Partida Rol por web

Una vez el criado se va, Bill encara de nuevo a West.

Se cansa de sostener el sombrero así que se lo vuelve a poner en la cabeza, sintiéndose mas cómodo.

¿Y bien? ¿Azotamos a alguien o nos vamos a casa?

West se quedó mirando un momento a Maya, y al final esbozó una sonrisa paternal.

- Ya estoy mejor, gracias por preocuparte. ¿Cómo estáis los demás? - preguntó mirando a Theo. Luego atendió a la pregunta de Custer. - Bueno, yo ya estoy en mi casa, pero no voy a quedarme en la cama cuando hay mucho trabajo que hacer todavía... Si eso es lo que se refiere, señor Custer. No voy a darme por vencido a pesar de que hayan intentado sabotearnos. Pero, por supuesto, antes de continuar, me gustaría saber que cuento con vosotros, o no... - los miró fijamente uno a uno. 

Bill sonríe.

Por supuesto. No estaría aquí si no tuviera intención de continuar.

-Los aquí presentes estamos perfectamente...- al responder al sr. West no puedo evitar recordar a los fallecidos y eso consigue que arrugue la frente y me pregunte, ¿dónde está Alfred? Me extraña muchísimo no habernos topado con él por aquí, estaba segura de que es el tipo de hombre que nunca se rinde pero quizá me he equivocado.

-Oh, ¿con nosotros?- me muestro un poco extrañada por el interés en nosotros concretamente, supongo que se debe al hecho de haber sobrevivido al saboteo en cuestión -Seguiremos adelante, cuente con ello, pero si le soy franca no sabría ni por donde empezar...- me encojo un poco de hombros y empiezo a revolverme las manos, poco convencida de si debería hablar con franqueza y libertad con él.

-¿Cómo conseguiremos ponernos al día? Algunas piezas siguen enteras pero no las suficientes para estar listos el día de la carrera. Creo- añado esto último dejando claro que no soy la experta en el tema.

Creo que deberíamos perseguir dos caminos distintos.

Por un lado, investigar quien es el del lazo rosa.

Por el otro, conseguir terminar lo justo y necesario para participar en la carrera. Estoy convencido que el artefacto que estabais construyendo estaba diseñado para ser totalmente robusto y seguro.

Creo que se deberían hacer algunas omisiones e ir añadiendo cosas a medida que la carrera esté en marcha. O contratar el doble de gente para terminar a tiempo.

Bill busca una silla donde sentarse, mientras mira con impaciencia hacia la puerta, preguntándose si el sirviente tardará mucho con la bebida.

De repente oís la campanilla de la puerta (la de la entrada).

Aun no has podido examinar los daños causados, pero anticipando a algunas de las sugerencias de Custer.

1- Arreglar el Saint Michael para participar en la carrera, podría ser posible. ¿ Pero para ganarla ?, eso rallaría casi lo imposible o mas. Ya con la nave en absolutas condiciones podía ser una tarea difícil. Perol, teniéndola a medio gas tendríais suerte si lograseis acabar entre los 10 primeros. En esta carrera participan gente que también son muy buenos y también se han gastado mucho dinero. El Saitn Michael puede parecer enorme, pero seguro no va a ser la nave mas grande ni mas potente de la carrera. Ni muuucho menos.

2- Contratar mas gente es algo muy complicado. Walter varias veces se ha sincerado contigo mostrando su preocupación por tu obsesión la carrera. Mas de una vez ha intentado convencerte para que no te lo tomases tan a pecho. Las ingentes cantidades de dinero que has invertido en ella esta dejando tus cuentas  algo apuradas. Quizás el tamaño de tu casa engaña, o tus ropas y los aires en los que vives. En realidad el activo que quedan en tus cuentas se esta acabando. Y no puedes pedir dinero prestado, porque ya lo has hecho. La mayoría de lo que tienes ahora mismo proviene de créditores que se te echaran al cuello como hienas si huelen que podrían no cobrar.

La casa del Sr West, se encuentra en los barrios ricos. Llegar hasta ella no te ha costado en absoluto, pues seguramente no es la primera ni segunda vez que la visitas. Pero aun así siempre resulta curioso ver como cambian los aires de la ciudad según en que barrio. Aquí incluso la policía parece vestir mejor. Los vehículos motorizados abundan mas y las calles son mas anchas para albergar a menos gente.

En cuando llegas a su casa, una casa que de lejos queda fuera del abasto económico de todas las demás personas que conoces, recorres los breves metros del jardín hasta su puerta con una particular sensación de familiaridad.

* DING DONG *

Al darle a la campanilla del timbre, ya sabes que Alfred no tardará en aparecer. Solo en una ocasión te abrió el Sr West directamente. .......... Aunque en esta ocasión parece que no abre ni uno ni el otro ........................... Pasa un tiempo y sigues esperando frente la puerta. Por suerte en el momento que quizás ya empezaban a pasar otras posibilidades por la cabeza, oyes el mecanismo de la puerta accionarse y esta se abre.

