Partida Rol por web

Subís el terraplén del aeropuerto hasta la verjas que os separan de las pista. Allí os dais cuenta de que algo no parece ir bien. Veis la silueta de la cuidad completamente a oscuras. 

Cruzas la verja por un segmento que ha quedado destrozado y a vuestro alrededor veis algunos trozos de chatarra y una escena dantesca sobre la pista que queda delante de vosotros (14L/32R). Lo que parecía un avión ahora es un amasijo de metal en llamas de varias decenas de metros de largo con escombros a ambos lados de la pista.

Manolo abre los ojos como platos.

-Joder, joder, joder... -Susurra. Y luego agrega en voz más alta y alarmada.- ¡Joder, joder, joder! ¡¡Joder!!

Se lleva de nuevo las manos a la cabeza mientras contempla horrorizado el amasijo de metal que arde ante él. Entre el aturdimiento de la situación, algo no para de decirle que hay algo aún más extraño que todo esto.

"No es sólo el avión".

El chico observa la ciudad y el avión alternativamente. 

"¡No es sólo el avión! ¡Es todo! ¡Todo!"

-¡Es todo! -Continúa, sin girarse, gritando a sus compañeros, que siguen en la entrada del túnel.- ¡Joder, es todo!

Ves llegar a Uken resoplando y un poco más ligeros a Buzuk y Ángel que durante unos segundos se quedan de piedra sin capacidad para reaccionar ante el espectáculo.

- Joder. - Uken se queda clavado en el sitio durante unos instantes intentando digerir la situación. Sus ojos buscan por todos lados algún signo de equipos de emergencia mientras se esfuerza por comprobar si escucha sirenas acercándose.

Poco a poco, con mucha precaución, se va aproximando al fuselaje, lejos de donde puedan estar los depósitos de combustible (por si acaso), buscando posibles víctimas que puedan quedar con vida.

-¡Uken es mejor que no te acerques!- Exclama José mientras piensa que deben hacer

Manolo sacude la cabeza, como intentando sacudirse también la impresión.A trompicones baja la pendiente en pos de su amigo, ayudándole a buscar entre los restos del accidente, aunque no tiene ni idea de lo que están buscando en realidad.

"Nadie podría haber sobrevivido a esto... sea lo que sea"

Según os acercáis a la os percatais a vuestra derecha, sobre la pista 18L/36R veis un avión planear en silencio...

En cuanto ves el avión de Iberia deslizarse por la pista recuerdas que ese mismo día tu hermana Carula volvía de sus vacaciones en Ferrol en un vuelo Santiago-Madrid, en este momento no recuerdas la hora a la que volaba.

"¡Mierda, Carula!"

Piensa Manolo, de pronto. Rápidamente lanza una mirada al evión en llamas. Deshecha la idea enseguida.

"No se ni a qué hora volvía. Si pudiera llamar por teléfono y enterarme..."

Sacude la cabeza, molesto. Mejor centrarse ahora en lo que sí tiene solución. Apretando los puños, contempla el avión que acaba de detenerse en la pista. De pronto, sale corriendo en dirección al aparato. Mientras corre, grita a sus amigos.

-¡Puede que necesiten ayuda! ¡Y si no, puede que sepan qué está pasando!

- ¡Ten cuidado Manolo! - grita saliendo detrás de él, aunque cada vez a más distancia.

Joder, que mal me sienta correr.

-¿Qué hacéis locos? ¿No veis que es imposible que alguien pueda sobrevivir a un impacto con esa velocidad? Tenemos que largarnos de aquí y ver si en la ciudad saben algo.

Viendo que todos se encaminaban velozmente hacia el aparato, Ángel se dispone a seguirlos para verificar que a ninguno de ellos le pasa nada y para evitar futuras tragedias.

"Joder, como sigamos aquí vamos a morir ya que a saber cuando aviones estaban en el momento del "apagón" surcando estos cielos. Tenemos que salir de aquí."

Os olvidáis de los humeantes restos y salís corriendo en dirección a la otra pista donde había aterrizado el otro aparato.
Se encuentra inmóvil a mitad de pista, ladeado sobre el lado de babor (izquierda). El motor de ese ala se encuentra varios metros detrás hecho trizas y parece salir humo del ala de ese lado. Desde donde estáis no veis movimiento ni en el avión ni en los alrededores. El resto de las pistas del aeropuerto parecen desiertas.

Os fijais que también parece salir humo desde varios puntos de las terminales del aeropueto.

Manolo, jadeando, sigue su carrera con rumbo hacia el ala del aparato. Sin detenerse, avanza a lo largo de ella hasta una de las salidas de emergencia.

"¿Cómo es posible que aún no haya llegado nadie, joder?"

-Mierda, esto es un desastre. Y no solo ha pasado con este avión. Fijaros en el aeropuerto, esta todo lleno de humos. ¿Qué cojones habrá pasado?. Vamos a ayudar a Manolo y ver si ha sobrevivido alguien al accidente.

Así pues, Ángel emprendió el mismo camino que Manolo en su afán de intentar ayudarle para que abrieses la escotilla y, poder así, comprobar si aún quedaban supervivientes.

Mientras forcejea con la salida de emergencia, Manolo echa una rápida y preocupada ojeada hacia el humo que comienza a elevarse desde el ala sobre la cual se encuentran.

"Mejor démonos prisa, o este avión va a volver a volar. Y nosotros con él."

Mientras forcejeas con la puerta y para tu sorpresa, ves a través del pequeño cristal de la salida de emergencia la cara de esfuerzo de tu hermana instantes antes de que se abra la puerta con un chasquido de aire a presión enorme. Medio segundo más tarde te arrastra una enorme masa de plástico hinchable inflándose rápidamente que te hace tambalear, y perdiendo el equilibrio ruedas por el ala golpeándote con mala fortuna contra el asfalto

Para cuando llegáis al lado del avión, Manolo había escalado el ala y se encontraba forcejeando con la puerta de emergencia. Tras un breve instante se abrió con violencia desplegándose el tobogán de evacuación derribando a Manolo que rodando sin control impactó de costado contra el asfalto, quedándose inmóvil durante unos segundos hasta que tras un ataque de tos y una gran bocanada de aire veis que sigue con vida.

Unos segunos más tarde veis a Carula asomarse por la ventanilla y saltar por el tobogán hasta el suelo y con nerviosismo ponerse en pie al lado del cuerpo de Manolo.

"Mierda..." Piensa Manolo, apretando los dientes por el dolor.

-Mierda... -Dice, boqueando para intentar recuperar el aliento, y haciendo un esfuerzo por ponerse en pie. El chico sacude la cabeza, aturdido. Con la impresión del golpe, recuerda haberse imaginado la cara de Carula a través de la ventanilla del avión. Sin duda el golpe ha sido considerable, piensa mientras se pone de pie y se frota las doloridas costillas. Luego camina todo lo deprisa que puede hacia el final de la rampa, para ayudar a los pasajeros a ponerse a salvo.

"¿Por qué cojones no han llegado aún los bomberos, o algo?"