Partida Rol por web

-Te propongo un trato. Deja de darnos por culo y te la bajo de internet.

Respondo mientras cruzo la puerta con la linterna en la mano izquierda.

Cuando rebasáis el umbral de la puerta, podéis ver la siguiente criatura, que obscenamente os sonríe, seguro de su victoria y deseando destrozaros de una maldita vez.

El horrible ser se queda examinándoos en medio de la habitación, que por el colorido  papel agrietado y humedo, por los posters y dibujos mohosos que están colgados y por los juguetes que hay alrededor, parece ser el cuarto de una niña, con un televisor antiguo y un gran sillón, eso si en un lado hay un montón de restos humanos  descuartizados,que parecen haber sido medio devorados, como si fueran unos muslitos de pollo que come mientras ve la televisión. El ser os dice:- No nos pongamos bruscos, vosotros habéis sido los que habéis entrado en mi pueblo buscando bronca, no le debéis nada a ese ... tipejo. Devolverme mis cosas, os gratificare lo suficiente y haré posible que os marcheis de mi pueblo ¿Os hace?- Una voz detrás de vosotros que recordaís por haberla escuchado por telefono, nada más ni nada menos que la voz del doctor Muñoz:- ¿Y crees querido que se van a creer tu promesa? Ya has roto varias veces tus palabras y has jugado sucio con ellos. Yo al menos si cumplo lo que prometo.- Es poco más que un cadaver andante, aunque su rostro es bastante hermoso.

Por fin teníamos ante nosotros el rostro de nuestro hostigador. A pesar de que estaba curada de espanto con todo lo vivido, no pude evitar sentir una repulsión enorme al ver aquella masa informe y tuve que reprimir una arcada producto del olor nauseabundo que despedían aquellos miembros, a todas luces humanos, en descomposición. No sabía ante qué nos encontrábamos, pero estaba segura de que no podía ser alguien de este mundo.

A medida que hablaba, el asco y la desesperanza que me envolvían desde que había llegado a aquella apestosa cueva fueron reemplazados por la indignación. ¿Que habíamos irrumpido en su pueblo? ¿Que le habíamos causado problemas? ¿Que no podía seguir viendo su estúpido programa de televisión? A punto estuve de cantarle las cuarenta. Pero otra voz, harto conocida por mí, y si no me equivocaba, por mis compañeros, intervino antes de que algún sonido saliera de mi boca.

Es el doctor! el maldito y repugnante doctor que nos provocó todo esto! Me volví para enfrentarlo y lo que hallé me llenó de asombro y temor. Aquel tipo conservaba el rostro hermoso que yo recordaba de mis sueños. Pero tampoco era humano, o al menos no era un humano vivo. ¿En qué lugar habíamos caído? ¿Y por qué estábamos en el medio de aquella batalla? Antes de que mi cordura tocara fondo, decidí intentar entender qué carajo hacíamos allí.

-Se puede saber qué es toda esta mierda??? Quienes son ustedes? y por qué nos han metido en todo este jodido asunto? Exijo que nos den un buen motivo para no abrir fuego inmediatamente y acabar con los dos de una buena jodida vez!!!-

-No voy a matar a otro niño. Si pretendía usarme para arreglar sus problemas de familia debieran haber buscado un consejero. No se cual es el problema... -Prosigo mientras empujo la puerta con mi espalda.

-...pero no creo que se arregle convirtiendo el pueblo en una demencial casa de muñecas.

Aquel lugar es repugnante y el monstruo que tienen frente a ellos lo es aun más, si cabe. Y encima aparece el doctor en aquel lugar, como un cadáver. Aunque no es de extrañar, todos allí están muertos o son monstruos. Cada vez tiene más claro que no saldrán con vida de ese lugar... ¿Qué tienen que ver ellos con esa lucha que se lleva a cabo entre esos dos hombres? ¿Es que no tienen los huevos de enfrentarse solos sin meter a gente inocente en medio? Abraza el libro contra su pecho y entonces lo recuerda...

-Ese es... el monstruo sin nombre del libro...

Recuerda la foto, la muñeca, el bisturí...

-Y la niña del cuento es la hija del doctor... ¿No encontraste un nombre decente, la niña se escapó y te comiste a todo el pueblo?

