Partida Rol por web

-Si... -Gorka interrumpió al engendro translúcido- y no. Una vez mas, Moquete se deja la mitad del material en el tintero.

Se acerca unos pasos a Moquete mientras continua su aserción.

-Todo lo que ha dicho Moquete es cierto. El tío tiene de vez en cuando tanta labia como maña a la hora de cocinar niños. -entonces entrecerró sus ojos- Sin embargo, parece que la Tarasca le contagió algo de su infinita hambre, porque se ha comido la segunda parte del relato.

-Señora -volvió a girarse hacia su Majestad-, la Tarasca tenía novio. Y no uno cualquiera, sino el Portero de Discoteca Legendario. Se hizo leyenda cuando echó a Zeus de un pub por acosar a las camareras. Ni el mismísimo señor de los Dioses griegos podía hacer nada ante semejantes espaldas.

-El asunto es que, a la primera amenaza de muerte que le hizo a Moquete, el engendro viscoso este le ofreció el libro y, como vió que el de las Espaldas Inmensas no entendía el valor del mismo, utilizó la misma labia que utilizó contra la tarasca, pero esta vez para convencerlo del gran valor que tendría en el mercado negro.

Son aquellas palabras de Gorka, la cosa no pintaba demasiado bien para el esbirro " gelatinoso ", pero aún tendría la posibilidad de explicarse mejor, pues por su buena explicación de antes, mínimo se había ganado el derecho de hablar antes de morir... o de sufrir una tremenda agonía, eso no se solía decidir hasta el momento exacto de la ejecución de los castigos..

- ¿ Negociando con mi libro? ¿ Es que te has quedado aún más idiota de lo que ya eras?

Si algo no hacía falta era mirar demasiado a la mujer para saber que no es que estuviera demasiado contenta con lo que había escuchado sobre el novio de la cosa esa.

Bueeno, lo del Portero, como siempre no son mas que detalles sin importancia.
Es cierto que aquel tiarrón con mas músculo que cerebro, y un pésimo gusto por las hembras... apareció por ahí. No sería un rival tan fácil como su novia, por lo que tuve que currármelo un poco mas.
La reputación de aquel tipo le precedía, y a sabiendas de que ni los dioses griegos podrían contra él, tuvimos que ir a buscar a alguien mas fuerte que ellos.
Y sabe usted, mi perversísima reina de todo lo maligno, que solo había un hombre al que recurrir cuando se quiere vencer a dioses, o algo que se le parezca, y que sea lo suficiente manipulable para hacerlo gratis...

Kratos, el espartano.
Así que sin perder tiempo, le di el cambiazo al portero, dejándolo hablando con mi muñeco doble. Es el que utilizábamos en las películas de los caza-fantasmas para las escenas peligrosas, pero me lo guardé para ocasiones como estas, y le puse una vieja cinta de casete con una conversación pregrabada, que debió ser lo que entendió mal Gorka.

Encontramos a Kratos, como siempre, en la Whiskería de aquí al lado, ahogando sus penas con varias mujeres... Solo que los años ya le han pasado factura.

Con solo comentarle que ese portero tenía relación con los dieses griegos hubo bastante para que se enzarzaran en un combate que no nos quedamos a ver, ya que vinimos directos a entregaros vuestro libro.

Entramos en vuestra mazmorra, por fin! y con el libro! Bueno, lo llevaba Gorka, por las razones que ya le expliqué anteriormente.
Pero...
En el pasillo del patio interior, aquel que está decorado con las cientos de lápidas de vuestros enemigos muertos, mi señora, Gorka nos hizo la última de sus jugadas traidoras y egoístas, con tal de apoderarse de vuestro libro.
Entre todas aquellas lápidas hay una, y solo una, que no tiene nombre, la que acciona el mecanismo secreto, que abre la puerta al túnel secreto.
Al menos era secreto para mi en ese momento, mi majestad, pero Gorka lo conocía bien, pues trató de escapar de Vos! con vuestro libro, sabiendo que sería juzgado por sus continuas traiciones y por el incidente de la ejem.. mierda en vuestro tejado.

Su intento de huir no llegó muy lejos, lo volvimos a encontrar en las afueras, pero entonces el Libro ya no estaba con él.
Por qué? Eso tendrá que explicároslo él, y vos decidir si vive o muere. Solo os diré que Gorka estaba haciendo algún tipo de ritual con fuego cuando lo encontramos, diciendo algo sobre adquirir poderes

La mujer escuchó a Moquete, que junto con Gorka, parecían tener siempre algo interesante que decir, aunque empezaba a pensar que era simplemente que tenían más imaginación que el resto y empezó a impacientarse por darle tantas vueltas a todo, mareando la perdiz.

