Partida Rol por web

Tatto abre la trampilla, dejando ver una escalinata de piedra, con peldaños gruesos y asperos.Estos llevaban hacia una especie de almacen/cueva, pues las paredes eran completamente de roca y tierra dura.Habían diversas mesas, cortinas de plástico que ocultaban otros emplazamientos, bastante gente trabajando, empaquetando, probando y experimentando con marihuana, cocaina y demás drogas.Todos trabajan sin parar, sin distraerse con vuestra presencia, excepto uno que permanecía de pie, supervisando el trabajo de cada uno.Una vez llegais abajo, este se os queda mirando con apariencia de tonto, pero aunque no lo pareciera, estaba pensando y analizandoos.

Este no llevaba nada nada en la parte superior, mostrando su piel bronceada, sus elaborados tatuajes y su pecho palomo.Una vez deja de miraros un tano desconfiado, coge una camiseta negra de tirantes y se acerca a vosotros sin antes gritar.

-¡Vamos vamos vamos!- animaba y metía prisa a los trabajadores.Una vez de más cerca os percatais de su largo y descuidado bigote además de las incontables cicatrices y arrugas que poseía en su rostro.Se coloca a un metro de vosotros, y apoyándose sobre una de las paredes de roca, se saca una cajetilla, de esta un cigarrillo y se lo enciende una vez se lo coloca en la boca, cuando parece que va a guardarlo.

-¿Quereis?-os pregunta hablando torpemente con el cigarrillo bailoteando entre sus labios mientras lazaba la cajetilla hacia vosotros-.El mejor tabaco que hay en el mercado- añade una aclaración mientras observaba y pensabais vuestra decisión.

Una vez abajo, es como me imaginaba, mis ojos brillan al ver la marihuana, hay un tipo que se acerca, sin duda el Xavo.

-Ok, dame uno.- Le comento asintiendo a lo del cigarro, lo pongo en la comisura y lo enciendo, ofreciendole fuego a él luego.

-Esta guay esto, tienes distribuidores?- Comento yendo al grano. -Lo digo porque es posible que quiera comprar bastante, y distribuirla por nuestra zona, pero solo hierba, si es buena, claro....- Añado con una sonrisa, echando el humo por la nariz.

 Preferí no hablar y que hablaran ellos. Cuando Tatto dijo lo de distribuirla ... di un respingo. Pensé que solo quería para el pero ... oh oh ... no sabía yo si a Spike le iba a hacer mucha gracia que Tatto hiciera esa clase de negocios, aunque no sabía como iba el tema del posicionamiento en la banda y si Tatto tenía poderes para hacer lo que quisiera ...

Mordí mi labio para no ser "pepito grillo" otra vez...

-Está bien, te la venderé, pero a grandes cantidades el precio se duplica.A cambio de quitarnos clientes, creo que es un trato justo- dice realmente convencido de su política.

-Os aseguro además que la calidad de esta yerba no la encontrareis en ningún otro sitio.Tenemos de toda clase- os comenta mientras os pesa por el interior de aquel zulo hasta llevaros a una vitrina llena de plantas, con bellos colores verdes y rigurosos cogollos rebosantes de vitalidad.

-Como podeis ver, las plantas están cuidadas rigurosamente y con cariño, lo que potencia el sabor y los efectos de la maria.¿Cuanto ibas a querer?- pregunta.De pronto, una fulana aparece detrás de la vitrina.Iba medio desnuda y su aspecto era lamentable.En el acto, se depsloma en el suelo, saliéndole espuma por la boca.Había sido realmente un espectáculo horrible y triste.Y ahora que os dabais cuenta, teniais un sofá a vuestras espaldas ocupado también por dos fulanas desnudas e inmóviles, sus mirada perdidas y vacías de vida estaba fijadas en vuestros cuerpos por casulidad.Parecía que había tenido una sobredosis de caballo.Aunque ese no era el único espectáculo lamentable.Un par de tipos más, escualidos y en los huesos, pieles pálidas y barbas descuidadas, se arrastraban por el sucio suelo del zulo.Vomitaban de ven en cuando y tenían espasmos relamente severos, el mono hacía mella en sus cuerpos y les exigía una dosis.Se arrastraban para llegar a una de las mesas donde ordenaban la cocaina, pero debido a sus escasas fuerzas fallecen durante el camino.No han logrado resistir el mono.Otros estaban en el completo climax, veían cosas que en realidad no estaban, otros chupaban las ásperas y rugosas paredes rocosas de la cueva en busca de aliviar ese dolor y sufrimiento que tenían sobre su cuerpo cuando se le acababa el efecto.

