Partida Rol por web

Secretum Laviana

PARS PRIMA - Por caminos de mal terminar.

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25/10/2016, 23:52
Sixto de Salamanca

Se empeñaba el tal Randa en preguntar por libros, los cuáles no cabíame duda que jamás había leído. Su modo de hablar despertó el mío recelo, mas no hube de mostrar sino calma al dar respuesta a sus palabras, cargadas de una ignorancia de la que sin duda no era culpable. Sólo húbeme de preguntar cómo sabría qué andaba cargando yo en la bolsa, y aquello no me gustó en demasía.

- Mucho interés tenedes en lo que non est vuestro. - dije, ya cansado de sus continuas insinuaciones - De nada valdría echar a las brasas el pergamino, pues arde este con fuerza, mas por poco tiempo. Et tal cosa suponiendo que lograréis prender llama, cosa que non paresce que haya de ocurrir hoy.

Entonces rebusqué de nuevo, tomando uno de los frascos de barro que guardaba en el interior de la bolsa, y, haciendo una montaña con los restos de madera que habíamos logrado juntar, arrojé el mismo contra los leños, dejando que quebrase , y así encendiese las llamas donde los demás las daban por perdidas.

- Ha de ser la scientia la que solvente aquesto, non pudiendo las manos de los omnes simples. - sentencié, y de paso lancé una mirada de advertencia al Randa: no sólo los maderos podían arder.

 

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26/10/2016, 00:39
Sixto de Salamanca

Tras encender las llamas, acerquéme a Pelayo, hablando con él en privado.

- Non confío en aquestos truhanes. Mexor será que hagamos guardia nosotros también, mas non para protexernos de encantos, sino de malas manos y lenguas venenosas.

Costaríame en gordo el no dormir, mas ya no me fiaba de nadie.

Notas de juego

Entiendo que tengo aún los libros y demás, ¿correcto?

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26/10/2016, 00:40
Sixto de Salamanca
Sólo para el director

Tras tales disquisiciones, apartéme un poco del resto, aprovechando aún el calor generado por las llamas, y allí revisé mis frascos y componentes. No habría de costarme un gran esfuerzo elaborar un veneno que acabara con el inconveniente que suponía aquella compaña llena de malas yerbas y gente de mal vivir, que no tendrían otro fin en este viaje que el entorpecernos. Mostrábanse a la par amenazantes e inútiles, incapaces incluso de encender un simple fuego, y al tiempo demasiado curiosos de lo ajeno como para poder confiar en ellos.

Notas de juego

Revisando en el manual parece que todos los venenos de origen mineral son letales. He puesto la vista en el arsénico, que no debería ser muy complicado de elaborar. Por el momento reviso mis pertenencias, las pongo a buen recaudo, y procuro tener a mano el vial de Sangre de Dragón que me queda.

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26/10/2016, 01:05
Narrator

Notas de juego

-Tienes los libros y todas tus pertenencias, correcto. Cuento con que cada dos por tres estarás pendiente de revisar que siga todo donde tiene que estar, sobre todo del Liber Essentiorum.

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26/10/2016, 01:20
Sixto de Salamanca
Sólo para el director

Entonces caí en la cuenta de que tal vez mi ciencia hallare también la respuesta a la cuestión que atenazaba aquel lugar. ¿Quizá un maleficio pasado? Si era así, bien pudiere quedar una señal de él, que mi alma, empoderada con la fuerza de la alquimia, habría de poder reconocer. Aferré el mineral, interpretando una suave letanía que ayudase a canalizar aquel poder, mientras cerraba los ojos y concentraba mi espíritu en aquella tarea.

- Concoctio sapientiae, illuminare spiritum meum.

Formulé el cántico, mas sentí que algo no iba bien del todo...

- Tiradas (4)

Notas de juego

He caído en que la Piedra de Sapiencia me da una cierta "percepción mágica", así que he pensado que puede ser buena idea activarla, para saber si en el lugar hay algún maleficio. De paso me sirve por si la cosa "se lía".

