Partida Rol por web

Surcando Los Fragmentos

02 Negociaciones

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03/10/2019, 19:52
Director

Los animales fueron prontamente cargados en el vehículo sin prisa. La cubierta inferior del temido de repente parecía más grande, tras las casi dos semanas desde que las jaulas fueran subidas al barco por primera vez. Por lo menos, caminar era más sencillo ahora que no había una jaula de lagartos entre hamaca y hamaca, cosa forzosa dada la habilidad de combinar sus voltajes si estaban demasiado cerca.

Con eso listo, todos se dirigieron a La Sirena Muda para poder almorzar. De camino a la posada y taberna se cruzaron con el dracónido que anoche había servido como guardaespaldas a Sandra, se encontraba cargando cajas a una embarcación pequeña, por lo que solo se detuvo a saludarlos un momento.

Buena suerte con sus negociaciones hoy— le dijo a Harmony para luego voltearse hacia Wu— y buena suerte a ti con los dados. Si volvemos a cruzarnos, te daré una revancha—retó amistosamente al Shun, guiñándole un ojo antes de seguir con su trabajo.

A estas horas Tom estaba  trabajando  a toda capacidad, rebotando de una mesa a otra con comidas y bebidas de generosa variedad. El plato principal del día fue lenguado fresco, pescado y comprado esa misma mañana, asado y acompañado con una salsa de limón, cebolla y mostaza. Todo tan delicioso como el día anterior. Lamentablemente el tabernero estaba bastante ocupado, y no pudo detenerse a charlar mucho rato.

Poco después de terminar su almuerzo sonó la tercera campanada y, guiados por el conocimiento de las calles de Lili, se dirigieron a la Plaza de la Brisa.

La Plaza en cuestión se encontraba en los límites del El Distrito Verde, el barrio residencial más acaudalado de la ciudad, en una zona apartada donde no circulaba prácticamente nadie. Se trata de un espacio cuadrado despejado bastante amplio en la intersección de cuatro calles menores. El suelo es adoquinado salvo allí donde crece alguna palmera o arbusto, y los edificios de la zona están hechos en piedra y cuentan todos con terrazas a cielo abierto.  Una fuente de agua con forma de estrella ocupa el centro del espacio, llenando el relativo silencio del barrio con el rumor constante del agua. Sobre el agua, un pilar sobresale, sirviendo de base a la estatua que le da nombre a la plaza: una elfa de piedra sentada con las piernas cruzadas y vestida con ropas holgadas, talladas de forma tal que parecieran ondear con el viento, sostiene una larga flauta contra sus labios pétreos. La corriente de aire que se crea naturalmente en la intersección de calles entra y sale por unos agujeros tanto en la propia flauta como en el pilar que hace de base a la estatua, generando un sonido ululante que intenta imitar al del instrumento.

“En memoria de Yllien de la Brisa (1995-2322). Su música impulsó nuestros Corazones, sus hechizos nuestra nave y su férrea voluntad nuestro sueño—erigida en 2327 ” aparece inscripto en uno de los lados de la fuente, construida aparentemente hace algo menos de dos siglos.

Con el sol  bien arriba todavía, el aire de la plaza resulta bastante sofocante, pero el agua de la fuente está fresca y clara, probablemente sea más potable que lo que sale de muchos de los pozos de la ciudad.

Pero ustedes no están aquí para admirar la belleza arquitectónica del lugar, sino para vender sus animales, recibir la paga y finalmente poder desentenderse de esta intriga orlessiana. Asumiendo que llegaran puntuales, todavía deben faltar 20 o 30 minutos hasta que lleguen  los demás involucrados, por lo que cuentan con una última chance para organizarse

Notas de juego

Aquí está el mapa para esta escena. Si quieren mover a Ashara o Mekkor (ahora npcs), digan el número del cuadro en que quieren que se paren.

https://natilla.comunidadumbria.com/tableros/ver/6...

