Partida Rol por web

Cuando llegamos me avancé ligeramente hasta las bandejas para coger algo de comer dándoles algo de intimidad a la parejita con la que venía al grito de -¡comidaa!~- como si esta estuviese utilizando algún tipo de atracción, una vez con mi botín busqué un hueco donde sentarme -¡hola chicas! ¿preparadas para el inicio de los clubs y LA SORPRESA?- dije poniendo especial énfasis en el final de la frase mientras alzaba y bajaba mis cejas para darle más emoción.

Su senpai prefería pasear, lo que significaba que no debería de tener mucho que hacer en el club de esgrima, para preparar el comienzo de las actividades. La peliblanco habría deseado ayudarla pero si, Kaname, estaba segura de que no necesitaba ayuda, pues no continuaría insistiendo. Además, debía admitir que estaba un tanto emocionada ante la idea de conocer un lugar que era ciertamente especial para la presidenta del club, teniendo en cuenta que ésta sólo solía visitar dicho lugar cuando estaba sola, sin compañía alguna, lo que significaba que consideraba a Fran como alguien con la cual no tenía problemas con que conociera aquel sitio. Por un instante, se preguntó qué clase de lugar sería, tal vez algo frente al lago, o algún espacio hermoso entre alguno de los tantos arboles del terreno escolar. No estaba segura, sólo sabía que deseaba visitarlo para conocer un poco más sobre la dulce chica que se había ganado su cariño. - M-me encantaría, Kana. Quiero... saber más de ti. - Le aseguró gentil, esperando no haber dicho nada raro. Kaname era un poco reservada en ciertas cosas, y aún no había hablado mucho sobre su familia, por lo que le costaba saber algunas cosas sobre ella, si bien era verdad que tampoco le había hecho las preguntas correspondientes, por miedo a que ésta se disgustara ante tales preguntas.

- Si es uno de tus lugares favoritos, entonces tiene que ser hermoso. No me darás una pista, ¿verdad? - Preguntó al final, deseando saber un poco más sobre dicho sitio, si bien sabía que la joven no le diría nada para no arruinar la sorpresa. Aún así, realmente deseaba tener un momento a solas con ella, en especial cuando evitaba tener mucha tarea como durante aquel día. La simple idea de poder saber más sobre su senpai, y de saber que era alguien especial para ella, y no cualquier otra chica, era algo que la alegraba demasiado. Sólo esperaba que un día pudiera saber algo más sobre su familia, o lo que sea que la preocupaba más de una vez, y que Kaname pensaba que la joven rebelde no había notado en ciertos momentos. De cualquier forma, la mención de la sorpresa para las alumnas de la institución, la sacó de aquellos pensamientos, preguntándose por qué sería algo que a ella podría no gustarle. - Oh... una fiesta hubiera sido algo genial, aunque me imagino que a las hermanas no creo que les agrade la idea de algo así. - Teniendo en cuenta lo serias que podían ser la mayoría de las veces, y el hecho de que no permitían que nadie paseara de noche fuera de sus habitaciones. Aún así, no sabía bien por qué pensaba que no le gustaría dicho anuncio. ¿Acaso era algo relacionado a los estudios?

