Partida Rol por web

Anzak le pasó el dispositivo a Red para que lo pusiera en la consola y descargara el archivo que e había dado el contacto. Tenía curiosidad por saber dónde les mandarían, para saber lo peligrosa que sería la misión. A su lado Sean y la propia Red discutían como de costumbre por lo que hacer y cómo hacer. La verdad es que Sean tenía razón en que no tenían mucho tiempo, pero Red también tenía razón en que les vendría bien todo aquel material que pudieran encontrar. 

-Sean, no creo que aquí tengan una autoridad portuaria, este es un sitio abandonado a su suerte y la suerte les ha abandonado -sonrió de medio lado el contrabandista-. De todas formas, no tenemos mucho tiempo, Red, así que dependiendo de lo que sea, tendrás menos de media rotación para cargar lo que veas y nos largaremos de aquí.

-Ahora abre ese archivo.

El archivo se desplegó y trazó una ruta a 5,2 pársecs de distancia, en ese punto es donde la carga sería casualmente soltada para una rápida recogida por parte de la Centella, desde luego la operación en esencia podía ser sencilla, realmente la mayor complicación del equipo en este momento es sus "refugiados".

Mina se acercó al panel...- Será como cuando Kirk y yo pescabamos ratones goriis entre los restos de la chatarra con el gancho, supongo que puede ser bastante divertido.

Kirk como siempre miró a su hermana con una muestra de que la consideraba aún hoy algo infantil.

El contrabandista miró la ruta con atención y tras analizarla unos segundos, tomó la consola y tecleó los datos para saber el tiempo que disponían para iniciar el viaje y llegar hasta su destino. Al terminar asintió convencido y sonrió.

-Bien, el contacto tenía razón y disponemos de media rotación para llegar al punto de destino y jugar a pescar ese ratón sin que estallemos todos -dijo sonriente mirando a Mina que había dicho lo de pescar ratones goriis.

-Red y Mina, ¿habéis hecho una lista con lo que nos puede valer del material del hangar de Big Host? Si es así tenéis un cuarto de rotación para meterlo todo en la Centella, si no, también tenéis un cuarto de rotación pero para ver lo que hay y para meterlo -dijo Anzak y se encogió de hombros y lenvantó las cejas, dejando a las claras que no disponían de más tiempo-. Intentaremos convencer a los twi'lek para que nos echen una mano.

-Sean y Kormac, quiero que vigiléis en un perímetro de cien metros alrededor de la nave y del hangar. No quiero sorpresas indeseadas... que seguro que las habrá.

-Kirk, sensores a tope, que te ayude Chispa. Si ves algo en los sensores avisa y todos a la Centella para salir cagando leches.

-Yo iré con vosotras a convencer a los twi'lek y luego prepararé la ruta para salir de inmediato en caso de que los problemas nos encuentren.

-Anzak miró a todos los allí reunidos para ver si habían entendido su cometido y esperó unos segundos por si tenían alguna sugerencia.

—Roger, capitán —asintió Sean por el comunicador—. Voy a coger algunas flores por ahí.

Media rotación, pues muy bien, pensó Sean. El hombretón cargó el rifle blaster al hombro y bajó del carguero a hacer una ronda en el perímetro solicitado. Lo más seguro no es siempre lo más lucrativo, es verdad, pero en aquel almacén solo había quincalla. En cualquier caso esperaba equivocarse en todo. Y si tenía razón, qué diablos, tirar de gatillo siempre era gratificante.

Sus pasos sobre el hielo de la superficie del espaciopuerto arrancaban crujidos en medio del silencio, mientras se alejaba de la Centella. Al llega a los 100 metros, y siempre atento a cualquier movimiento sospechoso, comenzó a describir un circulo alrededor de la nave.

El equipamiento que se había podido rescatar valdría algunos cientos, quizás un par de miles a lo sumo, o podía servir como recambios que en manos de los mellizos podrían servirles para algunas reparaciones o quizás para fabricar algo intermedio.

Tras el cuarto de rotación todo estaba listo y Mina salió hacia fuera para avisar a Sean...- Es buen momento para visar que arrancamos grandullón, date prisa y adentro, antes de que aparezca alguna tormenta u otro pirado asesino o gángster que para el caso no me queda muy claro que es peor.

Mientras sus compañeros recogían todo el material que pudieron rescatar del hangar, Anzak estudió la ruta que les llevaría al punto de encuentro. Cuanto más se acercaba la hora más nerviosos se ponía. Sabía que era importante no fallar en esta misión y que era bastante delicada por el tipo de material que iban a transportar.

-¡¡Chicos, todos a dentro de la Centella que nos vamos!! -dijo el capitán por la línea interna tanto de la nave como de los comunicadores.

Tras decir esto Anzak encendió los motores de la Centella y, cuando Sean y Kormac se subieran a la nave saldrían a "pescar" el gas.

Sean se quitó el casco cuando llegó junto a Mina.

