Partida Rol por web

Sky High

Capítulo Uno - ¡Bienvenidos a Sky High!

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28/01/2014, 16:19
Director

El viaje había sido largo y agotador. Emprendisteis un vuelo desde vuestro país natal hasta Estados Unidos en un avión privado con pasajes pagados donde un automóvil os estaba esperando. El chofer vestía un elegante traje y tenía entre sus manos un pequeño estuche negro. Os entregó el estuche que contenía dos pequeños audífonos, explicándoos que deberías llevarlo todo el tiempo el tiempo ya que funcionaba como un traductor universal. 

El automóvil os llevó a lo que parecía ser un vacío estacionamiento de un restaurante de comida rápida que parecía cerrado. Allí os reunisteis todos, llegando cada uno en un automóvil diferente. Os dijeron que deberíais esperar a que el autobús llegara a recogerlos. Esa fue la primera vez que el equipo Fénix estaba completo.

Fénix lo componían Camille Delfidia, una muchacha italiana con la habilidad de transmitir sus propias emociones y sensaciones. Colette Dollet, de nacionalidad francesa y con los poderes de Telepatía y Telequinesis. Ekaterina Yavlovenko, rusa, con la capacidad de copiar a la gente y una inteligencia muy por encima de la media humana. Laura Ávila Yagami, nacida en España y con el poder de controlar su propia sangre.

En los chicos se encontraban Felix Cervantes de Rosas, también español y con la habilidad de poder controlar las plantas. Ikuei Saikawa, muchacho japonés con superfuerza y una extraña capacidad para anular los poderes ajenos. Imre Heller, de nacionalidad alemana y marionetista. Y por último, Zvonimir Chejov, muchacho Bosnio con el poder de controlar las ondas de sonido.

Tras charlas durante un rato de sus poderes y preguntarse qué era lo que hacían allí, vieron aparecer un autobús escolar, el cual sería el medio de transporte para llegar a Sky High. Tras un increíble viaje en un autobús que volaba, los chicos del equipo Fénix llegaron por fin a la escuela.

 

Era una gran plataforma flotante, les pareció casi absurdo no haberla visto cuando estaban en la tierra, pero ahora aparecía ante sus ojos como por arte de magia. Una gran cúpula de cristal cubría la plataforma, en su interior había grandes campos de césped y árboles. En el medio, un conjunto de edificios se alzaban con imponencia, que conformaban Sky High. 

Todos observaron maravillados aquel escenario salido de una película de ciencia ficción, pero ahora estaba allí, ante sus ojos. El autobús-nave se dirigió hacia lo que parecía ser la entrada del lugar, una enorme caja metálica compuesta de varios niveles de compuertas. Primero estacionó con suavidad en una superficie anterior a las compuertas, cambiando a tiempo los propulsores por las ruedas.

Entraron a la cúpula de cristal, las ventanillas del autobús se bajaron automáticamente y pudieron respirar un aire puro y fresco. El autobús se dirigió hacia el centro, donde había un hombre joven y apuesto de apariencia normal.

Aquel hombre era Marcus Grant, profesor de ciencias y tutor del equipo Fénix, quien los guió por la escuela y los dio algunos consejos sobre cómo comportarse. Posteriormente, les llevo a sus habitaciones, colocándolos de dos en dos. Las habitaciones las componían Colette y Camile, Ekaterina y Laura, Ikuei y Zvonimir, Félix e Imre. También les comentó que tendrían una hora para prepararse para la fiesta de bienvenida. También les dio unos pines con el color rojo donde venían grabados sus nombres.

Una hora después, todos se encontraban en el gimnasio de la academia, lugar que se había acondicionado para la fiesta. En las paredes había varias telas de diferentes colores, azules, rojas, verdes y doradas. Había sillas dispuestas alrededor y algunas mesas con comida, fuentes de ponche y vasos de plástico. 

Había música sonando en el lugar, algunos estudiantes más atrevidos bailaban en el centro del salón. La gran mayoría y los recién llegados revoloteaban con bebidas y cosas de picar en las manos, sin estar muy seguros de qué hacer o cómo presentarse a sus compañeros. Fijándoos bien, erais capaces de ver que el resto de los chicos, llevaban también pines con los colores de las telas de las paredes.

En el escenario había una fila de asientos y un atril que probablemente se utilizaría para que la directora diese el discurso de bienvenida a los nuevos. 

