Partida Rol por web

El chico se asustó cuando Sam le saltó con gesto amigable. No hizo ademán de atacarlo o nada por el estilo, solamente lo empujó hacia atrás, un poco nervioso.

-¿Es de alguna de ustedes? –quiso saber.

-No –respondió la capitana, -vino a saludar, a menos que sea de alguien del campus. Pero no tiene correa.

-Bien, es… es un perro amistoso, supongo. ¿Entonces nos vamos?

-Yo estoy cansada… perdonen pero no he dormido bien anoche –la que hablaba era la que se llamaba Sue.

Vicky por primera vez acarició la cabeza de Sam, distraídamente.

-Bien, puedes ir con ellos. ¿Alguien más quiere terminar antes?

Dos chicas más levantaron la mano.

-Bien, yo me quedaré una hora más, papá igual me viene a buscar en el coche.

Otra joven también se quedaba, junto con dos más. En total se quedaban tres y se iban tres.

-Vamos equipo!!!!!

Decía esta última haciendo una voltereta que vien podría haber hecho que Dean, de estar allí, tuviera un pequeño infarto.

Dean tomó a la pequeña chica entre sus brazos usando su torso para cubrir el arma con el que se protegería si las cosas salían mal. Alice siguió sin presentar ninguna reacción de violencia, seguía inconsciente. Afortunadamente su nariz había dejado de sangrar y su anatomía temblaba menos aunque estaba caliente al tacto.

El mayor de los Winchester tocó la puerta.

Recordó esa frase de cuento infantil y esperó. A los pocos minutos sintió como alguien corría el cerrojo y un rostro se asomó.

-Hola…

De golpe la mujer vio a la chica y salió a los apurones.

-¡Santo Dios! ¿Qué ha pasado? ¡oh mi niña, mi pobre niña!! Mi chiquita… por favor, por favor pase. Déjeme atenderla.

La mujer abrió la puerta de par en par, sus ojos estaban llenos de preocupación genuina.

Tres chicas se quedaban y tres se iban. No sabía si Joey era el responsable de las desapariciones, pero aquello era jugársela al cincuenta por ciento, por lo que decidí tenderme sobre la hierba y aguardar para comprobar qué sucedía.

Mientras permanecía tumbado en la hierba, me pregunté qué estaría haciendo ahora Dean. ¿Habría llegado a algún tipo de entendimiento con Alice? ¿Habría descubierto ya que se trataba de la hija del sheriff? ¿Estaría buscándome por el bosque?

Al ver a la mujer le ofrezco a Alice, mientras la toma yo disimuladamente guardo mi arma en mi espalda y me acomodo la chaqueta.

Me llamo Dean, Dean Winchester, fui con mi hermano a visitar a Dona, vimos mucha sangre y al salir nos encontramos con Alice en un estado tal como la ve, mi hermano a desaparecido buscando a quien le hizo eso a Dona, quiero, mas bien necesito su ayuda, por favor.

Las tres chicas que se iban con Joey y sus dos amigos empezaron a guardar sus cosas. Vic, por su lado, miraba preocupada los alrededores.  El joven le puso una mano en el hombro y le preguntó.

-¿De verdad no quieres acompañarnos?

-No… no, tengo que terminar la práctica y no podemos vivir con miedo.

-De acuerdo, Brad trae el coche que ya nos vamos.

El susodicho fue a por un auto largo, medio desvencijado, que hizo un ruido de ahogo al encenderlo.

-Creo que va a durar hasta casa.

-Viejo, es hora que dejes esa chatarra –dijo riendo el otro muchacho.

-Hey, esa chatarra es Lucy –espetó Brad. Sam pudo imaginarse a Dean riendo y comprendiendo el amor por unas cuatro ruedas y su carrocería. Eso le hizo ver que había pasado un rato ya bastante largo… ¿estaría su hermano bien, y Alice? ¿Y cómo demonios iba a dejar de ser un lobo?