El ser horrendo se lleva sus manazas al estomago y empieza a reírse aunque mira con aire animal a Rachel, parece que lo que ha comentado de la niña no le ha gustado:- jajaja Ohhh dioses que miedo me dan vuestras pistolitas, pero creo que aquí alguien no ha contado toda la verdad y no creo que haya sido yo precisamente- Mira con socarronería al doctor, aunque ahora que le veis mejor el rostro al monstruo os dais cuenta de que al menos en la cara tienen los rasgos parecidos, demasiado parecidos, el gordo y el flaco en una versión horrenda. Aunque antes dice con burlesca cortesía- Aunque no me he presentado, me llamo Eduardo Muñoz y soy doctor. ¿ Y tú estirado? Preséntate también.

El otro hombre aunque flaco y maltrecho no le dedica ni siquiera una mirada de desprecio a su rival y os dice:- Soy el dr. Eduardo Muñoz y habéis hablado conmigo en sueños y por teléfono. Yo soy el que os llame para que me ayudarais a cambio de que os ayude a vosotros... Lo siento, pero si hubiese dicho toda la verdad no habríais aceptado.-

El enorme ser se agita con espasmos de risa unida a un gran desprecio de su adversario y comenta:-  Así es, nunca te manchastes las manos, yo siempre he sido quien actúa y mira un hermoso pueblo que está siendo prospero por mí, podéis decir que es mi casa de muñecas, pero es una casa de muñecas eficiente y hermosa.- Os mira fijamente:- Ya veis os ha engañado, aunque seguramente os pague por el servicio prestado, ¿De que ha servido? tres de vosotros habéis muerto, sino fuera porque estáis aqui, muchísimas personas del pueblo seguirían vivas, habéis trastocado todo, fisgoneando, cogiendo lo que no es vuestro...-

El flaco le interrumpe diciendo:- Si los efectos de Samantha, a la que no quieres reconocer que sigues echando de menos, mientras te escondes en tu pútrido exilio, mientras te crees el amo y señor del lugar, te has escondido bien, pero pronto algún ser del exterior sabrá de tu existencia y nos destruirá a los dos, es hora de que termine esto...-  

El enorme monstruo grita mientras las paredes tiemblan, en el suelo empiezan a formarse criaturas, que reconocéis a vuestro pesar, un niño de color que apenas puede sostener un rifle que mira con ojos implorantes a Cole, un viejo vestido con harapos de dientes metalicos y un sexo enorme que parece serpentear en sus pantalones y una figura cuadriculada de un ejecutivo que Tiffany recuerda como uno de sus compañeros más insufribles...

Instintivamente me arrojo contra el niño con la esperanza de poder arrebatarle el arma antes de verme obligado a matarlo otra vez. [1] Me apoyo en la linterna para forzar la presa y se me saltan las lagrimas al oír el siniestro crujido del hueso. Lo siento por el chaval pero al menos esta vez no he tenido que matarlo. Intento apartarlo de un empujón para poder aprovechar la potencia del arma soviética a favor de mis compañeras.

Mira al viejo vestido de harapos. Le conoce... sabe muy bien quien y que es pues la ha estado siempre acosando a la mínima oportunidad... le mira sin ningún miedo a pesar de lo que le hizo antes de ir al museo y de lo que pasó después, con su asqueroso veneno corriendo por su interior.

Le sorprende la reacción de Cole, tan alocada e irresponsable... que pasa si no le llega a salir bien la jugada? Es que se ha vuelto loco? Pero no puede despistarse, si lo hace, seguro que le viejo se aprovecha para hacer cosas que no debería hacer.

-Nos habéis metido en esto por vuestras estúpidas rencillas familiares!? O lo que sea que seáis! Los dos sois iguales...

La enorme criatura se rie ante el comentario de Rachel y le dice:-  Tus juicios no me interesan, en realidad tu viejo amigo ha decidido unirse a mi para atormentarte, en verdad te quiere mucho... Aunque una puta de tu talla, no me duraría una siesta por supuesto.- El doctor detrás vuestro os dice:- Hacedme caso si queréis sobrevivir es vuestra única esperanza... Utilizar los objetos como talismán, rápido...- Todo es tan burtoniano, el suelo donde pisais no parece estable y extrañas elipses se forman en las paredes, mientras que Cole le quita el arma al niño que rompe a llora, cuando le quitan su arma lo único que le protegía y dice en un ingles con un marcado acento:- ¡Yo no quiero luchar, quiero vivir!- En tanto que intenta a abrazar a Cole. Rachel es encarada por el anciano monstruo que avanza unos pasos diciendo:- Este el el final niña, te absorberé y serás mía para siempre....- Para Tiffany es aún peor la criatura se abalanza y le empieza a apretar, como siga asi le destrozara los huesos, mientras que el doctor Muñoz monstruoso se ríe de vuestros padecimientos...

