Partida Rol por web

Sombras de Davokar

Escena principal

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18/09/2019, 14:50
4. Hugo

Mira que son pegajosos esos malditos mantos negros .Sabia que era  cuestión de tiempo que vinieran pero ¿ tan pronto?.Vamos  digo arramblando con la espada al paso .No porque piense usarla pero no voy a cargar con esa hacha tan pesada  y seguro que alguna de las chicas  sabrá darle buen uso a la espada   y si no se podrá vender por una buena cantidad .

El noble y el ogro nos consiguen un tiempo precioso para poder  escapar  pero de refilón mientras me lanzo por la ventana veo algo que me llama la atención .Interesante este noble , muy interesante .Después habrá que averiguar un poco mas sobre él y sus habilidades 

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18/09/2019, 23:25

En un instante toda la situación había cambiado. De estar planeando qué hacer tranquilamente se habían visto sorprendidos por una bruja y perseguidos por lo Mantos Negros. Tenían que salir de aquel lugar lo más rápido posible. Berenice recogió las dagas del trasgo, aunque no dejaba de mirar con curiosidad la espada que había cogido su compañero Hugo. Tal vez en un momento más tranquilo podrían hacer un intercambio, ya que aquella espada llamaba poderosamente su atención.

A continuación corrió siguiendo a sus compañeros hasta la ventana que había abierto Merkkenia y se preparó para bajar. -Corred, larguémonos de aquí.- Dijo de pasada a sus compañeros.

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19/09/2019, 17:10
Director

Lograis bajar hasta abajo, todos conseguis tocar el suelo a salvo, pero aun no ha pasado el peligro, pues los virotes de los Mantos Negros silvan sobre vuestras cabezas.

El último en bajar es el mercader que a duras penas puede mantenerse en pie tambaleante como está con aquel paso vacilante por la borrachera, uno de los virotes de los Mantos Negros le alcanza en el costado.

El obeso mercader cae hacia adelante, Merkkenia trata de sujetarlo mientras aquella cortina de virotes trata de alcanzaros, sin embargo la trocalengo no es corpulenta ni fuerte y casi es derribada-huid yo pondre a salvo a Terius-dice refiriéndose al mercader sabiendo que estaba herido.

-Que ofrecimiento más amable-dice el noble con una sonrisa mientras monta en su caballo-creo que Krugg por ahora tendrá trabajo que hacer. estará demasiado ocupado para acompañarnos, ¡que contrariedad!, pero debemos seguir adelante.

-Id yo os alcanzaré después-insiste Merkkenia.

Dudais entre que hacer, por un lado quereis marcharos, pero ¿dejaríais a Merkkenia a su suerte contra todos los Mantos Negros?, si la capturan podrían interrogarla, aunque ella ha demostrado su valía contra aquel demonio , una pequeña duda se cuela en vuestra mente.¿que vais a hacer?

Tal vez deberíais visitar a Demeon el podría deciros sobre quien es la bruja que os advirtio en la posada, claro que los Mantos Negros podrían alcanzaros si os entreteneis mucho tiempo.

Hugo siente un renovado poder que le da fuerzas, tal vez podrías usar este poder para salir del atolladero.

-"Déjame ayudar"-dice una voz en la mente de Hugo, es una voz sobrenatural, de algún ser antiguo y poderoso que no sabes identificar, lo que si es seguro es que no es humano, no estás seguro de que hacer ¿deberías dar rienda suelta a aquel poder que fluye en tu interior? pero la voz dice que puede ayudaros y es seguro que puede hacerlo.

Notas de juego

*Anton tu broche tiene +2 a defensa contra los proyectiles.

Hugo si decides quedarte a ayudar a Merkkenia tira defensa y además tenaz

Los que os quedeis a ayudar a Merkkenia y a Terius debeis tirar defensa a ver si las flechas os alcanzan, si os quedais si os marchais los virotes no os alcanzarán.