- A los dioses siempre les han gustado las mujeres humanas.. Son unos despojos..

Algún día Vuestra Ama se haría diosa y entonces las cosas cambiarían.

- Quizás lo siguiente que deba hacer es buscar mi pedacito de abismo y gobernar el mundo.. - Era tentador, muy tentador.

- GORKA! ¿ Cómo que perdiste el libro y por qué huías? ¿ Dejó de funcionarte tu única neurona en aquel momento?

 -¡Oh, Señora Oscura! ¡Oh, Señora Malvada! ¡Oh, Señora en general! Admito que tomar la ruta del pasadizo secreto fue un acto de traición. ¡Pero nunca de traición a su Oscura Maldad! Si no de traición a mis compañeros. Señora, compréndalo: somos los malos, hacemos cosas malas y no respetamos mas que la autoridad de su Señoría. Traicionarnos entre nosotros va en nuestras venas. Y sí: yo quería llevarme todo el mérito para mi. 

La mujer esuchó el por qué de los actos de Gorka, que en ese caso era traicionar al resto de sus compañeros, cosa, que no la hubiera parecido demasiado mal si tuviera ahora el libro en sus manos, pero al no ser así, la cosa cambiaba bastante, por lo que Gorka se ganó una fulminante mirada de su señora que lo hizo comentar a sangrar por la nariz y por las orejas, mientras le entraban unas cuantas convulsiones como si estuviera metiendo los dedos en un enchufe.

- La próxima vez que pienses en hacer algo, al menos que sea de manera productiva.

Vuestra ama miró al resto y resopló.

- ¿ Por qué hay tantos vivos aún si no me han traído el libro? - Negaba ella sola con la cabeza.

- El pitufo verde y viejo. ¿ Visteis la bestia esa? ¿ La matasteis?

Yoda reacciona a la voz de su ama y señora con solemnidad como solo él puede hacer tras tantos años y años de fiel servicio. Ante la pregunta niega con la cabeza antes de tomar la palabra.

Mi gran masteresa de la malignidad las mentiras de gorka no tienen fin porque cuando le encontramos el muy traidor estaba jugando con un perro de aguas. Pero ya le ha castigado usted por su falta y bien merecido que lo tenía.
El resto del grupo tomamos ese pasadizo para localizar el libro inmediatamente pero tuvimos la mala suerte de cruzarnos con una criatura bigotuda, gorda y sebosa que vivía oculta en esas mazmorras llamada el peludito ludópata. Esa cosa se había apoderado del libro y teníamos que enfrentarnos a ella así que nos separamos y tuve la suerte de dar con su cubil donde tuve que enfrentarme a una versión virtual de si mismo dentro de algo llamado Soul Calibur. Me costo sudor, sangre y lágrimas vencerle para poder recuperar el libro para usted pero cumplí con mi deber hacía usted como siempre he hecho.

[INTERRUMPIR]+ PC-Calabaza

Si bueno, eso... no es que sea mentira, pero verdad, lo que se dice verdad... no es.

Moquete sobrevuela unos metros para ponerse junto a Yoda.

Verá señoría mía, creadora de tormentos, La verdad es que al Ludopata Peludito ni se acercó, ni menos, a vuestro libro.
Todo su encuentro con ese tipo fue por internet.

Verá, cuando lo encontramos en su cubículo, Yoda estaba enganchado a un ordenador con forma de calabaza, que si mal no recuerdo, es muy parecido a aquel que os desapareció hace unas semanas.
Pudimos ver como Yoda estaba totalmente enganchado, jugando a algún minijuego de esos que solo sirven para perder el tiempo en lugar de cumplir la misión, y mientras tanto, cotilleaba por facebuque y chateaba con un tal Peludito_73 en un foro no apto para menores...

No es que crea que las acciones de Yoda no fuesen premeditadas... Solo digo merecen una explicación.

Chinorris asentía a todo lo dicho por moquete desde el suelo, donde se retorcía de dolor.

-Efectivamente y además se dedicaba a olganizar una maclofiesta calabacil de máscalas, a lo eyes wide shut, decía. Mile, mile tengo el log de la convelsación.- dicho esto sacó su ordenador de bolsillo y se arrastró hasta la ama para que pudiera ver la conversación de Yoda.

Yoda_896:   Si, si cariño, yo paso de esa petarda de señora oscura, de su levanta muertos de m****a, y de sus j*****s misiones. Mucho dar órdenes y castigar pero no me paga una jubilación como satanas manda la muy p**a.

