Partida Rol por web

- ¡BASTA! - grita el padre Kiros golpeando en la mesa con su puño - Bastante claro ha quedado con la descripción del padre Meixar lo que está haciendo el doctor Brandan... ¡Necesitan nuestro acuerdo para volver a intentar el protocolo de incursión! ¡Esto es inadmisible! Y me temo, Hammerdon, que ni siquiera usted está al tanto de lo que están haciendo sus subalternos...

- Cuidado con no excederse en su celo, padre Kiros. Esta estación no es parte del dominio eclesiástico... Y ya aprovecho para decirle que su bula no servirá de nada para...

Hammerdon no acaba su frase. Las luces de la sala se apagan repentinamente. Todos los presentes se sobresaltan. En algún lugar suena una sirena. Repentinamente las luces se encienden nuevamente. Sentado en una silla, al fondo de la mesa, solo... acaba de aparecer el Padre Theos Sartiari. Una venda cubre su rostro y sus rasgos demacrados hacen parecer que han pasado años desde el último momento que lo visteis, aunque fue ayer mismo. En su frente el tatuaje que tenía grabado brilla como si estuviera ardiendo...

Todos los presentes quedan tan sorprendidos por la repentina aparición que nadie acierta a reaccionar...

- ¡Coño mil veces! - repone Seth.

No es la mejor manera de romper un interesado silencio, pero dada la situación quizá es incluso la más coherente. El ukar abre sus ojos de oscuridad infinita, rodeado de sombras contra la razón. La zona oscura parece también cegada a la razón, aunque pensar eso lo coloca en el orden de lógica ridícula de los clérigos. Es dar el conocimiento por finalizado, es suponer que se ha cerrado el círculo, es cobardía.

La respuesta es no. Aún quedan cosas por conocer. Su silencio en la nave era aburrido, pero su silencio en la entrevista con los mandos reales y ficticios de Tormenta Azul ha sido asombrado. Incluso su mente ha dejado de tararear los "orgullos vespertinos" o "la luz fría de Sshuam". Las palabras de todos eran piezas en un puzzle maravilloso, emocionante. Un enigma, un reto...por eso estaba aquí.

Sus ojos se habrían iluminado, si la oscuridad no tragara la luz.

Por otro lado, después de la exclamación, vuelve a guardar silencio. No queda mucho que decir, al menos no sin más observación.

Su mente vuelve a canturrear agudos de pi-pi-turaturí...un bosque oscuro en la noche con dos lunas vigilantes ni buenas ni malas. La verdad entre hojas perennes, tan rojas como la culpa...

Así, Seth observa la figura del padre Kiros, incapaz de asegurar si es más inquietante en el ahora-futuro o en el presente-pasado.

Meixar no se asombra lo más minimo por las reacciones de los presentes en la mesa, es más, se alegra de que por fin reaccionen y se den cuenta de lo serio que es todo esto.

Pero entonces es cuando se apagan las luces y aparece el mentor de Meixar. tras el grito de Seth, sus ojos se humedeceny se levanta sobresaltado.

-Padre Theodor!!

Corre a su posición sin pensar el posible peligro.

Meixar llega hasta donde se encuentra el padre Theodor. Al tocarlo lo primero que nota es que está frío, tremendamente frío, tanto que el eskatónico reprime un grito mientras separa la mano en cuyos dedos se han formado pequeñas marcas de escarcha... El padre Theodor levanta una mano como para apartar al otro sacerdote y después comienza a hablar con una voz que parece resonar por toda la habitación:

- Necesitamos ayuda... Está oscuro... Nos tienen atrapados... Nadie puede salir... Nadie puede entrar... Excepto aquellos que tienen el vínculo... Los que habéis esquivado vuestro destino en la Prometeo tendréis el don de ir y volver... Ayudarnos... Por favor... Es todo tan oscuro y hace tanto frío... Parece como si el Pancreator nos hubiera abandonado...

Seth observa mientras una extraña música domina su cabeza y le hace estremecerse.

Sus ojos oscuros le transportan hacia una celda años atrás. Había frío, desolación, y nada más. Ellos o él... ellos o él.