Oh, Buenas tardes Sr Pengrowth. Disculpe la espera, pero es que estaba en la cocina.

Esta vez te ha vuelto a abrir el eficiente Walter.

Abraham estudió las posibilidades. No conocía cuales habían sido los daños reales de la nave, pero podía imaginar que si la terminaban a tiempo iba a ser un milagro, por lo que ganar la carrera era, a estas alturas, impensable. Se sentía dolido, frustrado y rabioso, tanto esfuerzo tirado a la basura, tanto dinero invertido para que ahora solo aspirasen, como mucho, a quedar entre los primeros, era muy angustiante.

Ya había estado pensando en estas cosas antes de que los demás llegasen, pero ahora, decirlo en voz alta, se hacía muy cuesta arriba. Se llevó una mano a la cabeza y enredó los dedos en el pelo, frotándose la frente para tratar de pensar. De pronto se sintió más cansado que antes.

- No podemos contratar más gente - respondió, dubitativo. Estaba la alternativa de vender su mansión y mudarse a un lugar más pequeño, después de todo, ¿para qué narices necesitaba todo este espacio si no podía compartirlo con nadie? Con un traje y un cuarto podría hacer vida, incluso no necesitaba tener un mayordomo, podía hacer las cosas él solo. Sacudió la cabeza para despejarse, la posibilidad empezaba a tentarlo. - Al menos, no hasta que sepa con certeza si con más trabajadores nuestro transporte puede estar listo. Aún con los que somos, si trabajamos duro, podemos lograr acabar la nave, pero con eso solo no nos serviría para ganar. Y no sé ustedes, señores, pero no quiero participar para terminar en el doceavo puesto, siendo optimistas... - creyó estar sincerándose demasiado y se cerró en banda, ya estaba bastante obsesionado con eso como para encima parecer un loco delante de sus contratados. - Y sí, quiero saber quién fue el responsable de este acto tan atroz. Fue un sabotaje, en el que no solo se destrozó mi nave, que es lo de menos, sino que murió gente y otras personas salieron heridas. Quiero encontrar al responsable...

Me quedo mirando a Bill un rato y algo confusa ante sus propuestas. Me sorprende que sea capaz de hablar y decidir con tanta libertad, supongo que allí por América las cosas son muy distintas o quizá es que senzillamente se lleva muy bien con el sr. West pero por el momento no parece ser así.
Observo la puerta distraidamente al oír la campanilla preguntándome si habrá más invitados a la reunión y finalmente opto por dar mi humilde y probablemente poco acertada opinión. ¿Qué sabré yo sobre estas cosas?

-Tengo claro que no serviría para ningún tipo de investigación, deducir y pensar no son mis puntos fuertes- admito sin ningún tipo de tapujo. Puede que sea una sinvergüenza o que no me importe demasiado que me tachen de tonta.
-Podríamos intentar tenerlo listo para una fecha cercana a la de la carrera pero si no nos sacamos a los saboteadores de encima volverá a pasar lo mismo- tuerzo el gesto y acabo cruzándome de brazos. Creo que todos sabemos quién será l nuevo "sheriff".

-De todas formas los únicos que podrían calcular si eso es posible son Alfred y usted mismo- haré todo lo que pueda por ayudar a que nuestro transporte siga adelante pero es evidente que no puedo calcular lo que necesitaríamos para ello. Sigo sin tener muy claro qué hago aquí... supongo que al sr. West le intersaba la opinión de los trabajadores de "a pie". Al menos es bonito pensarlo.

Los demás ya han llegado, fueron muy puntales. - Anuncia mientras de aleja de ti para volver a coger una azafata plateada en la que hay un par de vasos, con licores y un trocito de tarta. - Por aquí, si es tan amable.

Walter empieza a subir unas escaleras que parten del propio recibidor hacia el piso superior.

Por sorpresa tuya, en cuando llega al pasillo del primer piso, tuerce a la derecha. Siempre que has venido aquí, os habéis reunido en su estudio, a la izquierda. Pero esta ves Walter te guía hasta el final del pasillo. Se detiene frente la puerta para dar unos leves golpecitos con los nudillos y espera un par de segundos antes de entrar.

En su interior, el dormitorio del Sr West, esta en propio Sr West tumbado en la cama. parece estar algo maltrecho, aun que consciente y deseoso de salir. A su lado, esta el americano, el Sr Custer y te sorprende un poco la presencia de Teo y la pequeña Maya.