Ver esas escenas te quitaban las ganas de comprar, aunque había que tener en cuenta que sólo iba a ser marihuana.

-Mmm, pensé que estos ya no seguían aquí, perdonad las molestias- comenta para acto seguido chasquear los dedos.De pronto aparece un 4x4 de color, con camisa, gorra y un bate de beisbol del tamaño de su ....

-Animal, saca la basura haz el favor...- comenta realmente molesto y asqueado por verlos aún allí.

-Lo que usted diga jefe- comenta en tono cansado y aburridom,como si su vida ya no tuviera color.En un abrir y cerrar de ojos, revienta sin mostrar compasión ni piedad alguna que otra cabeza de esos yonkis.Los sesos y la sangre ocupaban el lugar, el cual rápidamente es limpiado por un par de personas que trabajaban con esmero a pesar de que ese no era su trabajo.Tras acabar con todos ellos, reune los cuerpos sobre una carretilla y los acerca a un horno, el cual estaba en pleno funcionamiento.Empuja los cuerpos al interior de este y antes de cerrar la tapa de metal, observais como el fuego se hace con sus demacrados cuerpos con ansía y se de sangre.

Tras este escalofriante espectáculo, Animal desaparece por una de las esquinas llevándose consigo la carretilla.

 Demasiadas emociones en un día. En cuanto vi como aquella chica se desplomaba puse los ojos como platos. Fuera una fulana o no, seguro que no había tenido una vida facil y eso le había llevado así, me daba tanta pena ... tenía ganas de gritar.

 Luego vi otras dos chicos y el espectaculo de los sesos reventados, recordé como el palo impacto contra la cabeza del hombre al que yo había golpeado hacía apenas unas horas y como su sangre salpicó mis zapatos... tenía ganas de devolver. 

 Mire a Tatto con impaciencia sintiendo cada vez mas arcadas - Disculpar - murmure apenas en un murmuro encaminándome a la trampilla, necesitaba salir de allí, tomar el aire y vomitar lo que aún no había desayunado.

Mira extrañado como Shan abandona el lugar un tanto afectada.

-¿Le pasa algo a tu chica?- pregunta sorprendido y un poco incómodo por la situación.

El teléfono sigue sonando en la calle a la espera de que alguien lo cogiera.Pero no sonaría para siempre.

Ostia puta, eso no es un teléfono???digo saliendo de mi ensimismamiento, le dije que no se pirara, voy a cogerlo corriendo.dicho esto me levanto rápidamente y me dirijo a la calle.

The Most sale por la puerta y se apresura hacia el teléfono.Cuando lo va a coger observa que Zippo venía de calle abajo con la bolsa y el alcohol dentro de ella.Cuando te ve corre hacia a ti para ver que ocurría, mientras tanto coges el teléfono por si se paraba.El silencio queda suspendido en el aire durante unos segundos.

-¿Zippo?- pregunta una voz grave y gastada por el tabaco.

El Xavo queda un poco sorprendido, y por ello no suelta palabra.

-Bueno- se decide finalmente-, vayamos al negocio- comenta posando su brazo sobre el brazo de Tatto e invitándole a pasar a la zona de compra.Tras unas cortinas de plástica opaco, se encontraban diversas mesas de madera repletas de paquetes de maría, otras de coca y demás drogas.

-Coge los que quieras y cuando ya los tengas elegidos aclaramos cuentas- había un poco de hierba desmenuzada encima de la mes, delante del montón de paqueres.El Xavo se saca una papelina dle bolsillo y en cuestión de segundos monta una buena "L" que presta con gusto a Tatto, esperando que la cogiera por si quería probarla.

 Una vez fuera, incluso de la tienda, respiro el aire que bueno, tampoco era aire fresco, estaba mas contaminado que .. pero era mejor que nada.