Mira alrededor y vuelve a sentirse sólo en la oscuridad. El Pancreator nunca estuvo con nosotros, padre, piensa sin atrever a hablar. Deja que Meixar trate con ello. Él no serviría, es un xeno, crea divergencias, animadversión, aunque sea culpa de ellos. Tiene preguntas, pero no es el momento. Maldita sea, la impaciencia es un animal feroz.

La oscuridad cubre a Kuklo y al resto de los presentes y, por unos instantes, es recibida por el gannok como una bendita interrupción en lo que parecía iba a acabar con represalias hacia ellos. Sin embargo, la aparición del padre Sartiari le toma por sorpresa, y le hace dar un repentino y ágil salto hacia atrás, abandonando la silla en un gesto reflejo y moviéndose rápidamente en dirección opuesta. Al llegar a la pared, algo alejado de la primera linea, vuelve su vista atrás y contempla a Meixar acercarse y hablar con el aparecido. Kuklo busca señales de que lo que está viendo pueda ser un proceso atribuible a la tecnología, aunque con pocas esperanzas de lograrlas.

-¡Pero qué coño...!-dice Justin sobresaltado-¡¡¡Padre Sartiari!!!, ¿de donde ha salido usted?.

Justin, que no pronunció palabra durante la aburrida charla teológica se sobresalta ante la aparición del padre Theodor. Por un momento sintió tentación de echar mano a su cadera donde habitualmente suele estar su pistola, pero al acercar la mano descubre que no está allí.

"Ya, ya lo sé...no, no habría sido una buena idea" murmura.

Calmidorian escuchaba con suma atencion las palabras de Meixar, y disfrutaba con cada nueva mueca que mostraba el ingeniero, demasiado estupido para ver por el mismo que estaba escupiendo al mismo Pancreator y que eso se volveria en su contra mil veces mas.

Cuando Kiros pronuncio sus escuetas aunque tajantes palabras, observo sonriente como a pesar de estar en un lugar insultante para la iglesia el no habia perdido su fe real, a pesar de la primera impresion que le dio al hermano de batalla.

Mas cuando la luz se fue, recuerdos tintados de sangre y gritos ahogados resonaron en su cabeza y presa de este sentimiento que no sabria describir, se levanto subitamente con el mango de su arma fuertemente agarrado por su mano enguantada.

Pero la repentina vision del Sacerdote Theodor Teo Sartiari y sus frias palabras le hizo dejarse caer en su asiento, agarrandose el brazo derecho con fuerza, una gota de sudor le recorrio la frente y no musito palabra alguna, pues intentaba calmar su mente y cuerpo.

El Pancreator los a abandonado... ¿Elegidos? ¿YO?
Porpue, porque ahora... ¿Acaso aun tengo su beneplacito?

Meixar atento a las palabras de su mentor, no pierde puntada de lo que dice, mientras se frota la mano heleda.

- No se preocupe Padre, déjelo, ahora debe de ahorrar energías es posible que necesitemos que contacte con nosotros más tarde. Con la ayuda del Pancreator iremos a por vosotros, aguantad, ya sabemos qué ha podido ocurrir.

- Solo vosotros podéis entrar...- Theodor tiró de la venda que cubría su rostro y las cuencas de unos ojos arrancados miraron sin ver hacia los presentes - Estamos en el infierno... Vuestros soldados no pueden violentar la entrada... Solo los que han sentido el zarzillo de la oscuridad pero han quedado pueden entrar nuevamente sin ser detectados... Sois nuestra última oportunidad para que nuestras almas encuentren el descanso, ya que nuestra vida nada vale ya...

El padre Kiros se levanta para hablar. Hammerdon contempla con estupefacción la escena. Mazierch incluso ha retrocedido unos pasos hacia la puerta.

Y repentinamente Theodor ya no está. Simplemente ha desaparecido como si nunca hubiera estado sentado allí... Solo queda como constancia una venda raída apoyada en reposabrazos de la silla. La misma venda que tapaba unas cuencas sin ojos...

Justin mira el sitio donde estaba antes el padre Sartiari y la venda que cubría sus ojos sin entender aún bien lo que acaba de pasar.

