tiempo. Lerna muestra sus reticencias a las medidas y prepara el arma. Aestus se va sin más. Lucius anda molesto. Para ser todos soldados, no todos obedecen las órdenes. A algunos les falta disciplina.

Pero ella dice “vamos” y avanza, no necesito más. No me voy a oponer a esto. La veo avanzar sin armas pero yo sí las llevo mientras acecho.

Mientras dejais que Dalila y los aldeanos se alejen por el camino, formais dos grupos de emboscada. Los mas aguerridos toman el camino dificil que es ir por detrás del templo. EL terreno es algo mas escarpado y requiere un poco de escalada. El otro irá bordeando el camino desde la distancia ocultandose entre el bosque pasando inadvertido.

Segun vais llegando a la zona del templo se puede ver que es de estilo griego y dedicado a Hades, el dios del inframundo. Los aldeanos van llegando y depositando las cajas de fruta en la entrada mientras todos se ponen en la entrada en posicion de alabanza sin decir nada en el suelo dejando libre el camino que acaba en la entrada. Van levantando los brazos y bajandolos de forma paulativa, pero muy mecanica. Todo el templo está rodeado de columnas y luego 4 paredes cubren el interior. Desde el acceso principal se puede ver en la penumbra e iluminado por algunos rayos solares un hombre de baja estatura armado en una armadura negra está sentado en un trono de piedra mientras dos mujeres le abanican y una tercera le ofrece uvas desde en cuenco. Él va comiendo paulatinamente como si se tratara del mismo Emperador.

Al ver a Dalila llegar hasta las cercanias del templo, le dice: Vaya, pensaba que no llegarías nunca. Mira lo que he tenido que hacer para matar el tiempo. Esta gente es tan dócil!

Dalila muestra una cara de enfado bastante notable: Deja a esta gente libre! Ellos no te han echo nada! Sacude su brazo derecho en un giro marcando una actitude de intolerabilidad.

El hombre no para de sonreir ante las palabras de la germana. Se podia comprobar que la armadura era del mismo metal que la piedra que encontranteis en el campamento. Ciertas partes de los hombros y un poco del pecho mostraban ligeros daños. la fisonomía de esta daba la sensacion de imitar a una rana.

          En absoluto silencio Lerna hace una seña al resto para que contiuen rodeando al curioso tipo con la armaduro mientras que dialoga con Dalila y ella busca una buena posición para flanquearlo y encontrar la mejor ubicación para disparar le una flecha entre la armadura, de ser posible en la cara, que es lo que mas tiene descubierto e in mediatamente se oculta para no ser un blanco fácil

Siguiendo las instrucciones de Dalila busco la espalda del contrincante y trato de entrar por la puerta de atrás trepando un tramo. Enfundo la espada, asiento a mis compañeros y me agarro con la mano derecha a una roca, mientras con los pies me impulso tratando de alcanzar una piedra que está más alta con la mano izquierda.

-Chicos, voto por un ataque sigiloso y luego ir directos. Esperare agazapado y en cuanto asesteis el primer golpe, me lanzo con todo. ¿Os parece?-

Cain preparó sus armas y se agacho.

Asiento a lo que dice Cain em silencio. Clavo el pilum en el suelo y preparo el arco para el primer ataque. En cuanto vea que Dalila esta lista para atacar lanzaria la primera flecha para distraer al monstruo ese.

Nos dispusimos todos alrededor del templo en posiciones estratégicas, cuando salió ese...ese... cosa.

Tenía como una armadura negra y forma extraña, como de rana o algo así. Ya de por si ese tipo daba grima, y encima se disfrazaba de rana metálica. ¿Y sólo una persona tenía a todo un pueblo sometido?

Dalila hablaba con el y los demás esperábamos una señal para atacar por sorpresa. Y entonces, cuando más segura me sentía de mi misma...

-Aaattchisss!!!- Maldito Aestus... 

El estornudo fue bastante inoportuno y fuerte, con lo que de seguro lo habría oído. Miré al resto, calmada, y les hice un gesto para que no se movieran de sus escondites. Salí de detrás de la casa, dejándome ver y poniéndome al lado de Dalila, un par de pasos por detrás, pero con aguerrido porte.

Incluso puse la lanza a mi lado.

-Ya has oído a la maestra, rey Sapo!!! Libera al pueblo!!! ¿O tienes miedo de dos chicas?- dije al tipo ese esperando que me tomara por la aprendiz de Dalila y que se creyera que estabamos solas.

vaya, vaya, tenemos una chica valiente? Es alumna tuya Dalila?

Da un pequeño salto bajandose del trono y caminando varios pasos hacia delante.

Quieres que libere al pueblo, chica? Con mucho gusto. Ya me estaba cansando de esta parafernalia.

Da un chasquido de dedos, y todos los aldeanos caen como moscas al suelo dejando de rezar, incluso las tres mujeres que lo atendían. Si alguien examinaba los cuerpos, podría ver que sus caras mantenian una expresion congelada. Absortos en algún tipo de estado mental. Sus cuerpos respiraban, pero eran mas vegetales que no propiamente seres humanos.

Parece ser que este es el fin de tus juegos, Zelius. No osaré que tomes la vida de mas gente inocente.

Dalila decidica a entrar en combate tira su arco al suelo y cogen en manos su espada corta. No era una espada comun en el imperio romano, y denotaba su origen extrangero. Bajo sus pies empezais a ver como las piedrecitas empiezan a moverse y elevarse un poco, señal que está concentrando esa energía que llamaba cosmos. La hoja de la espada empieza a mostrar una vibracion.

Dos flechas salen volando desde la parte delantera desde zonas ocultas tras las rocas. Desde la izquierda, la flecha de Lerna pasa rozando la cara del enemigo dejandole una marca en la cara, mientras la flecha que lanza Aestus golpea en la parte lateral del cuello, que no cubría la armadura. Zelius se toca el cuello y nota la herida que tiene mostrando al frente la sangre en su mano. Sin duda sonrie fervorosamente y dice: Has traido mas gallitos? Pensaba que habia matado a todos en el campamento.

De alguna forma deducía la orientacion de donde venian esas flechas. Pero su mirada se mantenía a Dalila, que veia como concentraba energía.

Una vez arriba me oculté detrás de una columna como mejor pude, cuando comenzó la dialéctica entre Dalila y el extraño ser de la armadura, Alisse sin venir a cuento se salta todo tipo de planificación y salta al combate.

Mi primera intención es salir en su ayuda, pero si Dalila había dicho que esperábamos era por algo. Cuando la líder demostró su verdadero poder quedamos impotentes ante él, así que éste sujeto debía ser parecido o peor, así que sigo escondido.

        Tras el primer disparo por sorpresa que había disparado por sorpresa Lerna al tipo con la extraña armadura negra que debío acertar la chica toma un momento el Pillum para lanzarlo por sorpresa, antes de enarbolar la espada y el escudo mientras que avanza, pemitiendo que los otros chicos la alcanzen para continuar avanzando en formación  y se lanza contra el tipo gritando con fuerza, seguridad y voluntad para intimidar le, pero sobre todo para darle confianza al resto y si era posible esperaba que entendieran la idea de la formación:

        - Muerte a todo adversario de la falange romana!!!   La unión de los legionarios es y siempre será victoriosa!!!