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04/10/2019, 09:40
Lili "Dedos ligeros"

No me costó realmente gran cosa guiar a la tripulación por las calles de la ciudad, hasta el lugar indicado para la cita. Sin embargo, a medida que nos íbamos a cercando se hizo evidente mi incomodidad, mientras observaba la parte alta de los edificios caminando por delante del carro. Rápidas miradas furtivas me permitían también curiosear las callejuelas y rincones, pero aquellos tejados me ponían nerviosa, más de la cuenta.

Por ello, cuando alcanzamos la plaza donde habíamos sido citados, me crucé de brazos junto a la capitana, al reunirnos todos dejando atrás el carro con la mercancía. Apretaba los labios echándolos a un lado, mirando hacia los tejados por entre los mechones del cabello de mi flequillo.

Ehm... hemos llegado pronto. Quizás podríamos hacer un reconocimiento de esos tejados, capitana. -Sugerí sin quitar ojo a las cornisas- Sería demasiado fácil ocultar ahí arriba a unos cuantos arqueros... -Y eso era realmente lo que me preocupaba- Y si está limpio... En fin, ¿cómo de buena fe venimos a esta negociación? Porque también nosotros podríamos apostar a alguien con un arco, por si acaso...

Realmente no sabíamos demasiado acerca de lo que nos íbamos a encontrar. Existía la posibilidad de que el cliente pretendiera no sólo cargarse a Thorne sino también quitarnos de en medio a nosotros. O que Thorne llegase bien acompañado por buena parte de su tripulación. Incluso ambas cosas al mismo tiempo. Ese era, realmente, el peor escenario posible que se me pasaba por la cabeza, el de vernos en medio de una batalla con dos frentes, y arqueros en los malditos tejados.

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06/10/2019, 19:35
Harmony

Mientras el resto se preparaba y terminaba por cargar los animales, me dediqué a prepararme con calma para aquella reunión. Revisé mis armas, preguntándome si tendría que hacer uso de ellas, y retoqué mi aspecto; consciente de lo que la imagen podía suponer en un encuentro de aquel tipo. Me aseguré de que mis ojos estuvieran perfectamente pintados, ayudándome aquello a enfatizar mi decidida mirada y mi fiero aspecto, y repasé mi vestuario; ajustando mis calzas, guantes y el corset de mi cintura.

La última jarra de ron, de aquella mañana, se deslizó en poco tiempo por mi garganta; poco antes de que abandonáramos El Temido. Nos dirigimos entonces a la Sirena Manca, encontrándonos por el camino con aquel dracónido que habíamos conocido el día anterior. Simplemente asentí ante sus buenos deseos, prosiguiendo en seguida con nuestro camino.

Comimos todos juntos, como si nada hubiera pasado, y cuando oímos las tres campanadas pusimos rumbo a la Plaza de la Brisa guiados por Lili. Al llegar en seguida me di cuenta de la belleza del lugar, pero aquello no era importante. Lo relevante eran las cuatro calles que daban a aquel lugar, y algo que pronto señaló la grumete: los tejados.

- Con toda la buena fe del mundo, Lili, pero no vamos a pecar de incautos. - respondí pronto ante sus palabras. - Muy buena observación, será mejor que alguien suba allí arriba. - dije mirando a los demás, pensando en quién podría ocuparse de revisar las alturas y permanecer allí para atacar a distancia en caso de ser necesario. - ¿Alguno sabe usar un arco largo o ha traído su propio arma a distancia? - terminé por preguntar, retomando pronto la palabra. - También deberíamos estar pendientes de las cuatro calles que desembocan aquí. Si todo sale como debería salir, no habrá problema alguno... Pero la vida se empeña en demostrarme que eso pocas veces pasa. - dije con cierta amargura, mirando a un punto cualquiera de aquel entorno, antes de volver a dirigir mi vista hacia la tripulación. - Mekkor, Lili, os quiero cerca de mí, atentos a cualquier tipo de engaño y listos para desenfundar si es preciso. Wu, Giacomo, Ashara, quienes no suban al tejado que permanezcan cerca pero no tanto como para facilitar una emboscada. Estad atentos a las salidas.

Indiqué antes de guardar silencio, aguardando por si tenían algo que aportar.

