Partida Rol por web

Era una muy buena pregunta, sentía por ella algo que realmente nunca había experimentado, ¿pero hasta donde?, no lo sabía. Lo que si sabía es que no podía evitar la necesidad de cuidarla cuando la veía así, cuando la veía mal. Verla mal me hacía sentir a mi peor, se podía decir que aquello era amor, seguramente mucha gente lo habría admitido, pero a mi aquello me daba vértigo.
Agarré su cabeza y la llevé hasta mi pecho mientras le acariciaba el cabello. So aroma me llenaba por completo, podía parecer una tontería, pero teniéndola tan cerca me daba cuenta de que me encantaba como olía, y era la primera vez que me daba cuenta de aquello. No estábamos haciendo nada realmente, pero aun así me sentía feliz.

-Sabes que cualquier cosa.- Le susurré finalmente al oído después de un rato simplemente allí tranquilos.

Me sentía como un idiota, pero no me importaba, de alguna forma Paxie me estaba transformando en aquello.

Mis ojos cedieron y mi cabeza estuvo a punto de ladearse. Sentir de un instante a otro su abrazo es lo que logró mantenerme en la consciencia. Mi respiración se volvió entrecortada... pero no estaba dormida.

Respiré pausadamente, con mi cabeza apoyada en su pecho. Mis brazos se aferraban a su torso, con tan poca fuerza que si él hubiera querido no le habría costado separarse de mí. Poco a poco me recomponía. Como si la droga estuviera por fin saliendo de mi sistema... y lo otro siguiera allí, creciendo.

La paz ganó a la neutralidad. Por un momento, pude continuar así, disfrutando su cercanía. De verdad extrañaba su calor.

Le abrazo un poco más, acomodándome para enterrar la cabeza en su cuello. Al hacerlo nuestros torsos quedan más cerca. Mi propio vientre roza su ombligo.

Un suspiro sale de mi garganta, o un sollozo aparentando ser uno.

- Estoy... - detengo la palabra, tan brusco que frunzo el ceño - creo... - vuelve la dificultad para hablar. O quizá aun no puedo decirlo. - Tengo...

La GotiRusi estaba en su mundito de maravilla bailando para y con ella cuando calló en la cuenta de que, no tenía por qué quedarse en el gimnasio, el instituto estaba mas o menos vacío y podría encontrar paz y tranquilidad y un sitio idóneo donde meterse un porro entre pecho y espalda sin vigilancia ni gilipollas. Avanzó distraída hasta la puerta que tenía a pocos metros y la traspaso cerrándola tras de si para perderse de una puta vez , sin que nadie le incordiase.

Me sermonea, achacando que yo me he pasado con Anya, y pone a su amiga de buena. Me enerva la sangre cuando me dice eso pero no le digo nada. No conseguiré nada discutiendo con él sobre la rusa. Solo necesito hacerme la inocente en este asunto. Y realmente lo soy cuando su amiga lo ha besado delante de todos.

Me acerco a el melosa, y le beso. Pero solo consigo que me de la droga algo frio y se marcha sin decirme nada. Le cojo del brazo deteniéndole  y me dice secamente. - Baño-

Abro con rapidez la bolsita. Miro alrededor evitando alguna mirada curiosa de alguno de los profesores y  cojo tres o cuatro anfetaminas. Le devuelvo la bolsita dándole un toque en su mano.-No tengo donde escondérmelas- le digo abriendo los brazos para que vea que no llevo bolso. El vestido es bastante ajustado y no llevo nada excepto el  móvil escondido en la mano.

Entonces tiro de su brazo para que me oiga bien cerca. –Respetaré a tu amiga cuando tenga intenciones de serlo.- le digo penetrante. –Y como vuelva a besarte...-reflexiono un instante dubitativa de si termino o no la amenaza.