Aqui teneis dos opciones unos pueden si quieren ayudar a Merkkenia y otros irse con Vallomei hacia el bosque de Davokar, o a visitar a Demeon si lograis averiguar donde vive el guardabosques.

 

 

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19/09/2019, 19:06
4. Hugo

Salimos de una situación mala  a una no mucho mejor  ya que los  virotes vuelan  y si nos paramos seremos blancos fáciles .La sacerdotisa se quiere quedar , el noble emprende la fuga como haría toda persona sensata  y yo ya estoy  corriendo mientras  grito a las chicas .Espabilad , si nos quedamos nos van a convertir en alfileteros .

La voz en mi cabeza con sus promesas de poder  me  sorprenden por un segundo pero soy perro viejo y he leído  demasiado  sobre  gente que se dio demasiada prisa en aceptar  una oferta  potencialmente peligrosa .Sin tiempo para decidir si la voz tiene que ver con el demonio  o con la espada que he cogido   me la juego  y me tiro un farol . Callate o te dejo tirada para que te recojan los mantos negros .Ya sabes que destino te darían , guardada en alguna cripta húmeda y mohosa para la eternidad en el mejor de los casos   y en el peor  te fundirán.

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23/09/2019, 10:01
1. Eïka

Por un momento dudé, ¿la sacerdotisa se iba a quedar sola luchando contra los mantos negros? Sin embargo, luego lo medité y... tras escuchar a Hugo me decidí a seguirle. Viendo lo que había visto momentos antes con el engendro y cómo Merkkenia se había encargado de él de un plumazo, dudaba que no tuviera un as escondido en la manga para salvar aquella situación.

—¡Sí, vamos! —exclamé, mientras seguía la marcha de Hugo.

Sin embargo, cuando volví a escuchar a Hugo hablar, y decir nosequé de que me callara o que me iba a dejar tirada para que me recogieran los mantos negros, enarqué una ceja...

—¿Qué bicho te ha picado? —le contesté, visiblemente molesta—. ¿Tanto te molesta mi voz? En fin —dirigí mi mirada a Berenice—, yo iré a ver al guardabosques. Si quieres, ven conmigo. Si no, nos vemos en unos minutos; no tardaré... 

Notas de juego

xD Doy por hecho que los demás no sabemos que habla con su nueva espada, jaja.

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23/09/2019, 16:57
Director

Antón se queda ayudando a la sacerdotisa a buscar un lugar seguro para el mercader, y afortunadamente para el consigue esquivar los virotes lanzados por los Mantos Negros mientras Hugo, Berenice y Eika se alejan con Vallomei.

Es trabajoso cargar con aquel hombre corpulento, y mientras lo haces con ayuda de Merkkena veis salir a un Manto Negro con la mandíbula partida inconsciente, vuela por el aire y se estrella contra un árbol cercano, el rugido de ira de dentro de la posada proveniente de Krugg sobrecoge a Antón y a Merkkenia el ogro aun lucha contra los sacerdotes, pero ¿cuanto tiempo podrá retenerlos?.

Merkkenia mira al joven mercenario y le sonrie encantadora-gracias por la ayuda-dice con la amabilidad que la caracteriza  a Antón mientras llevais a Terius hasta un caballo y la trocalengo lo monta con agilidad  mientras espera que montes el corcel para marcharos, cuando lo haces los virotes de los Mantos Negros aun surcan el firmamento nocturno, pero niguno de ellos os alcanza.

-Iremos a ver a un amigo, creo que puede ayudarnos.-exoplica Merkkenia, mientras galopais.

 

Los demas cabalgais con Vallomei, Eika está algo molesta por la extraña contestación de Hugo(creyendo que el mistico le ha hablado a ella), y decide ir a ver a Demeon, mientras su caballo cabalga tras Hugo, luego se desvía por una callejuela, y se encuentra con Antón y Merkkenia que llevan a Terius el obeso mercader con ellos.-seguidme-dice Merkkenia-dejaremos a Terius a salvo, voy a ver a alguien que creo que puede darnos consejo.

