Partida Rol por web

Sirvientes de la Oscuridad

Acto III - Juicio

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24/02/2022, 10:33
Amo del Calabozo

¿Me echabais de menos?

Habrá fuego...

Al menos, eso advierte el cartel publicitario sobre el juicio público que se celebra en Viktal a la mañana siguiente en los sobrecogedores hechos narrados en los dos episodios anteriores.

En la otrora supersticiosa aldea pesquera ahora mancillada por la mácula de la brujería, se ha congregado una inquieta y temerosa multitud. Los panfletos inquisitoriales que muchos sostienen arrugados entre sus callosas manos advierten que los templarios han prendido nada más y nada menos que a cinco, sí, CINCO hediondos consortes de las hadas. Y van a probar el fuego purificador en la plaza del pueblo, oh, sí. El Sagrado Fuego del Amanecer Dorado.

Los acusados están dispuestos, todos ellos sujetos voluntariamente (?) a un poste de madera de pino con la mejor cuerda pescadora viktalina y con suficiente material inflamable a los pies como para hacerse un asado con el que saciar durante un festín del invierno el hambre de un Rey y su corte. Se perciben algunas anomalías por el vulgo, a saber:

a) Hay un elfo con la boca hinchada y llena de gasas sanguinolentas que parece maldecir al tribunal de modo incomprensible. Parece haber sufrido uno de los célebres tratamientos dentales del hermano Llagas y Pústulas. Este último, no obstante, señala que el elfo está jiñándose en todo lo jiñable en feérico de provincias, dialecto algo tosco del feérico palatino. Qué culto es el hermano Llagas y Pústulas, oigan.

b) Hay un tiefling al que le han colgado de la cornamenta un cartelito de lascivo injuriador para evitar que las niñas se acerquen a él.

c) Se aprecia también a un dracónido de rojas escamas al que le han atado un kóbold al pecho. Quizás por ahorrar cuerda, quizás porque el kóbold era demasiado pequeño para amarrarlo al poste a una altura procedente para ser calcinado a la vista del previsiblemente enfervorecido público.

d) Bryonna, esa joven caída en desgracia, está atada entre Darko y Marvin, su rostro cabizbajo y sombrío. Solloza en silencio.

Y e) Ha causado profunda sensación entre el respetable un enano muerto atado a una carretilla sobre la pira. Parece haber palmado de la profunda impresión durante la fase de tortura que todo proceso penal de garantías exige por estos lares, pero eso no va a evitar que su cadáver pruebe la purificación flamígera, claro. En su barba, para pasmo de los propios templarios, el hermano Llagas y Pústulas ha colgado una advertencia en cursiva (¡JAMÁS EN NEGRITAS!):

SE ESTÁ HACIENDO EL MUERTO.

QUEMEN SU BARBA AL MOMENTO.

Lo cierto es que nadie parece tenerlo muy claro salvo el siempre eficaz torturador hermano Llagas y Pústulas.

Está bastante nublado y hace una temperatura otoñal en este excelente día para la comedia más caótica e impredecible.

Preside el honorable Juez, Acusador Particular y Señor de Verdugos, Hermano Superior Läpzig.

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24/02/2022, 11:03
Läpzig

Rodeado por su séquito inquisitorial deluxe, el Gran Inquisidor, ese hombrecillo que parece sufrir una insoportable fibromialgia, alza una temblorosa mano enguantada en hierro y grazna con su voz nasal:

—¡SILENCIO! ¡ESTE TRIBUNAL VA A EXPONER LOS HECHOS! 

Al instante, un funesto mutismo se instala entre la hueste campesina, todos expectantes, todos encogidos de miedo.

—Como bien sabéis, queridos hermanos, largo tiempo llevamos sufriendo el hostigamiento de las Fuerzas del MalTM en nuestra amada aldea. Estos reos que tenéis hoy ante vosotros, ya dispuestos para ser purificados de todos sus pecados, son aliados de la Corte Feérica y han confesado conspirar para dañarnos, para enfrentarnos... para destruirnos... —dice, sus palabras destilando un odio visceral hacia los condenados.