Tiro tres veces la activación. La primera tirada es una pifia (he vuelto a tirar creyendo que no, pero acabo de caer en que sí ¬¬), así que ya me dirás el efecto que tiene. Eventualmente, volvería a tirar hasta conseguirlo (si mi fallo no deriva en catástrofe, como es de prever).

Por cierto, no me comentaste nada del Conocimiento Mágico (capaz seré de haber fallado xD).

Nótese que no hago nada por ocultar el hecho de que lanzo el hechizo.

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26/10/2016, 01:39
Narrator

Notas de juego

-Es una pifia, y como bien dices, deriva en catástrofe: La Pifia invierte el efecto del hechizo, por lo que aplicas un -50% a la IRR (lo que reduce en consecuencia los PC), así como un -25% a las tiradas de C. Mágico. La duración de este efecto negativo es igual a la que tendría el conjuro normalmente, y hasta que no pase el efecto no podrás volver a lanzarlo (quedarían anuladas las dos siguientes tiradas de lanzamiento de hechizo). Tomo para tal duración la tirada que ya has dejado hecha. Cuando pase el efecto te aviso.

-De todas formas, para evitar todo esto, puedes hacer una tirada de RR para "resistirte" a semejante efecto negativo. Si tienes éxito, sólo pierdes los PC gastados en la tirada (y los de la siguiente, también fallida). Se activaría entonces el hechizo con normalidad en la tercera tirada.

-Sobre el C. Mágico que comentas, si superas la tirada de RR y consigues activar la piedra de sapiencia, puede que te diga algo nuevo ;). De no ser así, no sabes más de lo ya comentado: Los restos de carbón, incienso, plumas y sangre evidencian algún tipo de ritual, podría tratarse paganismo, pero poco más puedes saber.

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26/10/2016, 02:11
Narrator

Parecía aquel lugar ser propicio para grandes hechos, pues tras el cuasi milagro propiciado por Don Pelayo, se sucedió el portento que de seguido hubo de brindar el erudito salamantino. Rebuscó éste en su intrigante bolsa hasta que dio con lo que buscaba; un frasquito de barro que agitó enérgicamente y que, tras quebrarlo contra las hojas y ramas ya dispuestas, estalló en espontánea llamarada para asombro de los allí presentes. Asombro para todos menos para el caballero alcantarino, claro, quién andaba ya acostumbrado a los extensos conocimientos y las múltiples genialidades de tan insigne personaje: el docto, erudito, y alquimista hombre de "ciencia".

Y ya con el fuego encendido, y los cuerpos comenzando a reconfortarse, fue cayendo la noche sobre aquellos montes asturianos donde la compaña, fatigada por tan desafortunado viaje, agradecía un poco de descanso y sosiego...

 

 

...El viento gélido e inquietante silbaba a través de los huecos de la ermita y hacía temblar la hoguera del campamento. El movimiento vacilante de las llamas proyectaba monstruosas sombras negras sobre las ruinosas paredes. Los viajeros estaban sentados alrededor del fuego, algunos compartiendo, por cortesía de Inaciu, la última ración de sidra de la noche que escanciaban de una bota de piel de cabra. Blanca, la hermosa y parca en palabras mujer, afilaba con esmero uno de sus cuchillos mientras el viejo alquimista acariciaba una extraña piedra al tiempo recitaba salmos en lo que parecía ser latín. El resto, cansados por la agotadora marcha, estaban sentados en silencio, mirando fijamente el fuego y bostezando. No tardarían en echarse a dormir, envueltos en sus pesados mantos para protegerse de la malsana brisa y la húmeda llovizna. Se acostarían con la cabeza apoyada en los petates, formando un círculo en torno a la chispeante hoguera, mientras uno de ellos, Lázaro el primero, permanecería de guardia preparado para cualquier contingencia. 

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26/10/2016, 02:23
Sixto de Salamanca
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Notas de juego

Dejo la tirada de RR hecha...

Estuvo cerca xD.

Pues nada, el mago inutilizado hasta nueva orden.

