Partida Rol por web

Los dos hermanos Shinjo utilizan sus instrumentos musicales para acompañar a los músicos Grulla. Cada uno de los hermanos acompañando el baile del otro. Los dos bailes evocan el galope salvaje de los caballos por las llanuras.

La siguiente prueba da lugar unos minutos después. Mientras unos participantes felicitan y comentan las actuaciones de otros.

La siguiente prueba no parece merecer anunció ninguno ya que todos los presentes son dirigidos a otro edificio en cuyo tatami puede verse preparado un Equipo de Té.

- Hemos visto pintura, poesía y baile. todas ellas habilidades que el Emperador considera admirables para un samurái leal. Sin embargo, más importante aún que estas empresas artísticas es la sencilla y pura armonía que todo samurái ha de tener en su alma. Nuestro objetivo más importante es lede busca esta armonía a través de la ejecución de la ceremonia del té.

Al fin, mi prueba favorita, finalmente había llegado el momento que tanto esperaba. No pude evitarlo y presentarme la primera de nuestro grupo para realizar dicha ceremonia. 

Hice una reverencia y me presenté ante Masahiro-sama. -¿Me permite el honor de abrir dicha prueba? ¿Podría utilizar mi taza para la ceremonia? - Espero atenta a las palabras del karo.

Una vez me ha contestado afirmativamente, me acerco a los utensilios, me siento en seiza recolocando correctamente mi kimono, para que no me moleste en ninguno de los movimientos que tengo que ejecutar. Primeramente y como dicta la ceremonia utilizo un trozo de tela para limpiar cada utensilio, comprobando que están en perfectas condiciones, menos la tetera, por supuesto, esta debe de contener ya el agua calentándose. Delicadamente abro el Cha-ire, el recipiente donde se encuentra el té, seguidamente compruebo las hojas de té y elijo una combinación amarga, pero de olor suave y de textura espesa, perfecta para el pastelito que los demás invitados deben de estar probando en esos instantes. En cuanto veo que el agua está lista, cojo la cucharita para poner el té en la taza, tres cucharadas para una persona, todo realizado con la mayor calma posible, mi mente ahora mismo está completamente sumergida en la ceremonia, sin prestar atención a lo que sucede a mi alrededor. Dejo la cucharita delicadamente en un costado, abro la Cha-wan y me dispongo a utilizar el Cha-Shaku, manejándolo lentamente lo sumerjo en el agua, despacio muevo el palo de bambú a la altura de la taza para ir dejando caer delicadamente el agua sobre el té que hay en ella, apoyo el Cha-Shaku sobre la Cha-wan, dejando deslizar mis dedos a través del bambú para soltarlo delicadamente y quedase completamente sostenido por esta. Continuo con el Cha-sen, para agitar el té junto con el agua, haciendo enérgicos movimientos para finalmente obtener un líquido espeso. 
El té finalmente estaba preparado, giré la taza dejando ver el grabado de esta a los invitados y realizando una inclinación con mi cabeza ofrecí el té al primer invitado que debía tomárselo. 
Solo esperaba que todo fuese bien, estaba muy emocionada por poder realizar dicha ceremonia de tantas personas ilustres.

Una vez todos hayan bebido, limpio la taza con el paño y preparo el siguiente té del ritual, un té de sabor más suave y de textura más ligera, solo utilizando dos cucharadas y media por persona. Realizando paso por paso los mismos movimientos que realicé en el anterior té. Finalmente recojo la taza y la limpio de nuevo junto con los demás utensilios utilizados en dicha ceremonia. Hago una reverencia y me levanto para dejar paso al siguiente participante.
 