- ¿A Ami-chan sí pero a mí no? Mm... ¿un evento de moda? No me desagradan, la verdad. - Aseguró, si bien tampoco significaba que le llamara demasiado la atención, habría preferido un concurso de bandas de rock o algo parecido, así podría competir contra otras, y demostrar al resto su talento con la guitarra eléctrica. Sin embargo, estaba claro que no sería algo así, o de lo contrario Kaname habría dicho que lo disfrutaría en demasía. La idea de Ayami tampoco era mala, la posibilidad de que fuera una obra de teatro, aunque aquello no era algo que a Fran realmente le desagradara. - Si es una obra de teatro... no sería tan malo. Sólo espero que no sea algo aburrido. Yo tampoco puedo esperar a ver de qué se trata, Ami-chan. - Al menos esperaba que fuera algo divertido, si bien no rechazaría una buena obra de romance que pudiera apreciar con Kaname. De cualquier modo, tarde o temprano lo descubriría, aunque esperaba que no fuera nada demasiado aburrido. Por suerte, ya había quedado, con su senpai, que saldrían a pasear y visitar su lugar favorito, algo que la complacía bastante. Tras llegar al comedor, la guitarrista miró a su alrededor, dedicándole una sonrisa a sus amigas, antes de tomar asiento en una de las mesas donde hubiese suficiente espacio para ella y Kaname, viendo que Ayami había optado por hablar con el resto de las chicas. - Tengo ganas de comenzar esgrima. Lástima que no comenzamos hasta dentro de unos días. - Comentó un tanto impaciente, demostrando su deseo de comenzar a practicar y hacer algo de ejercicio. Además, no podía negar el hecho de que deseaba ver a Kaname en "modo seria", mientras ésta practicaba. De seguro se vería más hermosa de lo normal. - Quiero verte practicando... ¿vas a enseñarme todo lo que necesito aprender, sensei? - Preguntó con cierta picardía en su voz, dejando en claro lo mucho que la divertía la idea en sí, en el momento en el que apoyaba su cabeza sobre su hombro con delicadeza, en un gesto cariñoso.

“¿Esto significa que yo no te gusto?” preguntó Ran algo pasmada por la respuesta de Harumi. Y quo quien cree que soy su amiga! Pero, tal vez por temer una respuesta negativa, se forzó de poner su atención en el comedor y las chicas que iban colocándose en sus sillas.

También se sentó en el lugar donde solía comer y comió con menos apetito que habitualmente, con gestos algo maquinales y la mirada perdida en no se sabía donde. La frase de Harumi la había dejado más perpleja que quería admitir quizá incluso ante sí misma. Trató de subirse los ánimos pensando en el club de arco que iba a comenzar dentro de poco.

Harumi miró a Ran con preocupación. ¿Le había molestado su comentario ? Solo había dicho que deseaba que alguien se lo dijese de verdad, no como amiga sino como algo más. Ran... nunca le había hablado de eso.

-Eh, nonononono. Claro que me gustas, pero... pero... 

Harumi miró el plato de comida que tenia sobre la bandeja y decidió que era mejor empezar a comer.

-Semevaaenfriarlacomida -dijo deprisa, empezando a meterse arroz sin parar en la boca.

Al decirle que deseaba pasear con ella y enseñarle... su lugar secreto, Kaname que sus ojos casi se llenaban de lágrimas, o al menos, así le pareció a ella. 

Le importo mucho. No sé por qué, pero así es.

- M-me encantaría, Kana. Quiero... saber más de ti.

Ese era el problema. Que lo que ella podía decirle... no le iba a gustar y además, le iba a hacer que tuviese que olvidarse de todo aquello. Sus ojos miraron al suelo al escuchar aquello, sintiendo que la realidad se aproximaba sin que pudiera evitarlo.

- Si es uno de tus lugares favoritos, entonces tiene que ser hermoso. No me darás una pista, ¿verdad?

Si te diese una pista -le respondió Kaname, recuperando su sonrisa -quizás dejase de ser una sorpresa. Solo puedo decirte que es un lugar que me gusta mucho. Iremos después de comer.

Cuando llegaron a Ichigo, ya había bastantes alumnas pendientes del tablón de novedades. Fran demostró estar nerviosa, pero esperaba que no le molestara lo que le había dicho sobre que quizás no le gustara.

-Estoy segura de que otras cosas te gustarán mucho más, aunque reconozco que me gustaría ver cómo lo haces -le indicó picándola un poco.

Finalmente, llegaron al comedor. Fran seguía hablando un poco de todo. De la sorpresa y del esgrima. Se le notaba preocupada y emocionada a la vez.

-No te preocupes. Cuando termine contigo, serás la mejor espadachina de Astraea... después de mí, claro -le aseguró, guiñandole un ojo juguetonamente y cogiéndola de la mano para cruzar el comedor delante de todas. Deseaba que todas las chicas viesen, al menos por un momento, la suerte que tenía -. Yo estoy deseando estar contigo a solas y no tener que compartirte con nadie, pero supongo que me he vuelto un poco egoísta. ¿Vamos a por las bandejas?

