Partida Rol por web

Al escuchar la traduccion de las palabras de Laome, suelto la pregunta al Dr. Donovan parafraseando lo que acabo de escuchar: - El enemigo del Señor ha sido derrotado una vez más? -

Acercandome a Laome: - Doctor, traduzca lo que voy a decir, digale que lamentamos que el Gran Sacerdote se haya ido del lado de su pueblo y que confiamos en que Usted Laome sabra dirigir a su pueblo sabiamente, como lo expreso el Anciano Sacerdote, Tambien estamos muy complacidos de poder acompañarlos a su aldea - Un instante despues de que el doctor traduce lo que he pedido, me dirijo a el Doctor - Donovan, mientras iniciamos el viaje de regreso a la aldea, seria buena idea que averigue mas sobre la presencia de los wraith en este planeta, debemos averiguar desde cuando los wraith han estado por aqui -

Luego, dirigiendome al SG1: - Ok, el lugar parece que esta tranquilo, en cuanto podamos nos cambiaremos de ropas, mientras tanto, aseguren su armamento y si tienen algo que hacer relacionado con sus especialidades, vayan haciendolas - me quedo cerca de Laome, ya que aun hay varias cosas que saber sobre su mundo.

Por unos momentos te parece ver algo en el Wraith que había sido neutralizado por el sacerdote, pero crees que es sólo tu imaginación. Sin embargo luego te das cuenta de que no es tu imaginación. Examinas sus constantes vitales y te das cuenta de que aún no está muerto...

Mientras los demas comienzan a cumplir sus rutinas de investigacion, me acerco de nuevo al SG1 y comienzo hablando a la Mayor Boyd - Dentro de poco debemos comunicarnos con el comando Stargate, usted me acompañara, el Doctor Donovan se quedara investigando un poco mas sobre el aparato, las costumbres de esta gente y las apariciones de los wraith. Tte Pratt, usted se quedara con el Doctor, mantengase alerta y comuniquese cada 15 minutos - mientras me oriento buscando la direccion en donde se encuentra el portal, vuelvo a comentar - Tte, Procure que nos esperen aqui a la Mayor y a mi, mientras, siga atendiendo a los heridos - despues estas ultimas palabras, quedo a la espera de la Mayor para que me acompañe.

 Los hechos recientes habían sumido al doctor Donovan en una silenciosa meditación, demasiadas cosas en su cabeza hacían que perdiera la realidad para concentrarse mejor en sus cavilaciones. 

La voz autoritaria y firme del coronel lo regresaron de nuevo en si.

- Considera prudente separarnos? si el comando Stargate sintoniza la puerta podemos comunicarnos por radio desde nuestra posición. Ademas me preocupa que el pueblo de estas gentes no haya sido atacado.

La Teniente Pratt pega un bote ante las órdenes del Coronel que, al parecer, la han hecho volver a la realidad. Automáticamente apunta con su P90 al Wraith que yace en el suelo, el que antes había caído bajo el poder del Gran Sacerdote.

La Teniente mira al coronel y le dice...

Señor... está... VIVO!

Me giro inmediatamente en direccion a la Tte Pratt. Uno de los wraith estaba vivo, esa no era precisamente una buena noticia...

"Quizas algo podamos averiguar interrogandolo" Voy pensando mientras me acerco al wraith moribundo - No deje de apuntarle Tte, veremos si podemos saber algo sobre los suyos en esta planeta - y fijando la vista en el wraith caido, comienzo a interrogarlo duramente: - Quien eres? de donde vienes y que haces aqui? - por prevencion, tengo el arma apuntandole a la sien.

Comienza el interrogatorio:

Cuantos son?

Disponen de naves cerca?

Cuanto tiempo tienen en este planeta?

Quienes son sus lideres?

Mantiene el P90 en todo momento apuntando a la cara del Wraith, no confía en que las balas penetren bien en el torso, al fin y al cabo el muy miserable sigue vivo. Sin embargo se arrodilla un poco y comprueba, sin dejar de apuntarle, que esté completamente desarmado. Luego, cuando se vuelve a poner en pie, pisa la mano con la que se alimenta, intentando anular cualquier posible amenaza.

- Señor, tal vez debamos trasladarlo a un sitio más seguro, no estoy segura de que en este estado nos vaya a contestar. - no aparta la mirada en ningun momento - Y las bridas que llevamos no creo que sean suficientes para inmovilizarlo.

El wraith parece no contestar a ninguna de las preguntas del Coronel, de hecho ni lo mira incluso. Parece observar a su alrededor, ingenuo de todo lo que le rodea, moviéndose al parecer aleatoriamente hacia la derecha y hacia la izquierda. La Teniente no deja de apuntarle pero no parece que esto le incomode especialmente.