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26/10/2016, 11:48
Lázaro "el Randa"

Cálmese, hombre -húbele de decir a Sixto, viendo que se tornaba desamistoso conmigo-. Que si hubiera querido robarle los libros, o lo que allí adentro del morral tuviere, ya lo habría hecho -dí un par de toquecitos al arco, que estaba ya preparado para dar la guardia-

 

... Pero no se agrie vos como este tiempo, tan sólo intentemos pasar la noche lo mejor posible... si es se puede -miré por un agujero del techo del templo y comprobé que las nubes segúian haciendo de las suyas, enviándonos aguacero para limpiar, tal vez, nuestros pecados.

 

* * *

Y fue el momento en que, tras haber compartido el fuego unos instantes, en que dispúseme a levantarme, para otear la mejor esquina del templo donde poder advertir lo que allá sucediera, si es que sucediera algo. Y yo mismo pensaba que si alguien se dirigía hacia nuestro refugio no tenía que ser sino un inútil de las guías o un loco desamparado y proscrito. ¿Quién sino vendría a tal ruina? Lo más seguro es que mi arco descansara de nuevo esa noche: y al día siguiente me propuse practicar contra un árbol, pues esta cuestión me tenían demasiado en seco en puntería desde los últimos días...

Notas de juego

¿Tiro algo para vigilar en la guardia?

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26/10/2016, 11:56
Narrator

Notas de juego

Lázaro: no es necesario. Ya hago yo la tirada cuando sea el momento.

El resto: Podéis actuar libremente (aunque no os enrolléis demasiado, recordad que estáis muertos de cansancio ;)).
Cuando durmáis todos actualizo, así que dejad constancia en vuestros post cuando os dejáis llevar por el sueño...

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26/10/2016, 14:56
Blanca

Pegué un respingo cuando el viejo tiró aquello a los maderos y logró fazer fuego, sin duda aqueste era el mayor milagro que una podía esperar. Me incorporé y escuché la discusión entre el randa y el viejo, no presté mucha atención. Me saqué las botas y las puse a secar y acerqué mis pies a la hoguera. En verdad era algo agradable sentir el calorcito en los pies desnudos, jugueteaba con los dedos de los pies mientras me puse a afilar otro cuchillo, y así pasó un rato. Cuando ví que el sueño me vencía me acurruqué al lado de aquél que estuviese tumbado a mi lado y busqué su calor.

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27/10/2016, 17:50
Pelayo de Arango

El fuego de salmantino no pillome por sorpresa, pues eso y et no otra cosa esperaba del. Al momento acerqueme a recibir el gustoso calor de la foguera que se habia creado de la nada.

Yo haré tambien guardia, por supuesto - dije a todos para que me escucharan. -Si vos parece bien, Randa, despertadme cuando os vença el sueño et lo mismo haré yo con el siguiente voluntario. Intentemos mantener vivo el fuego e ir acercando la madera mojada que vayamos encontrando para que se vaya secando con el calor del fuego-

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27/10/2016, 17:53
Pelayo de Arango

 Non confío en aquestos truhanes. Mexor será que hagamos guardia nosotros también, mas non para protexernos de encantos, sino de malas manos y lenguas venenosas.

Comparto tus sospechas, Sixto. Non les quitare ojo. Mas mucho me temo que deberemos correr algún riesgo pues non podremos mantenernos los dos despiertos. Non creo que vayan a facernos algo aqui en este templo tan remoto y con el aguacero que nos rodea. Nos necesitan, al igual que nos les necesitamos a ellos.  

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27/10/2016, 19:31
Sixto de Salamanca

Contemplé a aquel Randa con gesto desconfiado. Quizá excesivo celo había puesto yo en sus comentarios, mas algo me decía que no era en verdad de fiar. Claro que, ¿quién lo era en un lugar como aquel? Demasiadas cuestiones por zanjar, mientras la noche se acercaba, y yo sentía el cansancio cada vez más pegado a mis huesos.

- Non ha nescesidad de andar entre advertencias, pues todos hemos que ganar con el buen puerto d'aqueste viaxe. - dije en respuesta a sus palabras, aunque no me cupo duda de que podría haberme robado, si hubiese querido. Alguna virtud debía tener aquel desharrapado, y claro estaba que no era tal ni la belleza ni la amabilidad.

