Partida Rol por web

Alan no se lo cree. Tu respuesta le deja muerto. Hay rabia en su mirada...incredulidad...miedo...desespero....

Adoración. 

A ti te ha cortado el rollo pero él se queda con una necesidad de  más dolor y de obtener su orgasmo a través del mismo. Respira agitado. ¿Te has quedado sin sumiso? Pero esos ojos...hay deseo, lujuria en ellos. Admiración por ti.

Adoración.

Duda. Haz lo que necesites. ¿Es otra orden? La vive como tal. Pero se levanta y se va a al baño. No lo hace delante de ti * . Al poco escuchas la ducha y luego regresa con el bote de crema, te lo pasa y...antes de tumbarse en la cama, se arrodilla junto a la cama, con la cabeza agachada. 

-Quiero ser tu sumiso si me lo permites, Ama. Ama Alice. Recibiré el dolor que tú desee darme. Me correré cuando ordenes. Haré todo lo que me ordenes. No te pedirá nada más. Solo esto. Ser tu sumiso. Ama.

Alice se queda en la habitación mientras Alan se "libera" de la tensión. Sonríe, al principio temió que el chico se tomara mal su negativa, pero parece que lo ha entendido. Cuando vuelve, Alice le quita el collar y le acaricia la cabeza.

-Hemos terminado la sesión, ya no tienes que llamarme ama. Venga deja que ponga crema.- se ofrece, modulando el tono a uno más amable, mucho más suave y afable. Le acaricia el cabello afectuosamente mientras le indica que se tumbe bocabajo y le unta suavemente en la laceraciones.

No le contesta, no de inmediato, deja pasar un minuto o dos, fuma su cigarro con la mano libre.

-Tengo que pensarlo, Alan, es difícil decidir algo así. Llámame Alice.- le recuerda suave y con una sonrisa.- Lo pensaré, te lo prometo, pero no te prometo nada.

Ahí está la Alice insaciable y caprichosa. Ha conseguido lo que se propuso. Y ahora se hace la interesante, con su cigarrillo, con su poder, con su dominio. ¿Es para mantener a Alan en ascuas? ¿Es porque no te interesa su pasividad? ¿Ahora a por otro u otra que se rinde a la Abeja Reina?

-De acuerdo, Alice. Ya me dirás. ¿Nos tomamos una cerveza? Yo invito. -te propone, sonriente.

La sesión ha terminado. Le untas la crema, fumas con la calma. Mimas un poco a Alan, el chico se lo merece. ¿Lo quieres o no de sumiso? Te lo vas a pensar. Quizá pienses que no estás preparada del todo. Es pronto.

Te duchas. Él te ayuda a secarte, no ya por obediencia, simplemente por cortesía a su...ama. ¿Una cerveza? ¿Por qué no? No tienes nada que hacer. Ah, bueno, echar una mano en la pensión. En eso que miras el móvil, te llama la atención una llamada perdida de Rose y un mensaje de voz.

Alice, hola. ¿Sabes alguna cosa de Brenda? ¿Está contigo? Me tiene preocupada esa carita de cielo, se marchó poco después que tú, malhumorada y gritándome. De eso hace más de dos horas, no responde llamadas ni mensajes. Es una cabeza de chorlito y lo que me soltó cuando se iba...No creo que vaya en serio, pero es que nunca antes la he visto así. 

-Ah si, claro una cerveza eso sí...-​​​​​​-empieza a responder, animada y sonriente. Juntos empiezan a limpiar y a recoger los objetos que hubieran usado en la sesión y mientras están en ello es cuando Alice escucha el mensaje de Rose.

-Ostia ...- preocupada, tuerce el gesto y se queda mirando a Alan.- Perdona Alan, ha habido un problema en el sitio donde vivo y tengo que regresar. Tomaremos esa cerveza, te lo prometo. Dile a Lindsey que te dé mi número si quieres y hablamos. Tengo que irme ya, me llevo las cosas para devolverlas ¿Vale?- está un poco nerviosa por la preocupación. Pero le da un besito en la mejilla al chico.