Unos golpecitos en la puerta, vuelven a anunciar la inminente entrada de Walter. En cuando se abre la puerta, efectivamente le veis aparecer por ella seguido de Algred Pengrowth. Pero quizás algunos no es eso en lo que mas se fijan. Ya que el mayordomo, con mucha destreza, sostiene en su mano una pequeña bandeja plateada en la que hay algunos vasos, uno de ellos con un colorido zumo, también hay una botella de whisky y un platito con una porción de tarta.

Se acerca a la mesa adyacente a la cama del Sr West y deja la azafata en ella para serviros.

Abriendo la botella de Whisky, sirve un poco en un vaso que entrega al americano.

La tarta, se la entrega a Maya, y por sorpresa suya también le ofrece un vaso con zumo. - Creo que te gustará probarlo. Si fuese por el Srt, se echaría a perder - Lo susurra con una ligera sonrisa, casi de complicidad. Como si estuvieran haciendo "algo malo.

-¡Gracias...!- respondo al mayordomo con una sonrisa radiante. Su interrupción me distrae por completo y enseguida me siento encantada por sus atenciones y su educación. Debería dirigir un banco, por lo menos.
Observo el pastel y el zumo alternativamente, disfruto de su aroma y de su impecable aspecto y finalmente empiezo a comer conteniéndome para no engullirlo en dos segundos como desearía. Por una vez me centro en saborear.

Tras unos segundos una voz me saca de mi ensimismamiento y doy un respingo al comprobar que Alfred ya está ahí. No le he visto entrar...

-Estábamos hablando de usted. Bueno, en parte- confieso aportando mi granito de arena a la conversación con la poca educación que me caracteriza -¿Cuánto calcula que tardaríamos en tener operativa nuevamente la nave?- dejo que Alfred se tome su tiempo en pensárselo porque yo tomo asiento cómodamente en la banqueta a los pies de la cama de West y sigo con mi almuerzo como si fuera la mejor cena de lujo de la historia.

Bill toma el vaso que le acerca el mayordomo y sin muchos tapujos luego también coge la botella par terminar de llenar el vaso y dejarla cerquita.

No es que sea muy educado, pero el americano está acostumbrado a dormir entre pistoleros y caballos ... y de hecho aún huele a ellos, aunque día a día el olor a barrios bajos y prostitutas baratas está sustituyendo su "aroma".

Bueno, desde luego yo no puedo hacer mucho para ayudar en la construcción, solo asegurarme que nadie mas salga herido.

Y no se hasta que punto nos va a servir investigar al saboteador. Pero desde luego que tengo ganas de meterle un poco de plomo por el culo, como decimos por allí. - Añade con una sonrisa.

Teophilus no se encuentra a gusto hablando entre tanta gente desconocida y que pertenece a una clase social tan diferente a la suya. Con curiosidad presencia cómo Maya se desenvuelve con extremada soltura entre tanto caballero opinando en la discusión. Teo no la interrumpe, porque sabe que cualquier decisión que ella tome, lo hará con la madurez de una adulta.

El mayordomo sólo sirve "Chivras" a Custer, así que ni corto ni perezoso, atraviesa la habitación para coger un vaso de la bandeja que ha dejado Walter, y se sirve de la botella de la que se está beneficiando el americano. Teo alza ligeramente el vaso hacia su anfitrión y murmura un "a su salud".

Ante la duda de todos los presentes, una vez apurado un segundo vaso,  el irlandés decide dar un paso adelante y hace atronar su voz:

—Señor West, a partir de mañana a primera hora tendrá mis brazos a su servicio, ya lo sabe. Para transportar vigas, para barrer serrín o para sujetar motores. Y con las hábiles manos de mi amiga en la cocina también puede contar.

West volvió a quedarse en silencio cuando los demás ya habían expuesto sus opiniones. Un molesto dolor de cabeza se había instalado en el lado derecho de su cráneo y no le permitía pensar con demasiada claridad. Se pasó los dedos por la frente, en verdad solo tenía ganas de meterse en la cama y no salir nunca de allí.

- Bien, supongo que esto es lo que podemos hacer - comentó tratando de imponer autoridad a su voz. Le hubiera gustado ponerse en pie y no quedarse allí sentado en la cama como un moribundo, aunque en realidad eso es lo que era, un hombre convalenciente. - Falta un mes para que empiece la carrera y es evidente que nuestro invento no va a estar terminado tal y como lo teniamos planeado. Maya ha planteado un razonamiento lógico y es que seguramente los saboteadores volverán a intentarlo. Así que tendremos que trabajar el doble. Vamos a terminar el Saint Michael para la fecha de la carrera, lo justo y necesario para que la nave pueda estar operativa. Sobre la marcha, durante la carrera, podemos intentar realizar alguna mejora y ajustar cambios sobre la marcha. Puede que este año no lleguemos los primeros, pero esta carrera nos servirá de prueba para el año siguiente. Y mientras trabajamos en esto, el señor Custer se encargará de investigar a los saboteadores... ¿Qué os parece?