Läpzig alza un legajo rubricado por una caligrafía tan elegante que solamente puede ser élfica.

—¡HE AQUÍ LA CONFESIÓN DE ESTOS HEREJES! Extraída con todas las garantías de calidad por nuestro ilustre hermano Llagas y Pústulas, aquí presente —concede en un alarde de corporativismo con una tenue reverencia al torturador de la máscara de plomo que tiene a unos pies de distancia, siempre flanqueado por sus dos monaguillos.

El público aplaude con rabia las declaraciones del hermano Läpzig, que se permite un pequeño baño de masas antes de hacer cesar la explosión de júbilo con un cortante deje de su mano.

—Bien sabéis todos lo mucho que ha sufrido nuestro hermano Wyan y su hija Lorelei por culpa de estos recientes acontecimientos, como atestigua la presencia de esa impostora a la que denominabais Bryonna.

Läpzig vuelca la mirada en un silencioso y abatido Wyan, su hija Lorelei a su lado, sus ojos brillantes de expectación.

—¡Bien sabéis todos la carnicería que han traído a esta pacífica aldea estos tunantes traicioneros que se enfrascaron ayer noche en una escaramuza contra los hijos de Lorna Windel, asesinando a uno de sus vástagos y a la aprendiz del Mago que nos asiste en nuestra investigación contra tan traicioneros seres!

Una mediana muy vieja con el cabello blanco como la nieve recogido en un moño se retira una lagrimita de su arrugadísima cara. Unos pasos más atrás, Ivhan Drago permanece imperturbable, diríase incluso vigilante.

—¡Bien sabéis todos el largo y persistente asedio al que nos lleva sometiendo esta estirpe de maléficos embaucadores durante los últimos años! ¡Y es por eso, hermanos, que hoy os digo...! —Läpzig clava sus manos en el púlpito desde el que profiere su discurso como si de los espolones de un halcón se tratasen.— ¡QUE ES LA HORA DE QUE PRUEBEN EL FUEGO!

La congregación estalla en vítores de aprobación y empiezan a clamar, algunos con más sentido que otros.

—¡Que ardan por sus pecadoooooos!

—¡Que paguen por todo el dolor que nos han ocasionadoooo!

—¡Quiero un filete de kóbold para cenaaaaar!

—¡El elfo tiene cirrosiiiiiisss!

—¡Manolo, esta noche la cena te la haces tú soloooooo!

Läpzig está satisfecho. Es la hora de dar al público lo que pide.

Entonces, de repente, resuena un atronador silbido.

El público enmudece al tiempo que un individuo de todo punto enigmático y misterioso se abre paso entre la multitud.

Viste como un auténtico dandy, un aristócrata decimonónico y moderno. Podría decirse sin miedo a errar que es el ser que mejor huele en varios kilómetros a la redonda. Eso sí, su piel tiene algo... extraño.

Es negra como la garganta que conduce al Inframundo.

El hermano Läpzig arruga el ceño. No le gustan las interrupciones inesperadas. Su mente ultraconservadora y rígida es incapaz de procesarlas.

—¿Quién osa interrumpir el veredicto del Alto Tribunal Inquisitorial? —inquiere dubitativo.

La tensión se puede hendir con una cucharilla de pudin.

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24/02/2022, 11:26
El Conde

—Señoría, permitid que me presente. Soy el Conde Lucien Valtier de Mousillon. Mis servicios como Letrado han sido contratados para defender una noble causa, motivo por el que me encuentro aquí presente. Sabréis de sobra que jamás presto un servicio jurídico sin someter a mis clientes a un conjuro de Zona de Verdad, por lo que estimo que mis credenciales debieran ser suficientes para proseguir mi alocución. 