Shiba Koujin fue el segundo. Tenía algunas nociones sobre la ceremonia del té, aunque no recordaba muy bien dónde las había aprendido. Selecionó el té que iba a usar, cerró los ojos durante un segundo y se concentró en el olor de las hierbas y el arcilla en busca de inspiración. Había elegido un té de sabor amargo, en concordancia con el sentimiento general por la pérdida de Shizu-dono, e hizo más del que iba a ser necesario sin saber muy bien por qué. La memoria olfativa y la muscular se coordinaron para suplir la carencia de recuerdos. Sus manos se movieron con seguridad y amabilidad. Tomaba la vajilla con firmeza y cariño, casi como si fuese un amante apasionado y cariñoso. La paz le inundaba. Una paz que no había sentido desde que podía recordar... que no era mucho, la verdad fuera dicha. Cuando terminó de servir a los presentes, vertió el té restante sobre los utensilios de arcilla. Si no se hacía a menudo, la arcilla se secaría, se tornaría quebradiza y porosa y afectaría al sabor del té. No sabía por qué tenía que hacerlo, pero estaba ten seguro de ello como de que el sol saldria al día siguiente. Cuándo todos bebieron, una lágrima descendió por la mejilla de Koujin. Tampoco supo por qué.

Finalmente ha llegado el momento del balance, respiro tranquilamente, sé que no me encuentro en disposición de realizar tan grácil y sofisticado acto, pero no tampoco puedo permitirme declinar.

Actuó con corrección y etiqueta, pero me limito a realizar una ceremonia del té de manual, las circunstancias no son propicias para algo mayor, al menos no con mis capacidades.

Durante el desarrollo me siento incómodo, soy consciente de que estoy haciendo un acto vacío, sin sentido, sin esencia.

Aún así concluyo, deseoso de acabar con está farsa y volver a los asuntos urgentes que turban mi pensamiento. 

Tras Shiba Noriyoki, se lanzan el resto, y la mayoría sin buena suerte. Hida Fuya rompe una de las tazas de té. Shiba Reikun, algo sudoroso, pues tras la prueba de Baile parecía inquieto y se ausentó unos segundos, aparece y su exceso de vigor hace que al batir el té, éste lo derrame sobre la mesa. Y los hermanos Shinjo, resulta evidente cuando toman en sus manos las tazas y demás, que es su primera experiencia. Otros participantes, consiguen dos puntos resaltando entre ellos Asako Keiko, Isawa Hitsukawa, Ikoma Katsu y Kitsune Sanae, que ejecutan la ceremonia con una pureza y tranquilidad excepcionales.
 

Después de la conclusión de la ceremonia de té, los invitados disfrutarán una vez más en el salón principal del castillo, ante el vigilante Roble Pálido, mientras Isawa Masahiro anuncia el vencedor de la competición;

- Tal y como hemos visto, la vida de un samurái tiene muchas más facetas que la simple habilidad en combate. Podemos alzar nuestro pincel de caligrafía en lugar de nuestra espada. Podemos arrojar poemas en lugar de flechas. Es nuestra esperanza que, incluso con la sombra que ha afligido a esta competición, la sabiduría de las Fortunas nos pueda mostrar una senda hacia la paz y la armonía.

Como Asako Chie e Ikoma Katsu empatan en puntos. Se decide hacer una nueva prueba sólo para ellos dos. La prueba será de Conocimientos. Y el tema elegido serán las Fortunas. Se pronuncian tres preguntas, qué el primero que la responda correctamente gana.

Off Rol:  [color=#FF0000]Esta prueba es solo para Asako Chie[/color]. Para medir la velocidad de respuesta lo haré subiendo la dificultad, en lugar de aplicar 1 aumento obligatorio. De modo que, como Ikoma Katsu aplica ese aumento en las tres, lo que hago es subir la dificultad en las tres... Quien saque más, gana. Aplicar aumentos no te sirve de nada, a menos que quieras responder antes de que la pregunta sea formulada (lo cual no te sirve de gran cosa). Las tiradas son Con. Teología / Inteligencia, y las NOs son 20, 25 y 30. Si alguien te dice las respuestas o las buscas y las roleas, ganas 1 aumento gratuito.

