Partida Rol por web

Humm… Bueno, quedaros a negociar si queréis. Yo voy a echar un vistazo a la biblioteca, a ver si descubro algo de esas minas.

Galid abandona la tienda del enano, y dirige sus pasos rápidamente a la biblioteca de la ciudad.

Haciendo uso de la biblioteca de Overlook encontráis alguna referencia perdida entre otras notas e historias familiares, hace tiempo que se dieron las minas por perdidas y la información tiene decadas de antiguedad, pero basandose en ella calculáis unos cuatro días de marcha al sur desde el último punto de comercio. Al parecer es lo que tardaban las caravanas en abastecerse desde el último punto de suministros que aún conserva tal fin para otras rutas comerciales.

No obstante, la ruta precisa y la ubicación exacta de las minas es un misterio y habréis de buscarlas en el desierto. Por fortuna el viejo pergamino suministrado por Ironfell acota mucho la búsqueda y coincide en señalar una ubicación en la zona de la que hablan los viejos escritos de la biblioteca.

Las minas en tiempos fueron explotadas por los enanos para satisfacción del clan Ironfell, no hayais mención de que tipo de acontecimiento hizo que dejaran de explotarse, si las vetas se extinguieron, si fue a causa de los ataques gnolls. Tan solo os queda especular sobre ello. Sin duda algo hubo de pasar, pues si las vetas de oro seguian fluyendo el dorado mineral dudais mucho que los enanos dejaran de extraerlo.

No parecía que las bibliotecas fueran a arrojar ninguna luz al asunto de los enanos, con lo que solo quedaba partir para verlo en primera persona. 

En la opinión de Neblin, el lugar estaría infestado de criaturas monstruosas, gnolls, trolls y cosas peores ... y a ellos les tocaría limpiar toda esa marabunta de seres malhumorados para al final recibir unos golpecitos en la espalda.

El mediano buscó algo de ropas ligeras para taparse del sol del desiertos y de tonos claros ... atrás dejaría su sombrero de pluma para sustituirlo por el típico turban que salia en las historias del sur.

Morgran se preparaba para el viaje entre oración en el templo, ejercicio físico para mantener el cuerpo en forma y visitas a distintos grupos de enanos de la ciudad por si alguno sabía algo que les pudiera venir bien en su misión.

Partís a la mañana siguiente al alba, viajáis en compañía, varios enanos viajan con sus mercancías. Vosotros os aprovecháis de su conocimiento de los caminos y ellos de la disuasión que vuestras armas y armaduras suponen para bandidos y otros inconvenientes. Ambos cumplís vuestra parte, no faltan buenas y alegres posadas y no ocurren percances por el camino ni de día ni en las guardias que hacéis de noche.

Al cabo de los días a la caravana se unen humanos, pero en tan solo cuatro días de camino llegáis al puesto comercial de Oleg, último puesto de abastecimiento, más al sur tan solo queda desierto y algún que otro asentamiento perdido en torno a los oasis.

Os despedís efusivamente de los enanos aún maravillados por vuestra cesta de provisiones mágica mientras rechazáis sus proposiciones de continuar viaje al este.

Neblin se despide efusivamente de los enanos con los cuales han viajado.

-Pues eran simpáticos.- Dice con una sonrisa de oreja a oreja. -Aunque creo que voy a estar encontrando pelos de barba en mis pertenencias durante semanas ... -

Descuidadamente se da cuenta que en sus manos, correteando entre sus dedos, hay una pequeña baratija metálica con un símbolo parecido a un yunque. -Oh, vaya, olvidé devolvérselo cuando se le cayó a Turgrim.-

-Bueno ... las guardaré con las cosas de Lóni, Dirrnyg, Nár y Fundin.-

-Seguro que después las echan den falta, si es que ... esos enanos descuidados.-

Mialee se despide de los enanos y repaso su equipo antes de continuar. Se sonríe por los comentarios de Neblin, a pesar de su cambio de aspecto sigue siendo un ladronzuelo.

- Esperemos que el lugar no diste mucho de la indicaciónm del mapa, en un desierto podríamos pasar años y no encontrar nada.

Confiemos en Kord y en tu pericia para encontrarlo, compañera - parece que esta misión tenía a Morgran animoso y de buen humor. Era evidente que prefería enfrentarse a los peligros del desierto y de lo desconocido antes que al Plano de la Sombra.

Galid se despide de los enanos sin demasiado entusiasmo. No es que hubiese socializado demasiado con ellos durante el viaje, se había preocupado más de estudiar los nuevos rituales adquiridos.

Bueno, a partir de aquí dependemos únicamente de nosotros mismos. Será mejor tomar ciertas precauciones. Justo antes de partir realizaré un par de rituales.

