Partida Rol por web

Termino siendo arrastrada por Ishtar sin que ello me moleste en lo más mínimo. Miro a quienes dejamos atrás pero decido no darle importancia. Al salir siento que falta gente y esto me hace ponerme a la defensiva, en realidad no me gusta el exceso de silencio, y no es la primera vez que me percato de tal exceso. El ciego nos habla de una esencia oscura.

Deberíamos de avisar al resto.

Digo, seca y tajante. No me gusta la idea de ir rodeada pero tampoco la idea de enfrentarme a alguien más oscuro que él, aunque la verdad es que nunca me ha parecido tan oscuro como mencionan. Es entonces cuando el énfasis de la chica me arrastra hacia delante y me dejo arrastrar, aunque no puedo evitar mirar por un momento el lugar que dejamos atrás, la puerta donde hay gente que quizá esté en peligro.

Me dejo llevar a empujones al principio, pero luego empiezo a moverme yo en la direccion que siento la energía, mas que nada para evitar chocarme con algo que pueda haber eludido mi percepción  mientras respondo a la chica morena (denish)

son luchadores, deberían de saber defenderse

Conforme avanzan, sienten aquella majestuosa energía mas y mas cerca. No debían estar allí, dando una vuelta. Mas bien deberían estar esperando, como los demás.

Cuando salen de aquel recinto, vuelven al lugar por donde habían pasado cuando habían llegado. Al mirar la parte inferior de aquel lugar, pudieron observar a un hombre de cabello rojo e iris demoníacos, tomando a uno de los jueces del torneo (A juzgar por sus ropas) de la gran túnica y levantándolo en peso.

Al parecer la respuesta a una pregunta que no habían sido capaces de escuchar había sido negativa, pues el puño derecho impactó en el estómago de aquel pobre señor, quien arrastrado por el golpe, ahora caía hacia el suelo, al parecer inconsciente.

El sonido de la cascada y los pájaros parecía haberse detenido. El mundo entero parecía haber perdido color. Y solo la figura de aquel extraño hombre resaltaba entre los demás.

Todo estaba tan calmado, tan silencioso, que incluso parecía sospechoso. Sin embargo, ya habían ido varias personas a buscar al responsable de aquello, así que otros arreglarían y solucionarían aquello.

Ahora quedaba tiempo muerto para dedicarlo a lo que deseasen...O eso parecía.

Un pequeño temblor sonó en toda aquella edificación. No hubiera sido diferente a lo demás si después de aquel temblor, unos rugidos sonaran tras la puerta que los separaba del habitáculo en el que se encontraban.

Todos lo escucharon. Y sin embargo, el tiempo parecía haberse parado.

Era momento de decisiones...

Se queda mirando la escena. No es que sienta miedo ni nada... bueno, ellos ya saben que parece que no le tema a nada, así que no muestra ningún signo de querer irse de ahí. El tipo de la pelambrera roja parece fuerte y además lo demuestra nokeando al monje.

-Ala... es muy fuerte, verdad? Pero no está bien pegar a un monje... y mucho menos si es mayor.

Se queda con la cabeza ladeada con el dedo índice sobre la mejilla, como pensando. Luego, solo tras mantener esa pose durante unos minutos, se acerca al monje inconsciente y se arrodilla a su lado para acomodarlo lo mejor posible.

-No... definitivamente no esta bien pegar a las personas mayores.

Niega con la cabeza.

Terrible...

No obstante, y pese a que mi cerebro clama por quedarme estática, y mi cuerpo por darle la razón, es mi instinto el que no lo hace ya que, tras el golpe, de un ágil y rápido movimiento me coloco frente al juez del torneo, mirando al tipo demoniaco.

¡Eh, tú! ¡Ten cuidado con lo que haces y márchate!

Miro al tipo, esperando que haga caso a la sugerencia para evitar un combate inútil.

Llego frente al tipo, justo para obverar como el tipo de la energía oscura golpea a uno de los jueces del torneo, me fijo en el organizador, en su pecho no hay resquicio alguno de energía salvo en su corazón, lo único que actualmente le mantiene con vida desvió la mirada hacia el tipo, sintiendo la terrible energía que emana y luego hacia Ipsilon

el instinto asesino que emana es totalmente superior al del dragón negro... este tío... es acaso humano?