>> Tengo un testigo que podrá arrojar una... Por así decirlo, duda razonable sobre vuestra exposición de los hechos, Sire...

Al Conde Lucien Valtier hay algo que le produce un placer indescriptible.

Defender causas imposibles.

—Quisiera presentar a las buenas gentes de Viktal otra versión de los hechos. Sensiblemente contradictoria, si me permiten la apreciación. Para tal menester... —A espaldas del Conde aparece un chambelán bastante enjuto, de rostro maquillado y peluca empolvada escoltando a una figura de rostro cubierto por un velo.

—Deseo llamar a mi único testigo, Señoría.

El Conde tiende la mano hacia esta figura enmascarada.

¿Quién es esta figura enmascarada?

Notas de juego

He aquí mi pequeño tráiler de lo que se os viene encima la próxima semana ^^

Que lo disfrutéis. El post, y sobre todo el puente.

Abrazote, amigos.

Me tomaré un salmorejo a vuestra salud ;-D

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24/02/2022, 17:57
Hilda Vorobiov

- ¡¡NI SE OS OCURRRRA ENSSENDERR ESA PIRRA!!- digo señalando a toda aquella parafernalia  -Toda esa luss puede serr horrrrible parra mi migrrania- me masajeo las sienes con un gesto de dolor- ¿ Quién demonios es Lorrna Windel?

Notas de juego

Que digo yo... que la muerte puede constar como descanso largo y puedo cambiar la lista de conjuros, ¿no, jefe?

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24/02/2022, 19:05
Elandor Dortoris

La situación no era la mejor, vamos ni tan siquiera una mala a secas. No, estaba hasta los mismísimos cojones de todos aquellos subnormales y retrasados. Al menos la mierda de trapos sucios ensangrentados que tenía en la boca, impedían de momento que su ataque de cólera, le hiciera quedar mal ante aquellos subhumanos de mierda.

Colgado sobre una pira, listo para una barbacoa, gracias a que un atajo de deficientes mentales no tenía ni puta idea de donde tenían los huevos, como para saber algo mas. Menudo pueblo de mierda, si hubiese podido, no habría dejado ni una piedra en su sitio, había matado a todo aquel atajo de desgraciados subnormales, y no habría tenido ningún remordimiento, sabedor de que había librado a este mundo de un terrible peligro.

En estas estaba el pobre Elandor el desdentado, a punto de sufrir un cólico o algo peor. Cuando mire usted por donde, aparece aquel conde, que parecía venir del infierno, calle arriba o abajo. Y sin palabras balbuceos se quedo. ¿Quién era aquel tipo? A ver si todavía podían salir de esta. 

Y he aquí, como un funesto y amargo momento, de repente se torno en feliz y hermoso. La querida Hilda, nuestra hermosa y lista Hilda, allí que se había venido. Y era normal, aprovechando que el conde habría dejado la puerta abierta, nuestra Hilda no se lo había pensado, y de la muerte se había venido. Sin saber, que tal vez había hecho el viaje en balde, ya que esto tenía pinta de que pronto el resto iríamos para allí. De lo mismo habían mandado al conde ese, para evitar que unos tipos como nosotros, que podemos resultar muy molestos en ocasiones, fuésemos todos de golpe para allí, y acabásemos con todos los licores del lugar.

Joder que sed tenía, se bebería hasta una botella de alcohol para desinfectar heridas. Que hijos de la gran puta, colgarles allí sin nada para echarse al coleto. Había que matarlos a todos.

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25/02/2022, 00:59
Hrast Pekmez-Voce

El pobre y bien difunto Hrast estaba colocado de cualquier manera. Joder. Si es que se veía a la legua que no respiraba, y llevaba así un buen número de horas, y estaba helado. ¿Y aún así iban a quemarlo? ¿Qué se pensaba esta gente? ¿Que era acaso una especie de ingenio mágico que podía respirar a voluntad o algo así? Y encima la ignominia de la barba. Si es que no se respetaba nada, la verdad. Todo sea dicho. Podrían haberle puesto de algún modo más digno. 

