Partida Rol por web

Escucho al hombre sentado en la misma fila que ella, maldecir sin motivo y decidio intervenir.- Señor, disculpe, señor.- dijo llamando su atencion.- No deberia hacer eso, ya tienen bastante jaleo atras, a menos que sea medico no creo que deba contribuir al panico. Intente calmarse.

Estupendo, más follón aún. Visto lo visto de allí no podría salir nada bueno por lo que ni corto ni perezoso se sacó el paquete de Ducados del bolsillo y se encendió un pitillo. Rara vez fumaba pero aquella parecía ser la ocasión perfecta.

Roque estaba ya de pie en el pasillo cuando escucho a una mujer y creyó que se dirigía a él, miro a ambos lados despistado y se percató de que era la mujer que le acompañaba en su fila... -¿E... es a mi?- ...pregunto dubitativo como siempre. Cuando la mujer le aconsejó que no fuera a atrás, confirmó que era con él con quien hablaba... -Pe... Perdone, pero me calmare cuando sepa que está sucediendo hay atrás, si el copiloto a ido es por qué pasa algo grave, lo mismo necesitan ayuda- ...le contesto a la mujer y se dirigió con paso ligero hacia la cola del avión.

Todo pasó muy deprisa.

La situación ahí atrás era muy extraña, la gente estaba histérica, aunque solo los de la primera fila, en la cola, atinaban a ver que demonios sucedía. Para mas inri empezó a sonar una alarma anti-humo, pues estaba prohibidísimo fumar en un avión hacía ya años y obviamente los lavabos tenían detectores de humos. Fue la combinación perfecta, de repente la gente empezó a correr, como podían hacía la parte delantera del avión; bueno mas bien intentándolo pues en ese pasillo casi pasaba una persona con dificultades y la gente se empezó a apelotonar en mitad del avión y formaron una especie de embudo o tapón.

La gente chillaba histérica y pedía ayuda, parecía incluso que había algunos heridos, se veía sangre en algunos rostros y en las paredes. Si alguna vez hubo una definición de la palabra caos, este era el mejor ejemplo.

Ala que liada...
Los pitidos ensordecen mi cabeza.
Me coloco al frente de la gente, intento alzar mi voz por encima de sus gritos intentando parecer una figura autoritaria.
Llevo mi mano al bolsillo de mi chaqueta como si llevara un arma.
¡Detenganse!
Escrutino mi mente buscando algo que decir.
¡La situación esta bajo control, tomen asiento!
Estoy en blanco.
Charlie, no hace falta que descomprimas el area. digo dirigiendome a la manga de mi chaqueta.
Dios mio, no se lo creen ni de coña...

Mierda. Alarmas anti-humo. Cobos la había liado. Lo bueno es que eso de fumar parecía ser la preocupación menos grave del personal del avión. Ahora había gritos y carreras. No sabía qué coño estaba pasando ahí fuera. Si iba a morir no quería hacerlo dentro de un cubículo de mierda de 2*2. Quitó el cerrojo del servicio y abrió una pequeña raja por la que vio a la multitud aplastándose en el centro del avión. También vio sangre. Aquello pintaba muy feo.

Niego con la cabeza al planteamiento del hombre pero no tengo tiempo de responder. Las alarmas de emergencia comienzan a sonar de forma escandalosa y una abalancha de gente comienza a correr por el pasillo.

Me estiro sobre el asiento que quedaba libre entre ambos alargando la mano para tratar de tirar de la manga del hombre.- Apartese del pasillo, van a arrollarle, rapido.- Le pido con tono de urgencia mientras veo por el rabillo del ojo como un tipo juega a los policias igual que haria un niño de 5 años.

¿En serio piensa que alguien tiene la calma en este momento como parare para hacer caso de algo tan burdo? Desdeluego el Señor no reparte inteligencia en todas las mentes por igual.

Viendo que el follón se estaba liando al otro lado del avión, Cobos salió del baño. Pese a que había gente sentada en los dos últimos asientos no tuvo reparo en poner cada pie en cada uno de los reposamanos de ambos y sobresalir por encima de la mayoría para saber que demonios estaba ocurriendo allí. - Perdonen - fue lo único que dijo a modo de disculpa.

Al ver la avalancha de gente enloquecida corriendo por el pasillo en dirección opuesta a Roque, este se quedo paralizado en medio del pasillo, no se podía creer lo que veía, de pronto noto como le tiraban de la manga a la vez que lo avisaban del posible peligro que corría allí parado, pronto reacciono y se metió entre los asiento lo mas rápido que pudo, pero aún intentando ver qué pasaba en la parte de atrás por encima de su asiento... -Esto no me gusta nada, ¿qué demonios está pasando ahí atrás?, esto no puede estar sucediendo, que estamos en un avión a no sé cuantos miles de pies de altura, ¿a dónde pretenden ir corriendo?- ...dijo Roque estupefacto por la situación.

