Partida Rol por web

Aquellos programas me daban como un poco mal rollo, sobretodo, porque solían salir mujeres a las que no les quedaba absolutamente ninguna zona de su cuerpo que operar, aunque a la vez sentía cierta lástima por ellas.

- Y yo siendo joven y guapa eternamente... Qué bien repartido está el mundo!

No necesitaba que me subieran el ánimo, la autoestima ni ninguna cosa, yo sabía que era mejor que cualquier otra mujer que uno pudiera encontrarse en ninguna parte.

De todas formas, pude imaginar aquella pelea de gatas cuando había un hombre en medio. Lógicamente, la magia ayudaba también bastante en este tema, pero estas como no se pegaran con la silicona..

Lo que más me sorprendió de todo es lo tranquilo que habló " la nube de azúcar rosa ". Al menos la tunda que le había dado había servido para algo.

- Está claro que tengo que ser más dura con ellos.

Volví a centrarme en lo que estaba y miré a Bosco.

- ¿ Estabas trapicheando en vez de cumplir la misión? ¿ Tanto necesitabas la pasta?

El mono se había repuesto un poco, aunque lucía muy hermoso ahora, con toda esa melena rosa, daba ganas de darle lametones.... ¡Puag! Como pude pensar en eso, aparté con rapidez ese pensamiento y me centré en responder.

- Oh, su maligna oscuridad, se aproxima un poco lo que dice el mono del pelo esponjoso y acondicionado, pero no es exacto: En realidad... ¡Tuve que darles algo a cambio de información del tipejo que buscamos! No eran negocios para mí, eso es falso, sé como funcionan los bajos fondos, y el que quiere información ha de pagar. Aunque estas furcias eran de alto standing, no deja de ser la misma mier... cosa.

- Como dije en mi anterior intervención, la pelea fue por un tío. Luego cuando se calmó la cosa, las tipas no querían soltar prenda hasta que probaran mi mercancía, para ello fueron al baño, peor estaba lleno y había que esperar... y esperar... Baño de tías, no le digo más...

Si ya estaba aburrida de que o no hablaran o sólo dijeran tonterías, las palabras de Bosco no ayudaron a que se me pasara el instinto homicida. La verdad es que no parecía haberme llegado aquello que le había hecho al mono.

- VAMOS, RESUMIENDO, QUE ESTABAS PASANDO ¿ NO? - Con lo de pasar me refería a droga, pero a estas alturas ya le daba igual pues ya había tomado la decisión de no creerme ninguna de las palabras que había dicho.

Al lado del " fumao " apareció una manguera de la que salían chispas, haciendo que diera un poco de miedo estar cerca de ella, aunque seguro que al esbirro en cuestión le dio más miedo cuando directamente se le enchufó en mitad de la frente y comenzó a darle una descarga que cuando terminó, también le había dejado el pelo como una pelusa.

Véase, así pero sin parecer un duende y más feo, claro:

Encima había quedado un poco más " churruscadito ".

Estaba cogiendo el gusto eso de hacer que los esbirros olieran a comida.

Con aquellos pensamientos miré al chino, al que tendría que acabar convirtiéndolo quizás en un " cerdo agridulce " o alguna cosa así.

- ¿Una vez acabado el trapicheo... seguisteis con la misión?

- ¿Una vez acabado el trapicheo... seguisteis con la misión?

Cuando la señora oscuro formulo la pregunta Al Leong aún se estaba recuperando de la pesadilla sufrida, sus manos pasaban lentamente por su rostro donde nuevas cicatrices habían surgido por cortesía de freddy krueger.

Pol supuesto, mi señola. Leales lacallos nunca dejal de tlabajal... al menos casi todos - dice mientras su vista se desvía hacía bosco verde con su nuevo estilo de peinado. Yo sabel que despues de fiesta glande sel buena idea contal con conductol seguro pol eso hablal con homble joven que lucil etiqueta "NOOB" bajo su nomble. Ese homble de gafas y aspecto sano sel conductol de homble goldo que palecel no habel tlabajado nunca y pol eso yo seguil... pelo sel tan novato que olvidal ponel glande L en asiento tlaselo y palal policia.
Al Leong no podel acabal misio pol culpa polisia.

La descarga me sentó como una sobredosis, pero a lo bestia. Mis ojos comenzaron a dar vueltas de campana dentro de sus órbitas como si de una máquina traga perras se tratara. Me costó un poco poder volver a razonar, pero me dio tiempo de escuchar las palabras de Al Leong. Sonreí, esta vez me lo dejaba muy fácil.