Notas de juego

Bueno, pues comenzamos de nuevo desde el comienzo de la fiesta. Dado que Eka ha dicho que todo sería algo diferente y hay varios cambios en la escuela con respecto a lo que dijo el anterior master, he decidido que es el mejor punto para comenzar.

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28/01/2014, 20:44
Colette Dollet

Colette había llegado un poco tímida al gimnasio y trató de quedarse atrás. Traía el cabello suelto, únicamente con las tres hebillas que siempre sujetaban la parte de adelante. Su vestido era delicado, pero el contraste que hacía con su piel llamaban la atención. Su cabello parecía fuego, al mezclarse con lo blanco de su vestido y entallaba su figura con gracia y elegancia. Sus zapatos parecían zapatillas de ballet y unas tiras de color blanco se enredaban en sus piernas para darle firmeza al calzado.

Sabía que debía disculparse con Ikuei por lo que había sucedido pero no veía el momento ni la ocasión. Se sentía algo asustada de entrar a un lugar tan lleno de gente, pues no sabía si podría mantener su telepatía bajo control. Trataba de no avanzar y quedarse atrás para evitar la congestión de la gente.

Notas de juego

No sé si ya podíamos comenzar o no, pero bueno. No he hecho mucho tampoco :P

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28/01/2014, 21:55
Felix Cervantes de Rosas

Hoy es hoy y ayer se fue, no hay duda.
Hoy es también mañana, y yo me fui
con algún año frío que se fue,
se fue conmigo y me llevó aquel año.
De esto no cabe duda. Mi osamenta
consistió, a veces, en palabras duras
como huesos al aire y a la lluvia,
y pude celebrar lo que sucede
dejando en vez de canto o testimonio
un porfiado esqueleto de palabras.

 

Conforme en su cabeza iban viniendo retazos de un poema ya olvidado en el tiempo, el muchacho rubio avanzaba, con la rosa en el bolsillo exterior de un traje muy formal, y con una sonrisa en el gesto. Ante las celebraciones, no debía entristecerse o preocuparse. No era una celebración en sí... No. Era la celebración que podía englobar a todas. Todos los días eran celebración  de que un día mas podía llegar, de que habían superado otro día mas.

Era bello verlo de aquella manera, pero pocas personas podían llegar a entenderlo. Siempre le habían dicho que era un poeta en el cuerpo de un niño de 15 años.

Al ver a Collete y su temor por seguir adelante, se paró al lado de ella, y con un gesto muy amable, la miró a los ojos, aun con aquella sonrisa y soltó una frase.

- Es pecado ver el gesto marchito en una vigorosa flor. Soy incapaz de pasar algo así por alto, Colette. Así que si puedo ser de ayuda u ofrecerte apoyo, no dudes siquiera un segundo en pedirlo. 

No la miró mas, no quería que se sintiese incómoda. Esperó que todos los demás marcharan un poco, y una vez había entrado, tras haber esperado unos segundos, haciéndose a la idea de que también iba a entrar a un lugar donde iban a haber muchísimas personas, empezó a dar los primeros pasos.

 
Hoy voy a hacer celebración de flores marchitas,
de desechos de fiesta infantil,
de piñatas usadas,
de sombras en pena -del reino de lo natural-
que otorgan licencia a cualquier artefacto de amar.
Por el levante,
por el poniente,
por el deseo,
por la simiente.
Por tanta noche,
por el sol diario,
en compañía y en solitario.
Ala de colibrí,
liviana y pura.
Ala de colibrí
para la cura.

 

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28/01/2014, 23:31
Imre Heller

Imre que acudia sin su marioneta vestia un traje de chaqueta de color negro, con la camisa y un chaleco dle mismo color, ademas de una corbata de color plateado, al ver la sala una pequea sonrisa puede verse en su rostro mientras piensa:

- Vaya, parece que no solo va a ser una fiesta sino tambien un pequeño discurso, bueno disfrutemos de la fiesta, quien sabe a lo mejor hay suerte y hay chicas guapas.

Asi pues camina con tranquilidad y se dirige a uno de los grupos que no sea el suyo, para saludar a los demas alumnos

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29/01/2014, 02:04
Zvonimir Chejov

Z se acercó al grupo caminando con confianza y empezó a mirar a su alrededor, luego de ver un poco al resto de los jovenes y notar que los pines eran diferentes, Zvonimir empezó a mirar al escenario, si había algo que le gustaba al joven eran los escenarios, pararse y hacer lo suyo, obviamente en este no podría tocar, o por lo menos por ahora.