- No será solo a ella a quien busque joder...- pero finalmente mi fama de bocazas me precede. Y digo no solo a ella, porque ya había pensado una forma de devolverle lo que me había hecho delante de todos…

Y creía que iba a ser capaz de guardarme lo que me había molestado que defendiera a su amiga. Pues no. Mi mirada es agresiva. Suelto su brazo y me doy la vuelta. Busco con rapidez a mi amiga Érica. ¿Dónde coño se ha metido ahora que la necesito? Ya la veo, en las gradas con un tío. Allí voy.

           Estaba entrelazando mi lengua con la de uno de los deportistas del último año. Mis dedos se enredaban en su corto cabello negro, los de él trazaban caminos por mi espalda. Sabía a salado, a brownie (se ve que también había comido) y olía a colonia masculina barata. No me molestaba. Sus ojos eran azules como los del fondo del mar y tenía un perfil griego, con pera pronunciada y nariz angulosa pero donde todo tenía su justa proporción. "Espero que todo realmente guarde proporción", pensé con una golosa picardía cuando vi venir a mi amiga, con ojos molestos, a mi lado. Separé a "No sé cómo se llama" con un empujón de brazos y me volteé para verla. Cliff estaba más a lo lejos, señal de que podía haber habido una riña entre ellos o algo similar. El brownie me hacia estar tan tranquila que puse una sonrisa tonta en mi boca, con los labios medios inclinados.

           -¿Qué pasa, nena? -le pregunté mientras mi adonis ponía rostro de puchero -¿A quíén le rompo la cara? ¿Eh? Díme, tú sabes que estoy contigo.

         Mi cabeza estaba media ida entre sensaciones de deseo, alegría, y de sentirme como flotando entre la marea de gente que poblaba el gimnasio. Pero así y todo Alex era lo primero. Ella era lo primero y lo único para mí, mi amiga de esas que conocen todos tus putos secretos y te quieren igual.

Mi reacción ante Alex al pasarla la bolsa no la deja indiferente, no soy de ocultar mis emociones ni lo que me molesta. Ella coge unas anfetas y me devuelve la bolsa justificando que no tiene donde guardarlas mostrandome su cuerpo en su estrecho vestido, la diría un par de sitios, pero me coge del brazo y tira de el para susurrarme que repetará a Anya cuando ella muestre que solo es mi amiga, y que como vuelva a besarme no solo buscará joderla a ella. Toda una declaración de intenciones por su parte con mirada agresiva que me dejan algo descolocado, lo suficiente para que se de la vuelta tras soltar mi brazo y vaya donde Erica.

Erica aparta al chico con el que se estaba enrollando, y yo me acerco a ellas con un bufido serio. -Alexia, tenemos que hablar, lo siento Erica, sigue con tu rollo.- Le expeto a Alex y luego a Erica con una sonrisa algo, bastante, forzada. Ésto es cosa de pareja y Alex tiene que aclararme ciertas cosas. La cojo del brazo suave pero firme y la digo. -Vamos al baño.- Quería un lugar sin que la música taladre nuestros oídos, donde podamos hablar claramente y dónde nadie nos interrumpa.

Tiro de ella sin ser agresivo, al menos con ella, a la gente que se interpone en mi dirección la empujo sin miramientos, tampoco a mala ostia, pero si que les aparto de nuestro camino hasta que llegamos al baño...

Meto a Alexia en el baño de tíos y si hay alguien le hago salir con cara de mala ostia y la meto en uno de los urinarios del fondo cerrando la puerta tras nosotros y quedando bastante pegados. -Antes de nada..... Joder, estás preciosa cabreada.- Confieso antes de besarla pasionalmente de forma salvaje, me había dado muchísimo morbo y saboreo y degusto con ganas sus labios y lengua.

-Alexia, me vas a decir que te pasa con Anya? No puedes entender que es mi amiga y yo estoy contigo?- La pregunto claramente tras separar nuestros labios relamiéndome su sabor.-Y me lo vas a contar todo. Es cierto que la "saludaste" como ella ha mostrado? Ella no se ha metido para nada en lo nuestro hasta que la has picado, y siento que me haya besado, pero eso no justifica que te alces a la armas por algo que has provocado tu. Alexia me gustas mucho, muchísimo, eres mi chica, mi novia, pero joder no intentes alejarme de Anya o me perderás.- La aclaro mi punto de vista. -Ella es mi única amiga, yo no trato de separarte de tus amigos por muy gilipollas que me parezcan Dick y Nick, no hagas tu lo contrario....- Y la matizo.