- ¡Ah! Ja ja, ahí lo tiene, ya era hora de que el señor “lollito de plimavela” reconociese su culpa. No solo buscó un conductor novato que hizo que nos parara la poli, tal y como él mismo reconoce, sino que además era un coche que su amigo novato había robado y no se había molestado ni en comprobar lo que había dentro. Pues en la parte de atrás había un churumbel. Si señora, un crío enrollado en unas sábanas la mar de extrañas. El lío en el que nos metió el chino fue tremendo Y claro, a ver como le explicábamos eso a la poli.

Sólo podía sucederle algo así a mis esbirros. Claro, ¿ a quienes se les iba a ocurrir sino eso de coger un coche con un conductor novato y encima, sin mirar lo que había en el maletero?

Como era de esperar, además de todo eso les tuvo que parar la policía.

- ¿ La policía y vosotros secuestrando un bebé? - Aunque ellos no lo hubieran cogido, para mí que aquello era considerado secuestro igual.

De todas maneras, si algo tenía una Señora Oscura era un séquito de abogados, un séquito se aseguradores cansinos y otro de testigos de Jehova para dar el coñazo por el mundo adelante y hacer la vida de todo el mundo un poco más pesada.

- Llamasteis a mis abogados ¿ no?

Como me dijeran encima que habían perdido el teléfono les iba a matar a collejas.

- ¿ Y ese niño de dónde había salido?

Si de algo contaba Al Leong con mucha cantidad era paciencia, sobretodo para aguantar al fumeta de bosco que no se enteraba de casi nada.

Mi señola.
Polisia palal coche de homble goldo que usted quelel matal, nosotlos ir detlas espelando opoltunidad pala completal mision y cogel puntos de expeliencia. Pelo polisia encontlal niño laptado en coche que conducil condultol novato, decil malas lenguas que ustel conocel en autoescuela... - dice el chino mientras usa el dedo de señalar para apuntar a su compañero starmonkey.

Así que leal Al Leong intental hacel cleel que niño sel suyo pala dejal a solas con homble goldo que todos sabel que sel tonto. Así yo podel dal, como decil españoles...  matalile. Lastima que niño sel coleano y no chino, polisia no cleel y arrestalme. Al Leong intental hasta ultimo momento... pelo no podel sel. Mi señola, melecel castigo pol fallal, su leal sielvo Al Leong estal plepalado.

Y el chino se pone de rodillas con la frente por delante esperando el castigo de su querida señora oscura.

Pues después de escuchar todo aquello, tenía que darle la razón al chino en alguna cosa.

- Tienes razón, mereces un castigo por tu incompetencia.

La verdad era que había castigado tanto a mis esbirros en ese último rato que no se me ocurría qué era lo que podía hacer por putear al chino, pero en ese momento se me ocurrió una " macarrada ".

Del suelo, comenzaron a salir una especie se gusanos, o culebritas gorditas... Al final todos pudisteis reconocerlas como sanguijuelas lo cual, iba genial con la pinta que tenía el chino en aquel momento. No tardó en estar bien recubierto por ellas. Los animalitos, encantados con su nueva ubicación comenzaron a hincharse rápidamente, así que puede que tampoco es que fueran bichos normales. 

Llevé mis ojos al algodón de azúcar que antaño era algo parecido a un mono y busqué donde tenía los ojos para hablar mirándole y que supiera que me tenía poco contenta.

- Como vuelvas a quedarse callado te pongo una hoguera debajo del culo! - Todos habíamos probado a quemar un algodón de azúcar alguna vez en la vida. - Tradúceme lo que ha dicho el chino y dime lo que hicisteis anda.

Me inclino por completo, después de devolverle durante una fracción de segundo -suficiente como para demostrar que he captado su más que generoso, generosísimo gesto- la mirada. Al fin y al cabo, ¿no es su generosidad máxima, o al menos superlativa, tras el fallo de mis compañeros, para otorgarnos varias oportunidades de explicarnos y no finiquitarnos a la primera? Quizá, su generosidad solo se ve superada por su curiosidad por saber qué diantres pasó. Y cuando ambas no van bien... bueno, acabo siendo comestible. Más de lo habitual. Estoy seguro de que si disparase con mi cañón en vez de plasma ahora mismo saldría salsa, o quién sabe qué. Bueno, la Señora seguro que lo sabe.

-Lo que mi compañero, en su propia voz ha aceptado, es que su incompetencia nos hizo perder cierto tiempo. Debido a la intervención de la policía al detener el coche conducido por un humano paleto, a causa del niño humano molesto y llorón y en general por toda la absurda burocracia que trata de imponer un orden inútil a este mundo, ya que no es Vuestro Orden, perdimos un tiempo valioso que permitió a nuestro objetivo huir de nuestra mira. Así pues, tras conseguir sacarnos a todos de la situación comprometida por medio de amenazas al policía con acabar con su familia, su coche y su propia vida a base de disparos, partimos al único lugar donde, a esas horas, podríamos encontrar ya a nuestro objetivo. Al concierto que habíamos de impedir. Y gracias a mi celeridad, obligando a los dos humanos -uno drogado y el otro medio ciego- llegamos a tiempo antes de que empezase. Precisamente porque nuestro objetivo, vago él, se estaba tomando con calma iniciar el concierto y estaba descansando, ¡descansando! de no haber hecho absolutamente nada todavía. Eso hicimos, oh poderosa Señora.