El corazón me latió fuerte cuando Rubí abrió la puerta. La sonreí y miré por encima de su hombro para ver si había alguien más en la habitación.

- Hola... ¿qué tal las clases? - después del anterior día lleno de emociones ahora me sentía algo tímida, habían ocurrido tantas cosas... - ¿puedo entrar o prefieres que vayamos a dar una vuelta? Como ninguna tiene actividades de club hoy a la tarde se me ha ocurrido que podíamos hacer algo.

Jugueteaba con las manos, algo nerviosa, pero feliz de habérmela encontrado. Quería pasar aquel día con ella a como diera lugar y no me importaba si tenía que secuestrarla. Entonces, mis tripas gruñeron en el silencio que siguió a mis palabras.

- Bueno, por ahora podemos ir a comer... - dije roja de vergüenza, aunque riendo divertida.

Noté qué estaba viendo por sobre mi hombro al interior del cuarto, pero no me importaba, tenía ganas de sujetarla y meterla a la fuerza aquí, y comeré la boca a besos pro todo el rato que estuvimos separadas, pero sus palabras me devolvieron a la situación actual.

-Eh?... A si... Las clases, pues... No estuvieron tan bien cómo esperaba-

Respondí siendo totalmente sincera con ella, mientras miro para un costado y pongo mis manos en mi espalda. 

-A... Adelante, pasa pasa, estaba termi ando unos deberes qué me quedaron por terminar-

Aún qué me quedé mirándole embelesada por su actitud tan dulce e inocente, que quería traerla a mis brazos, cerrar la puerta con llave y quedarnos toda la tarde juntas.

Pero cuando escucho su estómago rugir, el.mio le acompaña. 

-C claro, vamos a comer - 

Dije poniéndome cómo un tomate de lo avergonzada que estaba, pero sin dejar de sonreír. 

La cogí de la mano, disponiendo me a salir del cuarto en dirección al comedor. 

Cuando Mai y Ruby llegaron al comedor, vieron que muchas de las chicas estaban ya allí. Tamao, Ran, Harumi, Noriko, Fran, Kaname y Ayami, entre otras.

Por un momento, a Fran le había parecido que había algo que preocupaba a su senpai, en especial cuando le había dicho que deseaba saber más de ella, que quería conocerla, ya que la presidenta del club era alguien que se había ganado su cariño como para no estar a gusto con tan sólo saber algunos pequeños detalles de ella. Después de todo, no sería correcto que no supiera lo que le gustaba, o incluso algo sobre su familia. Por su parte, la peliblanco estaba más que dispuesta a hablarle sobre su familia, si bien no sabía si a Kaname realmente le interesaba saberlo, aunque suponía que sí, ya que ésta se había encariñado bastante con ella, por lo que había visto en su forma de ser cuando a estaban a solas. Sin embargo, no había duda que algo la preocupaba, y la guitarrista tenía una ligera idea sobre qué podría ser, luego de la charla que habían tenido cuando la había conocido tras apuntarse al club. Algo la atormentaba, y a la joven rebelde le preocupaba el hecho de que Kaname no confiara lo suficiente en ella como para hablarle sobre sus problemas. Jamás dudaría en ayudarla, y, aún así, no parecía desear abrirse a ella. Aquella idea no hizo más que entristecerla, si bien no lo demostró demasiado en su expresión, principalmente porque no deseaba preocuparla.