Peludito_73: ¡Ooooh, mi pooobre pasita verde! Estoy deseando ponerte las manos encima. Te voy a *********** y a ********* dos veces.

Yoda_896: O.O Estoy pensando que podemos organizar una macrofiesta de disfraces. Nos disfrazamos todos de calabazas enmascaradas.

Peludito_73: ¿y qué pasa con el trabajo?¿Que vas a hacer con los otros esbirros?

Yoda_896: Que le den a esa z***a y a los g********s de los esbirros. Sobre todo el chino ese. Yo me voy a coger un cebollón y no vuelvo más.  Y el libro ojalá se queme. Nos vemos en una hora, besos.

Fin de la conversación.

Chinorris guardó de nuevo el ordenador de bolsillo. –Soblan las palablas mi señola.-

La mujer arrugó el gesto cuando escuchó eso de que en realidad su esbirro lo que había hecho era ponerse a " juguetear " con alguien por internet, pero ya cuando esuchó aquello de que estaba chateando con un tío que se hacía llamar " peludito " casi tuvo que contener hasta una arcada.

- Sería algo así como la versión dimininuta de un elfo de Santa Claus con un Wooky...

La imagen la hizo cambiar de expresión y comenzar a reirse a carcajadas por lo grotesco de la imagen y todo lo que le hubiera dolido a Yoda, pero en seguida se puso seria.

- Espero que tengas una muy buena explicación... - Le dijo queriendo dejar de imaginarse cosas entre especies.

Yoda se sorprendió cuando sus compañeros empezaron a hacer falsas acusaciones para inculparle pero mantuvo la compostura hasta que la señora oscura le exigió que se justificase.

Oh, mi hermosa y temida señora oscura todo eso son solo vulgares falacias escupidas para inculparme. Hoy en día solo hace falta una conexión a internet y una computadora vulgaris para suplantar a alguien pues usted bien sabe que mi dirección de email es yoda_orden66@señoraoscura.com y que no uso el nick ese de yoda_896, y el único peludito que conozco formaba parte de sus lacayos hace mucho tiempo, en una galaxia muy, muy lejana - yoda hace un gesto en honor a los lacayos caídos en combate.
Mi alabada y mortífera señora oscura, seguramente lo hizo alguno de mis enemigos para dejarme en mal lugar ante usted pues mis conocimientos de informática son limitados. Apenas se como entrar en su dominio virtual para mirar el correo y leer las nuevas ordenes.

De todas formas lo que importa aquí es el paradero del libro, el levantamuertos, y como le iba contando antes de que me interrumpieran tuve que enfrentarme al peludito ludópata en un combate virtual. Pero mientras yo arriesgaba mi vida en pos de que sus dominos sean mayores así como el reconocimiento hacía su infinita maldad el muy traidor de Voltar apareció en el cubil de ese ruin y rastrero peludito valiéndose de su extraviado ordenador personal e intransferible con forma de calabaza porque en realidad lo tenía él a buen recaudo. El muy cobarde sabía como llegar hasta allí y me uso de anzuelo para así poder apoderarse fácilmente del libro que tanto esfuerzo nos había costado a todos nosotros recuperar. En cuanto se hizo con el libro se largo con viento fresco no sin antes cargar el myspace de Paris Hilton, lo que provoco que el mega-ordenador que servía de alojamiento a ese mundo virtual se viniera abajo - yoda hace un gesto con la mano mostrando como la palma baja lentamente para luego ganar velocidad y estrellarse contra su otra mano.

Y cuando llegaron los agentes de la SGAE porque el software y la BSO no eran oficiales el muy bellaco les ofreció su libro; Si, el libro del levantamuertos, a modo de pago para evitar la multa y los 21 días de trabajos forzados por usar software no legal.

La Señora Oscura estaba indignada, tanto con Yoda por ser un inútil con los ordenadores, como los hackers que aún permitían que la Paris Hilton usara un pc para colgar sus cosas.

- Si es que nunca se da donde deberían.. - Negó con la cabeza al imaginarse a aquella repulsiva rubia.

Lo de que Voltar ofreciera su libro a los de la SGAE, perros sucios y traidores, aún era peor que todo lo anterior, así que su rostro se volvió ira pura girándose hacia el esbirro.

- VOLTAR...?!!!

No dijo nada más, tampoco hacía falta que el esbirro fuera Einstein para que comprendiera que quería una explicación acerca de eso.

El pequeño y rojo esbirro estaba que no cabía en su cuerpo de la indignación. Nuevamente el vejete le echaba las culpas a él. Voltar ya no sabía si se debía a que el enano tenía que cambiar sus culo de botella o a que la batería de su audífono necesitaba ser reemplazada hace semanas, pero siempre, siempre entendía todo mal.