—La mejor noticia del día —sonrió de medio lado mientras expulsaba vapor al hablar—. Salgamos de este estercolero helado.

Cuando todos subieron a bordo cerró la puerta manualmente desde dentro. Comprobó que toda la carga estaba asegurada en la bodega y los pasajeros debidamente acondicionados. Buscó un asiento y se relajó por fin.

—<<Cuando quieras Anzak. ganemos algunos créditos>>

Recogimos todo lo que pudimos encontrar que nos sirviera de algo para la Centella y, si no nos servía, que nos diera algunos créditos tanto para nosotros como para los Twi´Lek, para que pudieran iniciar una nueva vida con algo de en los bolsillos.

Bueno, no ha estado mal al fin y al cabo. Hemos encontrado alguna cosa* que nos puede venir bien para la nave y además seguro que sacamos algunos miles de créditos para los Twi´Lek... y para nosotros, que el viaje no nos salga en vano.

Bueno, preparémonos para la misión principal. Y la próxima vez que aceptes un trabajo Anzak, asegúrate de que no es trasportando esclavos. ¡Vámonos!

Me senté en la sala común y me abroché los cinturones, no sabía si el viaje iba a ser movidito o no, aunque realmente íbamos con tiempo suficiente para llegar a nuestro punto de encuentro.

Mina colocó la caja con la que habían recogido aquellos componentes sueltos, no era especialmente gran cosa pero menos daba una piedra sin duda, la manía de todo aventurero de saquear y llevarse todo cuanto no esté anclado al suelo.

Tras eso era el momento de despegar y tomar la carga...- Cuando el capitán guste, nos vamos al cielo, a su orden.

-Pues no se hable más -comentó el contrabandista levantándose de improviso de su asiento en la sala de reuniones*. Tras dar pocos pasos abrió la puerta que comunicaba con la carlinga y se sentó en el asiento del piloto.

-Bienvenidos a la Centella. En breves momentos iniciaremos el viaje que nos llevará por el hiperespacio a un lugar determinado donde realizaremos la pesca del barril -siguió diciendo mientras activaba varios relés y ponía a punto la nave para saltar-. No se olviden de abrocharse los cinturones y de no vomitar en el trayecto. Si quieren algún refresco o tentempié, diríjanse a la cocina y sírvanse ustedes mismos. Gracias por volar con Aerolíneas Centella Roja y disfruten del vuelo.

Después de decir esta sarta de chorradas, Anzak miró a Chispa y asintió para que metiera los datos de astronavegación en la computradora, por si no estaban ya metidos. Mirando nuevamente al espacio iniciaó una cuenta atrás.

-Tres, dos, unoooo... ¡Nos vamos! -dijo justo cuando inició la hiperimpulsión.

Sean sintió la aceleración de los motores de la Centella aplastándole contra el asiento como una liberación. Aquel espaciopuerto helado y solitario le ponía muy nervioso. No había detectado movimiento durante la guardia de la media rotación, pero aun así, no podía dejar de sentirse observado, en peligro. Le molestaban las incertidumbres, la falta de control de la situación.

Cuando el tirón de la aceleración remitió se permitió observar a sus improvisados pasajeros. Los twileks liberto se ocupaban unos de otros como una familia. Aun en su patética situación podían contar los unos con los otros. Respetaba eso. A él le había costado mucho encontrar algo similar y no había sido hasta enrolarse en la Centella que había recuperado ese sentimiento. 

Durante el viaje repasó su equipo una vez mas y se cercioró que todo estaba en orden. Nunca había trabajo fácil con Anzak. Esta vez solo era más oscuro, más opaco; unas coordenadas desconocidas. ¿Serían los únicos en tenerlas? Sería mejor prepararse por si no estaban solos en aquella peligrosa pesca.

Durante el resto del viaje Sean se mostró callado, serio y profesional. 

El droide de pilotaje se acercó al panel conectándose y empezando a hacer él mismo los cálculos para el proceso de recogida, sería Kirk quien estaba de la mano de los mandos para capturar el cargamento.

Mina sonreía atándose el cinturón y miró a los esclavos, o al menos los que eran hasta hace escasas horas esos esclavos.

La nave despegó con toda la tripulación a bordo del Centella, además de los nuevos figurantes, Chispa se estaba encargando de aunque no entendieran el idioma se sentaran y pusiera el cinturón al menos durante el despegue.

La revisión del equipo era correcta, Sean pudo apreciar como Kormac hacía lo mismo frente a él, los mandalorianos consideraban las armas como su religión, había sido útil en la batalla pese al alocado plan que había llevado Anzak y Red de arrojar ese contenedor casi a traición.