-Ha sido una buena sesión, de verdad. Estoy deseando repetir. Y tú oferta...lo pensaré, de verdad que lo pensaré.- responde sincera mientras acaba de vestirse, cierra la maleta, su bolso y en apenas unos minutos está lista para bajar a la calle y pedir un taxi.

-Si te puedo ayudar en algo…-propone un consternado Alan. Te ayuda a recoger y quedáispara otro día, sin concretar si el jueves o cuando. Él también lo desea, mucho,repetir.

Te marchas, inquieta y preocupada, dejando a un Alan ilusionado pero sin novia para la cerveza. Y preocupado por tu propio desasosiego.

Pillas un taxi. Es raro que Rose te llame o envíe mensaje, no acostumbra, pero como conoce de la amistad entre ambas por eso habrá probado. Sin duda estaba intranquila, su tono de voz no deja lugar a dudas. Y justamente que se encontraba mal, de la cama al sofá.

-No tranquilo, seguro que no es nada. Hablamos.- se despide apresuradamente y, ya en en el taxi, le pone un mensaje a Brenda.

Hola nena ¿dónde estás? Rose está preocupada por ti ¿quieres hablar? Me gustaría verte. O llámame, sólo para saber que estás bien.

Enviar. A continuación le pone un mensaje a Frisbee.

Hola Frisbee. Una cosa, Brenda ha salido de la pensión bastante alterada, estoy preocupada por ella ¿sabes algo? Pregúntale a Carlota por favor. Gracias

Enviar. Suspira, y se queda mirando el teléfono, esperando las respuestas. Tenía que ir a la pensión, ver a Rose, dejar las cosas y ya decidir allí qué hacer. 

Lo de esta tarde...si,ha estado muy muy bien. Se permite unos momentos de pensar en ello. Lindsey se sentirá orgullosa de ella, de los dos, cuando le diga que incluso Alan tuvo unos puntos de iniciativa. Y de cómo ella mantuvo el control...casi. Bueno no hubo nada que lamentar. Pero lo de la sodomización...eso tendría que esperar. Lo cierto es que no se había atrevido.

Entra el mensaje que Frisbee, Alice ya casi llega a la pensión. Se pone los cascos para escucharlo, el taxista podría flipar con el contenido, conociendo a la tatuadora.

Y no se equivocaba. Suspira, en parte aliviada...en parte no del todo...en parte enojada.

Escribe, porque aún está en el taxi. Y porque prefería que no se le notara el tono enfadado.

Ah, vale joder que susto. Podrías haberme dicho esto antes...estaba muy preocupada. Pero vale...ya hablaremos luego o mañana, ya me quedo tranquila sabiendo que está bien. Dile que hola de mi parte y que Rose también estaba preocupada. Yo estoy bien, ahora mejor, y si...yo también tengo ganas de ti. Mañana, hoy estoy cansada, pero te saludo después cuando traigas a Brenda.

Uf...demasiado en qué pensar de golpe. Demasiado que digerir y tragar. Estaba bastante segura de lo que había pasado...y no le gustaba un pelo. Pero quería llegar a casa,tranquilizar a Rose y subir a su cuarto y...pensar.

Algo más tranquila te quedas. Más o menos. Tienes sospechas…Al menos Brenda está con la tatuadora. Ya hablarás con ella. Que no tarda en enviarte mensaje de voz cuando estás entrando por la puerta del edifico de la pensión.

Joder, te lo digo ahora que me has preguntado. No pensé que era tan fuerte que la chiquita se diese una vuelta. Como sea, no pasa nada. Ya te contaré, Muñequita. Cuando lleve a Brenda, te bajas y si quieres vamos a tomar un helado ahí al lado de la pensión. Ciao, Alice.

Subes las escaleras, informas a Rose todo bien, está con Frisbee y en un rato regresa. La dueña de la pensión, sopla, más bien bufa, inquisitiva, al escuchar el nombre de la tatuadora.- Joder, joder, joder con Brenda. No se, igual no le he prestado atención suficiente. Tiene 19 ya. Es una mujer. Una cabeza de chorlito pero una mujer. Joder. En fin, ¿me echas una mano con la cena?