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07/10/2019, 06:20
Wu Long

Podría decirse que Wu iría a extrañar a las bestias, por el ambiente que ofrecían a la nave y su olor, muchas veces mucho más agraciable que el de muchos marinos.
Dirigió y cargo con su propia fuerza las jaulas de la nave al mágico carro. No recordaba haber visto uno igual.

De camino a la posada se cruzo algún que otro rostro conocido, como aquel semidragon con el que se había pasado alguna tarde y alguna noche jugando y bebiendo.
La comida de la posada no podía dejar de hacer este día tan grato. Comer a la par del enano y llenarnos hasta que nuestros estómagos llenaron el espacio de un abrazo.
Y tras ajustar de nuevo el fajin, hinchando el pecho, seguimos a Lili por una de las calles más acaudaladas de la ciudad.

Ya prontos a llegar a nuestra cita, la capitán Harmony pregunta y Wu no tiene que responder. Obviamente el cocinero no era quien para subirse a un tejado, ni se veía que trajera algún arma a distancia, sin contar los dardos que guardaba en sus ropas.
Así que simplemente se digno a colgar sus dedos gordos en los aros de los mayales que colgaban de su cintura e inclinar la cabeza hacia la mujer gato, la cual parecer la más indicada para subir.

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10/10/2019, 19:51
Giacomo Biancarella

Después de que Ashara hubiera regresado a dar el informe a la capitana, Giacomo y ella se habían retirado a un lugar más privado a "conversar". Lo que el resto de la tripulación no podía imaginarse es que realmente habíane stado hablando y no haciéndose arrumacos. Después de todo, la drow había descubierto algo que era realmente interesante. Algo que les obligaría a abandonar el barco antes de lo que pensaban. Es más, ya estaban arriesgándose demasiado quedándose por allí más de lo necesario. Pero marcharse demasiado repentinamente podía atraer atenciones innecesarias y eso era lo último que deseaban ambos.

Colaborarían en esa última misión y luego se desvanacerían con cualquier pretexto. Que no era que no apreciaran a sus compañeros, pero si iban a tratar con ese tal Naazir... Ellos no podían quedarse cerca, no después de lo que Ashara había visto.

Precísamente por estar pensando en todas esas cosas, Giacomo iba callado como un muerto. Su cara mostraba su espresión normal, tranquila... Pero por dentro estaba nervioso. Asustado. Hacía mucho que no se sentía así. Demasiado.

Cuando se empezaron a plantear planes de acción, se pìdieron voluntarios para subir al tejado. Giacomo levantó la mano y por primera vez en toda la tarde, sonrió.

 -Mi cuchi-cuchi y yo estaremos encantados de ofreceros cobertura desde el tejado. Los arcos se nos dan de miedo a ambos, somos la elección perfecta para ese trabajo.

Notas de juego

Siento la enorme tardanza. Tengo el primer examen de la opo el día 26 y estoy con el cerebro en cabestrillo x_x.

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13/10/2019, 14:04
Director

Durante los siguientes minutos discutieron  un plan de acción, y tras distribuirse acorde a lo definido, se pusieron a esperar la llegada del resto.

Aún no daba la tercera campanada cuando, por el lado sur, Thorne y Sandra aparecieron. Llegaron caminando, solos y en silencio. El cómo evitaban cruzar miradas sugería que discutieron de camino a la plaza, o quizás antes. Tras llegar, Thorne, que ya no presentaba la herida recuerdo de aquel primer cruce, se dirigió con paso firme hasta la capitana. Desde detrás de él, Sandra les hace un gesto, poniéndose el dedo índice estirado en perpendicular frente a sus labios, pero sin hacer el chistido que no dejaría lugar a dudas de que está pidiendo silencio.

Notas de juego

Pueden posicionar sus  personajes haciendo click en su retrato del mapa para quitar el borde dentado, y luego haciendo click y arrastrando hasta el casillero que prefieran. Entenderé que se han movido antes de que lleguen los invitados.