Allí estaba. El muy maldito de Petersen había logrado seguirme hasta allí. A lo que podía llegar el bastardo para conseguir mi puesto, algo que no podía permitir. Estaba por abalanzarme contra él pero el gusano fue más rápido. En un abrir y cerrar de ojos lo tenía encima mío, apretando mis huesos con una fuerza que no creí capaz en un ser humano, haciéndolos crijir y provocándome un dolor atroz. Claro que para ese entonces, no parecía un ser humano.

-¡¡¡¡Aaaaaarrrrrrrrrggggghhhhhhh!!! ¡¡¡mal nacido, hijo de puta, súeltame!!! ¡¡¡aaaaarrrrgggghhhhhh!!!- mientras intentaba resistir el dolor, las palabras del doctor-cadaver llegaron hasta mí. No sabía ya quién estaba de nuestro lado y quién en nuestra contra, pero tenía que intentarlo o dentro de poco no me quedaría aliento para poder hacerlo.

Revolviéndome del abrazo mortal, intenté meter la mano en el bolsillo donde había guardado el espejo. Si lograba apoyarlo contra su piel, seguramente lo debilitaría. Eso siempre y cuando el doctor no hubiera vuelto a mentir. Realmente, si lograba salir de esta, ese tío me iba a escuchar.

Cita:

-Yo te protegeré, toma esto y escóndete. -Respondo tendiéndole la foto que extraigo bajo mi chaqueta.

-Rach. Ayuda a Tiffany! -Indico mientras disparo una corta ráfaga [1] contra el priapico monstruo que acosa a la pelirroja. Los disparos se pierden lejos del monstruo pero confió haber atraído su atención.

Rachel se distrae un segundo, lo que necesita el viejo monstruoso que ha estado acosándola desde que tenía uso de razón, se acerca rapidamente y con una de sus garra la levanta del suelo agarrándola por el cuello mientras con la otra intenta quitarle los pantalones, en tanto que pregunta con un tono de voz baboso y burlón:- ¿Un último polvo por los viejos tiempos ehhh?-

Cole le da la foto al chico y este le mira interrogante, pero ahora tiene mejores cosas que hacer como ayudar a Tiffany con su enemigo, sus disparos no pueden ser más errados, golpeando en el techo de la cueva, eso si su instinto le hace esquivar al chico que se abalanza sobre él, cuando levanta su cara del suelo ves la cara del Dr Muñoz... Obviamente era una de sus emanaciones y le has dado la foto que te servía de protección. Notas como la pared se empieza a hacer más pequeña...

Tiffany consigue sacar el espejo, al rozar la piel del adefesio que le ataca, este empieza a quebrarse en pedazos, quizás al utilizarlo como una cruz ha provocado ese efecto, quizás si se las diera como Cole hubiera sufrido su ataque. En tanto los dos "doctores" parecen mirarse fijamente, nada más, pero algo extraño pasa a su alrededor,  notáis como el aire crepita y el suelo cruje en sus cercanías...

Está funcionando!!! el tío no nos mintió! Al parecer, por primera vez desde que recordaba, Muñoz nos había dicho una verdad tangible, aplicable y que nos servía para salvarnos. Seguí apoyando el espejo sobre Petersen, o lo que quedaba de él hasta que pude liberarme y vi que tanto Rachel como Cole estaban en verdaderos apuros. ¿Qué podía hacer? ¿A cual intentar salvar?

Rachel contaba con un talismán en su poder. Sin embargo, la chica se encontraba casi indefensa, siendo sometida por ese monstruo lujurioso mientras que Cole era un soldado y no vendería barata su piel. Sin pensarlo más, me decidí.