Al ver que Felix se puso a hablar con Colette, se acercó a Irme.

¿Que te parece? Interesante bienvenida ¿No?

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29/01/2014, 02:31
Camille Delfidia

La conversación en la habitación había sido estimulante, suficiente razón para bajar con una sonrisa a la fiesta. El gimnasio me parecía enorme mucho mejor que la infraestructura de mi pequeña escuelita italiana. Llevaba un vestido rojo y negro con mucho encaje. Miré a mi alrededor Felix se acercó a coquetear con Collete p "tengo que alejarme de él no necesito ser aún más coqueta" agité mi cabeza, quería usar mis habilidades con Collete pero si las usaba el efecto entre tanta gente podía ser peligroso. "Ella podrá manejarlo"

- Si me disculpan yo vine a esta fiesta a dos cosas, a comer y a bailar, por lo que si alguno quisiera acompañarme sería genial si no ya puedo hacerlo yo sola, soy buena en eso- les sonreí animosamente a los que ya consideraba mis futuros amigos- Suerte Collete

Le guiñé un ojo a mi compañera de cuarto y avancé hacia la pista de baile siguiendo el ritmo de la música con facilidad concentrandome solamente en mi y en lo divertido que era moverme alejando todas esas molestas emociones.

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29/01/2014, 03:14
Colette Dollet

Colette permanecía lejos de la gente. No podría soportarlo. En ocasiones le costaba contenerse con sus propios compañeros y en una situación así, sería más que sólo incómodo para ella.

Sabía que debía hablar con Ikuei pero no sabía cómo. Si le decía que quería hablar, podía pensar algo extraño de ella con lo que había sucedido.

Permanece con la mirada gacha y las mejillas sonrosadas recordando el incidente del beso. ¿Qué le podía decir que no hiciera que corriera aterrorizado de ella? ¿Y ella qué podía hacer para no correr aterrorizada? Era todo un problema en esa situación para ella y más hablar con alguien con tanta libertad.

Mientras ella buscaba la mejor manera de disculparse, Felix se le acercó y le dijo algo. Se sobresaltó y soltó un chillido corto. Se había sorprendido realmente y sus mejillas se ruborizaron, casi hasta tomar el color de su cabello. Balbuceaba tratando de decir algo, pero nada salía de su garganta. Hasta que, casi como un susurro, Colette le dijo - Gracias, Felix. Yo... Yo estoy bien - bajó la mirada nuevamente y entró al gimnasio pero permaneció aparte de la gente.

No se sentía capaz de acercarse más de la posición en la que se encontraba. Podía ser catastrófico para ella.

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29/01/2014, 09:09
Ikuei Saikawa

Entró en el gimnasio y observó con detenimiento la sala. Tenía sentido lo que sus compañeros decían, los habían dividido por colores, seguramente para separar los diferentes grupos de alumnos, aunque no entendía bien el por qué. Pudo contar al menos cuatro colores y supuso, ya que ellos eran ocho, que el resto de los equipos contarían con el mismo número de integrantes.

Al entrar, sus nuevos compañeros comenzaron a dispersarse. Los observó uno a uno para ir familiarizándose con su forma de ser hasta que reparó en Colette. Aquella muchacha, desde el incidente de horas atrás, parecía mirarlo por el rabillo del ojo de vez en cuando. Estaba casi decidido a hablar con ella cuando Félix se la acercó, hecho que hiciera que detuviera su impulso.

Sacó de su bolsillo uno de los auriculares y lo colocó en su oído derecho, la música que ponían no era de su agrado, los X-JAPAN si, y acto seguido se acercó a una de las mesas para tomar un poco de ponche y comer algo, estaba sediento tras tantas emociones.

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29/01/2014, 11:26
Ekaterina Yakovlenko

Me había puesto un vestido de tela elástica, por si acaso. Fui dando pequeños saltitos felices, impaciente por conocer más de aquella escuela, aunque lo que de verdad me apetecía era ir a explorar por mi cuenta. Por un momento estudié aquel gimnasio reconvertido en sala de actos y a los otros chicos. Pero mi atención se desvió por completo cuando escuché la música y mis pies comenzaron a moverse de forma inconsciente. 

Cuando Cam dijo que fueramos a bailar no me lo pensé dos veces y la seguí. 

- Genial, me encanta bailar - sonreí perfectamente feliz. 