Dean puso a la joven Alice sobre la mesa mientras su madre colocaba su mano en la frente de la chica y oía lo que el joven le contaba. El rostro empalideció cuando supo lo de Donna, horror puro pasó por sus ojos.

-Es terrible, tengo que decirle a mi esposo…

La mujer empieza a caminar en círculos, sus manos tiemblan.

-Es el sheriff aquí… él debería… debería hacer algo…

Alice empieza a tener espasmos, de golpe su cuerpo salta sobre la mesa.

-Por favor, ayúdeme a sostenerla, no sé cómo parar la fiebre.

Dean nota que la mujer no menciona lo más lógico que sería llevarla a un hospital, también ve una desesperación genuina en esa mujer, como si no supiera qué hacer. El saber que Alice es hija del sheriff le hace ver que casi comete una soberana estupidez si le quitaba la vida. Pero por como pinta la situación, parece que la chica va a morir de todos modos.

-Ese hijo de puta le hizo esto!!- suelta la madre –ese maldito mordió a mi hija…

Habla más para sí que para Dean, su emoción la hace perder la noción de lo que está diciendo. Otro podría creerla loca, claro que no un Winchester.

Me sentía tentado de marcharme de regreso al motel a comprobar qué tal estaría Dean. Conociéndolo y teniendo en cuenta lo raro que se encontraba desde que habíamos llegado al pueblo, no quería dejarlo solo por mucho tiempo, sobre todo porque era la clase de persona que terminaba metiéndose en líos. Todavía recordaba cómo había sugerido tomar un coche y hacerlo chocar contra la vivienda que figuraba en la dirección que nos había proporcionado Alice, para que luego saliéramos de aquel vehículo pegando tiros.

Ok, Dean había visto demasiadas películas.

Viendo que aquellas chicas decidían separarse, preferí quedarme con las que habían decidido quedarse allí por el momento. Al advertir que la tal Vic parecía preocupada, decidí aproximarme a ella y situarse a sus pies, restregando mi cabeza contra su pierna izquierda, simulando aún ser un perro con ganas de caricias.

El Sheriff?!

Dije totalmente sorprendido.

Un monstruo velando por la seguridad de un pueblo?No puedo creerlo, será mas bien al contrario, la tapadera perfecta para ir escondiendo sus crimenes, he de estar atento y sobre todo alerta, he de sacar información antes de que la cria se despierte y me delate.

 Voy hacia la mesa, pongo mi chaqueta bajo la cabeza de Alice, no quiero que se la abra de un mal golpe, de repente escucho que la han modido.

Señora, me puede explicar algo mas de la mordedura? Sea lo que sea no la tomaré por loca, mi hermano y yo nos dedicamos a cosas como esta, estamos buscando a quien mató a Dona, creíamos que fue su hija, pero escuchando que fue mordida igual es una victima, quizas podemos averiguar algo para ella en el diario de mi padre.

La actitud de Dean permitió que Alice no se golpeara la cabeza tanto. Eso le ganó puntos con su madre, y la pregunta que le hizo fue respondida sin mucha duda. Era que Rosaleen estaba viendo morir a Alice, aunque el joven Winchester no sabía eso… pero su madre sí. Y ya todo le daba igual.

-Es un brujo… alguien que cambia de forma, que puede convertirse en lobo.

La madre acarició la frente de Alice, de a poco sus temblores se calmaron, pero no era debido a un buen motivo.

-Ella también se convierte en lobo, ¿sabes? Pero no porque sea bruja… ella simplemente tiene esa maldición. Pero este lobo al morderla ha hecho que su cuerpo no pudiera manejar esto…

Se sentó en una silla y acunó a Alice.

-Lo siento pequeña… no lo pudimos encontrar, pequeña. No sabemos qué hacer…

Los temblores cesaron y Alice dejó de respirar.

-Sabemos que camina como hombre y como lobo, y como otras cosas, pero mi marido no ha podido dar con él. Está investigando a otras chicas que desaparecieron… le gustan las chicas, ¿sabes?