Bueno, la verdad es que el espectáculo prometía tener una luz y un color especial, como el lugar dónde se pierden las sillas, así que al tal Manolo seguro que no le importaría hacerse la cena. O quizás estaría esperando a comer un poco de churrusco de hada, sazonado. En el fondo, no sabían nada de las costumbres de aquel pintoresco pueblo. 

¡Ni siquiera que las resurrecciones estaban a la orden del día! A Hrast le recorrió como un respingo. Quizás la gente lo viese como algo del viento, pero joder, que abrió el ojo un segundo, seguro. Quizás fue una contracción. U otra resurrección. O quizás... ¿Nadie muere en esta historia realmente? ¿Qué es esto? 
 

La gente está en ascuas... y algunos, casi literalmente. 

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25/02/2022, 16:30
Darko

- ¿Estoy loco? ¿Estoy soñando? Es ella, ¡es ella!, ¡ES ELLA!

Y no estaba muerta, no, no,

y no estaba muerta, no, no,

y no estaba muerta, no, no,

estaba tomando cañas,

ay lerelerele.

La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida, ay Dios. 

 

Estoy muy contento de que te hayas presentado a parar esto, esta tarde. (Tono de la canción de Toreros Muertos)

Sacanos de aquí. Tú sola no puedes pero con un abogado que es Conde, SÍ. (Que no sé que escondera pero seguro que nada bueno)

Creo que me han apretado demasiado los cuernos con el cartel de lascivo injuriador y no soy capaz de hilar una frase razonable. Tengo que señalar que no me merezco este cartel, yo nunca he tenido nada de injuriador. 

Haced caso a Hilda y no ENSSENDAIRRSSS LA PIRRAA por la madre que os PARRRIO. 

Hrest ayudame, en tu amistad he puesto toda mi fe. Despierta enano del Tibet. 

Elandor y se cayo el del medio. Por favor jefe levanta cabeza y echale huevos que la cosa está que arde. 

Siento que me va a estallar el cerebro. Nunca había dicho tantas tonterias en tan poco tiempo. Se ve que las torturas al jefe, los gritos de dolor y las frases de ánimo de los carceleros a su héroe, Llagas y Pústulas, cuando le hacia el tratamiento dental al jefe, me han dejado confundido. "Trata de arrancarlo Llagas, joder. Trata de arrancarlo" le decían y vaya que si lo arranco. 

¡Tenéis que parar esto! - aunque, a decir verdad, a mí nunca me ha molestado una buena hoguera. La hoguera tiene no se qué, que sólo lo tiene la hoguera.  

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27/02/2022, 13:34
Hilda Vorobiov

Un coro de pueblerinoa vitorean la inminente ejecución de mis...¿ amigos? Eh, casi podría decirse que sí. Parece que detrás de esos ojos hinchados y bocas retorcidas veo un gesto de alegría por verme.

Me bajo las gafas un segundo, les lanzo un guiño y me las vuelvo a subir rápidamente antes de que me vuelva a atacar la migraña, aunque con tanto ruido alrededor, va a ser complicado. 

- No os mováis, pase lo que pase...¿de acuerrdo? Todavía no. Dejemos que hable El Conde- les digo, bajando de nuevo mis gafas para que vean un nuevo guiño.

Con un discreto gesto, conjuro mi mano de mago invisible y empiezo a desatar sus cuerdas, por si se lía la cosa.

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02/03/2022, 08:52
MUERTE

Pregunta extraída del éter:

@Hilda, alter ego de Phoebe: Que digo yo... que la MUERTE puede constar como descanso largo y puedo cambiar la lista de conjuros, ¿no, jefe?

Por alusiones, la Muerte consideró oportuno replicar a la inoportuna fugitiva a la que observaba a través de su bola de cristal geolocalizadora.