Berenice ha tenido tiempo para recapacitar sobre todo lo ocurrido, la lucha contra los rufianes y su lider Braak, antaño fue humano pero algo debió de corromperlo en el bosque de Davokar... y esa espada, Berenice sólo de pensar en esa espada se estremece de terror, recuerda como Braak la compró a un mercader de oriente,"un buen líder debe infundir temor, asi se gana el respeto de la gente"le había dicho Braak a Berenice cuando ella le preguntó por la espada, ¿seria aquella espada misma quien lo corrompio?, recordaba ver a Braak un lider fuerte, macilento y ojeroso a partir de que tuvo aquella espada cada dia con la piel estirada y apergaminada, recordaba verlo sufrir pesadillas cada noche y al despertarse no querer hablar de lo ocurrido en aquellas pesadillas, la espada tenía algo, algo horrendo, algo que Berenice no entendía ni sabía combatir, algo corrupto y oscuro, pero ahora en manos de Hugo podría resultar mucho más mortifera.

La voz mental rie-¿de verdad crees que puedes controlarme?, no místico esto no funciona asi, yo te ofrezco poder un poder inimaginable con el que jamás has soñado tener,-dice aquella voz oscura y terrible de ultratumba en respuesta a la amenaza de Hugo.

-No puedes desahacerte de mi,-continua explicando la voz de la espada mentalmente a Hugo, y la verdad que Hugo no quiere deshacerse de la espada"¿para que?" pensaba- antes no tenía el poder que ahora posee, antes era un don nadie, ahora nadie podría pararlo -y los Mantos Negros sime encargare de ellos" -pensó Hugo-si matalos deleitame con la sangre de esos piadosos de Prios-rio el demonio de forma mental en la mente de Hugo.

Berenice se ha quedado algo más retrasada y se ha perdido entre las calles de Fuerte Espina, aunque ya no la siguen los Mantos Negros algunos mendigos se le acercan.

 

Merkkenia llega hasta una casa y desmonta, parece estar en las afueras de la ciudad, -aqui es-dice desmontando y llevando al mercader dentro-ayúdame Antón por favor-le dice al joven mercenario Merkkenia, la casa es de piedra y tiene algunos adornos en la puerta, tales como plumas y pieles.

Vallomei y Hugo salen de Fuerte Espina, el noble desmonta en la linde del bosque de Davokar-esperemos que no tarden demasiado-dice el noble.

 

Notas de juego

Hugo gana 1 pto de sombra al haber fracasado su tirada de tenaz contra la conciencia perversa de la espada, por eso el demonio de la espada controlará algunos pensamientos que yo ire roleando como master, no obstante la ibfluencia de la espada mengua de dia, explico esto porque no controlaré en pj de Hugo siempre solo algunas veces, la mayoría de noche.

Berenice se ha perdido, pero no es nada grave solo que se distrajo al pensar sobre la espada y al no postear y decirme lo que hace no se con que grupo  ira asi que tendra que jugar esa escena de los mendigos y luego la reincorporo al grupo.

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23/09/2019, 19:29
4. Hugo

No hablaba contigo compañera ,hablaba con .. en fin que no me refería a ti .Respondo a Eika sin querer decir más .Al fin y ala cabo la espada es mía , la cogí y no veo porque hay que comentarles nada de sus peculiaridades..¿Quién mejor que yo para controlarla ?
Después de un buen rato de huir pierdo de vista al grupo y me encuentro solo con el noble .Aun a la carrera intento respirar y pensar en como debo actuar ..la espada es mía y así debe de ser pero habrá que domarla.No te confundas espada ... claro que quiero poder pero no a cualquier preciopienso sin expresar esta voz alta la conversación visto la confusión que se genero con Eika y que no quiero que el noble sepa lo que hay .¿Cómo te llamo? llamarte espada me parece estúpido y seguro que tienes un nombre

Notas de juego

uff

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23/09/2019, 22:46
Director

En Fuerte Espina...