- El panico no conoce de sensated.- dije levantandome lo justo para tirar de la pequeña mochila que tenia guardada en el portaequipaje. La abri y meti la biblia dentro antes de cargarla en mi espalda.

- No se que esta pasando señor, pero tenemos que mantener la calma o terminaremos como ellos, corriendo sin rumbo a ninguna parte... Tenemos que avisar al capitan, aterrizar antes de que la histeria cause una desgracia mayor.

Al parecer la gente se estaba peleando o algo parecido allá atrás. Había gente que intentaba salir de ese cúmulo pero otros mas atrás querían ver que pasaba lo que provocaba una especie de barrera humana. El avión acusaba alguna sacudida, pues al fin y al cabo el peso mal repartido de la gente afectaba.

Por otro lado la gente de la primera parte del avión que no había ido detrás para ver que pasaba, parecía asustada y todos empezaron a agruparse algo mas ordenadamente hacía delante cerca de los lavabos y de la cabina.

De repente alguien pareció salir de ese grupo de gente caótica, era el Segundo Capitán que hacía unos momentos había ido a ver que pasaba. Intentaba correr por los pasillos empujando a la gente y apartándola de su camino, parecía cojear un poco y de una de sus piernas salía sangre, al parecer estaba herido.

Sonó de nuevo la transmisión interna del avión.

- Ruego que mantengan la calma y recuperen todos su sitio pronto, se acercan turbulencias de nuevo y podían hacerse daño. Segundo capitán Andersson, vuelva a la cabina por favor - la voz esta vez sonó seria y mas apresurada de la última vez.

El segundo capitán del avión Andersson, que hacía unos instantes había ido a ver que pasaba, ahora estaba corriendo en dirección contraria, en dirección a la cabina, tenía la pierna herida y en su cara se podía apreciar furia. Apartaba a la gente de su camino con brusquedad y andaba lo mas rápido que podía.

- Apartad joder! Tengo que ir a la cabina! Quita de ahí coño, soy el segundo a bordo!

-No es pánico, es desconcierto- ...dijo Roque a la mujer, la cual siguió hablándole... -Es buena idea eso de ir a hablar...- la voz del capitán por los altavoces interrumpió sus pensamientos.

Después de escuchar al Capitán y ver como el segundo de abordo se dirigía de nuevo a la cabina, Roque se giro y se sentó lentamente con cara de asombro... -Esto es lo más surrealista que me ha pasado nunca- ...susurro estupefacto, no sabía si el problema de atrás estaba solucionado y todo volvería a la normalidad o si dentro de un rato volvería a enloquecer de nuevo el avión.

-Parece que lo han solucionado ¿no?, de momento se acercan turbulencias, creo que será mejor abrocharse- ...dijo mientras se abrochaba el cinturón y se quedo cayado mirando al resto de los pasajeros, todavía enloquecidos.

- Algo me dice que lo peor aun no ha pasado...- Penso en voz alta y trato de fingir una sonrisa para su compañero de fila mientras se colocaba su cinturon de nuevo.- Tendremos que confiar en los pilotos, les pagan demasiado como para no saber lo que hacen.- bromeo para intentar paliar su nerviosismo.

Observo la herida de el segundo de abordo y sigo el camino que la gente le va abriendo hacia la cabina.

Regreso a mi sitio y cuando tomo asiento digo discretamente al pasajero de al lado.

Soy policía y esto no tiene buena pinta para nada pero no podemos hacer nada, recemos por llegar pronto.

Cuando vio acercarse al segundo capitán corriendo, Cobos se bajo de los reposamanos y se echó a un lado. Se apoyó contra la puerta del servicio

porque todo aquello era muy raro y era el único refugio pertinente que veía. - ¿Qué cojones está pasando?

- Le dijo al hombre que venía hacia el corriendo con la pieran ensangrentada.

El segundo abordo llegó a la cabina y la cerró de golpe. De repente sonó de nuevo la voz del capitán.

- Rogamos a todo el personal de abordo que se dirija a la parte delantera del avión. Vamos a ponernos en contacto con los servicios de emergencia que estarán esperándonos en el aeropuerto de Barcelona. - en ese momento el capitán se dejó de formalidades - No se que está pasando ahí atrás pero ruego que se neutralice el problema de inmediato. Los causantes del alboroto responderán ante las fuerzas policiales a tierra.