Bailaba con la soltura de quien ha hecho años de danza. A mis pies le siguieron las piernas y las caderas, marcando el ritmo. No me importaba quien pudiera mirarnos, bailar me hacía sentir ágil, elegante y mi cuerpo lo reflejó, aunque de forma sutil, haciéndose algo más alto y estilizado. No era, ni de lejos, como cuando hacía clásico, pero incluso aquella música de discoteca, me hacía olvidarme de lo que me rodeaba... 

Notas de juego

Había escrito un post largo y se me borró, así que he tenido que rehacerlo. :'(

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29/01/2014, 13:47
Laura Ávila Yagami

"Si hay música, espero que acepten patos descabezados en la pista, aunque creo que primero asaltaré la mesa de los aperitivos..."

Cuándo le veis, una vez más el color predominante en su vestuario es el negro, con sus colas de caballo gemelas en al cabeza. Es sencillo y sin mangas, de largo hasta la rodilla y sin escote, aunque marca un tanto la zona del pecho, lo cual no parece importarle mucho a Laura, pese a su caso ligero de "tabladeplancharenismo". También bastante transparente en la parte baja de la falda, dejando a la transparencia la rodilla y parte del muslo. Se le ve bastante emocionada con el sitio, y corre hacía la mesa dónde estaban las bebidas sin gas y los quince mil millones de tipos de guarrería distintos, de los que empieza a dar buena cuenta, sin prisa pero sin pausa, y haciendo honor al sobrenombre de "El Estómago Negro" que se ganó en su colegio anterior.

Hizo señas a Félix para que fuese hacia ella. Le había sorprendido tener a un compañero de su tierra... bueno, de una de ellas, así que quería hablar con él un rato.

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29/01/2014, 15:06
Felix Cervantes de Rosas

Con una sonrisa en el gesto, se apartó un poco del lugar en el que había estado y miraba a su alrededor. Ya habían varias personas bailando

Mirame a los ojos, 
deja tus sueños deambular,
emigremos al eden, sin dejar de bailar
Gira, gira sin parar
recojamos añoranzas y felicidad,
todos sin dejar de bailar

Sonrió ante la extraña manera que tenía de funcionar su cabeza. Cuando, por un segundo, percibió que una de las muchachas le hizo una seña. No dejó de sonreír y con las manos metidas en los bolsillos, se acercó a Laura.

-Vaya... Si me permite una observación, es increible la capacidad de comer que posee.

Comentó, ampliando su sonrisa aún mas.  

-Creo que sería incapaz de comer tanto, y lo mas gracioso es que tengo mas cuerpo que vos

Se veía por sus gestos y sus ademanes que todo lo que hacía o decía era, mas bien, de manera positiva y en ningún caso, un ataque. Cruzó las manos a la espalda y miró a su alrededor una vez mas. Entonces, en perfecto español, dijo.

-¿Sabes? Las celebraciones van mas allá de una fiesta simple. Nos recuerdan que se seguimos vivos un día mas... Y ese, debería ser motivo de celebración todos los días del año.

 

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29/01/2014, 17:25
Zvonimir Chejov

Viendo que el grupo empezaba a dividirse entre los que comían y los que bailaban, Zvonimir empezó a caminar hacia la mesa de aperitivos. Si bien soy músico no suelo bailar, prefiero dedicarme a tocar la música.

Z empezó a ver la comida y decidió un sandwiche, era algo simple pero era lo que más le apetecía, en la mesa había comidas de todo el mundo, no era de extrañar ya que los alumnos venían de todas partes del mundo. Al ver a los españoles charlando Z sonrió, era lindo ver que se encontraran dos jóvenes del mismo país en un lugar tan alejado.

Lamentablemente soy el único Bosnio. Los europeos del este somos diferentes a los otros, quizás Eka tenga una cultura más parecida, pero vivíamos lejos de Rusia.

Al pensar en la metamorfa los ojos del joven se posaron sobre ella, viendola moverse, girar y saltar. Por unos minutos Zvonimir se quedó solo mirandola.

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29/01/2014, 19:18
Camille Delfidia

- Ekaterina me encantas- dije con soltura acoplandome a su baile- tienes mucha energía. 

Era agradable tener su compañía ya que aunque no me importaba bailar sola todo hecho con amigos era mejor. Me acerqué a Eka notando que no era la única que la observaba, una mirada dismulada fue acompañada de un murmuro de mi parte para la señorita rusa.