Estando en apenas unas horas en la ruta, la nave se colocó en posición viendo que una gran nave de carga bastante superior a la esperada pasaba a su lado, llevando en el gancho un contenedor esfera que era el común para almacenar el famoso combustible, los hermanos se prepararon para el lanzamiento, la nave contraria comenzó a posicionarse de lado haciendo que el gancho se colocara hacia la centella que hizo lo mismo con el imán de atracción hasta que el bamboleo confirmó que había sido sostenido, tras eso el gancho soltó la carga y la Centella continuó de frente la pasada había sido rápida y desde luego "sin testigos".

- Lo tenemos acoplado, voy a subirlo al interior de la nave, hará falta asegurarlo...que a nadie se le ocurra encenderse un cigarrillo ahora... dijo con una sonrisa que pones cuando el chiste es más para ti que para el resto.

Apareció la nave y pudimos coger el contenedor, pero aún no estábamos a salvo de los problemas, de hecho ahora los problemas se multiplicaban, pues a parte de que nos podían seguir buscando y persiguiendo, dentro de la Centella teníamos una carga lo suficientemente potente como para destruir la nave con todo lo que había dentro incluidos nosotros.

Bien chicos, quizás es hora de volver con Norman y entregarle el gas como quedamos. A ver si esta vez no encontramos nada por el camino y podemos organizarnos mejor.

Además, tenemos que pensar qué hacemos con los Twi´Lek, ¿dónde los dejamos? ¿qué harán y para quién trabajarán?

La verdad es que me preocupaba que les pudiera pasar, pues ya habían sufrido mucho en su vida ocmo para mandarlos a otro sitio donde sufrirían igual.

Anzak salió del salto y no vio nada en un primero momento. Pero entonces las alarmas de proximidad de la Centella saltaron y en el radar vieron aparecer una monstruosa nave. No podía ser otra que la que les entregaría la mercancía.

Maniobrando para situarse cerca de ella, Anzak vio el contenedor esfera que era lo que debían recoger. -Atención Mina y Kirk, no sé si veis el contenedor. Si es así maniobrar con cuidado que el regalo está calentito -dijo irónicamente mientras él también maniobraba para colocar a la Centella lo más cerca posible del contenedor y así ayudarles con la maniobra de recuperación.

Cuando la tuvieron cogida, el contrabandista salió de la ruta para alejarse de la nave que les había entregado el paquete. Ahora solo quedaba meterlo dentro de la Centella y largarse de ahí.

-Sean y Kormak, ayudad a Kirk y Mina a meter el contenedor... lo digo porque vuestros trajes están sellados para trabajar en el espacio, ¿verdad? -pidió Anzak por el comunicador-. Metedlo en la bodega multiusos. Os abro el portón.

Sean aguantó la respiración mientras el piloto y los técnicos hacían su parte. Cuando la voz de Anzak confirmó que la operación había salido bien silbó aliviado. Sin perder un instante se dirigió al portón de la bodega para meter el contenedor de gas dentro de la bodega con sumo cuidado y asegurarla. Al llegar a al portón, las válvulas de sellado de su armadura de carbono eliminaron el exceso de aire con un siseo. Un blip que confirmó la estanqueidad y el correcto funcionamiento del soporte vital. Con las armas a la espalda y las manos libres, se preparó para manipular el tanque de gas en gravedad cero.

—En posición, Anzak. Voy a por el tanque —advirtió a Anzak por el comunicador.

- Eso no es una pregunta... dijo mientras se colocaba el casco y acudía a la rampa para ir a ayudar a meter dentro la carga a fin de cuentas con su fuerza le sería de lo más sencillo sumado a la Sean.

Una vez la carga estuvo colocada y asegurada por las correas pertinentes y el gancho de metal, que obviamente no podía sujetar igual de bien la carga por lo voluminosa que era, una vez que estaba asegurada surgió la gran pregunta de qué hacer con los prisioneros.

Mina dio un leve toque a la carga...- Imagino que ante la duda su planeta sería la solución más idónea, quiero decir, mínimo por ser de la misma especie imagino que les ayudarán...no sé de dónde son, o sea, sé que hay muchos que son esclavos en el Universo, pero poco más.

La carga estaba en su sitio y ahora solo debían llevar el gas a su lugar, así que Anzak puso rumbo a la plataforma donde Norman les esperaría para que terminaran con aquel negocio que les llevaba de cabeza, no quería demorarse más en aquel lugar. La verdad es que habían ganado bastantes créditos y eso estaría muy bien a la hora de poder ponerle algo más a la Centella, pero no todo había salido lo bien que hubieran querido. Estaba el problema de los twi'lek. .

En eso estaba pensando Anzak cuando Mina habló y acertó de pleno.

-¡Es una gran idea! -dijo el contrabandista sonriendo-. Primero debemos deshacernos del gas, vender lo que habéis encontrado y, tras repostar y comprar algo más... si es posible para la Centella, saldremos hacia el planeta natal de los twi'lek -dijo sonriente pensando que tendrían un final feliz.

-Red, busca cuál es el país natal de los twi'lek para calcular lo que nos llevará llegar hasta allí -pidió Anzak a su compañera.