Merkkania llama a la puerta que pronto se abre para revelar un hombre de complexión media. De rostro curtido y mirada atenta. Observa a la mujer y al grupo en silencio un momento bajo la lluvia. Su rostro no refleja ira o desazón por lo intempestivo de la hora, quizá una pizca de suspicacia. Finalmente mira hacia la calle para asegurarse que la guardia del alcalde no les sigue y les hace un gesto cansado a Merkkania, el mercader, Anton y Eika para que entren. No hay rastro de Berenice, la habéis perdido en la desordenada huida, o quizá a sido ella la que se ha separado.

-Merkkania, con esto estamos en paz -se limitó a decir mientras cerraba la puerta tras el último de vosotros, con semblante taciturno.

Dentro, la casa es de una sola planta, pero bastante acogedora. Un hogar arde en la pared del fondo. Un jergón a un lado y unos baúles con pieles encima construyen la estancia. Apoyados en la cama hay una espada y un arco. En medio una mesa de roble en la que podrían comer seis persona se interpone entre vosotros y el fuego. No hay ventanas que den a la calle, pero unos ventanucos en el tejado dejan entrever la tormenta fuera. La mesa tiene algunos pergaminos y mapas que vuestro anfitrión recoge para que recostéis al herido y orondo mercader.

-Gracias por esto Demeon, estamos en paz -asintió la trocalengo en vuestro nombre- pero estos amigos tienen algunas preguntes para ti, si eres tan amable.

Demeon, miró a los extraños integrantes de la comitiva y asintió.

-¿Qué queréis saber? -preguntó de pie junto a la cama, tras dejar los mapas sobre esta.

...

En el linde de Davokar…

La tormenta amaina y los álamos del linde os cobijan ligeramente. Valllomei, embozado en su capa y medio oculto tras el tronco de un álamo viejo, alterna su atención entre el camino que habéis recorrido y tu espada, Hugo.

-¿Crees que tus amigos estarán bien? Odiaría tener que buscar un nuevo grupo, el servicio está fatal últimamente –sonríe a Hugo- por cierto bonita pieza -finalmente señala tu espada con cierta indolencia- ¿te interesa venderla?

Notas de juego

Hasta que os juntéis de nuevo separaremos los grupos (para probar):
-Hugo y Vallomei. Hugo, tus mensajes solo a los Dms hasta nuevo aviso.
-El resto, Merkkania y Demeon. El resto, vuestros mensajes a todos menos a Hugo hasta nuevo aviso.

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03/10/2019, 22:33
Director

Finalmente Eika, Antón y Merkkania recorren el corredor sin problemas, amparados por la noche, los guardias no parecen siquiera reparar en ellos. Sospecháis que probablemente sería muy diferente si trataseis de entrar en plena noche, pero se limitan a seguir ordenes y el Fuerte Espina sobran almas de las que preocuparse.

El linde de Davokar les recibe lóbrego, húmedo y oscuro. El cortafuegos, acaba abruptamente a unos metros del la muralla de árboles. Un pequeño sendero serpentea entre nudosas raíces centenarias y se pierde en la oscuridad en dirección norte.

Vallomei y Hugo, ocultos parcialmente tras el grueso tronco de unos viejos alisos, salen a vuestro encuentro.

-¡Ah, por fin! -el joven noble sonríe encantador enfundado en su capa- ¿Todo el mundo está bien? Em, ¿no nos falta alguien? ¿Donde os habíais metido? Temíamos que esos Mantos negros os hubieran atrapado.

Notas de juego

Os ponéis al día abiertamente? 