 

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13/10/2019, 15:06
Capitán Thorne

Capitana Harmony, agradezco que haya recapacitado y decidiera colaborar— dice con tono solemne, estirando a modo de saludo la mano curtida por décadas de sol, viento y sal.— En otra vida quizás hubiéramos sido amigos. En esta, por lo menos hemos quedado como rivales y no como enemigos—la voz del capitán no deja traslucir emociones, cada palabra parece calculada, aún si no hay ni un segundo de demora entre una y otra. Eso les recuerda que él también es un noble, que justamente por eso lo quieren muerto. Thorne recorre con la vista a la tripulación presente, y los saluda con un gesto de cabeza a cada uno. El capitán parece a punto de decir algo más, pero las campanas de la Iglesia de las Flores lo interrumpen. Tres veces suenan, y la última queda suspendida en el aire, entremezclándose con la melodía que proviene del viento jugando en la fuente.

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13/10/2019, 15:06
Naazir Akmar

En ese mismo momento, por el lado éste, ven llegar un carro un tanto más grande que el de ustedes, y ciertamente mucho más caro. La madera negra es impecable, la tela que lo recubre está impoluta y las monturas que tiran de él son ciertamente majestuosas: un caballo alto y elegante, totalmente negro y a su lado un animal ciertamente grande, con el cuerpo de un caballo, pero las alas y la cabeza de un águila. Las patas delantera del animal no dan lugar a pezuñas, sino a las garras de un ave de presa. La criatura es totalmente rubia, tiene el pelaje (y plumaje) sin una mancha y casi parecería que hasta está peinado. Tiene un aspecto severo, pero es difícil saber si realmente está enojado o simplemente  es un efecto producido por su majestuosidad, contenida solo por bridas de tela azul y plateado.

Conduciendo viene un hombre barbudo, rechoncho y vestido con ropas que casi dan la impresión de valor lo mismo, si no más, que El Temido entero. Caminando junto al carro van dos guardias de la ciudad, cuyos distintivos los señalan como “peces espada”, un rango intermedio pero más cercano a los niveles bajos en la jerarquía de la banda mercenaria encargada de la seguridad de la ciudad. Llevan armadura ligera, una lanza en la mano y una ballesta colgada en la espalda.

¡Esssplendido!— saluda el conductor sin bajarse de su asiento, pasando rápidamente la mirada por cada uno de ustedes—Creo que ya essstamos todosss ¿No?— les dice con una sonrisa amplia de dientes inusualmente blancos, el siseante acento Orlessiano es inconfundible—Por si alguno hubiera llegado a olvidar mi nombre, me presssento. Yo soy Naazir Akmar, y usssstedes tienen algo mio—señala sin sutilezas mirándolos directamente y sin titubear.— El pago por lossss animalesss pertenecía al ssseñor Capitán Thorne, y a él ssserá  entregado en cuanto todos ssssean cargadosss a mi carruaje por los guardiasss que me acompañan. El Capitán esss libre de repartirlo como le plazzzca. Como ya lo he indicado, sssi alguno de ussstedes tuviera todavía mi corressspondencia, se le pagará un extra por la carta o cartasss que pueda haberme enviado mi familia junto a miss massscotas.— en ningún momento su voz toma un tono hostil. Es más, parece siempre jovial, pero el subtexto,  algo en su forma de mirarlos al hablar, deja entender que se tratan de órdenes más que de sugerencias.

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14/10/2019, 07:43
Lili "Dedos ligeros"

La llegada del capitán Thorne junto a Sandra, así como de Naazir Akmar, me causó un gran desasosiego. No se trataba de temor por lo que pudiera pasar. Era joven, inconsciente y temeraria, así que sólo me preocupaba de las consecuencias de mis acciones cuando el peligro estaba prácticamente sobre mí. Pero en aquellos momentos lo que me hacía sentir mal era el saber de las traiciones que estábamos urdiendo, y que aunque en parte eran idea mía y resultaban lo más ventajoso posible para nosotros, cuanto más pensaba en ellas menos orgullosa me sentía. Lo iba a hacer igual, porque ya no podía echarme atrás y porque necesitaba el dinero y la seguridad que nos brindaba aquel acuerdo, pero sabía que los remordimientos me impedirían dormir bien durante una temporada.