- No mires ahora pero Z te está mirando mucho- me reí como cualquier chica lo haría- Quien sabe, quizás cupido esté haciendo travesuras esta noche.

No era tan bruta como para coger a la fuerza a Z con el fin de traerlo a bailar con Eka, aunque ganas no me faltaban, quizás era por mis habilidades o simplemente una característica de mi personalidad, pero me gustaba cuando la gente caía presa del enamoramiento, la sensación era fantástica, no lo era tanto cuando se acababa pero que más da, lo bueno hay que vivirlo.

- Porque no vas por algo de beber- dije dandole un suave empujoncito con el hombro, considerando que  Z estaba ahí cerca de las mesas con comida.

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29/01/2014, 20:59
Laura Ávila Yagami

Cuando al final se le acercó, no podía dejar de preguntarse cómo fue que ese chico llegó a comparse así. Parecía sacado de los libros de Alatriste, tan sumamente educado, y con ese porte que tenía.

"Grafiaf por la offervafión" dijo mientras todavía tenía la boca llena con un trozo de pizza, tras lo cual tragó. Se limpio con una servilleta antes de continuar. "Bueno, es culpa de mi poder... acelera mi metabolismo, incluso mi temperatura corporal es algo más alta que la de un humano normal. Así que como mucho." Cuando vió que cambiaba a su idioma, se puso a mirar a las personas que bailaban.

"Bueno, por eso existe el no cumpleaños del Sombrerero Loco, ¿No es así? Al fin y al cabo, la tradición del cumpleaños viene del corto período de vida que había antes." lleno un vaso de plástico con té y luego cogió otro "¿Qué quieres de beber, que te lleno el vaso?

Se quedó observándolo un poco más.

"Por cierto, me gustaría que dejaras de hablar tan keigo, por favor. Somos de la misma edad al fin y al cabo, no hace falta ser tan formal"

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30/01/2014, 04:15
Colette Dollet

Colette miró cómo Ikuei estuvo por ir donde ella pero se detuvo y Colette suspiró al ver dónde se dirigía. Ella no podía acercarse a la multitud. No sabía si podría aguantarlo, así que decide permanecer alejada de la multitud.

Pudo escuchar a Camille con la reacción de Z y ella no pudo evitar mirar al violinista con una pequeña sonrisa. Podía ser cierto pero nada se lo aseguraba. Algunas chicas solían darle más importancia a ese tipo de cosas de lo que ameritaba y Camille podía ser una de ellas. Eka También. Aún no las conocía como para asegurarlo.

Cuando mira por accidente nuevamente a Ikuei, su expresión es triste. No había podido disculparse con él y no se sentía tranquila consigo misma. No podía leer su mente y le aterraba pensar que él estuviera pensando lo peor de ella. Se dirige a la entrada del gimnasio. Planea respirar un poco afuera y tomar valor para entrar en el lugar y soportar la multitud para hablar con él. Se sentía intranquila y bastante avergonzada. Además que las fiestas no eran los lugares donde se sentía más a gusto.

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30/01/2014, 09:02
Director

A un lado de la sala, los dos muchachos de nacionalidad española charlaban amigablemente con unos vasos de ponche en la mano. En el centro, Camile y Ekaterina bailaban bajo la atenta mirada de Z el cual hacía gestos a esta última para que se acercara.

Por otro lado estaba Imre, quien con su peculiar forma de andar, se acercaba a un grupo de desconocidos que tenían un pin de color azul.

Colette salió del gimnasio a tomar aire e Ikuei salió tras ella acto seguido.

Notas de juego

Ya que os habéis separado, id poniendo solo los destinatarios con los que roleais.

Imre, estoy con lo tuyo, en breve te escribiré lo que ves. Lo mismo digo con Colette.

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30/01/2014, 11:50
Ekaterina Yakovlenko

Sonreí perfectamente feliz. La música me hacía sentir ligera, elegante. Aunque bailar en una fiesta no era como hacerlo en clase o para mi madre, ella era mucho más exigente, aquí podía simplemente dejarme ir y no pensar.

- Gracias, también me caes bien. Lástima que al final no dejasen elegir compañera de cuarto. Claro que Laura también me cae bien - sonreí.

La gente me gustaba y era raro que alguien no me callese bien. Para eso tenía que ser un matón o algo peor. Bueno, en realidad, técnicamente, hasta podía llevarme bien con algunos matones. Pero eso era otra historia. Era aquello de poder ponerme en la piel de otros, literalmente. Hacía mucho más sencillo entenderles.