—NO TIENTES A LA SUERTE, HILDY —advirtió con un tono algo condescendiente tamborileando su pómulo derecho con su huesuda mano.— SOLO CUENTO COMO DESCANSO ETERNO, QUERIDA MÍA.

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02/03/2022, 08:59
Amo del Calabozo

La cosa estaba más tensa que defecar en un baño sin pestillo.

Así de tensa estaba la cosa.

La aparición de este misterioso Conde y la aún más sorpresiva entrada de la renacida Hilda Vorobiov en escena dejaron al Gran Inquisidor Läpzig atónito hasta el punto de empezar a temblar de la ira. No es que el hermano Läpzig necesitase mucho para tostar a alguien en un vuelta y vuelta en la parrilla, pero fue quizás el primero en percatarse de la sombra de la duda que surcó las miradas de los lugareños.

Notas de juego

[Sigue...]

@Hilda: T-roleo aparte, sí, estás a tope de vida y puedes cambiar tu lista de conjuros. Tu estancia en la villa del Conde cuenta como descanso largo ;-)

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02/03/2022, 09:03
El Conde

El Conde chasquea los dedos y a su señal su chambelán ha dispuesto una cómoda silla de mimbre acolchada para la testigo estelar, Hilda Vorobiov, alias La Renacida.

El público contiene el aliento en una característica mezcla de pavor ante lo desconocido y temor ante lo que intuyen es una revelación aterradora. Se viene drama judicial, se vienen sorpresas, se vienen descubrimientos inesperados.

—Señorita Vorobiov, para que conste en acta: ¿Fue usted asesinada la noche de marras junto al muy noble hijo de la señora Windel?

El público arqueó una ceja.

El Conde no aguardó respuesta.

Evidentemente, no lo fue. Si lo hubiese sido, ante nosotros, Señorías, comparecería un cadáver. Y su mera presencia en este juicio sería motivo más que suficiente para considerarse resultado de la práctica de la nigromancia más abyecta.

El respetable exhibió muecas diversas de terror ante la sola mención de la nigromancia, práctica que en según qué regiones de Ravenloft estaba muy extendida, como Falkovia, la ciudad siempre asediada por los muertos vivientes, un claro y extremo exponente  de la problemática con los muertos vivientes.

—¿Consideran ustedes, buenas gentes de Viktal, a esta saludable moza como no muerta? —El Conde estiró su mano enguantada en seda y tomó a Hilda por el mentón para luego retirarle las lentes tintadas. Nuestra nigromante favorita sintió la zarpa de la migraña hendir su jugo craneoencefálico, pero los aldeanos asistentes al juicio vieron algo muy, muy diferente. 

Potenciados por la secreta magia del Conde, los rasgos faciales de Hilda ahora lucían de un saludable color, con un moreno estival acudiendo a sus delicadas carnes, unos pómulos sonrosados y una sombra de ojos digna de la aristocracia baroviana. Por no hablar de esos tremendos y penetrantes ojos oscuros como las aguas del Kronov.

Como no podía ser de otra forma, flaqueó alguna que otra pierna entre el público. Incluso se escucharon silbidos lobunos, todo un acto de lascivia perseguido por la Inquisición, oiga.

—Diría que no —añadió el Conde tras comprobar los efectos de su sutil hechicería.— ¡Así pues, señorita Vorobiov! ¡CONTESTE A MI PREGUNTA! —El Conde retrocedió de modo repentino como si en un combate de esgrima se hallase enfrascado. Apuntó con el dedo a su testigo estrella y aguardó a que el público terminase de suspirar por Hilda antes de preguntar:

—¿Quién, de los aquí presentes, trató de asesinarla? ¿QUIÉN?

Y Hilda miró fijamente al Conde antes de responder.