Mi rostro palidece parcialmente ante el poder que emana ese individuo, y mi cuerpo se bloquea, apenas puedo moverme

esto.... esto no es normal....

recuerdo la orden de mi maestro, y volviendo mi mirada hacia el individuo, me pongo en guardia, mientras comienzo a concentrar mi energía en mis manos, liberando mi propia aura

El muchacho corrió junto a todos. Al observar a aquel indivíduo, un sentimiento de terror recorrió su espalda. A su vez sentía familiaridad en aquel hombre, como si lo conociera de antes....Como si su aura le sonara de algo. 

Apretó los dientes y cerró los puños. Nunca había visto a alguien como él. Sin embargo, no se dejó intimidar.

En un acto de valentía excesiva, el muchacho desató parte de su aura. El color oscuro invadió su rededor, y entonces, en menos de un segundo, su cuerpo apareció frente al del otro hombre.

Lo observó a los ojos, y entonces..... Apareció.

Sus iris volvían a ser celestes profundos. Y aquello solo podía deberse a una cosa: Todos allí sabían....

-¿Y de donde has salido tu?

Comentó con ironía, mientras esbozaba una media sonrisa.

-Vamos, déjalos en paz. No es que me oponga a que lo mates... Es que no hay honor en ello.   Búscate otro objetivo.

Por primera vez podían observar como, ya no Ypsilon, sino Dragón Negro temblaba. Aquel poder era demasiado para el....E incluso para todos juntos.

Aquel hombre observó la escena, satisfecho.  Detuvo su mirada en Kazuki, en principio sorprendido. Tras ello, sonrió, con una sonrisa tan diabólica que pondría los pelos de punta hasta al mas duro de todos los guerreros en el mundo.

-Interesante...¿Una criatura mítica? No, no lo es.... Sin duda eres un buen espécimen. Sin embargo... No he venido a por ti.

Ni siquiera detuvo la mirada para observar a Denish, sino que pasó de ella, y se centró en el pelinegro cuyos iris brillaban celestes y cuya aura pareciase en demasía a la suya.

-Al final no he tenido que buscarte, Dragón Negro.

Confesó, lanzando una carcajada. Entonces una de sus manos se cerró en un puño. Su aura pareció desatarse como un estallido en tierra, que quebró la tierra a sus pies. Para todos fue visible por un segundo el aura de una sombra de guerrero con una espada. 

Un segundo después había aparecido frente a Ypsilon. El mismo no pudo detener el golpe, estaba totalmente fuera de su nivel. El impactode un puñetazo en la boca del estómago levantó del suelo a Dragón negro, quien impulsado por el golpe finalmente acabó, tras el trazo de un arco perfecto con el puño hasta el suelo, hundido en el mismo.

De un golpe, Ypsilon había sido casi destruido.

Y entonces, observó a los demás. Luego miró a Dragón Negro con desprecio, y comentó.

-Te has vuelto debil.... Pero mi misión no es juzgarte.... Solo destruirte.

Observo como el aura del tipo lo envuelve, y como golpea al dragón, siendo ademas casi, como si su propia aura le diera un espedazo, enseguida, corro hacia Ypislon y observo su estado, su energía esta normal, solo agotado, pongo la mano en su pecho, para sentir los latidos de su corazón e intento acompasar mis latidos a los suyos, intentando sincronizarme con el, que nuestras auras resuenen al unisono

La actitud del tipo me enerva hasta límites insospechados, rápidamente piso con más fuerza.

¿¡Pero qué te has creído, machito prepotente!?

Y, sin más, me coloco a su espalda de un rápido movimiento mientras encadeno varias patadas seguidas contra su espalda, completamente malhumorada por su actitud.

¡Además, Ypsilon...!

... Me cae bien.

Deja la cabeza del monje apoyada en el suelo, con cuidado de no hacerle daño, y se levanta con gracilidad. No le gusta la dirección que está tomando el asunto así que se acerca a Ypsi y se mantiene en pie encarando a ese demonio rojo. Lo mira directamente a los ojos, parece que no le teme y tampoco hará nada como sus compañeros. Su padre le enseñó que nunca uno debe enfrentarse a alguien que está muy por encima del nivel propio... Y ese ser lo está.

-El miedo a que en este mundo alguien más fuerte que nosotros no corresponde a un guerrero. Ypsi y su alter ego, aun no han llegado a tu nivel y ya les temes. Como guerrero deberías temer solo a tu propio miedo.

Se sienta entre Ypsi y el pelirrojo.

-Nosotros ahora estamos aquí. Tu nos miras desde arriba, con desprecio, pero te pido que nos dejes crecer un poco más hasta que podamos mirarnos de igual a igual y tu lucha con nosotros será más interesante. ¿No crees que sería aburrido si nos matases aquí? Tanto si es tu objetivo como si no.