Además, algo no me terminaba de gustar en todo aquello. El orlessiano acudía a la cita con dos guardias, aún a sabiendas de la cantidad de gente que podíamos ser nosotros. ¿No eran pocos? ¿Era muy confiado, o…? Situada a la espalda de la capitana, a la sombra de alguien más fuerte que yo como me gustaba estar, mis ojos comenzaron a mirar en todas direcciones con disimulo. Las palabras de aquel hombre discurrían por los derroteros esperados, demasiado bien conducidas por ellos, pero yo me sentía intranquila.

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16/10/2019, 13:08
Harmony

Finalmente fueron Giacomo y Ashara quienes se ofrecieron a cubrir el terreno desde las alturas, ante lo cual asentí. Acordado cómo nos posicionaríamos, aproveché el tiempo que quedaba hasta que llegara la hora de la reunión para inspeccionar algo mejor el lugar. Para ello, me subí brevemente a uno de los tejados, oteando la zona desde allí. No había nada reseñable en el horizonte, salvo un par de mujeres que charlaban mientras colgaban la ropa.

Al bajar sacudí mi ropa y tomé posición cerca de nuestro carro, acompañada de los miembros de la tripulación que no se habían encaramado en los tejados. Cerca de la hora acordada, Thorne y Sandra aparecieron en la plaza. No sabía qué habría pasado, pero se notaba cierta tensión entre aquellos dos.

Cuando el capitán se adelantó para saludarme, haciéndonos la Viento de Alquiler señas desde atrás indicando que no habláramos, le devolví el gesto con otro de mi mano. No entendí muy bien a qué vino aquella perorata que me dedicó. ¿Qué le había contado Sandra exactamente?

En el fondo da igual.

- En contra de lo que pueda parecer, prefiero hacer las cosas por las buenas. - dije con una sonrisa y una pizca de chulería. - Nunca se sabe, Thorne, la vida da muchas vueltas. - añadí, sin dejar claro si me refería a que aún podíamos ser amigos o enemigos.

Las tres campanas sonaron, y el último de los “invitados” llegó. Lo hizo con un lujoso carro y lo que debían ser carísimos animales, además de con dos guardias de la ciudad. Los distintivos parecían señalar que no eran de un rango muy elevado, pero no estaba segura de ello. Estuve a punto de preguntarle a Lili, pero finalmente deseché la idea de susurrarle, no quería generar desconfianza en nuestros interlocutores.

¿Por qué acompañan los guardias de la ciudad al coleccionista?

Aquello no me gustó nada, como tampoco lo hizo la intervención de Akmar. Se mostraba afable, pero eso parecía ser tan sólo una fachada, como si estuviera dándonos órdenes de manera velada.

- En realidad, nunca llegó a presentarse. - señalé pronto, aunque sin animadversión, cruzándome de brazos. - Mekkor, abre el carro para que los guardias puedan empezar a sacar los animales. Lili, la carta. - indiqué a parte de mis compañeros, esperando que Wu continuara atento a lo que pudiera acontecer; al igual que Giacomo y Ashara en las alturas.

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17/10/2019, 15:31
Giacomo Biancarella

Con el plan ya definido y las órdenes pertinentes dadas, Giacomo y Ashara se movieron con rapidez para ir a ocultarse en un tejado desde pudieran verlo todo sin ser descubiertos. Se separaron y se apostaron en edificios distintos, para poder observarlo todo desde varios ángulos. Ashara sacó su arco, lista para empezar a disparar a la mínima señal de peligro mientras que GioGio sacó los dardos arojadizos que tenía. No eran gran cosa, pero servirían para dar los primeros golpes. Luego sólo tendría que bajar a echar una mano con lo que quedara mientras su cuchi-cuchi les cubría.

Una vez estuvieron todos en sus puestos ya sólo quedaba esperar. Y no tuvieron que hacerlo durante mucho tiempo, ya que Sandra y los demás llegaron bastante puntuales. Giacomo no les quitó ojo de encima mientras jugueteaba con uno de los dardos que tenía. Por su parte, Ashara estaba agazapada como un felino, arco en mano y flecha preparada para atacar en cuanto hiciera falta.