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05/10/2019, 09:33
4. Hugo

Sonrío aliviado al verles  y les saludo  con la mano a medida que van apareciendo . Nuestro amigo tiene  razón ya nos temíamos  lo peor y por un momento  pensé que  tendría que buscar otro grupo al que incordiar con mis manías .Comento bromeando para no demostrar lo preocupado que había estado.

En fin , movámonos de aquí  porque ya habrá tiempo de seguir charlando de camino .Digo al recordar que seguimos demasiado cerca del peligro  me giro al noble .¿cuanto dijiste que nos llevaría llegar ?

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05/10/2019, 18:47
1. Eïka

—Siento haberos hecho esperar —contesté ante las señales de preocupación de Vallomei y Hugo—. Hemos logrado encontrar a Daemon, pero ya hablaremos luego sobre ello...

Como temía, Berenice no estaba con Hugo... con cierto disimulo, saqué la pequeña nota y la leí mentalmente. Estábamos en un lugar seguro, sin peligro de que los mantos negros pudieran acecharnos, y yo necesitaba saciar mi curiosidad y saber que Berenice realmente se encontraba bien. Además, no quería internarme en el bosque sin saber qué había sido de ella.

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05/10/2019, 19:57
2. Friedger

Friedger estrechó las manos de su camarada batidor y le sonrió mientras este le entregaba las hierbas. Asintió ante su favor, la verdad es que se lo debía y él siempre cumplía.

Se despidió de Demeon, sin cuestionar las razones de tal favor. Las calles estaban desoladas y oscuras, más allá de la gran atalaya que ardía con furia a las altas horas de la noche.

Friedger usó las sombras como cortina para ocultar su movimiento, recostándose de las paredes para pasar desapercibido, algo de costumbre. Memorizó las indicaciones de Demeon, y finalmente divisó un grupo de personas, cinco para ser exactos, entonces supo que se trataba de ellos.

Se acercó de forma discreta, usando una vez más las sombras y los matorrales para ocultar su llegada. Finalmente llegó.

Los viajeros hablaban entre ellos y Friedger salió bañado por las sombras de entre la oscuridad, levantó las manos mostrando que no era una amenaza y que venía en paz.

—Saludos— anunció con un gesto de mano —¿Se dirigen hacia Puertoescondido? ¿No es así?— hizo referencia al sitio para que captasen de quien se trataba, los analizó con rapidez, a pesar de que su envejecida vista no le favorecía, en todo caso si la había cagado estaría a punto de conocer su fin —Vengo de parte de Demeon si es que no les queda claro— añadió la escuchar que uno de ellos el hizo mención.

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05/10/2019, 20:05
3. Anton

Anton seguía caminando impasible hacia las afueras de Fuerte Espina. Bien cerca de Eïka y Merkkenia por si se producía algún altercado en el camino. Por lo que procuraba tener el escudo descolgado y la empuñadura de la espada a mano para poder desenvainar si hacía falta en algún momento. El gran bosque se alzaba frente a ellos y una misteriosa aura le inquiría al muchacho que se alejase de ahí mientras todavía contaba con la oportunidad.

No era la primera vez que ocurría algo parecido, bien es sabido que los niños y los ancianos son más propensos a percibir estos curiosos fenómenos. Pero no era algo que lograse perturbar a Anton en su totalidad. Ya estaba mentalizado de lo que quería hacer. Avanzaba a la cabeza del grupo con el casco bien colocado en su cabeza y sabiendo bien donde pisar. Pasado un corto rato de caminata en la linde del bosque, habían encontrado por fin al resto del grupo.

El joven mercenario aprovechó la oportunidad para relajarse. Se sentó sobre una gran roca y colocaba la cabeza sobre las rodillas claramente extenuado por el ajetreo del que había formado parte. Dejaría hablar a los adultos por ahora. Estaba demasiado somnoliento para discutir acerca de nada.