Tú respondes que sí, pero que necesitas primero un rato para organizarte en tu habitación, cambiarte, eso, asearte.

Y te metes dentro de tu refugio. Al balcón de las meditaciones…A pensar.

La reflexión tendrá que esperar, Rose necesitaba ayuda y no tenía a Brenda. Se la notaba preocupada por la chiquilla y más le valía a Alice amainarle los ánimos antes de que llegaran Frisbee y Brenda. Sube y se cambia, para ponerse ropa cómoda y que se pudiera manchar y vuelve a bajar a la cocina para estar con la dueña de la pensión.

-¿Cómo vas? ¿Corto cebolla o algo?- pregunta con ánimo de echar una mano, aunque más bien por conversar y calibrar el ánimo de Rose. En cuanto encuentra una tarea con la que ponerse, continúa hablando.

-No te castigues por lo de Brenda...tarde o temprano tenía que...estallar, de alguna manera, ella te adora. Sólo que está agobiada y...las cosas cambian a su alrededor y supongo que ella no quiere quedarse atrás. Hablaré con ella y procuraré estar más pendiente. No te preocupes.

Ensalada de tomate, pepinillos, maíz y queso fresco. Salmón a la plancha. Fruta de postre. Cena sencilla. Sopa de arroz y cebolla para ella. Te pones con la ensalada. 

-Es que...me contó lo de Carlota y Frisbee, por encima. Ya no es como antes, no me lo dice todo, y lo entiendo. Pero...tú sabes que Brenda es vulnerable.

Se detiene en su quehacer, no está bien del todo. Pero abre una botella de vino tinto y sirve dos copas. -Que le den al dolor. Ya iré al baño.

Bebe contigo- Se fue gritando que se iba. A follar. Y que igual regresaba el lunes. Que es una cagona y luego nada. Pero…. Alice… había un destello de decisión en sus ojos.
Te observa con atención- Se que tienes un rollo con esa chica… amor libre lo llama Brenda. Dime la verdad,¿crees que… que se habrán acostado?

Por suerte con la ensalada no hay riesgo de que nada se queme, Alice va cortando cosas y las va añadiendo con soltura mientras escucha. Se queda un poco sorprendida ante la "invitación" al vino pero no la rechaza. Toma un sorbo y se da cuenta de que, al menos en lo que respecta a Brenda, Rose y ella no son muy diferentes. Salvo que quizás Rose la había sobreprotegido, cosa normal si la conocía desde hacía años. También Alice empezaba a pensar que lo había hecho...o había pensado en hacerlo.

-Creo que...es posible que si - estaba prácticamente segura de que eso era lo que había pasado. Lo que aún no sabía era cómo se lo tomaba ella misma. No era una cuestión de celos ..era una cuestión de... límites y vulnerabilidad. Frisbee no era mala persona, pero...tampoco distinguía entre lo que estaba bien y lo que estaba mal, en lo referente a otras personas. Suspira.

-Tampoco sería tan malo ¿No? Es decir...Frisbee no es mala gente ni mucho menos, es libertina, como yo, vale. Pero si Brenda salió de aquí con ganas de follar a quien fuera...al menos me alegro que haya sido con Frisbee y con cualquiera que pasara por la acera.

Rose suspira, convencida de que tienes razón y eres sincera con ella. Sin paños calientes, que tampoco le va a la dueña de la pensión.

-Libertina como tú…No se si eso me tranquiliza…-se termina su vino y se siver más -¿Quieres otra? –te ofrece.

-Tú la conoces, a Frisbee, si no es mala gente... Mejor ella que no otro, desde luego.

Y ahí liadas con la cena y la conversación, que pasa el rato sin nuevos mensajes. Robby llega, os ayuda también. Y más tarde recibes mensaje de Frisbee, que está abajo. Al poco sube Brenda, cantando alegre como ella suele hacer, en su mundo, y con carita de felicidad. Seguramente también emporrada.