Durante un rato vivimos en una armonía que ni si quiera las drogas podrían dar. Fusionados en uno, sintiendo solo la respiración del otro con la lejana música del gimnasio de fondo. Entonces algo la inquieta. Se que lleva rara un tiempo, pero no se porque, la verdad es que nunca me he esforzado por entender a las mujeres ¿acaso es posible?

-Suéltalo ya.- Le digo quizás un poco brusco.

No es que me moleste por mi, es que veo que sea lo que sea la está consumiendo, y desde luego no quiero que eso ocurra, aunque temo mucho lo que pueda querer decirme, no puede ser bueno si le cuesta tanto. ¿Quizás quiere acabar con esto?, no lo creo, no parece querer eso, pero si hay algo que tengo claro es que podría tener a alguien mejor, podría tener a Nicky si quisiera... Así que aunque parezca que no está mal conmigo ¿porque va a seguir estando?, demonios, esa si es una buena pregunta ¿porque narices está conmigo?

Intento alejar todos mis demonios, al fin y al cabo tengo que centrarme en lo que le pasa, por doloroso y jodido que sea...

Llego hasta Érica y de seguida me atiende empujando y apartando al chico con el que está. No está mal su chico, uno de los del último año. Está con una risa floja y me suelta unos comentarios que me sacan una carcajada. Está colocada de los brownies con maría. Le sonrío y me agrada la predisposición que me ofrece de romperle la cara a alguien. Veo sus intenciones de querer a ayudarme por encima de todo y eso me saca una sonrisilla. Puede ver que estoy planeando algo. Voy a entrelazar su mano para que me acompañe cuando llega Cliff.

Me dice que tenemos que hablar, pero yo trato de ignorarlo desviando mi mirada. Con lo que él me coge del brazo y me dice de ir al baño. Tira de mi entre el gentío hasta el baño. Acepto que me lleve pero no de buen grado, se lo pongo difícil quedándome parada por momentos. Estoy tan cabreada que sigo sin mirarle.

Me mete en el baño y pillamos a un friki meando, que apurado y asustado de Cliff se abrocha la cremallera y se larga. Sigue tirando de mí y me mete en el último urinario. No hace falta meterse aquí para hablar, esto apesta. Pienso pero no le digo nada, solo desvío mi mirada de la suya que está seria y penetrante.

Por un instante so voz suena anhelante. Y me atrapa dejándome atrapada entre él y la pared del urinario. Me besa salvaje y pasional. Pensé que íbamos a hablar, pero me gusta más lo que me ofrece. Agarro su camisa con la mano libre y le beso de igual forma para morder su labio fuerte a causa del cabreo que tengo.

Pero de pronto se torna serio de nuevo, sigue con ganas de “hablar” o más bien discutir. Vuelvo a mis andadas. Pongo los ojos en blanco y desvío la mirada cuando menciona el nombre de su amiga. Suelto su camisa y me cruzo de brazos frente a él, apoyándome en la pared de espalda.

Él también está terriblemente sexy cuando se enfada. Pero trato de centrarme en la conversación.  Justifica a Anya con que yo la provoqué, sigue en las mismas y eso me cabrea aún más. Pero entonces dice algo que me para en seco todos los pensamientos que tengo contra él y su amiga.

“…pero joder no intentes alejarme de Anya o me perderás.”

Le miro a los ojos intimidada y busco sinceridad en sus ojos. ¿Lo dice en serio?

– ¡No! Lo que no justifica es que con una broma ella te besara de esa manera.- digo “broma” por no darle la razón con provocación.- ¿Eres tan ingenuo de creer que ella solo busca amistad contigo?- me río sarcástica- ¿No te das cuenta?-  Creo que si lo sabe pero no quiere asumir que está jugando con ambas. Y mis celos se hacen más que evidentes.