- Descansemos, pues. - dije al fin, acercando, eso sí, alguna ración seca al fuego, para así calentarla antes de comerla, y calmar un poco el frío que atenazaba mi cuerpo.

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27/10/2016, 19:34
Sixto de Salamanca

Cita:

Comparto tus sospechas, Sixto. Non les quitare ojo. Mas mucho me temo que deberemos correr algún riesgo pues non podremos mantenernos los dos despiertos. Non creo que vayan a facernos algo aqui en este templo tan remoto y con el aguacero que nos rodea. Nos necesitan, al igual que nos les necesitamos a ellos. 

- Por el momento, non habemos alternativa, mi señor. Claro está que habremos de confiar en que sus almas non sean tan negras como los suyos rostros. Mas algo habrá de idearse...

Notas de juego

Voy a convenir en descansar por el momento, eso sí, durmiendo encima de mis pertenencias, por si acaso xD.

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28/10/2016, 14:30
Inaciu

Acabada ya la última botella de sidra, Inaciu arrebujó con un grueso manto su generoso cuerpo bien cerca del fuego.

-Bones nueches, pa quien les tenga. -dijo con no disimulada antipatía.

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28/10/2016, 18:04
Nela "La Roxa"

Anque nun yera la primer vegada que vía facer fueu d'aquella manera tan milagrosa, pos yá lo viera facer a Xamín nun par d'ocasiones, nun podía más que dexame maraviada esa facilidá pa crear algo tan valiosu, sobremanera pa nós nesos momentos, de la nada. Yera prestosu sentir por fin algo calor nel cuerpu.

Acerqué'l cobertor un pocu al fueu por que se fora ensugando(1), lo mesmo que fixi colos mios pies cubiertos por unes alpargates tan moyaes que nun creía poder salvame d'un bon catarru los próximos díes.

Mientres entraba en calor d'aquella manera, escuché l'encruz(2) de palabres ente'l sabiu y el Lázaro; los mieos y rocees(3) d'unu y l'atrevencia y la osadía del otru. Mas toa aquella conversación nun yera de la mio incumbencia asina que acurruqueme nel suelu fecha un duviellu(4), buscando'l calor del mio propiu cuerpu, pa intentar dormir un pocu, algo que llevaba díes ensin consiguir. A lo menos esperaba que los malos suaños nun allegaren a mi esa nueche.

Notas de juego

(1) Ensugando → secando.

(2) Encruz → cruce.

(3) Rocees → recelos.

(4) Duviellu → ovillo.

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28/10/2016, 18:08
Narrator

La negra y pesada cortina de la noche fue cayendo sobre los viajeros apiñados en derredor del crepitante fuego y, reconfortados por el calor que brindaba éste, no tardó el primero en caer rendido para así sumergirse en un profundo sueño fruto del cansancio y el agotamiento. Tras él, cayó otro, y luego otro, hasta que el único que quedó despierto fue Lázaro en cansada y solitaria vigilia.

Notas de juego

Todos, excepto Lázaro, estáis dormidos. Os actualizo cuando despertéis.

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28/10/2016, 18:11
Narrator

Ya todos dormían, o al menos eso parecía. Extraña compaña aquella, pensaste al mirar uno tras otro los rostros tumbados a los que, la temblorosa luz de la hoguera, parecía querer dotar de un aspecto inquietantemente cadavérico. El turno de guardia se presenta aburrido en esa noche que, cada vez más fría y oscura, te obligaba a alimentar el fuego regularmente con algunas ramitas y hojas medio secas que ibas recolectando en tus paseos de allá para acá.

Y en esas estabas cuando algo te sobresaltó. Conocías aquella sensación. Tu instinto no te fallaba. Era tu sexto sentido. La piel de tu nuca se erizó cuando lo sentiste y diste inconscientemente un respingo. Todos tus sentidos se pusieron alerta. Alguien, o algo, te observaba. Tus ojos, deslumbrados por el fuego, escudriñaron la noche y, aún para cuando se adaptaron nuevamente a la oscuridad, no encontraron nada.