Rose la encara y pregunta, pero la chiquita pasa de ella, cantando, y tampoco te hace caso a ti. No más allá de un –Qué coño más dulce que tiene Frisbee, no sabía que los coños fuersen tan ricos, jajajaja- Descarada y totalmente flipada, confirma lo que ya intuías. Acaba por taparse los oídos con las manos, y un bla bla bla, en la boca y cantando sin querer escuchar a nadie, encerrándose en su habitación.

Cuando vas a marcharte, escaleras abajo, Rose te detiene.-Oye, si quieres, puedes hablar en tu habitación con ella. No pasa nada.

Alice flipa y no poco con la nueva Brenda. Espera que sólo sea un efecto colateral del subidón de endorfinas y los porros...la deja pasar sin decirle nada, no era el momento, tal más tarde. O mañana. Ahora...ahora tenía otro asunto que atender.

-Gracias, Rose, subiré a hablar con ella.- le sonríe agradecida a la dueña de la pensión y se dirige a la entrada de la pensión, con cara de circunstancias, sin saber cómo encarar la situación, sabiendo que estaba incómoda con todo aquello...pero no sabía porqué...o si realmente tenía derecho a estarlo. Pero tenía claro que no le gustaba nada de aquello. Qué desastre...ojala estuviera Michelle aquí...

Sale a la calle y le fuerza una sonrisa a Frisbee.

-Rose dice que puedes subir para que hablemos.- dice en un claro gesto de que no iba a ser para follar.

Si Frisbee nota tu sonrisa tirante o tu tono, no hace caso, su llegada es el beso volcánico habitual que te suele dejar lela mientras te agarra por la cintura. Pero no estás tan receptiva. Ella sonríe, "despistada".

-Muñequita. Hablemos. Rose. Uuuuuu...la jodida ama del calabozo. No será una trampa, jajaja. 

Tú subes, ella detrás. El cachete en el culete no tarda en llegar. Esto es lo que tiene Frisbee, que te pone a cien en segundos. Y con la palmada y el anterior beso te suscitan imágenes calientes y...y a ver cómo te resistes a ella en la habitación.

Menos mal que tú ya estás satisfecha por hoy. Y supones que la tatuadora también.

Rose la observa con los brazos en jarra, Frisbee saluda con un simple hola burlón. Y ya en tu templo, cuando cierras la puerta, te embosca contra la pared. 

-¿Me vas a echar una puta bronca? -su atractiva cara muy cerca de la tuya, su aliento roza tus labios. Sus ojos astutos penetrando en los tuyos.

Alice se esfuerza por mantener la compostura mientras suben, da un cabeceo a Rose con ánimo como si dijera "todo bajo control". Pero no. No lo tenía todo bajo control.

Y quedó patente cuando cerró la puerta y quedó atrapada por la tatuadora, su corazón y su intimidad reaccionaron a su cercanía, a su poder, a su olor...era irresistible. Pero hizo de tripas corazón, desvía la mirada de ella y se pega contra la pared, queriendo huir al mismo tiempo que desea ser cazada. A su cuerpo le iba a dar igual que esta tarde ya hubiera tenido gresca. No tardaría en pedir más.

-Frisbee...yo...no, no te quiero echar ninguna bronca. Tu ya eres mayorcita y...y Brenda también. Está claro que lo que yo opine no es...no es lo que cuenta aquí. 

Tu decisión se derrumba igual que un castillo de naipes frente a su presencia. Igual que un castillo de arena se deshace por la fuerza del agua de la marea. Igual que el hielo se derrite bajo el sol. Tu sol es ella, el agua es ella. Frisbee es calor, es vida, es Ser. 

Ahora te das cuenta de su dominio, de su influjo. Como la luna. Es la luna. Tú la marea.

Sin embargo, de alguna manera, encuentras fuerzas para resistirte a tu ama. Quieres y no quieres. Frisbee se acerca y te besa el cuello, una vez, dos, besa, mordisquea...un pequeño chupón. 