-Y sé muy bien como es Dick. Puede ser un soberbio gilipollas, pero el sí que es mi amigo, a diferencia de tu rusa.- me negaba a llamarla por su nombre.

Una vez en el baño y tras echar al tipo la meto en el urinario, Alex esta que coopera poco y desvía su mirada de la mía arrugando la nariz porque huele un poco mal el baño. Cuando la beso ella me corresponde de igual manera mordiendo mi labio inferior con fuerza y agarra mi camisa. Tras el beso y cuando empiezo hablar ella me suelta, se cruza de brazos y se pega en la pared con los ojos en blanco.

Entonces solo cuando digo la frase de que podría perderme me mira a los ojos intimidada buscando la sinceridad que encuentra. Niega y sigue rebatiendo que el beso estaba de más y que si no me doy cuenta que ella busca más que mi amistad y sus celos se incrementan.

-Alexia, si la quisiera a ella en vez de a ti crees que estaría hablando contigo? Crees que hubiese quedado contigo toda ésta semana? Crees que me importaría la posibilidad de que lo nuestro se pueda romper? Estoy aquí a riesgo de perder a mi amiga, mi única amiga aquí,  por defenderte a ti y no a ella...- La digo con sinceridad finalmente, no tengo más argumentos que darla y ya no se que más decirla para que no se cele de Anya. -Una falsa amiga no te salva de que te violen.... Y tu dale via libre a Dick a ver si te quiere follar o no, él si que es un "verdadero" amigo tuyo.- Añado algo sarcástico cuando menta que Anya a diferencia de Dick, que de seguro que se la quiere tirar a la que se descuide si no lo ha hecho ya.... es su amigo y Anya no es mi amiga. Y si, puede notar que mis palabras arrastran celos también.

Suéltalo ya.

Es casi doloroso escucharlo hablar así. A la par de indignante. Soy yo la que tiene que hablar, y Dick siendo Dick lo hace aun más dificil.

De verdad no quieres que lo suelte. Por nada ya sería risible. ¿Cómo no asustarlo, especialmente con semejante bomba?

Mis manos comienzan a temblar. Lo controlo apretando los hombros de Dick, mientras abandono el refugio de su cuello y vuelvo a darle cara. Aqui estoy, asustada, confundida, sin saber que mierda va a pasar. Jamás sentí la incertidumbre de ahora. Podría llorar.

Quizá por ello me sorprendió con qué claridad salieron mis palabras.

- Tengo un atraso.

         Cliff vino a llevarse a Alex que se rio con una carcajada franca cuando yo le dije eso de a quién había que romperle la cara. Parece que entre ellos podían solucionar sus asuntos. Le guiñé el ojo, media mareada, con un movimiento de cabeza raro que casi me hace desbalancearme y caerme de donde estaba sentada. El chico "no-sé-cómo-se-llama" me sostuvo con sus musculosos brazos y yo le sonreí.

           -El ejercicio te está haciendo efecto. ¿Y cómo es que me dices que te llamas....? le pregunté entre ataques de risa. Con el rabillo del ojo miré que el rastudo y mi amiga se iban aparte. Me quedé tranquila sabiendo que ella podía venir a buscarme si necesitaba cuando sea, y volví a besar a mi atlético amigo. Solamente parábamos cuando veíamos que algún profesor estaba cerca, porque tampoco era cuestión que nos amonesten. Podríamos ir también a un lugar más tranquilo, pero no quería salir del gim por si alguien me precisaba, Alex o cualquiera de mi grupo.

        -Mmm... tras las gradas... le pedí! así estaríamos bien y con mayor privacidad. Mi cabeza volaba y los sonidos me llegaban como una marea lejana. Él no perdía un momento para estar pegado, y siguió sin decirme su nombre. Lo cual me importaba un pepino.