-Su...supongo que lo del zarcillo iba por nosotros, aunque yo poco he tenido que ver con todo lo que está pasando. Asumo también que nuestra obligación en un caso como este es ir al rescate, pero ni siquiera se me ocurre a donde ir.

- Ya, bien. Con zarcillo o sin él, entiendo que nos ha tocado la china, por utilizar una expresión humana. Ahora sólo queda saber dónde está esa entrada, y pasar de puntillas para que ese infierno de paradojas espacio-temporales nos muestre algo.

Sus ojos negros recorren a los distintos mandos de la estación. Entre todos, considera que el llamado Hammerdon tendría menos propensión a insultarle sin más.

- Bien, señor. Necesitamos que nos muestre la puerta, esto es, el lugar por el que entraron.

Al ver la horrible vision de un siervo de la iglesia con dos grandes agujeros negros en vez de ojos, su brazo izquierdo tuvo un impulso irrefenable de apretar su otro brazo con toda su fuerza, las arrugadas de la capa eran mas que pronunciadas y para cualquiera ese tipo de agarre hubiera supuesto al menos una mueca de dolor agudo en el rostro de quien lo sufria, mas el no parecia sentir ese dolor, tan solo miraba atonico la vejacion que un señor y fe devoto del Pancreator habia sufrido.

¿Sera cierto que los a abandonado? Su rostro es inhumano, mas sigue siendo el sacerdtote que un dia vi en ese misma nave de donde vengo... tiene razon... Debemos salvar sus almas, no debemos dejar que su luz se extinga en tinieblas.. pero porque nosotros...

Trago saliba sin ocultar por un instante su cara de total incertidumbre, escucho con atencion por primera vez las palabras del Ukar e incluso parecio dirigirse a el.
-NO, creo quien a de darnos esa respuesta es el mismo quien a jugado con la creacion y a escupido a su propia raza, aquel hereje que esta tanto o mas asustado que los aqui presentes, es hora de hablar ¡Y aprisa!-Al alzar su voz parecio retumbar por un instante en toda la sala.

Se levanto señalando al Doctor Mazierich con el dedo acusador.
-Si aun le queda algo de humanidad en ese cuerpo consumido por la propia codicia humana en la que se ahoga a cada paso queda, es momento de darnos todos sus detalles.

-No, es imposible, dos alienigenas tocados con la bendicion del Pancreator... ¿Acaso debo ser igual a ellos? ¡NUNCA! Son inferiores, alimañas que han de ser enseñadas, sin duda los a elegido para que sean enseñados, pero... no no puede haber duda alguna.

A pesar de sus tajantes palabras su garganta parecia temblar cuando callaba y su brazo derecho ahora levantado, le parecia pesar mas que cualquier otra cosa.

Hammerdon se levanta imponiendo su voz por encima de la del Hermano de Batalla. No alza la voz, simplemente hace que suene firme como una roca:

- Había escuchado que la disciplina de su orden era mayor, Hermano Calmidorian, haga el favor de controlarse.

Después se vuelve hacia Kiros:

- Creo que es el momento de que nos tomemos un respiro en las disputas internas... La situación se ha visto extrañamente modificada. ¿Cree que lo que hemos visto puede explicar el proceso de traslación de la sinmateria?

Meixar impactado por las palabras de su mentor, se arrodilla delante de la silla y agarra con fuerza la venda que dejó en el asiento el Padre Theo.

-Iremos a por vosotros no os preocupeis sea lcomo sea, llegaremos hasta vosotros

Luego se levante y mira instintivamente a Mazierich, ignorando completamente el resto de los presentes.

-Doctor Mazierich, no se aleje tanto. No hay demasiado tiempo. Su proxima tarea es sencilla, tiene que volver a realizar su experimento en la Zona Negra. Pero esta vez estaremos nosotros allí.

Mirando ahora a las personas que han estado a su lado durante todos esos duros momentos en el Icaro.

-¿Estais conmigo?!!

- Es evidente que lo que hemos visto es una Señal del Pancreator, que incluso en un lugar donde la fe parece estar en peligro de extinción hace brillar su luz para a sacar a ese pobre hombre de las garras de los Demonios que lo tenían atenazado para enviarnos un mensaje de esperanza. Creo que debemos seguir ese rayo de luz.