-Y qué es lo que cuenta, Honey. -sus besos descienden por tu cuello, mimando tu piel, que empieza a subir de temperatura.- Tu opinión me importa. Querías hablar. ¿O ha sido una treta para engañar a Rose? -bromea, divertida.

Suspira, eleva sus vista al techo, tenía que concentrarse pero no podía...no con Frisbee así...no podía, no quería pararla. No no era cierto...tenía que pararla.

Suavemente, casi con duda, Alice lleva sus manos a los hombros de la tatuadora y la empuja un poco, resoplando.

-Si, y quiero hablar pero me lo pones muy difícil...- protesta en un tono que parece de todo menos serio- Vamos a hablar y luego nada, aquí no, ya sabes las normas.- intenta que las reglas de la casa le den firmeza en sus palabras.- No me parece bien que te hayas acostado con Brenda. Y...no es una cuestión de celos, ya lo sabes. Es una cuestión de que...joder Frisbee no está bien...no creo que haya sido queriendo pero...tú eres atractiva más allá de lo físico y ella ha ido volando hasta ti porque era lo más fácil y...no está bien...ni ella ni Carlota...- ni yo- tienen nada que hacer contra ti. Eres...somos cazadoras, depredadoras ...jugamos en otra liga y lo sabes. No...no está bien que nos acostamos con amigas. Brenda es inocente y lo que está pasando le la roto los esquemas...no necesitaba un polvo necesitaba tiempo y charlar.

Frisbee recula apenas un poco, su aliento y su boca a la distancia de un soplido. Sus besos ascienden a tu barbilla. Sus ojos dos lanzas que te traspasan la razón.

-Las normas se rompen, muñequita. Tiene morbo follarte aquí. –No se aparta, una mano se apoya en tu cadera- Recuerdo la última vez…

Pero de momento no va a más, te escucha, sonriendo de una manera felina. Rueda los ojos, los entorna.

-Me llamó, estaba histérica. Que si Carlota, que si tú, que si…Traté de calmarla, joder. Es la puta verdad. Le hablé en el mismo plan que tú. No me quedó otra que decirle que se vinisese, para charlar y explicarle la cosas. Tía, la veía que se iba a echar un polvo en cualquier bar.

Te parece sincera, pero no arrepentida ni culpable de nada. Su mano se afianza en tu nalga, la otra apoyada en la pared.

-En casa más de lo mismo. Y…mierda, qué más daba. Quería follar. Nunca le he propuesto nada ni ella a mí en todo este tiempo. Solo amistad. Joder, me pareció lo más oportuno. Se sentía rechazada por todo el mundo, incluso por ti. Le insistí en que tú tenías razón, que te escuchase…Total, echamos un polvo. Vale. Se quedó a gusto. Y fumamos. Ya está.

Se aproximó de nuevo.- Ahora está tranquila y feliz. Se terminó el drama.

Alice estaba echa un lio. Lo que decía Frisbee tenía sentido...¿qué mas daba? Pero ella no podía quitarse la sensación de que estaba mal, estaba mal todo aquello. ¿Por qué Frisbee no lo veía? Era tan evidente...y tan difícil de explicar. Y por su fuera poco, las manos, la cercanía, el calor de la tatuadora pegada a su piel, como si estuviera ante un volcán en erupción; peligroso, ardiente...y sin embargo no podía apartarse ni un ápice ni desviar la mirada de su ígnea superficie.

-Joder Frisbee...¿te pareció de lo más oportuno? No ves que...es muy fuerte lo que dices...para ti sólo ha sido un polvo más...para ella ha sido su primer polvo... Le he fallado, debí hacérselo entender. Es una mierda...-Alice esta terriblemente disgustada y ni siquiera entiende porqué. Bueno si lo entiende, pero no puede expresarlo con palabras- Brenda se merecía follar cuando ella quisiera y se sintiera preparada...no por un enfado, una pataleta, una envidia de que sus amigos lo estuvieran haciendo y ella no.