-Oh!-

-Quierouncamelloquierouncamelloquierouncamello!- Dice Neblin en una retalia de palabras increiblemente rapida.

-Lo que voy a fardar cuando vuelva a mi pueblo y les cuente que he ido en camello.-

El paladin miro al extraño ser y pregunto a sus compañeros

Y esta cosa se puede montar? Por que son mejores que los caballos?

- Había escuchado que son los caballos del desierto y que son mejores en estos entornos porque necesitan menos comida y agua - responde Mialee

-Bueno, en realidad supongo que es mas bien un dromedario ... a menudo confundido con el camello bactriano. Pero en realidad son de climas distintos ... el bactriano tiene dos jorobas y es mas peludo.- Neblin hablaba casi absorto, como si recitara la conversación escuchada en otro lugar.

Mira a Madmartigan y sonríe. -Mas del este, si me entiendes.-

-En todo caso los dromedarios se han usado a lo largo de la historia tanto como monturas de viaje, de carga y militares.-

-Existe pues el rumor o leyenda de que en realidad los caballos están atemorizados de los dromedarios y por ende los ejércitos del desierto usaban escuadrones de dromedarios contra sus vecinos con caballería estandar de forma muy efectiva.-

Le hace un guiño a Mialee. -Como dices, aguantan mejor en el desierto ... son capaces de acumular agua y grasa en sus jorobas, que van empequeñeciendo a medida que pasan los días.-

-Ademas ... tienen bastante mal humor si no se los trata bien y son bien capaces de lanzar por los aires a un humano adulto con un solo mordisco.-

Vuelve a sonreír hacia Madmartigan.

-¡Pero tranquilo, tu eres mas feo que ellos, así que no creo que se atrevan a morderte!-

Neblin se sube con agilidad a la silla de su montura que al pesar poco parece ignorarle. Galid lo hace con algo más de trabajo tras entonar las palabras rituales que hacen que dejéis de transpirar debido al calor. Sin duda será util también de madrugada cuando haga frio de verdad. Mialee habla en voz baja con su montura y tras unos minutos consigue que se agache para subirse cómodamente a la silla. Morgran parece echar chispas por los ojos cuando cada vez que trata de subirse a la bestia esta se gira alejándose de él. El de Madmartigan está a punto de morderle la nariz, a lo que el dracónido responde con un sonoro puñetazo en la de su montura que la hace recular un paso. Sin duda sus días de barbaro están ahí a flor de piel.

Emprendéis la marcha de noche siguiendo los consejos de los locales y al rato véis como sale el sol a vuestra izquierda. Cuando cobra cierta altura hacéis un alto para montar la tienda que os han dado junto a los cinco camellos, gesto que sin duda os hace reflexionar que quizás podríais haber regateado algo más por estas bestias malhumoradas. Al cabo de unas horas cuando el sol está descendiendo continuáis camino dejando que el astro se oculte a vuestra derecha e incluso apurando unas horas más agradecidas las monturas por la bajada de la temperatura.

Al final fruto de la falta de luz a parte de la que proporciona el mago decidís hacer un alto y volver a montar la tienda no sin antes poneros la ropa de abrigo.

El paladin barbaro estaba derrotado, el baiben del camello habia hecho mella en su posadera y en la ingle, no habia pasado tan mal desde que se monto en aquel barco para cruzar el gran lago.

De noche se acerco a la criatura para entablar una relaccion amistosa, pues ya habia empezado mal, mientras contemplaba el mar de estrella que tenia encima de ellos.

Mialee agradece el ritual porque no está segura de poder resistir las altas temperaturas el mediodía y las frías de la noche hubnieran sido un indordio. Los preparativos habían sido justos, de hecho ni si quiera habían pensado en la tienda y ahora estaba el tema de la comida....seguro que Neblin podía alimentarles a ellos con su saco mágico pero ¿los camellos?

Neblin estaba encantado con los dromedarios, se notaba por la ancha sonrisa que iba de oreja a oreja y no desaparecía de su rostro en todo el día. Por si fuera poco, su indumentaria al estilo "mil y una noches) le daba un aspecto de lo mas curioso.

El pícaro estaba tan afanoso que incluso cuando el animal soltaba un enorme cuesco que le hacia temblar las orejas no podía evitar soltar una enorme carcajada y darle una manzanita de premio.

-Este ultimo ha sido majestuoso.- Decía entre carcajadas.

Durante el descanso el pequeño hombrecillo no paraba quieto. Hablando con sus compañeros o yendo a ver su montura para acicalarla, acariciarla y mostrarle todo su cariño. Parecía un niño en un circo.