Al Leong aún se quitaba las sanguijuelas del cuerpo cuando sus ojos se abrieron mucho, muchísimo, al escuchar como starmonkey le mentía a la señora oscura con total impunidad.

Mi señola, eso sel TODO MENTILA. El mono se dedicaba a hacelse pajas mientlas espelabamos que polisia dejal marchal a homble goldo pelo ese cablon sabel como tlatal a la gente. Polisia escoltar hasta local de caletela con luces de cololes llamado "Acompañantes Disfrazadas de Dragón" (AD&D). Allí entlal con polisias pelo nosotlos seguil... pala acabal viendo cosa muy fea.

Entonces encedel todas luces y pasal lo peol cuando objetivo huil en coche y nosotlos no podel seguil porque stalmonkey estal ocupado con mujel de japón que tenel bigote glande y vestil kimono dlagon, mientlas llamal puelta el mono desia que cojones se encendian. Yo cleel que tomal alguna cosa de bosco velde pq estal mucho tiempo allí metido pol lo que homble goldo escapar al no podel seguil.
Yo desil, dame llave coche, pelo él solo decil cosas como AUU, UUUA, AYYYY, POL AHI NOOOOO

Al final la polisia detenía gente, y como starmonkey estal ocupado nos cogielon también a todos.

Iba a poner que no podía creérmelo, pero el problema era que sí que podía, sólo había que ver lo que hacían mis esbirros habitualmente como para decir que le gustaban el sexo, las fulanas y las drogas. En este grupo estaba más que claro que las drogas seguro, lo demás, imaginaba que también. 

- No sé si te queda clara tu situación ahora.. - dije al mono. - pero tu compañero el chino acaba de decir que gracias a que tú te paraste con una china bigotuda - ni que tuviera ascendencia portuguesa - y por eso se escapó el tonto de las narices al que teníais que capturar.

Estaba claro que capturar no lo habían capturado, pues sino a estas alturas no estarían en este marrón, pero vamos, si lo perdían en un lugar lleno de fulanas, no sabía lo que iba a ser cuando le persiguieran en un parque en el que no tuviera tetas para entretenerse.

Alzo una ceja, moderadamente consternado. No porque Al se haya dedicado a soltar chorradas, que de esas ya llevo suficientes durante la misión con él, sino por atreverse a decir que lo que ocurrió, porque ocurrió tal como lo narro, es mentira, sino que además tiene la indecencia de hacernos perder el tiempo de la Señora, ¡el suyo, que el nuestro vale poco!, volviendo a un punto anterior de la historia de nula importancia.

-Señora, lamento tener que decirlo así pero me temo que vuestro siervo de ojos entrecerrados y tendencias suicidas intenta única y exclusivamente una cosa, que es distraeros y malgastar Vuestro tiempo en otros temas para sacarme del centro de mi narración, justo cuando iba a contar la parte más importante. Analicemos sus palabras, si es que esos desvaríos pueden considerarse como tales. En primer lugar, mi poderosa Señora, soy un mono... de azucar, gracias a Vos, pero un mono al fin y al cabo. Las hembras mortales humanas me atraen tanto como la figura de una patata frita. Lo que el incompetente del asiático vio, y fijad que solo ha soltado cosas de su tierra que parece ser lo único que conoce, tratando de inculparme, fue cómo convencía a la matrona de que utilizase a sus chicas para tratar de tenderle una emboscada al objetivo. Sin embargo, Al encendió todas las luces del lugar antes de tiempo, colándose hasta la caja de fusibles, y eso causó que nuestro objetivo se escapase y la policía empezase a tratar de captar a quien había sido. Lo que nos llevó al asunto del papeleo y todo lo que ya he contado.

Hago una pequeña pausa.

-Y no solo eso, Señora. ¡Resulta que todos nuestros esfuerzos estaban siendo inútiles por una razón, y la mujer del bigote me lo dijo! ¡Teníamos una patata caliente en el grupo, y es que Al Leong se pasó toda la misión saboteándonos una y otra vez, destruyendo cosas que iban a afectar al objetivo, cogiendo un niño de su raza en el coche y luego auyentando al humano gordo al encender las luces! Fue todo culpa suya, por eso no pudimos conseguir nada.