Notas de juego

No puedo mover a GioGio o Ashara en el mapa. La idea es que se muevan a los edificios que rodean a los nuestros, el clarito de debajo y el marrón de encima. Giacomo va al clarito y Ashara al otro.

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19/10/2019, 06:24
Wu Long

Wu se movió abiertamente, siguiendo parte del séquito detrás de la capitán Harmony y unos pasos más al costado. Se coloco al otro lado de la fuente, mirando el agua, mientras se balanceaba sobre sus pies, hacia atrás y hacia delante.

Su vista se despego del suelo para mirar a Thorne y Sandra llegar, no se adelanto a prejuzgar nada de el trato que entre ellos se tenían, no podía saber que sucedía ahí, por detrás.

Los ojos del cocinero recorrieron a Thorne, viendo que se encontraba en buen estado. Le habrán tratado con magia, ya que fue el primer, único y ultimo hombre que golpeo Wu y que se golpeo en ese barco logrando la rendición. Un golpe del esférico mangual del shun, con la fuerza de una bala de cañón y que cualquiera podría haber apostado que Thorne podría haberse partido en dos.

Wu lo miro a los ojos cuando Thorne recorrió con su vista, en un saludo, devolviendo una sonrisa ya que el cocinero realmente estaba contento de ver sano a quien fue su rival.

- Tiradas (1)

Motivo: Percepción

Tirada: 1d20

Resultado: 7(+5)=12

Notas de juego

Wu se coloco en 16,7

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19/10/2019, 06:39
Mekkor Oretan

Aunque como todo enano, Mekkor, es tenaz tener los pies en tierra no es algo que le sienta de lo más cómodo. Sumado eso al hecho de esperar, quizá, hasta una emboscada fue razón suficiente para tener una escusa para encender su pipa.

Podría decirse que tan solo, él, quería fumar.

Afilo la mirada cuando vio a Thorne y Sandra llegar. Dando fuertes caladas de su pipa.
Pero los abrió enormemente cuando aquel majestuoso carruaje se presento. Su diseño era digno de estudiar. ¡Había que felicitar a quienes fueron sus ebanistas!

Acató rápidamente las ordenes de Harmony, abriendo las puertas de nuestro carro.

Notas de juego

Mekkor 23,10. Entre la charla entre capitanes y el carro.

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20/10/2019, 18:05
Lili "Dedos ligeros"

Concentrada como estaba en observar los alrededores, oír mi nombre de boca de la capitana Harmony hizo que me sobresaltase, dando un respingo. Incluso tardé un instante, algo más de la cuenta, en reaccionar a lo que realmente me estaba diciendo.

¿Eh? oh, ¡oh! S-sí, sí, sí, la carta, claro, la tengo por aquí... -Afirmé mientras me ponía afanosamente a buscar dentro de mi bandolera. Sí, debía tenerla por ahí guardada, entre mis cosas, aunque me ponía nerviosa que todos estuvieran esperando. Claro que, tras pensarlo un instante, me di cuenta de que no era nada malo hacerles esperar. Después de todo, aquella carta contenía la identidad del capitán Thorne, y le marcaba como blanco del orlessiano. ¿No nos convenía dejar eso para el final, cuando ya hubiera cargado a los animales, por lo que pudiera pretender?- ¡Aquí! -Exclamé con una amplia sonrisa falsamente ilusionada, extrayendo el sobre de mi bolsa. Me aparté de la capitana y caminé alegremente hacia Naazir Akmar, con el sobre entre mis manos, tendiéndoselo al llegar frente a él- Mis disculpas por el lacre. Fui yo quien lo rompió, ya que andaba buscando un manifiesto de carga. No fue hasta que me puse a leer que me di cuenta de que no era lo que buscaba. Fue una suerte que no la tirase, ¿verdad? -Me disculpé poniendo mi mejor y más entrenada cara de niña buena que jamás de los jamases había roto un plato en toda su vida.

Tras entregar aquella misiva, me di la vuelta y me apresuré a regresar junto a Harmony, o más bien detrás de ella. Algo me decía que, una vez el orlessiano leyera la carta, se iba a liar gorda.