Relajo los brazos cuando lo escucho hablar de que si la quisiera a ella no estaría aquí conmigo. Una confesión indirecta que me deja boquiabierta. Me explica que está conmigo a pesar de que puede estar perdiendo a su amiga. Y aunque no se lo hago saber me da igual si pierde a Anya como su amiga, no la quiero cerca de Cliff. Le escucho sin mediar palabra. Esta vez estoy pensando lo que voy a decir. Me explica que una falsa amiga no la salva de que la violen. Y estoy “agradecida” de que ella hiciera eso por él. Pero rebatiría sus palabras. Yo no digo que Anya sea una falsa amiga, le digo que ella tiene más intenciones que ser solo su amiga.

-Si quieres le doy vía libre, y lo comprobamos. – le digo claramente para picarlo con Dick. –Total, tú ya te has liado con tu amiga, ahora me toca a mí. – menciono sarcástica. Observo su reacción seria. Para después mencionarle algo más apaciguada.

-De acuerdo, habla con ella- acepto para que él no pierda a su amiga, y yo no perderle a él.-Pero como vuelva a besarte no te lo perdonaré- Miro amenazante pero con intenciones de arreglarlo. Tiro de su camisa con una mano bruscamente y le beso salvaje para probar sus labios, su lengua y su sabor antes de marcharnos.

Alex se queda un poco boquiabierta con mis palabras, solo me rebate lo de Dick, y mi mirada se enciende en furia y celos. -Claramente no es lo mismo, bueno, en una cosa si si piensas que según tu Anya me quiere follar...- Dejo caer de pasada, si algo fijo puede romper ésto es que nunca le perdonaría si tiene un desliz con Dick...

Más apaciguada me dice que vale, que hable con Anya, pero como vuelva a besarme no me lo perdonará. -Pero no intentes joderla.- La matizo y advierto, pues no se me ha olvidado esa confesión accidental. -Júramelo.- La pido pero me coje de la camisa y tira bruscamente de mi hacia ella para besarme de forma salvaje, saboreando mis labios mi boca y mi sabor, yo hago lo mismo con ella, degustando su beso salvaje y pasional.

-Te has tomado ya las anfetas?- Pregunto cuando separamos nuestros labios, yo mordiendo su labio inferior.

Ignoro su petición de que se lo jure y le beso salvaje. El me responde con el mismo deseo y tira de mi labio antes de preguntarme si me he tomado las anfetas. Me tomo mi tiempo. Subo mi mano libre hasta su hombro. Sigo apoyada de espalda a la pared, pero pego mi pelvis a la suya. Sonrío con picaresca y niego con la cabeza mostrándole  mi mano abierta. Tengo el móvil y las 3 pastillas. Ya no me importa que vea el móvil. Pues solo, por ahora, habrá tregua entre nosotros.

Dejo caer el móvil en su bolsillo delantero de la camisa y pongo una de las pastillas en la punta de mi dedo índice. Acerco mi dedo hasta su boca, incitándole para que se la tome. Pero antes de que alcance mi dedo la retiro. – ¿Crees que te voy a dejar tomar algo antes de hablar con tu rusita?- Le sonrío traviesa para provocarlo. –Yo en cambio, necesito algo fuete para darle vía libre a Dick.-  Acerco mi dedo y lo lamo sensualmente, atrapando la pastilla. Saco la lengua y le enseño la anfeta sobre la punta de mi lengua.

Alex me hace caso omiso a lo de jurarmelo, pega su pelvis a la mía y sube su mano a mi hombro. La abre enseñandome su móvil y las tres anfetas, deja caer el móvil en mi bolsillo y coje una anfeta con su dedo índice y me la brinda, pero antes de que la coja retira la mano y me dice que no me dejará tomar nada antes de hablar con Anya, me sonríe traviesa provocándome, y lo esta consiguiendo. Y con su siguiente comentario lo termina de conseguir con creces cuando lame su dedo sensualmente y atrapa la pastilla con la lengua, luego me saca la lengua y me enseña la pastilla en la punta.