De repente, un nuevo rostro había aparecido literalmente de las sombras. Se trataba de un sujeto mayor y corpulento. Su expresión transmitía dureza y en primeras instancias Anton pensó que podía tratarse de un manto negro bajo el mando de Hiereticus. El muchacho saltó de la roca con la mano izquierda reposando sobre la empuñadura de la espada intentando escuchar lo que tenía que decir. Cuando mencionó a Demeon el chico se relajó un poco más.

—A Puertoescondido vamos, si señor... señor. ¿Cual es su nombre? ¿Y como por qué nos ayuda? Espero que entienda que somos sujetos... ¡Tios peligrosos, oye! Y es de mala educación aparecerte así y empezar a soltar preguntas.

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07/10/2019, 09:31
Director

Había dejado de llover hacia un rato. El frío empezaba a calar en vuestros huesos. La luna llena asomaba entre jirones de nubes. Anton hablaba con Friedger, que decía haber venido a ayudaros, tratando de discernir sus intenciones. Hugo permanecía en segundo plano, observando al nuevo y aferrando su espada con las dos manos bajo la capa. Eika leyó algo fugazmente y para sí de un viejo pergamino, aprovechando la luz de la luna. Vallomei, el joven noble miraba con curiosidad a Friedger, Anton y Merkkania. Merkania que había recibido a Friedger con mucho recelo pareció relajarse al oír mentar a Demeon. 

-Muy bien, así que somos una espada más, estupendo - Vallomei saludo a Friedger con una sonrisa- Vallomei, encantado, ¿nos vamos ya?

El sendero hacia el norte aguardaba bajo las sombras, paciente, amenazador, como un depredador tendiendo una celada. 

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07/10/2019, 21:57
1. Eïka

—Berenice no seguirá con nosotros...

Mi tono de voz sonaba firme, pero con cierto matiz decaído. Sentía muchísima lástima de que la chica hubiera decidido tomar otro rumbo, pero... no la culpaba. Éramos un grupo, pero no se trataba de un grupo cerrado e inflexible. Estaba abierto a cambios, tantos como los que estábamos sufriendo ahora donde ella se marchaba y un nuevo hombre entraba en su lugar.

—En esta nota escribe los motivos.

Se lo tendí a Anton y a Hugo, pues eran quienes más la conocían además de míLuego miré al hombre que decía venir de parte de Demeon y lo analicé de arriba a abajo.

—Yo soy Eïka, y... ¿usted? ¿Cuál es su nombre?

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08/10/2019, 17:09
2. Friedger

Friedger le dirigió una sonrisa al joven Anton —¿No te enseñaron que es de mala educación interrumpir a tus mayores?— le respondió manoseando la cabeza del muchacho, moviendo su casco de un lado a otro de una manera amigable.

Le quitó la mano de encima al ver que este apretaba su puño sobre la empuñadura de la espada, dirigió otra mirada a los presentes, parecían algo menos tensos pero aún había cierta hostilidad en el aire.

Asintió a las palabras de joven y estuvo a punto de iniciar la marcha cuando Eïka le preguntó su nombre, dudó un poco en responder y se dio la vuelta —Friedger—. tomó una pequeña pausa y revisó el perímetro con sus viejos ojos —Así me llaman ¿Nos vamos? El tiempo apremia y las noches son más peligrosas de lo que parecen.  

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08/10/2019, 21:05
4. Hugo

Meneo la cabeza ..Esta pequeña idiota .. si piensa que por eso vamos a estar menos en peligro es que no ha entendido nada .Los mantos negros no la perseguían solo a ella y no van a dejar de hacerlo porque ella nos abandone .al ver al nuevo callo y maldigo por lo bajo antes de seguir.Ahora estará sola y será una presa más fácil...espero que le vaya bien pero si me lo vuelvo a cruzar le voy a dar un par de azotes por comportarse como una cría ..somos familia y no se deja a la familia .