Enervado contra ese que se suponía era su compañero de tareas se dispuso a contar la verdadera verdad de la milanesa.

-Vera su malignísima Osucridad, el viejo ha contado lo que pudo ver u oir que no es mucho, además de que  la  senilidad lo pierde a cada rato. El viejo creía estar en un mundo virtual peleando con vaya uno a saber quién, pero en realidad se estaba echando una siesta de aquellas. Así fue que le tuve que quitar el libro porque en cualquier momento lo llenaba de babas y otros desechos asquerosos que largan los viejos cuando duermen. Al tiempo que yo me hacía  con el Levantamuertos, el muy... zopenco apretó un botón en su pc con forma de calabaza que activaba la entrada de un trojano en la computadora que permitía a los de la SGAE localizar el software ilegal. Es por todos conocido que un sirviente de la maldad no puede usar software legal. Iría contra todo principio vil si es que esos principios existen. Pero bueno, me estoy desviando filosóficamente con cosas que no vienen a cuento.

Si en algo ha sido sincero el ancianito es que no sabe nada de nada de informática. Como comprenderá, yo, un villano moderno, me puse manos a la obra para intentar detener el filtrado de información, teniendo que pasar por el sitio de esa rubia teñida, flaca raquítica, descerebrada y por sobre todo fea, muuuuuy fea, ya que la única belleza de este mundo es la que se sienta hoy en este trono- el esbirro comenzó a ponerse colorado y sus piernitas temblaron de la emoción al contemplar a la Oscuridad de sus ojos, la Maldad reencarnada, la Villana favorita del pobre Voltar.

-Sin embargo, el aviso ya estaba dado. Así que en menos de lo que canta un gallo tenía a todos esos tipos con traje beige encima nuestro.

Como querían confiscar su portátil y el Levantamuertos, yo me los llevé a un bar cercano, de un amigo de Chinorris para embriagarlos y deshacernos de ellos. Les hice señas a los demás para que me siguieran. Si se quedaban allí seguro que, de alguna manera, lograban arruinar mi brillante plan.

Llegamos e invité a los esbirros de la SGAE y a vuestros esbirros con la especialidad de la casa. Un riquísimo ponche color de fresa, adobado con los más exóticos licores. Los guarros de la SGAE bebieron hasta reventar, ya que no iban a desperdiciar una bebida gratis. Ahí es donde se activó la segunda parte del plan.

[Excusa: El ponche era sangre!]

El ponche, esa bebida tan especial... ¡¡¡era sangre!!! MWAHAHAHAHAHAH Como es bien sabido, los de la SGAE son vampiros chupa todo lo que encuentran (Moquete no conjures imágenes por favor) así que terminaron embriagados con tanta bebida, vomitando por los rincones del bar del amigo de Chinorris y durmiéndose sobre las mesas. Entonces, aproveché y le robé las llaves del SGAEMóvil, puse a buen reguardo el Levantamuertos, arrastré a la fuerza a estos inútiles que también estaban medio tomados y los cargué en el auto para llegar aquí sin contratiempos.

Ejem...
Moquete interrumpe una vez mas.
Disculpad, mi señorísima... No, no voy a conjurar mas imágenes, al menos, no sobre ese tema...
lo que quería deciros, mi perversa ama y señora de todo lo oscuro y maligno, es que Voltar no le ha contado una parte muy importante de todo lo que ocurrió con vuestro libro.

INTERRUMPIR+La habitación del miedo.

El caso es que cuando Voltar tuvo el Levantamuertos y el SGAEmobil en sus manos, la codicia y la avaricia le perdió una vez mas...
Voltar debió pensar que con el SGAEmobil podría daros esquinazo, mi señora, y patentar los derechos del Levantamuertos para él solo. El pobre iluso creía que eso le iba a servir de algo...

Digo esto por que Voltar salió escopetado en el SGAEmobil a esconderse en la habitación del miedo, que está en el cuartel general de la SGAE.
No vea lo que nos costó entrar allí, cargarnos a todos esos ramoncinenses, encontrar a Voltar y traerlo de vuelta a vuestra presencia.

Algo en aquellas palabras de moquete no gustó demasiado a la señora, más que nada, porque tenía algunas cosas que no la entraban en su cabeza después de lo que habías narrado y más viendo el resultado obtenido.

- Pues algo más de la cuenta sí que debió costaros porque habéis vuelto sin mi libro y eso es imperdonable!

Un enorme rayo cayó sobre vuestro compañero verde, dejándolo temblando como un flan durante un buen rato y haciendo que oliera igual que si se metía un bote de gelatina en el microondas con plástico y todo.