Mis ojos son furiosos, pero no me separo de Alex. -Haz lo que quieras, pero asume las consecuencias...- Digo bastante cabreado. -...Joder Alex...- Lanzo mi boca a la suya para besarla con la anfeta entre nuestras lenguas, impregnando la droga en ambas bocas, ingiriéndola de forma compartida en un beso que no pienso parar hasta que la anfeta se haya disuelto en nuestra saliva mezclada por el estimulante beso.

Mis manos pasan a su cuerpo, acariciándolo de forma pasional y lasciva, agarro un pecho y lo acaricio en un masaje sexual, al igual que mi otra mano en su trasero, que se cuela por dentro del vestido. Rozo mi pelvis con la suya, empezando mi entrepierna a crecer de nuevo y endurecerse entre nuestros cuerpos.

La anfeta empieza a imbuir sus efectos, que mezclados con el Brownie me crean una burbuja de placer y a potenciar las sensaciones de cada milímetro de mi cuerpo, en especial las zonas más sensibles y sensitivas. Mi lengua percibe cada matiz de la suya, su rugosidad, sus papilas gustativas, todo el interior de su boca. Su saliva me resulta exquisita y sabrosa, con una mezcla de sabores a chocolate, marihuana, y al químico de la pastilla más su sabor natural... mis manos en su cuerpo descubren texturas y suavidades deliciosas. Mi sexo siente a traves de las barreras de telas el calor de ella y su sexo presionar el mío mientras jadeos entrecortados salen de mi boca y se ahogan en la de Alex....

Tras un rato toma algo de distancia permitiendo que contemple su rostro, no cabe duda de que está mal, ¿acaso va a llorar?, y entonces me suelta aquellas palabras. Palabras que no acabo de comprender.

-¿Un atraso?- Pregunto nada seguro de a lo que se refiere.

Varias opciones pasan por mi cabeza, las primeras bastante absurdas. Después el asunto se va tornando más serio, pero me lo niego a mi mismo, no, no puede ser eso. Así que regreso a mis primeras teorías.

-¿Con... los ejercicios de clase...?- Pregunto nada seguro rezando porque sea a lo que se refiere.

¡En el nombre de...!

Si no fuera por la gravedad de la situación, estaría riendo. Mierda, si no fuera yo la probable embarazada y este no fuera el implicado, me soltaría riendo de ver esta misma situación en dos extraños. Niego con la cabeza, aunque con tal rapidez que hace aun más notorio mi mal estado de ánimo.

Por los nervios, quiero creer, pero siento náusea. Inspiro, aspiro, vuelvo a controlarlo, vuelvo a mirarlo como me observa expectante y de nuevo intento controlar el increíble manojo de nervios que soy.

Lo que no se me quita es el nudo en la garganta.

He cabreado a Cliff lo veo en sus ojos furiosos. Por un instante me intimidan pero entonces se lanza contra mi boca exaltado. Está cabreado y excitado. Está celoso, creo que más que yo con Anya. Y eso me excita por la violencia y agresividad de su beso.  Finalmente he conseguido lo que quería de él.

Cliff busca reprenderme de mi provocación con sus manos lascivas. Masajea mi pecho y se cuela por debajo de mi falda hasta tocarme el culo. Me olvido de la anfeta que tenía en la lengua y saboreo sus labios sorbiéndolos con agresividad. Estoy ida por una mezcla de emociones, excitación, fogosidad y cabreo. Dejo caer las pastillas que me quedaban en la mano y atrapo su camisa para tirar de él hacia mi más si es posible. Busco su entrepierna y masajeo su miembro erecto que marca el pantalón. Interno la mano en sus pantalones y doy con su sexo. Duro y vigoroso. Lo masajeo, masturbándole y le sonrío. Está a perfecto.

-Me has puesto muy húmeda cabreado.- digo sin dejar de masturbarle. Desabrocho con destreza y rapidez su pantalón y se lo bajo. Me deslizo por la pared y me agacho hasta su miembro. Me lo meto en la boca para saborearlo, lamerlo y chuparlo.