No obstante, sus pensamientos se desviaron en el momento en el que la hermosa chica dijo que Fran disfrutaría de otras cosas, sin lugar a dudas, aunque disfrutaría ver "cómo lo hacía".  ¿Hacía qué? No tenía idea, y lo peor era que, con esas palabras, no había hecho otra cosa más que acrecentar su curiosidad por saber cuál sería la novedad que revelarían pronto en el tablón. Necesitaba saber de qué se trataba, aunque sabía que no había mucho que pudiera hacer en esa situación. Tendría que esperar, no había otra opción, ser lo suficientemente paciente. Además, era posible que luego fuera una completa decepción para ella, quién sabe, por lo que no había sentido que se entusiasmara demasiado con la idea en sí, sin antes saber de qué se trataba. - Ahora tengo más curiosidad... ¿Hacer qué? No es justo... - Le recriminó sobreactuando su enojo, dejando en claro que no estaba enojada, aunque si un poco molesta por el hecho de que tendría que esperar. De cualquier modo, su expresión no tardó mucho en cambiar en cuanto la presidenta del club cogió su mano, dibujando una hermosa sonrisa en su rostro que demostraba lo contenta que estaba ante aquello. Después de todo, no había imaginado que su senpai sería tan directa en expresar lo que sentía por ella frente a otras, aunque estaba claro que no habría queja alguna por parte de la guitarrista, quien simplemente acarició el dorso de su mano con su pulgar en un gesto cariñoso.

- ¿Después de ti...? ¿Estás segura? Dicen que siempre la aprendiz termina superando a su maestra... puede que luego yo sea la mejor. - Se expresó divertida luego de oír aquel comentario juguetón por parte de Kaname. Tenía ganas de torturarla a cosquillas, aunque no sabía si sería apropiado frente a todas las alumnas, ya que no deseaba causar una escena, en especial cuando parecía que su senpai era respetada por muchas en la institución. No quería afectar su imagen frente al resto. - Ya verás cómo te venceré luego de un tiempo. Tendrás que mimarme mucho como recompensa. - Aseguró melosa, aunque estaba segura que la mimaría sin necesidad de ganarle en un enfrentamiento de esgrima. Aún así, en realidad, no le importaba ganarle, aunque sí deseaba demostrarle que llegaría a ser una buena esgrimista gracias a ella. Quería que se sintiera orgullosa. Tras decirle eso, besó su mejilla de manera cariñosa, dulce, esperando que aquel beso la hubiera hecho sentir un poco mejor luego de ver cómo se había entristecido un poco con lo que había dicho antes. - No, no eres egoísta. Eres un amor, Kana. Podemos estar solas... todo el tiempo que quieras. - Le prometió en un tono gentil. Aquello no era un problema para ella, en especial si eso hacía que su senpai se sintiera mejor. - Vamos a buscar las bandejas, tonta. Si quieres algo, sólo tienes que decírmelo. Me gusta que te abras a mí. Aunque quisiera, no puedo leer tu mente y saber lo que te preocupa. - Explicó con dulzura, a la vez que sujetaba su brazo con su mano libre, pegándose a ella como si no deseara separarse jamás, sin mencionar el hecho de que había notado que algo la había preocupado. No quería presionarla, si bien sí deseaba que supiera que ella estaba allí para ayudarla, si así lo necesitaba... para apoyarla.

La negativa de Harumi ante su frase perpleja y algo herida confortó a Ran de inmediato. Aunque, por supuesto, había algo en la respuesta de su amiga que no comprendía. Que le gustaba, sí, esto Harumi lo dejó muy en claro, ¿pero por qué habló de peros?

Ran, sin embargo, no era del género complicada. Con tal que Harumi le había asegurado que eran amigas – porque amigas se gustaban – le bastó, y no quiso indagar más en el asunto.

Esbozó una sonrisa a intención de Harumi y comentó: “Verdad que tienes mucha hambre” - antes de atacar su propio plato ahora con más ganas. Necesitaría fuerzas para tirar con fuerza el arco, al fin y al cabo.

La comida se desarrolló sin mayores contratiempos. Después de una semana de clase, se notaba que los grupos de amigas estaban ya formados y no existía tanta tensión en las mesas, y sí mucha cooperación. Eea lo que tenía compartir clases y dormitorios.

Entonces empezaron a producirse cuchicheos entre muchas de las alumnas, de una mesa a otra, de una escuela a otra, como si alguien supiera algo y lo estuviese contando.

Momomi recibió el "soplo" de su compañera de al lado. Al oírlo, sonrió. Ya casi se había olvidado de eso y no sabía que al final iban a hacerlo. Entonces se giró hacia Mitsuki.

Vaya. Este año tendremos sustituta para cuarto y quinto, y en todas las escuelas.