 - Maldita sea tatto ... sal ya - murmuré entre dientes apoyandome contra la pared y dejando resbalar mi espalda por ella hasta quedar sentada en el suelo. Me sentía debil y mareada, una puñetera manzana, ¿de verdad pedía tanto?

 Bufé, hoy iba a estar de mal humor todo el dia.

Acto seguido el tipo queda callado, esperando respuesta.Su paciencia se acabab pues tenía muchas cosas que hacer.

-Si no eres Zippo cuelga, esta llamada no te interesa..- dice claro y firme.

Zippo practicamente le quita el teléfono a The Most, entregándole a cambio la bolsa del alcohol.Le hace una indicación para que la llevara al interior del cuartel, pues sus compañeros estaban hambrientos.

-Si si, aquí Zippo, es que mi colega un poco callado jeje.Bueno, ¿tienes noticias de lo nuestro?- pregunta llendo directo al grano.The Most entra en el cuartel.

The Most vuelve a entrar en el cuartel con una bolsa de plástico, y dentro de esta parecía llevar varias botellas.Parecía que Zippo ya había llegado a tiempo y se había quedado charlando con su contacto, mandando a The Most que les llevara el alcohol.

-Hummm.Si, así es.Tengo buenas y malas noticias.La buenas, he localizado a vuestro compañero y he podido retrasar su desplazamiento a la prisión federal.La mala, como ya sabeis, donde está encarcelado está bastante bien vigilado.No me resultará fácil crear un plan para poderr sacarlo de allí sin que ninguno salga ileso.Alguno deberá caer por el camino para poder salvar a vuestro amigo...- comenta con un tono un tanto apenado.

Zippo no puede creer lo que escuchaban sus orejas.Estaba feliz a la par que preocupado.Los minutos pasan y el contacto le explica todos los pasos a seguir.

-Así quedamos entonces.Suerte.."piii piii piii piii"- ya no había nadie al otro lado.

Corre al interior del cuartel tras aclararlo todo con el contacto.

Abre las puertas un tanto fatigado por los nervios del momento.

-Chicos..arf..arf- intenta hablar apoyando su mano en la pared y agachar su tronco para recuperar el aliento.

-Tengo jugosas noticias.¡Mi contacto sabe donde se cuentra Spike!- comenta con energías renovadas tras la reciente muerte de su compañero.

-Ha logrado evitar que lo trasladen temporalmente, se podría decir que estará encarcelado en la prisión de Coney un par de días más.Tenemos que aprovechar esta oportunidad o ya nunca jamás puede que veamos a nuestro Spike- les informa con tono esperanzador.

-Sin embargo, no todo es bueno...También me ha informado que la prisión va a estar muy vigilada, y que inevitablemente algunos de los que le ayuden a salir deberá caer a cambio de su libertad...- tras decir esto baja su mirada, confuso y preocupado, no quería perder a nadie más.

Tatto permanecía en el interior de la tienda mientras tu esperabas fuera alejándote de ese virulento ambiente.Tampoco era muy bueno en los exteriores.Putas en las esquinas, camellos vendiendo sus dosis pendientes, contenedores ardiendo a la vez que calentando los fríos cuerpo de los indigentes que se tumbaban a su alrededor o buscaban algo que echarse a la boca por la basura de la zona.

Un tipo con ropas sucias y gastadas, se acerca con paso torpe hasta tu posición, extendiéndote la mano en busca de algo de limosna para conseguir su dosis diaria.Su cuerpo olía a kilometros y su aspecto totalmente descuidado hacían de este un ser asqueroso y fácilmente despreciable.

 - Lo siento amigo pero estoy igual o peor que tú - le comenté. Nunca me había gustado la gente que se limitaba a dejar pasar su vida mientras vivia de la limosna, aunque lo comprendía, pues había mil formas de caer en al indigencia.

 Ese hombre ni olía bien ni era agradable a la vista. 

 Malditas sea, ¿porque Tatto tardaba tanto? cada vez me encontraba peor.

 Volví a mirar al hombre que estaba aún con la mano levantada - no tengo nada - le insisti esta vez con un poco mas de fuerza a ver si entendía que no podía ni iba a darle nada que el quisiera.