Las tres preguntas son: 

1. ¿Quien es el llamado  "Noveno Kami"?.
2. ¿Cuales son los nombres de los Siete Truenos primeros?. 
3. ¿Qué hecho hizo que el Kami Shiba, cuando era mortal, perdiera la vida?.

Sin creerlo estaba allí frente a la prueba final, Ikoma Katsu y yo nos enfrentábamos a la última prueba. Me siento nerviosa por las últimas preguntas.

Tras escucharlas medito detenidamente cada palabra y comienzo a contestar narrando la historia de nuestros Kamis.

-Hace mucho tiempo La Dama Amateratsu paseaba por las tierras con su marido, El Señor Onnotangu, los cuales engendraron diez hijos: Hida, Shinjo, Doji, Bayushi, Togashi, Akodo, Shiba, Hantei, Fu Leng y Ryoshun. El Señor Onnotangu se dio cuenta del poder de sus hijos y temía por ello, así que decidió eliminarlos, comiéndoselos uno a uno, el primero fue Ryoshun, seguidos por los demás. Pero La Dama Amateratsu tuvo un plan, dándole un sake consiguió que su marido se durmiese antes de comerse a Hantei, el cual con la espada que obtuvo del entrenamiento con los Dragones Celestiales abrieron el vientre del Señor Onnotangu, sacando a todos sus hermanos, salvo Ryoshun, que falleció en el vientre de su padre por ser el primero en ser ingerido, este, movido por la ira agarró a su hijo más joven, Fu Leng, pero Hantei volvió a asestar un golpe con su espada y ayudó a Fu Leng para salir de las garras de su padre. Fu Leng perdió el equilibrio y se agarró a Hantei cayendo al mundo mortal, pero Fu Leng cayó separado de sus hermanos, con tal potencia que llegó hasta el Jigoku. Cada Kami formó un Clan Mayor, los siete aun conocidos, reinados por el Kami Hantei, sin saber que el noveno Kami, Fu Leng, seguía con vida lejos de ellos.
El noveno Kami fue corrompido por las fuerzas oscuras del Jigoku, haciendo que se convirtiese en el líder de las fuerzas del mal, este, mando ejércitos a atacar a las tierras protegidas por sus hermanos, pero estos iban perdiendo la batalla ante Fu Leng. Un hombre llamado Shinsei ayudó a los Kamis diciéndoles que llamasen a unos mortales para ir a combatir, estos fueron los Siete Truenos: Hida Atarashi, Doji Konishiko, Mirtumoto, Matsu, Isawa,Shosuro y Otaku. Los cuales combatieron valerosamente dando su vida, solamente regresó Shoshuro con los pergaminos Negros, los cuales tenían el alma de Fu Leng encerrada.
Shiba fue a buscar a Los Truenos y a Shinsei a las tierras sombrías, pero solo encuentra a Shinsei y a Shosuro viva, para conseguir que llegasen vivos, Shiba da su vida para protegerles ante el Primer Oni, Shinsei canaliza el espíritu de Shiba hacía su espada. De esta manera Shiba elije y aconseja a los campeones valerosos de nuestro clan.-

Termino de narrar la historia de nuestros clanes y de las grandes batallas de nuestros antepasados, respondiendo a las tres preguntas en una historia. Finalmente hago una profunda reverencia, por recordar a nuestros fundadores.

Todo el mundo aplaude ante tan larga respuesta que responde a todas las preguntas. Los aplausos se alargan como si del final de una obra de teatro se tratase. Doji Yujiro se acerca a Isawa Masahiro y éste reacciona recogiendo lo que parece ser un furoshiki de pequeño tamaño. Se lo entrega a Chie y mientras ella lo sujeta lo abre dejando ver un abanico extendido con el mon del Fénix.

- Enhorabuena. Te hago entrega del premio. Se trata de un antiquísimo abanico cuyo portador fue el mismísimo Asako-kamisama.

De nuevo los aplausos vuelven a sonar. Chie observa como su rival, Ikoma Katsu, se acerca para felicitarla aunque su voz atronadora apenas es audible entre los aplausos.