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20/10/2019, 20:23
Naazir Akmar

Toda una sssuerte en verdad— dice igual de jovial que antes. De un bolsillo de aquellas ropas con forma de bata saca una bolsa de tela roja, cerrada con un hilo dorado. La agita en el aire, y la bolsa produce el inconfundible sonido del tintinear de monedas. Naazir ofrece la bolsa a Lili, al tiempo que estira la otra mano para recibir la carta.— No me apena lo del lacre, yo misssmo habría tenido que romperlo tarde o temprano, y por lo que veo la letra essss la inconfundible caligrafía de mi ssssobrino. Este pago es por la molesssstia de conservarla, y la honrossssidad de devolverla— dice para luego volverse a los guardias—¡Vamos, muchachossss! ¡Tienen trabajo que hacer! Son 20 lagartossss eléctricos y un par de almirajsss— ante la mirada confusa de los guardias, aclara—conejossss con cuernos.

Con todo acordado, los guardias de Naazir se pusieron a trabajar. Mover los lagartos les resultó lento, dada la distancia que tenían que llevarse para evitar que comenzaran a electrocutarlos por el estrés que tenían los animales, pero por lo menos los almiraj no dieron ninguna pelea. En cosa de unos minutos todas las jaulas habían sido pasadas de un carro al otro, y Naazir había aprovechado para pegarle una buena y larga leida a la carta.

¡Ay, este sssssobrino mio! Todavía preocupado por mi ssssalud— exclama sonriente para sí.— La verdad essss que el mayor peligro que hay en esssstas islasss es el de morir de goce. Y hablando de esssso— dice, levantando la vista del papel para dirigirse a ustedes— tenía yo un maravillosssso almuerzo ya preparado, que por esssperar invitados no he podido terminarme. Sé que probablemente essss tarde para comer, pero ¿Querrían acompañarme ustedesss para el possstre? ¿O al menossss para el té de la tarde?— los invita, mientras revisa su túnica en busca de algo más— SSseñor Thorne, essste es sssu pago. Pero por favor, sepa que esss usted bienvenido. No cualquiera que pierde una carga lo informa, y todavía menossss se hacen resssponsablesss y logran recuperarla— de entre sus ropas, Naazir extrae otra bolsa, más grande que la que le dio a Lili, de tela color azul con un cordón plateado, y se la ofrece a Thorne.

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20/10/2019, 20:24
Capitán Thorne

Thorne toma la bolsa con una sonrisa— Agradezco su comprensión, y lamento los inconvenientes. Por supuesto que jamás rechazaría tamaña invitación— acepta cordial pero sobrio el capitán, al tiempo que comienza a revisar la bolsa y se pone a contar monedas. Le da unas cuantas a Sandra, y arroja una a la fuente antes de guardar el resto. —E imagino que mi compañera tampoco— le pregunta a Sandra con la mirada, que le responde  llevandose un dedo a la sién, como indicando que habría que estar loco para hacerlo.

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20/10/2019, 20:27
Naazir Akmar

¡Excelente, excelente!—aplaude gustoso el sátrapa que tienen en frente— Y sssepa que la invitación también es para usssted y su tripulación, Capitana…— Naazir suspende la frase en el aire, percatándose de que no conoce el nombre de Harmony— En lo que a mi concierne, no han represssentado más que un sssimple retrassso en la llegada de mis mascotas. Ssson corsssarios sssorprendentemente noblesss, y sería bueno que esssto quedara sssolo como un mal trago. Mal trago que podemosss cubrir con muchossss otros tragosss, mejoresss. Quizásss hasta pueda hacerle una oferta interesssante.

Durante apenas un segundo, a Thorne se lo ve levemente preocupado, o quizás un tanto ofendido por esto último, pero él también maneja las mañas de la nobleza y no solamente no dice una palabra, sino que su expresión se borra casi de inmediato.

Por su parte, Sandra susurra algo en los oidos de Harmony.

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20/10/2019, 20:31
Sandra

—La decisión es tuya, pero rechazar las invitaciones de un noble de Orlé suele resultarles sumamente ofensivo. Yo voy a acompañarlo, no quiero nuevos enemigos.