el pequeño es algo vehemente -digo señalando a Antón pero no le falta razón las preguntas no son no es mejor tarjeta de presentación... Sonrió de manera conciliadora .Sobre todo cuando se viene de parte de una amistad

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09/10/2019, 01:08
Director

Os internáis en el bosque al abrigo de la luz de la luna. Enseguida necesitáis encender unas teas. Friedger viene preparado, carga con un fardo con algunos enseres y paquetes, demasiados para ser un explorador. Enseguida veis que parece saber a donde va a pesar de que el sendero no es nada claro. La senda a veces desaparece durante varios pasos, pero Friedger la encuentra una y otra vez. Eika se da cuenta de que a veces busca señales en los troncos de algunos árboles. La oscuridad os rodea por completo y la luz de la luna apenas pueda penetrar en contadas ocasiones el dosel de hojas. En la oscuridad oís ruidos a lo lejos que no podéis explicar. Solo rezáis para que nada os alcance. Lleváis un par de horas de marcha. Friedger os da indicaciones entre susurros, apenas os deja deteneros para tomar resuello.

Notas de juego

Haced una tirada de Fuerte, los que falléis acusáis lo atropellado de la marcha (+1 dif en siguientes tiradas físicas)

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09/10/2019, 02:44
3. Anton

Anton llevaba un buen rato de caminata siguiéndole los pasos a Friedger bien de cerca y con la mano próxima a su arma por si aquel hombre les llevaba a una trampa. No le importaba si el hombre se daba cuenta de que lo seguía con ojos recelosos, de hecho más bien parecía hacer lo justo para que reconociera su presencia a su lado. Brincó sobre rocas, esquivó arboles, chapoteó sobre pequeños riachuelos, marchó a través de arbustos y siguió los senderos por los que Friedger llevaba al resto del grupo y aunque mostró la suficiente fuerza de voluntad para no rendirse, sus debilitadas piernas empezaban a temblar nerviosas e implorantes por descanso. No habían parado el trayecto en toda la noche y aunque ninguno deseara quedarse en aquellos inciertos territorios del bosque la idea de sentarse a reposar en algún sitio se hacía más atractiva a cada paso que daban.

—¡Por todos los cielos! ¿Cuanto más falta para llegar a Puertoescondido? —dijo el muchacho, exhausto y mirando hacia arriba con una expresión de molestia—. Parece que hemos caminado ya por cien campos de trigo... ¿No hay un atajo o algo por el estilo? ¿O un sitio donde nos podamos sentar y relajar? Extraño el calor de la posada...

El muchacho se quedaba observando el firmamento que podía verse a través de unas pocas ventanas donde las hojas de los arboles no alcanzaban a sellar el cielo por completo. Pateó una roca, hastiado, y frunció el ceño. Si seguía de esta forma no iba a poder más.

- Tiradas (1)

Motivo: Fuerza

Tirada: 1d20

Dificultad: 9-

Resultado: 13 (Fracaso)

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10/10/2019, 11:28
1. Eïka

La tenue luz de las teas no ayudaba a que, cada cierto tiempo, mis pies tropezaran con la vegetación y me hicieran trastabillar sin llegar a caer. La enorme caminata, los pequeños tropiezos y el atravesar un suelo irregular provocó que pronto mi cuerpo empezara a acusar el cansancio. En teoría, esta iba a ser nuestra noche de descanso... pero en menudo embrollo no habíamos visto envueltos tan repentinamente.

—Anton tiene razón, quizás debamos tomar un pequeño descanso —añadí tras las palabras del muchacho.

No sabía qué opinarían los demás y si estarían igual de cansados que nosotros, pero deseaba con todas mis fuerzas que al menos nos dieran un respiro. Temía por Anton, pero también por mí... si nos veíamos envueltos en un ataque repentino, con el cansancio que sentía no podría combatir adecuadamente.

- Tiradas (1)

Motivo: Fuerza

Tirada: 1d20

Dificultad: 9-

Resultado: 14 (Fracaso)