Seguía bailando sin prestar demasiada atención a lo que nos rodeaba cuando Cam lo soltó: “No mires”. Pues claro que miré, aunque lo disimulé con un giro. Y parecía que tenía razón pero tampoco vi nada raro. Estábamos en el centro, bailando, era normal. Había más gente que miraba y no creía que significase nada. Entonces caí en la cuenta de algo.

- Un momento, ¿percibes algo? ¿cómo funciona exactamente? - pregunté curiosa.

Porque Cam era una empata y podía notar cosas que el resto no. Luego me dijo que fuera a por algo de beber dandome un empujoncito. Dudé por un momento, porque entonces se quedaría sola. Claro que había sido idea suya.

- Bueno, si estás segura iré a hablar con él - porque no nos engañemos, eso es lo que había entendido por “ve a por una bebida”. No se podía ser mucho más clara. - Si te aburres ven. - dije guiñandole un ojo.

Después fui hacia la mesa donde estaba Z. Claro que no tenía ni la más remota idea de qué hablar con él. De forma distraída cogí uno de los vasos en el camino y luego le sonreí.

- ¿Prefieres otro tipo de música? - le pregunté. Después de todo era un gran músico, era posible que fuera exigente como mi madre. - ¿Cómo es que Imre te ha dejado solo?

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30/01/2014, 14:51
Felix Cervantes de Rosas

-Oh..

Dice, sorprendiéndose por un momento de la respuesta de la muchacha.

-De acuerdo... Aunque sinceramente, no lo hago aposta. Es simplemente mi forma de expresarme.

Tras ello recuperó la sonrisa.

-No tengo ganas de tomar nada ahora mismo, a decir verdad. Estoy bien

Luego miró a su alrededor una vez mas, para volver a la muchacha.

-Dominas la sangre ¿Verdad?... Es una capacidad... extraña. ¿Cual es su utilidad? me refiero, aparte de la obvia funcion en el cuerpo de mantenernos con vida. Si nos pusiéramos a discutir la utilidad filosófica de la sangre... No acabaríamos hoy. Aunque personalmente me encantan ese tipo de argumentos. Pero no es lo que pregunto.. Mas bien es, el uso que tiene tu capacidad realmente.

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30/01/2014, 17:11
Zvonimir Chejov

Al ver como la rusa se le acercaba Z sonrió y le ofreció una bebida. Tomó un trago y se quedó dudando cuando la chica le preguntó sobre la música.

Me gusta, el problema es que suelo ser el que toca y no el que baila, por lo que no tengo mucha práctica.

Z sonríe.

Aunque supongo que si alguien me ayuda podría aprender...

Al decir esto se sonrroja un poco, pero con la pregunta sobre Irme dobla la mirada hacia los jóvenes del pin azul. Pero al hacer esto volvió a mirar a la chica.

Parece que está más interesado en la gente de los otros grupos, no me esperaba que fuese tan socializador con otros siendo callado con nosotros.

Luego mira a Camille y se sonríe.

Tu tampoco puedes decir mucho de Irme, dejando sola a Camillie...

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30/01/2014, 21:18
Ekaterina Yakovlenko

Esbocé una sonrisa traviesa y cogí la bebida. Di un pequeño sorbo saboreando el azúcar y luego respondí.

- No es una actuación. No hay que ser perfecto, solo divertirse - le guiñé el ojo. - Claro, si quieres puedo intentar enseñarte ¿qué tipo de baile quieres aprender? ¿O sólo quieres bailar?

Seguí su mirada hacia el grupo con el que estaba Imre. Se me ocurrían varios motivos para que prefiriese la compañía de otros grupos. Pero sin conocerle más era difícil saber cuál era realmente. Tampoco es que me importase demasiado, claro.

Cuando escuché el comentario sobre Cam no pude evitar reírme.

- Fue idea de ella. - le dije con toda la naturalidad del mundo. - Se nota que es empática - comenté.

Aproveché para picar unas patatas. La verdad es que me sorprendía ver tanta comida. Es decir, no era raro que hubiera mucha comida en una fiesta y sabiendo que podían pagar aviones privados, esto era una nimiedad. Pero para mi, que estaba acostumbrada a vivir con pocos lujos, estos detalles aún me impresionaban.

- Si quieres podemos ir a bailar con ella. O podemos quedarnos aquí hablando, Cam sabe que puede venir - la saludé con la mano.