Las chicas de Miatre estaban la mayoría sentadas juntas, así que no tardó en extenderse el rumor. Cuando llegó a Tamao, esta se levantó, juntó las manos y pareció que sus ojos brillaban a la luz.

-Las sustitutas de cuarto, también para quinto y todas las escuelas. ¡¡Qué emoción!!

Yaya recibió el "soplo" de su compañera de al lado. Al oírlo, sonrió. Ya casi se había olvidado de eso y no sabía que al final iban a hacerlo. Entonces se giró hacia Yuki.

-Vaya. Este año tendremos sustituta para cuarto y quinto, y en todas las escuelas. ¡¡Va a ser una lucha encarnizada!!

Mitsuki se había sentado a la mesa con Ran, Harumi y Momomi. La comida estaba transcurriendo sin mayor incidente, salvo el tira y afloja entre sus dos compañeras. La muchacha se encontraba algo cansada, por lo que no estaba participando mucho; simplemente se limitó a observarlas con curiosidad y a llevarse pequeños bocados a la boca. 

Justo entonces, Momomi recibió un chisme de una de las alumnas de una mesa cercana, y se acercó a contárselo a ella al oído. Mitsuki la miró, un poco confusa. 

Al igual que había hecho ella, la chica se inclinó hacia Momomi para susurrar al oído de su compañera.

-¿Sustituta? ¿De profesora, quieres decir? ¿Quién es?

Momomi miró a las demás, que también parecían haberse enterado de ello y lo explicó en voz alta.

-Todos los años, a algunas de las alumnas de cuarto curso de Miatre les asignan alumnas recién llegadas de primer curso para sean sus aprendices. Ellas se encargan de ayudar con la limpieza y todo eso, y nosotras ayudamos con sus deberes y les servimos como guías. Este año, lo harán tanto las de quinto como las de cuarto y de todas las escuelas, y tendremos que preparar tarjetas de bienvenida, presentándonos, que las recién llegadas escogerán al azar.

“Pues, a mí me parece une muy buena tradición”, comentó murmurando Ran tras haberse tragado lo que tenía en la boca – no iba a cometer la falta de tacto de hablar con la boca llena, no, este nivel ya lo había superado. “Con tanto que las alumnas ya establecidas no abusen de la buena voluntad de las nuevas. No creo que haya algo de gracioso en impartir tareas de limpieza excesivas.”

Ran sabía que se gustaba chistar un poco con las nuevas, y esto muchas veces le dejó una mala sensación en el estómag - le gustaban mucho los chistes, pero la injusticia no la podía sufrir.

Me había sentado junto con Yaya y el grupo de chicas de nuestra escuela... salvo la excepción de Momomi que se había sentado junto con su no... bueno, con Mitsuki... aún no sabía del todo eso y mejor no pensarlo así no fuera a equivocarme. Estaba comiendo con normalidad y sin llamar demasiado la atención, solamente saludando tímidamente a las compañeras que me saludaban como a Ayami por ejemplo... todavía un poco nerviosa por la actividad del club de hoy, pero Yaya había conseguido calmarme bastante.

Al parecer para mis compañeras estaba siendo una comida bastante interesante, hablando en parejas... hasta había chicas cogiéndose de la mano a la vista de todas como el caso de Fran y Kaname... ¿también serían no...? ¿Como Momomi y Mitsuki? -Tengo que dejar de pensar en la palabra "novia"... al final se me escapará, me equivocaré, y crearé una situación incómoda...- pensé en mi cabeza.

Vi como a Yaya le habían dicho algo al estar al lado mía. Y al oírlo sonrió... ¿que sería? Ella no tardó en girarse a verme, y me dijo que habría sustituta para cuarto y quinto... -¿Eh?- no pude evitar soltar un poco confundida -¿Lu-lucha e-encarnizada? ¿V-va a ha-haber u-una pe-pelea? ¿Que... que e-es e-eso de "su-sustituta"?- le pregunté a mi amiga, algo roja por no saber de que hablaba. Era evidente que no había entendido nada de lo que me había dicho, y si lo habían dicho no me había enterado. Ahora me imaginaba algo asustada una especie de pelea de chicas... así que supongo que eso no era... creo. Espero.