Cuando los aplausos cesan, Masahiro se acerca a Kenshin y los demás preguntándoles...

- Creo que sería una buena idea que concluyéramos la investigación. Si desea preguntar algo a los testigos, creo que este es el momento.

- Bueno, terminado el torneo mi presencia aquí es innecesaria. Me voy a preparar mi equipaje.

No podía creermelo, al terminar mi prueba estaban allí todos aplaudiendo, finalmente me confirmo la respuesta Masahiro-sama poniendo el objeto entre mis manos. Allí estaba aquel abanico precioso con el món del fénix. No daba crédito ante tal belleza.

-Yo... Masahiro-sama no puedo aceptar este regalo, este maravilloso abanico es de sumo valor y un presente excesivo como recompensa para una simple shugenja.- Espero a que me lo vuelva a ofrecer y realizar el siguiente rechazo tal y como marca la etiqueta, para finalmente aceptar el regalo a la tercera.-Insisto, Masahiro-sama, retirar de su santuario de paz y protección tan valioso tesoro  y entregármelo me alaga, pero me preocupa que llegado el momento mis capacidades sean insuficientes.- Finalmente espero el siguiente ofrecimiento. -Arigato-gosaimasu Masahiro-sama, atesoraré este obsequio como a mis ancestros que porto en mi corazón.- Hago una profunda reverencia con el abanico levantado y otra a los presentes que siguen aplaudiendo, con una sonrisa recibo la felicitación de mi contrincante, me hubiese gustado poder hablar en ese momento con Ikoma-sama pero los aplausos hacían imposibles tales actos.

Voy acercándome hasta mis compañeros, radiante de felicidad, parece como si estuviese en un sueño, hasta que la realidad de la muerte de Shizu-sama me golpea de nuevo. Y espero por las ordenes de Kenshin-sama, totalmente lista para ponerme manos a ello en lo que hiciese falta. La verdadera celebración vendría una vez hayamos solucionado el caso y encontremos al verdadero culpable.

-Enhorabuena por tan grácil muestra de talento. Sois la mezcla perfecta de destreza y sabiduría, como un delicado perfume. Ciertamente una campeona de elegancia. -le felicito a Chie, luego me acerco un poco más como si quisiese oler su pelo, y le susurro al oído. -En cuanto todos os hayan alabado buscad la forma de reuniros con disimulo con nosotros, hay quienes tienen prisa por abandonar este castillo, debemos sabed la verdad antes de que eso ocurra. -luego levanto la cabeza. -Jazmín y melocotón. -añado en un tono algo más audible.

Me retiro a reunir a mis compañeros, empiezo por el apacible Asano, Koujin y finalmente nuestro gran Kenshin.

-Hay que impedir que se marchen los invitados, queda un asunto por resolver.

Mientras me encaminaba a hablar con Chia para felicitarla, escucho las últimas palabras de Siba Reikun-san. Nada más escucharlas me acerco a Masahiro-sama y, tras hacer una reverencia le digo.

-Masahiro-sama, no debería abandonar nadie el castillo mientras se desarrolla la investigación. Por favor, si está usted de acuerdo, le agradecería que lo comunicase a los invitados, en su calidad de anfitrión.

- Tiene razón Shiba Kenshin-san.

-¡ATENCIÓN TODOS!. ¡QUÉ NADIE ABANDONE LA SALA!. Shiba Kenshin-san quiere oír sus testimonios sobre crimen de ayer. Eso es aplicable a Shiba Reikun-sama. Espere su turno, onegai shimasu.

- Yo ya di mi testimonio. Vi a Mirumoto Rai-san en los pasillos. ¿Qué otra persona podría llevar su kimono puesto?.

- Claro que lo ví. Es decir, vi lo mismo que Ikoma Katsu-sama. Es decir, a Mirumoto Rai-sama.

- Soy inocente de ese crimen. Doy mi palabra de que eso es la verdad.