Partida Rol por web

Durante un momento creo ver algo y mi mirada se gira en esa dirección.

Daesha se lanza al ataque al ver que pudo haber funcionado y había que aprovechar hasta las mas pequeñas oportunidades.

Intenta propinarle una estocada ascendente en el pecho

Aun sospechando que es una trampa...la trampa mas vieja del mundo y que está intentando hacer lo mismo que yo me abalanzó sobre la Nautolana controlando mi furia.

Se que estaban endadados conmigo pero aquello no tenia sentido, no podiamos ahcernos pasar por uno de ellos si nos reconocian seguir era como decirles adelante matadnos no opondrmeos resitencia, teniamos que hacer lo que pudieramos y si eso era luchar contra ella lo hariamos, aunque hubiera preferido que el resto escaparan- Lo siento pero no podiamos seguir- dije a modo de disculpa, no serviria de nada pero lo unico que podia decirles en ese momento.

despues viendo la distracción de la sith y sabien que seguramente seria un trampa me lanzo sobre ella siguiendo a mis compañeros.

También me puse en guardia, preparada para ayudar, esta vez si, a mis compañeros.

Los cuatro chicos se me echan encima, pero por surte regreso a mi concentración unos segundos antes de que el primero de los sables me impacte y por tanto consigo bloquearlo. Después me llueven más ataques, pero uno a uno los voy deteniendo. A pesar de ser claramente superior a ellos, cinco atacándome a la vez son muchos para mi sola.

¿DONDE ESTA? -bramó enfurecida la gungan tratando de controlar el tono de la voz mientras volvía a realizar otro ataque. Todos los padawan atacaban a la vez como una horda de mosquitos.

Permanecía callada, atacando sin parar. Lekar parecía bastante enfurecida, pero no era momento para aconsejarle que se calmara, pues yo estaba igual de nerviosa. A pesar de que éramos muchos contra una, se notaba que nos superaba en habilidad y experiencia.

La nautoliana era realmente poderosa, casi salía impune de nuestros ataques por lo que la Twi'lek volvió a atacar

Eramos demasiados para ella, eso habia quedado patente, por que de lo contrario ya estariamos muertos, contabamos con una ligera ventaja, pero tan pequeña que apenas si serviria de algo, teniamos que seguir intentandolo, si todos conseguiamos mantenernos calmados y atacando, tal vez alguno consiguiera golpearla.

De nuevo continúan tratando de golpearme con rabia, con odio, pero no puedo permitirles llegar a golpearme, de modo que estiro una mano y los cuatro chicos salen volando por los aires.

Dos Siths más aparecen por la puerta, parecen entrar no demasiado preocupados.

Los dos Siths recién llegados van andando léntamente hasta colocarse junto a la Nautolan.