-Déjala en paz, monstruo asqueroso!!!- me acerqué por la espalda de aquel tipo y le apoyé el espejo con todas mis fuerzas, ejerciendo presión para que no pudiera soltarse por más que se removiera como un pez en el anzuelo. Déjala ya... tengo que ir a por Cole!!!

-Hijo de puta. -Farfullo casi apoyando el cañón en el rostro de la criatura y apretando el gatillo.

Recupero la foto y utilizo el canto del marco para golpear la nuca del desfigurado goblin tal y como e visto hacer a la ya no tan gélida ejecutiva. Con la foto de nuevo en chaqueta me encaro contra nuestro ultimo adversario.

El golpe del fusil de Cole le revienta la cara a la pequeña criatura, haciendo que se deshaga en una masa pringosa que se queda en el suelo, pero a pesar de lo que pensaba Cole, es imposible recuperar la foto, es como si la hubiese disuelto. Puede que eso suceda con todos los objetos que reciban, pero este pensamiento se aparta cuando los cables salen de la pared e intentan capturarlo, pero Cole se aparta apoyándose en su pierna mala haciendo que tenga que gritar, eso si a salvo por ahora de los cables.

El monstruo que tiene a Rachel capturada se gira con la rapidez del rayo mientras sujeta con la otra a Rachel, pero su garra toca el espejo y empieza a humear, por lo que grita al doctor monstruoso:- Maldito cabrón, tus cachivaches actúan como si fuera un puto vampiro...- Pero no es como las otras criaturas, tendréis que reducirlo peleando, mientras los doctores siguen su particular lucha.

Suelto el fusil y dejo que la correa lo tercie a mi espalda mientras saco la P9. Camino asta que la distancia se acorta lo bastante para arriesgarme a disparar sin temor a herir a mis compañeras. A unos dos metros tiro del gatillo cuando mi pie izquierdo toca el suelo, y repito la operación con el derecho. Casi a bocajarro levanto el arma dispuesto a rematar la faena con un tercer disparo a la cabeza.

A pesar de estar apresada por su asquerosa mano, trata de coger el bisturí para rebanarle lo que más le duele al saber que esas cosas actúan como talismanes. Intenta estirar el brazo para cortarle el enorme miembro serpenteante antes de que pueda hacer nada con él... además, Tiffany la está ayudando así que tienen dos objetos atacando a ese monstruo asqueroso que lleva acosándola desde que tiene uso de razón... vamos, que más pederasta y no nace el bicho ese...

Quizá las cosas no estén del todo perdidas para ellos y es posible que puedan volver de una pieza a su casa, aunque no a su vida anterior... nada de lo que ha pasado ahí podía borrarse de su mente.

No tenía nada que me sirviera como arma contra ese malnacido, más allá del espejo que usaba como talismán. Sin embargo, Cole y Rachel, cada uno desde donde podía, se encargaban de hacerle daño para reducirlo. Como quería acabar con ello cuanto antes, comencé a patearlo, sin dejar de presionar el espejo contra su cuerpo. Aunque el tipo se resistía, mi tenacidad iba en aumento. Solo nos quedaba ese. Ese monstruo y la pesadilla tocaría su fin. Teníamos que lograrlo.

Cole dispara dos veces contra el enemigo de Rachel, sus disparos son precisos y y golpean el cuerpo con huesos metálicos del viejo monstruo que da gruñidos de dolor ante los tiros, pero no deja de apretar a Rachel, mientras su miembro se estira para romper las bragas de la mujer y violarla ahí mismo. Pero Rachel no se amilana sacando fuerzas de la flaqueza, coge  el bisturí y de un buen golpe le corta el miembro que cae al suelo como una vieja serpiente que da sus últimos coletazos, el viejo le mira sorprendida y la suelta mientras se aprieta la zona afectada chillando de dolor, pero el contacto con el espejo y con el bisturí ha sido demasiado, la criatura empieza a desaparecer como un papel encendido, mientras aúlla de dolor.

En tanto el suelo se agrieta y hace que la pierna de Cole quede encerrada dentro, pronto suena un doloroso chasquido, cuando es completamente aplastada por la fuerza del suelo. Aunque solo quede el monstruo, no está completamente destruido, sigue enfrentándose al flaco doctor, aunque su oronda cara está llena de pus y sudor notando como pierde la batalla... Solo le falta el empujón final.