Notas de juego

Hildy, se requiere de post épico por tu parte :-D

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04/03/2022, 21:24
Hilda Vorobiov

Al abogado le gustaba el espectáculo. Y sabía darlo. Eso había que reconocérselo.

- ..." resultado de la práctica de la nigromancia más abyecta"

Pongo los ojos en blanco, aunque nadie lo nota con las gafas. Me muerdo la lengua al escuchar estas palabras y la reacción del dudosamente respetable público ante la palabra "nigromancia", pero prefiero dejar que el picapleitos termine su discurso. Imagino que tiene un plan.

Finalmente El Conde finaliza con unas palabras que dejan a todo el mundo boquiabierto. A mí la primera... tanto que me quedo mirándole fijamente sin saber qué decir durante dos días dos minutos enteritos. La presión del momento hace que se intensifique mi migraña por resurección.

Miro al público, el público me mira... vuelvo a mirar al público. 

Busco alguien con un ojo de cada color. Bueno... más bien con cada ojo de un color. Si tuviera un ojo de cada color tendría que tener muchos ojos...en fin, ya me entienden. Y allí la media del personal era de un ojo y medio.

Me levanto y me paseo entre los presentes. Mirando a los ojos a todos... uno a uno. No tengo prisa. 

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05/03/2022, 17:37
Amo del Calabozo

Hilda sume al auditorio en un tenso silencio mientras empieza a mirar a todos los aldeanos -a todos y cada uno- a los ojos. Busca un patrón concreto, muy peculiar. Un iris del color del cristal y otro consumido en la negrura del abismo. 

El Amo del Calabozo puede sentir cómo el público pide a Teapot. Y dado que el Amo del Calabozo vive por y para el espectáculo, les da eso... y más.

Hilda repara entonces en una entrañable y encorvada abuelita de piel opalina que la observa muy sonriente.

Juguetea con una cucharilla de postre en su diestra, con una destreza impropia de una persona que se halla a mediados de su tercera juventud.

En el aire flota el inconfundible aroma de Eau d' Abattage, la fragancia predilecta del asesino en serie.

La ancianita hace un esfuerzo por abrir sus ojos arrugados y clavarlos directamente en Hilda.

Todo sucede demasiado rápido.

 

- Tiradas (1)

Notas de juego

[Sigue...]

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08/03/2022, 08:43
Mr. Teapot

—¿No te he matado antes en alguna parte...?

La voz.

Esa voz.

ES ÉL.

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08/03/2022, 08:45
Marvin el Rojo

Es Marvin, el valiente Marvin, aquel al que llaman el Rojo, el que reacciona de súbito aprovechando el tenso silencio generado por Hilda para destrozar sus ligaduras con un poderoso bramido ante el pasmo de los templarios que guardan a los reos. El dracónido agarra el poste que soportaba su peso a la hoguera y lo blande como si de un improvisado ariete se tratase, un anonadado Snitt aún atado a su pecho rezando-orando a los padres de los dragones por salir vivo de aquella caótica aldea.

—¡VENID A POR MÍ SI TENÉIS AGALLAS, PANDA DE ICONOCLASTAS!

Es la llamada a las armas. 

¡El momento de la rebelión!

Marvin lanza un tremendo mandoble horizontal con el pesado poste con la intención de apartar a los inquisidores, con la extraña fortuna de impactar en el pecho a Darko, al que arroja rodando fuera de la pira con un par de costillas magulladas. Con otro barrido afortunado impacta en el poste del detective elfo, que maldiciendo obscenidades ininteligibles cae al suelo tras un tremendo jardazo. Pobre, pobre Elandor. Lo están dejando hecho un cromo entre propios y extraños.

Espoleado por el ardor guerrero, Marvin olvida que sus pies aún se asientan sobre la hoguera, algo que los inquisidores aprovechan para prenderle fuego. La pira arde con fuerza consumida por la voracidad de las llamas mientras los fanáticos ríen y claman a su cruel deidad pirómana. Mal asunto. Han bajado la guardia.