- Voltar o te explicas o lo siguiente no será tan suave como lo que le acaba de pasar a Moquete!

El pequeño ex-líder de la liga de Supermalvados miró sin inmutarse como su amadísima Señora aplicaba un correctivo a Moquete. El fantasma se había excedido una vez más en su deformación de la realidad. Tan evidente había sido esta vez que la Señora Oscura llegó al límite de su paciencia.

-Bien mi Señora continuaré con el relato. Si algo hay de cierto en lo que dijo Moquete es que terminamos en la sede de la SGAE. El por qué es lo que paso a relatar a continuación.

Al parecer, estos tíos de la SGAE están con la última tecnología disponible anti pirateo y anti robo. El SGAEmóvil resultó ser una especie de bólido de una sola rueda... con un lector de huella anal- al recordar aquello el pequeno esbirro se estremeció -conectado a un GPS, de forma tal que cuando el trasero que se asentaba no figuraba en los registros de los esbirros de Ramoncín, bloqueaba todos los comandos y dirigía el vehículo a la sede.

Al llegar ahí el propio Ramoncete salió a nuestro encuentro. Al ver que éramos esbirros vuestros y que yo lideraba al expedición me llevó aparte, a su despacho y comenzó a interrogarme primero y luego a rogarme que le explicara cómo podía hacer para convertirse en un esbirro a su servicio. Yo le dije que sólo lo más selecto de la maldad llegaba a ser su esclavo pero el tío insistió e insistió así que para que me dejara salir, le pasé unos formularios falsos y una dirección en la China a donde presentarse para el casting. Creo que por un par de años no volverá a insistirle a Su Majestad que legalice sus programas ni que compre música original.

El enano rojo tomó aire y continuó con la exposición de los hechos.

-Así, que una vez libre de esos incompetentes, junté a la panda para volver a casa, pero no me esperaba lo que vino a continuación.

Ese esbirro, ese que ahora intenta esconderse detrás de una columna... ¡¡¡vamos Gorka, sal de ahí que tendrás que responder por tus actos!!! mientras yo intentaba zafarme del pesado, se puso a ligar con uno de los esbirros que trabajaban al servicio de Ramoncín. El tío era impresentable, inaguantable y para colmo no tenía nombre, así que lo apodaban El Innombrable.

[Excusa: el innombrable]

El tío manoseaba y besuqueaba al duende sin parar y el otro no se quedaba atrás. El espectáculo era lamentable. Pero esto no hubiera sido digno de mención si no fuera por lo que la situación provocó en Yoda (en los demás, sólo vómitos y un mes de terapia de electroshok para borrar los recuerdos... y aún siguen allí).

El vejete realmente creía que Gorka lo amaba (en su momento yo dije que este dato iba a ser más relevante en el futuro... bien, el futuro llegó), así que al ver que tan descaradamente lo cambiaba por otro tío más ¿guapo?, ¿viril? y joven (de eso no hay dudas, este no necesitaba la pastillita azul para ponerse... otra cosa que pudimos corroborar y que aún me provoca pesadillas), se abalanzó sobre él para arañar su rostro, arrancarle la oreja de un mordisco, pegarle patadas en el estómago y hacerle cosquillas en el sobaco... todo a la vez.

Gorka, al ver que se armaba una pelea de locas locos vino hasta mí, me golpeó hasta casi dejarme inconsciente para quitarme el libro y con él comenzó a aporrear la cabeza del viejo verde.

Al ver que su preciosidad corría peligro de destrucción, Moquete, Chinorris y yo nos metimos en la lucha, pero el Innombrable también sabía dar golpes. Después de 15 o 20 minutos de pelea Gorka amenazó con quemar el libro si no nos deteníamos pues quería resolver las cosas con su ex-amante y su nuevo amor de manera civilizada. Sin embargo, el sucio y traidor goblin, esperó a que todos hubiéramos dejado de dar golpes para tirar una granada de humo y desaparecer con su novio y el libro dejándonos en la sede de la SGAE.

Sin duda aquella cara que puso vuestra ama... era la de estar conteniendo una arcada también, pero ya empezaba a desarrolar cierta inmunidad por las escenas tan horrendas y escatológicas en la que la hacías pensar, así que se contuvo, y posó la mirada en su verde esbirro, que allí donde se le veía parecía no haber roto un plato en su vida.

- Gorka.. por tu bien... ¿ me puedes decir por qué estabas... ummmm... - que asco! - tonteando con uno de aquellos personajes en vez de estar a lo que tenías que estar?

No parecía demasiado contenta con su comportamiento, por lo que aquello empeoraba las cosas para el esbirro.