No va para ti, magok. un saludo.

Una especie de rugido emanó del lugar donde se encontraba Dragón Negro. Allí, la energía empezaba a fluir, pero no era, ni de lejos, una energía que se le acercara a aquella bestia que se postraba ante sí...

-¿Quién.....Q....Quien eres...? - En ese momento tosió, soltando algo de sangre desde aquel mismo acto.

-No te conozco....Nunca he conocido...A alguien con esta...Energía...

El hombre sonrió. El muchacho de aquella extraña energía se acercó hacia Ypsilon. En cuanto lo hizo, el pelirrojo armó su pierna y golpeó con una patada al pecho a aquel ciego: Una patada demasiado rápida para una persona tan debil. Le faltaba demasiado entrenamiento...

Una de las mujeres trataba de atacarlo, a lo cual nisiquiera se inmutó. Los golpes impactaron y sin embargo no hicieron daño alguno sobre la piel del que allí se postraba.

Tomó del cuello de la camisa a Ypsilon, y lo miró a los ojos, con desprecio.

-Eres uno de los nuestros. Un fugado. Y no podemos dejar cabos sueltos.

La muchacha que parecía mas pequeña de todos parecía dispuesta a hablarle sobre el honor del guerrero y los valores. Aquellas cosas hacían mella en Xerath, quien la observó fijamente. Entonces sonrió.

-Pronto vendrán mas como yo. Y no tendrán tanta compasión. Salid de mi camino, o yaceréis muertos, como el.

Ni se inmuta. Es pequeña, nadie puede negarlo. No es que no tenga la misma edad que los otros, pero su cuerpo, sus gestos y toda ella denotan que parece más pequeña de lo que es. Pero no se deja dominar ni por el miedo, ni por las amenazas ni por el tremendo poder que emana de ese hombre, si es que es un hombre.

Incluso en esa situación parece crecerse y con un poder lo suficientemente grande como para enfrentarse a él, aunque solo sea una ilusión.

-Tantos años encerrado en la oscuridad, sin sentir la emoción de una batalla, sin sentir la expectación de enfrentarte a un adversario de tu misma categoría te han obnubilado la mente. Temes aquello que desconoces. Temes al futuro. Temes que haya alguien que pueda derrotarte... son los temores de todos los tuyos.

Mira al pelopincho a los ojos.

-Será más divertido si lo dejas vivir, no crees? Seguro que tu vida es muy aburrida.

Aprieto los dientes con rabia al ver cómo aguanta. Joder, soy la única con un poco de sangre aquí... Aunque la pequeña intenta convencerle. No seré yo quien permita que se lleven a Ypsilon. Me incorporo.

Está bien, jugaré duro entonces.

Digo alejándome un par de metros. Joder, por favor, funciona, por todos los dioses, energías, o lo que sea que haya ahí arriba... Funciona... Salto en el aire, hago un doble giro volviendo a impulsarme hacia arriba mientras intento acumular toda mi energía en mi pierna. Recuerdo la postura de la estatua guardiana, así que intento imitar su calma al propinar el golpe.

¡Descenso al infierno!

Digo mientras descargo, con toda mi fuerza, una patada sobre su cabeza, intentando liberar en ese momento toda la energía ya no sólo cinética, si no también de mi propio interior. Es un movimiento difícil del que sólo he leído vagamente en un pergamino, pero tiene que funcionarme, tengo que ayudar a Ypsilon...

me levanto del suelo tras esa patada

joder..... tendre que hacer otra cosa

extiendo mi mano hacia el hombre, apuntandole con un solo dedo, igual que como hice con saito y concentro mi energia en el para dispararle un rayo fino de ki

El hombre nisiquiera se inmuta al golpe que le propina el ciego. Aquello solo consigue enojarlo mas. 

Entonces observa a la mujer tratar de hacer algun tipo de técnica. Antes de que pueda finalizar, su mano agarra del cuello a la muchacha, aprovechando que está en el aire y hacia sí, esquivando gracilmente la acometida.

Sus iris se clavaron en los de la chica. Mientras una mueca de reprobación se dibujaba en su rostro, su mano se cerraba, complicando la capacidad de respirar de Denish.

-Mira lo que hacen tus compañeros...

Comenta hacia la que parecía mas pequeña de ellos. Su energía brotaba cada vez mas poderosa, mas infernal.

-Es despreciable.... Solo me provocan. Podría destruirlos a todos..... Sería tan sencillo...

Aprieta un poco mas la mano.... Aquello debía provocar bastante dolor...