La madre luego rompió en sollozos porque había perdido a su hija y como loba, o no… Dean no lo sabía, estaba tan impotente como él mismo.

Al final sí había una bestia en Bray Road pero no era un licántropo, de hecho su mordida los mataba.

Vic finalmente accede a acariciar al lobo juguetón que se acuesta a su lado. Su mirada sigue a los que se van mientras intenta coordinar a las tres muchachas que se quedan en algunos movmientos más para alentar al equipo del colegio cuando jueguen el próximo partido. Sam intenta percibir cualquier cosa que le llame la atención, así como recolectar más información. No que deje de pensar en Dean: de hecho se está preocupando por lo que andará haciendo el mayor de los Winchester en estos momentos.

La pelirroja, que se había quedado, dio tres saltos hasta quedar encima de los hombros de las otras dos muchachas. Vic aplaudió.

-¡Bien, una vez más!

No volvieron a hablar de las desapariciones, en todo caso se concentraron en la rutina.

De pronto, así como así, Sam comenzó a sentir un ardor en el cuerpo, como si estuviera hirviendo de fiebre. Sus huesos dolían y el corazón le comenzaba a palpitar demasiado. Una de sus patas empezó a mutar, sus dedos estirándose. Tuvo suerte de que la capitana no lo estaba mirando y que las otras dos chicas estaban demasiado centradas en su rutina.

Aquel dolor que estaba experimentando comenzaba a resultarme insoportable. ¿Qué me estaba sucediendo? ¿La transformación se estaba terminando? Fuera lo que fuera, no podía quedarme por más tiempo junto a las animadoras, por lo que decidí aprovechar a que las chicas estaban ocupadas practicando para echar a correr a toda prisa en dirección al bosque por donde había venido, buscando unos arbustos o un árbol entre los que escondereme.

Tal y como me encontraba, en aquella situación, lo que menos me convenía es que alguien me viera transformándome de lobo a hombre.

Yo.. desconocía.. yo....

Dean no sabía que decir, no sabía que hacer,simplemente se quedó mirando a una madre acariciando a su moribunda hija, en los ojos del mayor de los Winchester se notaba pena al ver la escena,pero también melancolía, por un instante quiso ser Alice y notar las calidas caricias de una madre.

Cu... cuando mi hermano apena tenía meses un monstruo de ojos amarillos mató a nuestra madre, desde entonces mi padre, mi hermano y yo le andamos persiguiendo, no se de mi padre desde hace ya mucho,pero nos hizo venir aquí , igual es por vuestro brujo.

Dean posa su mano en el brazo de la mujer.

Prometo dar con el.

Un dolor sordo golpeó la espalda de Sam, quien se arqueó hacia atrás y luego cayó para adelante con fuerza. Jadeaba, primero como lo hace un perro pero luego en estentóreas respiraciones humanas.

Se tocó la frente, no había allí ahora ese abundante pelaje, solo su cabello pegado debido al sudor. Tenía toda la ropa puesta, ahora recién podía comprender que todo lo que él llevaba encima había mutado.

Hasta su móvil se había amalgamado con el lobo.

Por fortuna ya era un móvil nuevamente y parecía funcionar. Desde su escondrijo vio como las otras chicas, junto con Vic, ya se preparaban para marcharse de allí.

El mayor de los Winchester finalmente se abre un poco antes el dolor de una madre, pensando en la suya propia y le cuenta a la mujer un poco sobre la criatura de ojos amarillos. También le asegura que va a dar con el asesino de Alice.

Ella lo abraza con infinita pena. Es un gesto maternal que lo hace sentir bien.

-Si existe un Dios, espero que te bendiga. Yo puedo decirte que este brujo está en la intersección de la carretera 42 con la ruta 17.

Dean pensó en los cruces de caminos y los pactos con demonios. Era algo que a veces los pobres infelices podían hacer sin entender las consecuencias de tal negociación.