Mientras esto sucede Laomé se acerca hasta el Wraith y levanta el crucifijo ante él, exortándolo a que destruya al demonio... pero nada sucede.

Apuntó su arma desde su posición a bocajarro y disparó una ráfaga de tres balas contra la cabeza del alienígena. Una vez muerto, se encaró al resto del equipo.

- ¿Están chalados? - preguntó casi enfadada - Los wraith no hablan ni matándolos de hambre y un simple pie no lo detendría en el suelo. - explicó negando con la cabeza - Vayamos todos al poblado de Laomé... - sentenció dirigiéndose al coronel - La MALP amplifica la señal de radio, permitiéndonos alejarnos algo más de mil kilómetros de la puerta. - determinó empezando a caminar.

No podía dejar de pensar en porque no había funcionado el crucifijo esa vez, a lo mejor se había quedado sin energía, hubo que terminar la "oración" deprisa y corriendo por la amenaza de los wraith y quizá se había agotado por completo en el combate. Fuese lo que fuese, no lo averiguaría sin estudiar el aparato en un laboratorio perfectamente equipado, o lo que era lo mismo, en la Tierra.

Después del disparo de la Mayor Boyd, la cabeza del Wraith voló literalmente hecha pedazos y el cuerpo inerte cayó en el suelo.

Laomé se llevó la mano hacia los ojos y giró la cabeza. Su pueblo no estaba acostumbrado a la violencia y la experiencia de hoy marcaría su vida para siempre...

Me quedo observando al wraith... que se niegue a contestar a mis preguntas no me sorprende, pero ni siquiera se molesta en insultar, gruñir o renegar de alguna manera, la verdad, esta actuando como si estuviese totalmente desorientado y perdido.

Al ver a Laome que intenta destruir al wraith con el crucifijo sin ningun resultado empiezo a sacar conclusiones apresuradas. "Maravilloso, o el aparato ya gasto su energia, o ella no sabe usarlo, o los antiguos que dejaron el artefacto aca prefirieron que no fuera un arma mortal..."

Levantandome del suelo, sin perder de vista al wraith y apuntandole ahora con mi P90, por un momento por la periferia de mi vision observo como la Mayor Boyd dispara sin ningun reparo al wraith, terminando el asunto inmediatamente.

- Bien, terminemos de recoger nuestras cosas y avancemos a la aldea - digo mientras busco la radio en preparacion a emitir el reporte al comando Stargate.

Ver volar los seos del alienigena por medio templo fue una imagen harto asquerosa, ya veo que la mayor no tiene reparos en solucionar los problemas por la vía fácil. 

De nuevo recuerdo mi intento ignorado de poder examinar de cerca el crucifijo, esta vez se lo pediria amablemente a la bella Laome.

- Disculpe, llamo a la chica que parece traspuesta, Quisiera expresarle personalmente mis condolencias por la perdida que su pueblo y especialmente usted ha sufrido el día de hoy. El sumo sacerdote era un hombre de una fe inquebrantable y mere toda mi mas sincera admiración. 

El pueblo de Laomé se dirige hacia sus pertrechos para reemprender la marcha hacia el poblado. Mientras los tres militares del SG1 comprueban que todo avanza correctamente y que no hay más Wraith a la vista o, al menos, eso parece.

Donovan intenta acercarse a la desconsolada Laomé para ofrecerle sus condolencias e intentar ayudarla a superar los difíciles días que se acercan para su pueblo...

Gracias Dr. Richard Donovan por sus palabras pero me temo que no estoy capacitada para liderar a mi pueblo como Gran Sacerdotisa, no tengo la fuerza que tenía el Gran Maestro. No he sido capaz de canalizar mi fe a través del Sagrado Crucifijo, no sé cómo vamos a sobrevivir ahora que se ha ido... -dice con los ojos llenos de lágrimas contenidas-.

 - Me parece querida que esas lágrimas son prematuras, no se exija demasiado, todo requiere su tiempo y no dudo que reside en usted la fuerza y la fe para guiar su pueblo, solo necesita confianza. Ademas no esta sola, su gente esta con usted y si me permite el atrevimiento yo también quisiera ayudar, así como los demás del grupo, y por extensión nuestro pueblo.

Espero que asimile todo lo dicho y entienda que pretendemos ayudar y socializar con su pueblo.

Estoy segura de que el pueblo es fuerte y su fe inquebrantable, pero se espera de mi que se más fuerte aún y que sepa guiarles hasta la iluminación... y no creo que pueda. Ellos merecen más...