Partida Rol por web

-SILENCIO! bramo Joshua con voz potente, imponiendose sobre las conversaciones individuales que comenzaban a aflorar Comportense de acuerdo a las circunstancias! Si quieren hacer sociales retirense a los refugios y no entorpezcan la labor de los convocados.

Dijo esto lanzandole una mirada muy desagradable a Xamd, Kalirath y las pequeñas hadas Petra e Izarua.

-Balander y Crescentia tienen razon, lo mas probable es que se trate de una tactica de distraccion hablaba mirando alternativamente a Ykki, Aleatha, Balander y Crescentia Las unidades de la Guardia a mi cargo estan ya escoltando a la poblacion civil a los refugios, pero no daran abasto si la lucha se lleva a las calles.

Luego se volvio al mago, asintiendo.

-Supongo que podrian infiltrarse por el sistema de alcantarillado, pero lo cierto es que no se que tan grande es. Deberiamos llamar a un ingeniero si MM no se presenta pronto a dar ordenes.

La situación se estaba poniendo demasiado tensa. Para conseguir que Lihl replique hay que tener una personalidad bastante irascible, y por ello aunque me estaba manteniendo al margen para que se desahogaran me veo obligado a meterme en el medio Calmaos todos por el amor de dios. Tu incluido Josh.- Espeto tranquilamente, simplemente poniéndome a la vista de todos.- Tu.- Mirando directamente a Crescentia .- Mi enhorabuena por conseguir que incluso Lilieth te replique, por que lo haga Xamd no te voy a felicitar.- Le sonrío.- Y supongo que te habrás dado cuenta, pero tiene razón. No vamos a mandar a todos a un simple combate sin saber a qué nos enfrentamos, pero todos sois fuertes y útiles a vuestra manera.- Una rápida pasa con mis ojos y una sonrisa pasa por el resto de mis alumnos como signo de confianza en ellos.

Y esperad por las órdenes de la jefa. Sé que es el primer ataque que vivís en la academia, pero relajaos un poco. De verdad pensáis que se está evacuando a la gente a los gremios solo para no tenerlos en la calle? Pensad un poco por favor... todas las ideas que habéis planteado ya están en nuestros planes.- Son jóvenes... algunos ni siquiera llevan una década en la ciudad, no conocen a la mayoría de habitantes, y menos aún a los que tan viven tan relajadamente, pero que ninguno de los presentes sería capaz tan siquiera de ponerle un dedo encima.- En los gremios hay gente que se encargará de que no entren intrusos. Que parecéis todos unos novatos- Hago una pausa, con un pequeño suspiro pero sin perder mi sonrisa.- Ya quieran infiltrarse, atacar directamente o lo que sea, estamos preparados para ello y espero que confiéis en MM y sus órdenes.

- Para mí, la verdadera pregunta debería ser... ¿quién, de los posibles enemigos de la Academia, puede permitirse semejante espectáculo de hechizo como distracción? Por la razón que sea, conjurar ese meteoro no ha debido ser sencillo. La lista de quienes pueden permitirse un ataque así como mera distracción no puede ser muy larga; y con una idea de quién puede ser, intentar anticipar sus planes quizás sea algo más que disparar a ciegas. - comentó a Aiko, en un tono de voz casual; sólo el reciente impuesto silencio hizo que su voz llegara más lejos...

Por fortuna para todos, eso también devolvió la atención de Zylo a Izarua, que estaba con los mofletes hinchados y roja de furia porque alguien la había mandado callar. Perdón, había tenido la osadía de mandarla callar; y su carácter era algo imprevisible con ese tipo de provocaciones.

- Quieta...

- Pero...

- ¿Y si luego hace falta?

- Hmpf.

Abortada la crisis, se encogió de hombros a modo de disculpa por la "interrupción".

La expresión de Crescentia fue volviéndose más apática a medida que Lihl fue soltando su discurso. Xamd también le respondió, pero en aquel momento estaba con Lihl.

-Muy bien. -respondió a la muchacha con un tono frío- Si éso te sirve de excusa que así sea. Pero no te lo crees ni tú, o no saltarías... -su voz se fue perdiendo mientras seguía con la mirada a Sora, que había salido corriendo como alma que lleva el diablo para quedarse junto a un muro lejano, mirándose los pies.

Su entrecejo se frunció de nuevo mientras miraba al muchacho, que permaneció apartado.

-¿Y a ése qué le pasa? -comenzó a preguntar cuando Joshua atajó las conversaciones.

Lástima... no habían reaccionado como ella esperaba. Lihl parecía tan concentrada en Crescentia que no la había escuchado, y el chico no pareció reaccionar tampoco...

Entonces Xamd le preguntó discretamente qué era una novia y la hada le miró sorprendida, y a punto estuvo de explicárselo... pero una sonrisita maligna se dibujó en sus labios.

-Una novia es una forma de llamar a una hermana por la que sientes gran aprecio. -le susurró a su vez, mientras se posaba en su hombro para poder hablarle directamente al oído- Una hermana por lo que lo darías todo... ¿sabes?