La explicación sobre que a un mono no le atraían las humanas, no me convencía del todo, quizás sea porque hay hombres que con menos pelo están tan evolucionados como uno y al final, viene a ser lo mismo, pero claro, de ahí a lo que me contó después iba un largo camino.

- ¿ Saboteando el plan? Como me digas que te vendiste a otro señor Oscuro no voy a dejar de ti ni lo poco que queda - o que quedaba ya cuando todo aquello había comenzado porque la verdad era que aquel esbirro no es que fuera demasiado aprovechable.

Había cosas más penosas que otras claro está.

- Ya me cuesta creer que halla gente, animales o cosas, tan penosos como vosotros, pero ¿ traidores? A esos les hago la eternidad aún más larga y más dolorosa!

Estaba mirando al chino como si no le quedara demasiado que hacer ya.

- Espero que puedas explicar lo que acaban de decir...

Al Leong se resigno cuando la señora oscura le volvió a preguntar, hoy no era su día.

Mi señola, yo sel chino, puede sel que sea tonto también, pelo no sel tlaidol. ¡Eso nunca! Yo solo quelel escapal de polisia, y pol eso reculil a clasico tluco que enseñal usted, mi ama. Desactival el tlansformel pala no tenel luz, aplendel en clases de plimelo de lacayo, cuando sel joven. Pelo en ese lugal habel mucha gente disflazada, incluida señolita mu guapa que vestil de india que lecoldal mi ama. Situasión sel más caótica que equipo bloodbowl de caos contla equipo de nulgle, todo caos en lugal.

Chino de pensal que mujel con bigote decil que quelel comel patatas asadas y mono entendel mal

De todo aquello que decía el chino y que siempre me costaba tanto entender, podía llegar a la conclusión de que lo de dejar a todos sin luz había sido un intento de librarse de la policía. O más o menos eso me dio a entender, porque había que ver cómo le costaba hablar en un idioma civilizado a este tío. Daban ganas de darle collejas cada vez que se le atragantara alguna letra.

- A una colleja por cada " r " que no pronuncia en dos días está muerto fijo... La de collejas que le iban a dar!

Tras pensar una muerte, pues era lo que de verdad me entretenía, volví a centrarme en el chino, quien escasamente, aún seguía respirando.

- ¿ Entonces con esa artimaña os deshicisteis de la policía?

A saber dónde estaría ya el personajillo que tenían que buscar si a estas alturas seguíamos así!!

El chino se sorprendió de que los otros no dijeran nada, siempre querían meter baza y por una vez lo dejaban tranquilo.

Mi ama.
La polisia nos detuvo pelo con tanta gente debel pensal que sel gente lala y no vigilal mu bien. Pol eso podel escapal... bueno, y polque seguil entlenamiento a sus oldenes que foltalecel gluteos y blazos. Así podel colel mu lapido, y muy lejos.

Pelo no sabel donde estal homble gordo que ustel quelel. Pol eso yo usal viejo tluco chino, muy útil, milad en telefono modelno twittel. Así sabel que objetivo il al zoo pala glabal anuncio televisión. Algo de un tigle con lechones, tinte pelo que usal mujeles pala cambial tono pelo...
Todo il bien, glupo movel a zoo donde localizal y entonces aplical tactica ataque ninja númelo cinco, esa en que uno hacel distlación y otlo atacar. Pol eso yo salil glitando que tigle estal suelto, mientlas vosco agital lejas de tigle, y Stalmonkey situal detlas homble goldo silenciosamente.
Gente asustada, y nadie milaba a compañelo mono, él tenel glan opoltunidad... pelo en ese momento él sacal apalato de meal, otla vez, y agital aliba y abajo sin palal. Y pol eso no podel finalizal misión, homble goldo huil y compañelo mono manchal suelo con liquido blanco viscoso.

¿ Qué tenía que ver un tigre con unos lechones y con un tinte de pelo? Pues eso, yo tampoco me enteré de una mierda de aquello, pero sí que me enteré de que de nuevo, gracias al mono y sus impulsos habían perdido la oportunidad de hacerse con aquel asqueroso tipo que al final, tanta tontería había conseguido escabullirse del todo, porque vamos, ante mí no lo había traído nadie y eso que esa era la principal idea.

- Mono! - O lo algodoncillo de azúcar con palo como era ahora. - ¿ Otra vez te pusiste a hacer " monadas" ?

Negué con la cabeza y puse cara de asco. Ni que fuera uno de esos actores porno bien macizos a los que no te importa ver todo el día con la " cosa " fuera.

- ¿ Había algún motivo en especial para ello? ¿ De verdad te apetecía joder el plan o lo hiciste sin querer?

Al animal ya le había dado una soberana paliza, pero estaba terminando de cavar ya su tumba.