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22/10/2019, 21:24
Harmony

No le quité la vista de encima a Lili mientras acudía a entregar la carta a Naazir Akmar, temiendo que alguien quisiera empezar la “fiesta” comenzando por ella. Por suerte no fue así, y teóricamente no debía pasar nada, pero la teoría y la práctica no siempre iban de la mano.

Akmar terminó entregando una recompensa a la grumete y ordenó a sus hombres cargar los animales, aprovechando aquellos minutos para leer la carta. Fue tras ello cuando decidió entregar el pago a Thorne, pero antes de eso quiso invitarle a tomar un postré o té, junto con Sandra. El mal llamado capitán aceptó la invitación, una que el coleccionista de animales terminó extendiéndonos también a nosotros.

No me convencía aquella idea, más allá de poder controlar que Thorne no se largara con nuestro dinero, pero la promesa de una oferta que podría resultar interesante, y las palabras de la Viento de Alquiler; terminaron por convencerme de aceptar.

¿Tendría algo que ver aquella oferta con el destino de Thorne?

Cruce una mirada con Mekkor y Lili antes de responder al noble.

- Harmony, Capitana Harmony. - señalé en primer lugar. - Les acompañaremos, pero no podemos quedarnos mucho tiempo. ¿Podría comenzar por esa oferta?

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23/10/2019, 08:33
Lili "Dedos ligeros"

Tras entregar la carta, el orlessiano me hizo entrega, para mi sorpresa, de una recompensa en forma de monedas. No creí que aquel pago me fuera entregado a mí, pues creí que formaría parte de la negociación con los capitanes. Sin embargo, sentir el tacto de la bolsa en mi mano y oír el repiqueteo de aquellas monedas al sacudirla me hizo esbozar una amplia sonrisa. El dinero contante y sonante siempre suponía una alegría.

Incluso llegó a pasarme por la cabeza que era una buena noticia que aquel dinero estuviera en mis manos y no en las de otro, ya que si la cosa se desmadraba y había que salir por patas y desaparecer, al menos tendría un colchón para salir del paso. Sin embargo, pensar aquello me hizo sentir tremendamente culpable. Una cosa era estar dispuesta a seguir mi camino por mi cuenta en cuanto pudiera, y otra pensar en dejarles tirados. Eso no se hacía. Nos habíamos metido en ese lío juntos, y juntos teníamos que salir. 

Regresé con paso ligero, no queriendo parecer nerviosa, a mi posición original, detrás de la capitana. Y desde allí fui testigo de la oferta del orlessiano. Sentarnos tranquilamente a tomar algo, como buenos amigos, y negociar posibles ofertas de trabajo. Bueno, sentarse, pues supuse que se refería más bien a los capitanes. ¿Cómo iba a querer un noble sentar a su mesa a una grumete como yo? 

En cualquier caso, creí poder imaginarme en qué consistía aquella oferta. El orlessiano había tenido tiempo de leer la carta, así que tenía ya la información que ésta ocultaba. Y nosotros ya sabíamos lo que eso significaba. Naazir Akmar quería capturar al capitán Thorne, y con tan sólo dos guardias era demasiado arriesgado. Así que, tal como habíamos supuesto, había muchas posibilidades de que lo que pasaba por su mente fuera contratar nuestros servicios para capturarle, seguramente allí mismo. ¿Cómo le sentaría eso a Sandra? ¿Hasta dónde llegaría realmente su lealtad hacia su "viejo amigo"?

Con aquellas preguntas en la cabeza, tuve la impresión de que la reacción de la capitana resultaba algo brusca y precipitada. ¿Por qué no tomarnos el asunto con calma, e ir calibrando todo sosegadamente? Disimuladamente, abrí mi bandolera y comencé a rebuscar entre mis cosas, hasta dar con aquello que me pareció que era resultar más útil en poco tiempo, más que el estoque que colgaba de mi cinturón. El frasquito con el polvo azulado, capaz de adormecer a una gran bestia. Igualmente podía servir para dejar fuera de combate a un hombre, digamos... a un capitán.