Partida Rol por web

Despiertas a oscuras, sobresaltado por algún ruido Debe de ser esa maldita rata Piensas desperezándote y dirigiéndote hacia las contraventanas, para dejar pasar la luz. Pero a mitad de camino entre la cama y la pared te detienes. Algo esta subiéndo las escaleras muy léntamente, se arrastra y respira entrecortadamente.

¿Cariño? Preguntas esperando que te responda tu mujer o alguna de tus hijas. Sin embargo nadie responde, y cada vez se acerca mas... A los pies de la cama descansa el baúl de tus herramientas...

¿Cariño? No seas tonto... debe ser una rata bien grande o un ladrón... ¿Amanda? como le haya hecho algo a mi mujer o mis niñas, forjo una rueda con sus huesos

Veo el baul y lo abro todo lo sigilosamente que puedo, cogiendo mi martillo. Pesado y equilibrado, sí, esto me reconforta.

Ando lentamente, intentando evitar pisar las tablas que se que crujen y me pongo tras la puerta, esperando a que entre alguien en el cuarto, para ver quien o que es.

El cuarto, completamente a oscuras a excepción de la luz que entra por las rendijas de las paredes y el suelo y techos, solo te permite ver una sombra que asciende las escaleras, es una persona, pero parece que sus ropas están rotas y cuelgan, además esta goteandole algo de las extremidades.

Estás colocado detrás de él, parece que no te ha visto y avanza, arrastrando una pierna y con los brazos caidos, hacía las camas. Emite una respiración entrecortada y una especie de quejido grave. Detrás de ti estan las contraventanas cerradas.

¿Amanda? me creo que es mi mujer, que sube hasta mi cuarto herida. Voy corriendo hacia la ventana y corro las cortinas para que entre la luz y ver si es mi mujer y que le han hecho.

Al correr las cortinas me giro al tiempo que digo:

¿Cariño? ¿Estás bien? ¿Te han hecho algo?

La luz deja a la vista a un hombre, no a una mujer, que se gira hacia ti emitiendo un gruñido con su ¿boca? Donde deberían de estar sus labios vislumbras el hueso de la calavera del hombre, hay mas partes en su cara que no tienen carne y dejan a la vista el blanco hueso. Su ropa, totalmente destrozada, deja a la vista cachos de carne colgando y goteando sangre.

Puede que lo que más te impacte es ver que arrastra sus intestinos por el suelo. Ha empezado a moverse hacia a ti lentamente levantando una mano... ese es ¿Pierre? el marido de Laurielle piensas reconociendo su "rostro".

Me sobresalto al ver las tripas colgando y su cara destrozada Pero que coño... Pierre, ¿qué ha pasado? ¿Quién te ha hecho esto?

El pulso me va a mil, noto un sudor frío por mi espalda y tiemblo ligeramente ¿Como puede seguir vivo...? Necesita ayuda urgentemente

Extiendo mi mano hacia su mano levantada y se la cojo, intentando reconfortarle Tranquillo Pierre, voy a pedir ayuda, aguanta. Miro hacia el hueco de la escalera y llamo a pleno pulmón ¡AMANDA! ¡AMANDA! ¡VEN ENSEGUIDA!¡PIERRE ESTÁ HERIDO!

Al coger la mano de Pierre, este te la agarra fuertemente, hasta hacerte daño, sus uñas, llenas de mugre y sangre se clavan en tu carne. Tira fuertemente de tu brazo, pillándote desprevenido caeís los dos al suelo, junto a las escaleras.

Nadie parece escuchar tus llamadas, en el piso inferior no hay nadie. Pierre abre la boca para intentar morderte. Pese a la caida, has conservado el martillo en tus manos.

Estoy asustado, muy asustado. Mientras voy rodando por el suelo pienso¡NO PUEDE SER, HA INTENTADO PEGARME UN BOCADO EL JO PUTA! ¡ES UN DEMONIO!.

- ¡SUELTAME DEMONIO! tras decir eso, hago acopio de todas mis fuerzas para quitármelo de encima y tirarlo por las escaleras.

Tras propinarle varios empujones y puñetazos en el pecho cosigues zafarte de su presa, su pecho ha quedado reducido a una masa de huesos rotos y sangre emanando que te ha manchado las manos y el torso.

Te levantas alejándote un poco de "Pierre". Que parece no sentir nada de daño pese a que debería de estar muerto en su situación. En el suelo, y sin poder levantarse, se arrastra hacia ti muy lentamente.

Oyes gente abajo ¿¡Louis!? ¡Parece Laurielle! la mujer de Pierre, y hay alguien más con ella. Acaban de entrar en la casa.

- ¡SUELTAME DEMONIO!

Escuchaís gritar eso a Louis en el piso de arriba, también ruidos de pelea retumban en el suelo del piso superior.

¡AQUÍ ARRIBA! ¡AYUDA! grito con todas mis fuerzas, alejándome de Pierre. Tengo el martillo en las manos y le doy vueltas, recuerdo sus uñas clavándose en mi carne y en lo que se ha convertido.

Me alejo de las escaleras hacia la pared de mi cama (es decir, el bicho está delante del hueco de las escaleras y yo me tiro hacia atrás para tener algo más de tiempo y dárselo a los otros si suben).

Tanteo la pared, buscando la mesita de noche hasta que la encuentro, momento en que intento levantarla y lanzársela al demonio a la cabeza con todas mis fuerzas.

¡Por el amor de Dios! ¡Ya vamos, Louis! -grito aterrada aunque tardo un momento en atreverme a subir en respuesta al grito de auxilio del herrero. Corriendo y casi tropezando por las prisas empiezo a subir las escaleras de la casa de Louis.

Al subir econtraís el suelo llego de sangre y a Pierre tirado encima del charco, su cuerpo está desmenuzado, golpeando, sangrado y aún así, se esta moviendo. Al otro lado de la habitación, Louis está levantando una mesa.

Pierre, o eso que se parece a él, se gira al subir Laurielle por las escaleras. Emite sonidos roncos y un gruñido extraño. Podeís ver partes de su hueso craneal a traves de agujeros en su cara, su mandíbula gotea sangre. Alza una mano hacia Laurielle mientras abre la boca, podeís ver los tendones de los dedos y algunas falanges colgando de la carne.

corriendo detras de Laurriell, se interpone entre ella y la criatura con aire protector. Intenta hablar con pierre, pero parece que no está en sus cabales.Quizas este poseido...

-Quieto, por favor. No te acerques a nosotros o...

Las vagas amenazas de marquand no parecen hacer mella en él.
 

Pierre, cariño... ¿qué te ocurre? -susurro mientras comienzo a sollozar sin saber qué hacer. ¿Qué le pasa a mi marido? ¿Realmente está atacando a Louis? No es él, algo le ha poseído, seguro, ¿y ahora qué hago?

¿¡¡Y nuestros hijos, Pierre!!? ¿¡¡¡Dónde están mis hijos!!!? -comienzo a gritarle histérica mientras las lágrimas acuden a mis ojos y me nublan la vista tras las últimas preguntas sin respuesta.