—YO SOY FUEGO... —advierte una voz de ultratumba desde el interior de la hoguera protegiendo entre sus brazos al pequeño-diminuto alucinado-sorprendido Snitt.

—YO SOY MUERTE.

Las llamas no pueden detener a un dragón rojo, una dura lección que a base de golpes de poste van a aprender esos Inquisidores durante esta noche.

El magullado Darko y el incomprendido -de verdad, no hay quien le entienda hablando con tanta u- Elandor, se unen a la refriega.

Pero... ¿Qué pasó con Hrasty? ¿Estaba muerto? ¿O fingíase muerto para reaccionar justo en este momento?

La verdad, la TERRIBLE VERDAD, es que Hrasty se había quedado dormido. El sueño de los difuntos, lo llamaban. Una milenaria y muy secreta técnica de artes marciales tan placentera que su practicante debía cuidarse de no quedarse frito durante su empleo. Tal fue el caso de nuestro Hrasty, que estaba muy maltratado por la aventura. Quizás despierte en la segunda parte, no se preocupen.

- Tiradas (1)

Notas de juego

[Sigue...]

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08/03/2022, 09:11
Wyan

El alcalde Wyan se encuentra estupefacto admirando el espectáculo.

—¡Los dioses nos asistan...! ¡Templarios! ¡Prendan a esos fugitivos! ¡Hermano Läpzig! ¡Le hago responsable de la seguridad de mi gente!

El alcalde aparta a su hija de la balconada desde la que presidía la ceremonia del juicio sin percatarse de que los ojos de Lorelei se han ido, están en blanco.

Una sombra vaporosa se manifiesta tras el alcalde.

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08/03/2022, 09:18
El Conde

—¡No he concluido, Señorías! —señala un enojado Conde retirándose un guante y abofeteando con él al primer inquisidor con el que se topa.

—¡Pero Amo! —exclama sobresaltado su fiel mayordomo.— ¡La deontología profesional!

El Conde le regala una mirada de soslayo una sonrisa audaz.

—Estimado Murray, el secreto que subyace a todo Letrado defensor exitoso es estar dispuesto a morir por su cliente. Jurídica y físicamente, querido amigo.

El chambelán sonríe, confuso. Se ha visto contagiado por el espíritu de la defensa de su amo.

—¡YAAAAAAARRRRRRGHHHHH! —Murray propina una bofetada al primer tipo sospechoso que pasa junto a él.

—¡Glups!

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08/03/2022, 09:22
Oswald

La cabeza de Oswald da un giro de trescientos sesenta grados.

—¿Puedo saber a qué viene semejante acto de vandalismo gratuito? —inquiere mientras sus lentes aumentan de tamaño, fulminando al compungido Murray.

El mago tenebroso se llevó un dedo al oído.

—De acuerdo, Rochie... ¿Me recibes?

Una ráfaga de viento recorrió las inmediaciones. Inquisidores, reos y aldeanos aterrorizados alzaron la vista al cielo.

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08/03/2022, 09:25
Rochelle-Rochelle

Surcando el éter a lomos de un tapiz volador, la salvaje Rochelle-Rochelle, arco presto y proyectiles no letales cargados, deleitó al respetable con una sonrisa salvaje.

—¡ALTO Y CLARO, OZZIE! ¡ALTO Y CLAROOOOO!

Rochie cargó una flecha cuya punta era un guante de cuero envuelto sobre una esfera de acero. El guante tenía forma de puño. Su sueño hecho realidad.

—Toma esto, cabeza de tazón... —siseó, un brillo de pura diversión chispeando en sus ojos de gato.

La flecha voló.

El puñetazo aéreo más espectacular de la historia de Ravenloft.

- Tiradas (1)
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08/03/2022, 09:29
Läpzig

—¡ARREPENTÍOS! ¡ARREPENTÍOS! ¡ARREPENTÍÍÍÍ*