Partida Rol por web

Lo lógico sería que nos colocásemos bajo el mapa, ¿y la primcesa tocase el bajorrelieve? 

No le convencía para nada su propio razonamiento, habida cuenta de que no manejaban muchos datos. Se mesó la barba incrédulo y miró a los demás.

Edmond observa la mesa y su alrededor, específicamente el suelo. Tal vez haya un dibujo, una línea dibujada en el mármol que rodee la mesa del mapa y delimite hasta donde afecta el hipotético portal al abrirse.

La Quephilim parece meditar unos instantes mientras da vueltas a la voz de la Reina que emitió el artefacto. Otra parte había llegado a su mente, una a la que poner una explicación estaría bien.

Ahora sólo puedo decir que Akrio tenía razón. Espero que él pueda ayudarte... y no espero que llegues a perdonarme.

- Consejero Akrio, ¿En qué tenías razón? ¿A qué se refería la Reina? - Utuk'ku mira hacia el humano, el cual se ha mostrado colaborador hasta ahora. 

Tesla miraba el mural, mientras se rascaba la barbilla con suavidad.

Parecía abstraído, sumido en profundas cavilaciones, pero sin embargo escuchaba a sus compañeros y de vez en cuando les miraba o asentía cuando se le mencionaba.

Estaba completamente de acuerdo en las presunciones de algunos de los presentes pero la forma – efectiva – de activar el portal se le estaba, por el momento, pasando por alto.

Se sabía poseedor de la capacidad de activar los portales, ya lo había hecho algunas veces después de todo, pero sospechaba que para cada tipo de “Puerta”, debía existir una llave.

Sin embargo, la ciencia se basaba en la prueba y error y por lo tanto, había que probar diversas formas hasta que finalmente dieran con la clave.

Aconsejo que todos estemos cerca del Portal – Mapa les dijo esperando que todos se acercasen, creo tener la capacidad para activarlo, pero no estoy del todo seguro que funcione de la misma forma para todas las “Puertas” aunque con probar…dijo dejando flotar en el aire las últimas palabras mientras abría las manos en señal de “no se me ocurre nada mejor”.

¿Bien?, pregunto, ¿comienzo entonces?.

-¿Estamos seguros de querer activarlo y viajar?-preguntó Gavlan-me preocuparía no poder volver, o hacer más mal que bien exponiendo a la princesa al abrirlo-añadió el caballero, sin tener muy claro que aquel fuera el modo adecuado de actuar. 

Empezaba a ponerse nervioso. Activar el portal, ¿qué supondría eso?. Quería viajar, su curiosidad le reconcomía, pero no podía evitar sentir un cosquilleo en el interior del su estómago. Intranquilidad, nervios, ¿miedo quizás?. 

Seamos cautos. 

- Escuchemos al consejero antes de dar ningún paso que nos complique la existencia - dijo Ina señalando a la Quephilim - ¿A qué se refería la reina?

Cuando le piden su opinión, el consejero se yergue atento, recordando a aquel que tenga conocimientos sobre fauna terrícola a un perrillo de las praderas.

- Por si alguno lo está pensando, sí, sabía que cuando desaparecía era porque viajaba a otro lugar, pero no, yo no tenía idea de lo que la reina hacía cuando viajaba. Siempre pensé que iba a la Tierra, por curiosidad o conocimiento. Y con respecto a en qué tenía razón, supongo que será en las miles de veces que le dije que su pueblo era lo primero, siempre, y más aún después de la gran revuelta. Le dije que los lotanistas se saldrían con la suya. Temía por su vida, y la de la princesa, aunque me equivoqué en el origen de la amenaza.

Escuchó a Galván exponer sus dudas y asintió ante la prudencia de su viejo camarada de armas.

Gavlan no anda desencaminado, tal vez no deberíamos activar el portal hasta tener una estrategia definida sobre el asunto.

Vos nos habéis pedido ayuda princesa, y todos han respondido, como veis un dispar grupo de expertos en varias materias. Necesitamos establecer algún tipo de jerarquía o no avanzaremos.  Pocos sabían lo que le tocaba las narices la disciplina militar en esos momentos, pero sin duda había que organizar aquel pelotón de algún modo o no habría manera de hacer nada a derechas. La autoridad, emanaba de la primcesa, ella debía dar ese paso.

Ante la aparente y deliberada oposición de su sugerencia Tesla se volvió de frente al grupo que ahora debatía respecto a qué hacer.

No entendía,  del todo, el hecho de dudar respecto a la activación del portal.

Se les había pedido un encargo, se les habían presentado las pruebas y ahora tenían el medio de investigar – y quizás -, averiguar mas sobre el asunto y sin embargo aun se daba vueltas sobre un asunto que estaba de por si claro.