-Mi esposo ha estado tras este sujeto hace tiempo pero no ha conseguido dar con él. Quizás tú tengas más suerte.

Soltó el abrazo y volvió con Alice mientras la acusaba dulcemente, como sólo una madre haría.

Apenas podía creerlo. El hechizo se había revertido y, con él, volvía a ser humano después de algunas horas bajo una forma lobuna. Pese a que no había llegado a hallar aparentemente a los hombres lobo ni a la Bestia de Bray Road, había podido confirmar lo que me temía: existían formas de licantropía totalmente diferentes a la que conocíamos de la mordedura de un hombre lobo. Si yo había podido transformarme en lobo, no era descabellado pensar que alguien podría transformarse de forma voluntaria en aquella "bestia" de Bray Road, como había hecho hacía treinta años.

Por fortuna, mi ropa y enseres personales estaban donde tenían que estar. Hubiera sido dramático levantarse totalmente desnudo cerca de donde se hallaban unas jóvenes animadoras.

Incorporándome con cierta dificultad, decidí salir del escondrijo y aproximarme hacia las tres chicas que se disponían ya a marcharse a sus respectivas casas.

-¡Disculpen! -las llamé, acercándome caminando y tratando de que no se notase lo agotado que estaba-. FBI. Agente Orbison. ¿Puedo hacerles unas preguntas?

Dean cierra los ojos y aprieta sus labios conteniendo unas mas que seguras lagrimas que estan a punto de aparecer en su rostro, toma las manos de la madre de Rosaleen y las besa, quizás a modo de despedida,aquella despedida a su madre que jamas pudo hacer.

Si hubiera Dios ... niega con la cabeza mientras se le entrecortan las palabras, le he llamado tantas veces buscando quien mató a mi madre, le he pedido tantas respuestas que jamas me resolvió... yo....

Da dos pasos hacia tras 

Digale a su marido que voy al cruce, para que sepa que soy yo digale que la contraseña es Scooby.

Sale por la puerta con paso firme, sin querer volver a mirar a tras, no quiere llorar delante de la mujer, camina hasta su coche y del maletero saca la petaca de agua bendita y un buen cuchillo, alza su mirada al cielo y suspira profundamente como un gladiador mostrando sus armas al Cesar.

Cierra el maletero y conduce como si el coche fuera robado hasta la dirección que le dio la mujer, de camino intenta llamar de nuevo a Sam y darle la dirección de hacia donde va.

Sam sale de la espesura nuevamente encaminándose hacia las muchachas pero con un plan diferente al de antes, o parecido desde otro ángulo. Necesita averiguar más y ahora, como reportero, su humanidad le brinda una nueva chance.

-¡Disculpen! -las llamé, acercándome caminando y tratando de que no se notase lo agotado que estaba-. FBI. Agente Orbison. ¿Puedo hacerles unas preguntas?

Vic no puede evitar ruborizarse al ver al guapo y alto muchacho. Es divertido notar como los colores le tiñen la cara.

-Ehr…

Las otras chicas dan risitas cómplices y una no duda en darle un codazo. En ese instante, antes de que la capitana pueda terminar de articular su frase, el móvil de Sam suena.

Es Dean.

-Disculpen un momento, señoritas -dije, mientras me disponía a responder a la llamada de mi hermano.

Tomando mi móvil, me lo llevé a la oreja al tiempo que aceptaba la llamada de Dean. Tenía curiosidad de saber dónde se encontraría en esos instantes.

-Aquí el agente Orbison -se escucha la voz de Sam al otro lado de la línea.

Roy, me alegra mucho oirte,mas de lo que crees, he llevado a la chica a la dirección que tenía apuntada, te sorprendería mucho todo lo que vi, aunque no lo creas parecían una familia normal, bueno a lo que iba... intersección de la carretera 42 con la ruta 17, voy como alma que lleva el diablo, espera cerca e iremos juntos, es mas peligroso de lo que creemos, o bien es algun tipo de demonio de los cruces o segun la madre de la chica una especie de brujo.