Pero ahí fuera había o algo. Estabas completamente seguro de eso...

- Tiradas (1)

Notas de juego

En éste momento, mientras estás escudriñando la oscuridad, escuchas como alguien del grupo se mueve y despierta.
Es Nela. Su rostró se muestra pálido y sudoroso. Te está mirando inquieta. Parece haber tenido una pesadilla.

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28/10/2016, 18:15
Narrator

Sueñas... sabes que es un sueño... algunas veces lo sabes...

 

El caserón era noble, de una buena familia sin duda, pero ahora se mostraba siniestro. La cal de la pared estaba ennegrecida, en algunos sitios había desconchados de humedad. Pero lo más desagradable era el olor de la casa: un aroma áspero, de guiso grasiento, mezclado con un efluvio agrio a materia en descomposición. 

Tus ojos se fijan en un libro. Un grueso volumen en cuya portada, de curtido cuero, pueden leerse las siguientes letras: "De Medicina". Tu mano se acerca al tomo, y cuándo estás a punto de tocarlo algo llama tu atención. Son pasos, pasos apresurados.

El suelo de madera crujió, lamentándose bajo los pies de una mujer embozada que cruzaba un corredor cuyas paredes se mostraban adornadas por lujosos tapices. Sus pasos pisaban alfombras de excelente manufactura, seguramente traídas de oriente.

Un resplandor. Un cuchillo en la mano de la mujer que reflejó la tenue luz que unos candelabros de oro brindaban.

Entonces, tras subir unas largas escaleras, la mujer embozada llegó a su anhelado destino. La puerta estaba entreabierta y una mortecina luz escapaba de su interior. La estancia era amplia, tenía un gran ventanal que permanecía entornado a pesar de que el ambiente dentro era caluroso. En una cama estaba tumbada una mujer enferma que, a juzgar por su aspecto, debía de ser la materia en descomposición que se percibía escaleras abajo. Tenía un rostro macilento de cadáver, y unos labios finos y morados que acentuaban su aspecto insalubre. El pelo le colgaba lacio, blanco y revuelto, hasta las cejas, que casi ocultaban unos ojos pequeños de color almendrado.

...Intercambiaron palabras la enferma y la embozada. Palabras terribles llenas de odio y rencor...

Entonces la encapuchada se acercó. Cogió uno de los almohadones y lo mulló. Lo hizo con tranquila parsimonia. Su expresión corporal, su manera de moverse y actuar te resultó familiar...

Entonces ocurrió lo que temías. La encapuchada aplastó con el almohadón la cara de la mujer que, postrada en cama, intentaba en vano luchar por su vida. Aprestó con fuerza aquella almohada mientras sentía como aquel alma poco a poco iba expirando. La decrépita vieja intentaba, inútilmente, defenderse como podía. Su mano blanquecina y huesuda se retorcía frenéticamente pero, a parte de algún que otro arañazo, apenas podía hacer nada.

Aquelló duró una eternidad. La vieja contra todo pronóstico se resistía y gemía con inesperada resistencia. Quizá pudiera respirar, aunque fuera penósamente a través del almohadón. Viendo que no moría la encapuchada, desesperada, retiró la almohada y, como poseída por el Maligno, lanzó sus manos como garras de rapaz sobre el cuello de la víctima. Lo disfrutó. Ahora podía sentir como se le escapaba la vida. Podía ver como el poco brillo que quedaba en los ojos de la enferma marchitaba.

Al fin, su venganza estaba cobrada.

Ya muerta, seguió apretando hasta que convirtió a la enferma en un cadáver de ojos muy abiertos y de rostro encarnado. La asesina se sintió extasiada, plena, satisfecha. Lo había conseguido...

 

...Fue entonces cuando viste su rostro...

...Sobresaltada, despiertas sudorosa.

Notas de juego

Todos están dormidos, excepto Lázaro, que tiene los ojos puestos en la negrura de la noche. Su mirada perdida parece preocupada, parece como si hubiera visto algo allá fuera. Éste no tarda en percatarse de tu sobresaltado despertar.