Porque:

A – habían matado a la reina criaturas venidas de otro “sitio”.

B – tenían un receptáculo con el “alma” de la criatura muerta sobre la cual giraba todo este problema.

C – tenían la forma de acceder a la locación de la cual dicha criatura había sido traída y con dicho objeto tal vez pudieran frenar toda esta disparatada búsqueda de venganza.

¿Por qué perdían en el tiempo?. ¡No debía desperdiciarse el tiempo!, pensó.

Creo que esta todo claro dijo a nadie en particular y a continuación toco el bajorrelieve mientras acotaba.

Investigare un poco el lugar, quien quiera acompañarme puede hacerlo.

Al tocar el bajorrelieve, se escucha un extraño crujido, como una pequeña piedra al partirse. Ante los ojos de los presentes el mapa de Ardeyn comienza a dividirse en dos a partir de una línea en su centro, y a retraerse como si en lugar de piedra maciza la primera capa de la mesa fuese pergamino.

En la nueva capa, también aparentemente pintado sobre la piedra de la mesa, aparece un nuevo dibujo.

Bravo señor Tesla, ya tenemos una nueva pista. Examinemos el nuevo mapa con detenimiento.

Se trata del portal, no hay duda. Cuando la reina dijo "bajo el mapa" era literal.

Se acercó un poco más para ver si aquel mapa o lo que estaba escrito en el le sonaba de algo.

La Qephilim asiente satisfecha cuando se revela el segundo mapa, mientras observa la geografía que se ha revelado, tan desconocida aparentemente a ojos de alguien conocedor de Ardeyn.

- Este no es nuestro mundo evidentemente, pero por lo que creo los portales sólo llevan a un lugar en concreto. ¿Dónde nos llevará este? - Utuk'ku mira en dirección a Gavlan por unos instantes.

- En el caso de que lleguemos a ese otro mundo no te preocupes Caballero, puedo hacer que volvamos a este mundo así que no quedaremos allí encerrados. Salvo que algo allí nos retenga, pero no paso por contemplar esa posibilidad habiendo cuenta de la facilidad que la Reina tenía para viajar entre ambos mundos. - La erudita examina con pasión el nuevo paisaje que muestra el mapa, memorizando sus entresijos.

El caballero observó el mapa que se desplegó ante ellos, sustituyendo al antiguo mapa de su mundo. ¿Aquello era el portal? Kerhlann decía que sí, así que tendría que creerle. Y aunque disiparon sus dudas sobre la posibilidad de volver a su mundo, no fue así sobre la seguridad de la propia princesa. 

-Aunque el asunto de la vuelta esté resuelto, la seguridad de la Princesa en nuestra ausencia puede ser un problema. Sugeriría que sea escoltada en todo momento hasta nuestra vuelta, mi señora, si es que al final vamos. 

Clavó su mirada en Gavlan y se puso serio.

Señores estamos derrochando un tiempo que no tenemos, si el portal nos lleva a ese mundo vegetal necesitamos ir con respuestas. 

Yo propongo ver al niño, investigar lo sucedido y luego cruzar el portal, y propongo hacerlo ya. 

¿Quién está conmigo?

Joder que tropa.

Edmond suspiró.

- Estoy de acuerdo con Kerhlann. La manera más efectiva de salvaguardar a la princesa es yendo y solventando el problema. Lo mejor sería, tal y como dice, tomar la urna y hacernos una idea de qué alberga. Luego abrir el portal y enfrentarnos al problema con o sin urna. Muchas más pistas aquí no encontraremos, por tanto perdemos tiempo - dio su opinión.

- Tesla, si puedes abrirlo, ponte a ello - le invitó pese a saber que el terrícola ya estaba en ello.

- Majestad, vuestra difunta madre dejó grabado que la urna se encuentra en la cámara real ¿Podría traerse aquí, con vuestro permiso? - preguntó y terminó mirando al consejero Akrio, para que, si la respuesta fuera positiva, él mismo fuera quien lo trajera al conocer las dependencias sin necesidad de que un grupo de personas entraran en zonas tan íntimas.

Tanto la princesa como el consejero fruncen el ceño ante la pregunta de Edmond.

- Bueno, no se entra en la Bóveda Nocturna por las buenas, ni se llega hasta la Cámara Real fácilmente. Aunque hay alguien aquí que sí podría hacerlo. - Dukra mira a Utuk'ku. - Tú conoces los caminos, y los lobos te permiten el paso.

La pregunta obvia, si la qephilim estaría dispuesta a ir a buscarla, queda en el aire.