Entonces Joshua mandó a callar, y la miró a ella. Petra se sintió indignada.

-¡Pe-pero yo qué he hecho! ¡No es justo! ¡Racista! -comenzó a gritar mientras cerraba y agitaba sus puñitos.

Pero entonces la vió, entre la multitud... se quedó paralizada en el aire, y al poco se lanzó volando directamente hacia ella.

-¡Una hermanita! -exclamó mientras atrapaba en un abrazo a pleno vuelo a la otra mesmeria- ¡Yo soy Petra! ¡¿Y tú?! ¡¿Y tú?! -ya había olvidado que la habían mandado callar... o le daba lo mismo.

Crescentia escuchó a Joshua, olvidando por un momento a Sora. Asintió a sus últimas palabras, pero luego intervino de nuevo el pelirrojo.

Él también confirmó lo que ella esperaba, que en el refugio no era necesaria más gente... miró de nuevo a Lihl, pero decidió no añadir nada más.

Se cruzó de brazos y dio un paso atrás, decidida a esperar a que llegase MM. Miró despreocupadamente a Petra mientras ésta volaba de un lado a otro, y enarcó levemente la ceja cuando vio que había encontrado a otra mesmeria... memorizó el rostro del chico que la acompañaba para más tarde.

-Oh, no te creas, hay mucha gente poderosa mas alla de las murallas-dice un extraño sujeto entre la multitud, contestando a Zylo-De hecho, por la direccion del origen del ataque, diria que proviene de Abel, asi que los responsables no son otros que el Imperio. 

Mientras expone su punto de vista, se hace notar. Se trata de un chico de apariencia joven, ataviado con un traje blanco muy similar al que llevaba la Directora en la pantalla, ademas de portar unos tatuajes practicamente identicos al collar de la ya mencionada. Sin embargo, pese a hablar de forma tan confiada, nadie de ningun gremio lo reconoce como miembro y tampoco aparece entre los recuerdos de nadie, es como si hubiera llegado a la ciudad en ese mismo instante.

-Ykki Shio, se te ve con ganas de liderar la contramedida, pero no creo que haga mucha falta.-dice mientras se vuelve hacia el nombrado-Tanto la Directora como los GoY parecen haber acabado con la principal amenaza y, dada la ausencia de ordenes, lo mas probable es que no hayan aparecido rastro de mayor ofensiva, lo que me incita pensar que, tal y como dijo Balander'Iri, se trate de una infiltracion entre los refugiados, lo que haria imposible un contraataque directo.

-Tambien esta la observacion de Crescentia Strauss, que pudieran entrar por las cloacas, pero, debido a ciertos rumores que he escuchado, dudo que nada vivo pueda entrar en dicho lugar y permanecer en ese estado mucho tiempo, no me parece que tengamos que preocuparnos por ello de momento... hasta que escuchemos gritos, en cuyo caso lo mas sensato seria ir al origen y rescatar al espia para interrogarlo.

-Agnmmmmvayummmm,- sigue murmurando Vand en voz baja mientras pasa las páginas de los libros a una velocidad vertiginosa, -¿a alguien le suena algo sobre un "Dragón de Piedra"? ¿No? Vale. -dice rápidamente levantando la cabeza y a la misma velocidad se vuelve a sumergir entre el mar de libros cogiendo otro aparentemente al azar.

En cuanto aparece el desconocido una voz dentro de Vand inmediatamente desconfía de él, deseando incinerarlo allí donde se encontraba. ¿Como se atrevía a tratarlos a todos con esa condescendencia? Por lo que sabían, perfectamente podría ser él quien hubiese lanzado ese meteorito contra ellos. Debía atacar ahora que no se lo esperaba. Si solo...

La parte racional de Vand acalló esta tira de pensamientos sin dudar. Aún no había pasado nada para que perdiese el control y así esperaba que continuase todo hasta que pudiese encontrar ayuda en la Academia. -¿Y tu eres...?- dejó la pregunta en el aire, ya que tal vez fuese una celebridad importante de la Academia a la que aún no hubiese visto. Por si acaso no tardó ni medio segundo en investigar si poseía cualquier aura mágica a su alrededor, o si planteaba atacarlos en cuanto se despistaran.

La madre que te...- Suspiro al desconocido entrar y hablar tan tranquilamente con los miembros de la sala.- Pero cuantas veces le he dicho a MM que mande a alguien conocido o que se identifique? Ya no llevo la cuenta...- Le espeto tan tranquilamente, esperando una respuesta.- Estamos bajo ataque desconocido y se nos presenta un desconocido... 

Está claro que quieren infiltrar a alguien entre los refugiados, pero todos están concentrados en sus puntos. No me irás a decir que MM no tiene ninguno de sus artefactos o no tenemos hechiceros para detectar a los intrusos no?- Pregunto confiado en las medidas preventivas que podemos tomar.- Y nadie va a salir de los refugios hasta que MM dé las órdenes directamente. La opción de infiltrarse directamente entre los refugiados y separarse del grupo con la confusión para esconderse hasta que pase el peligro es la opción más factible que alguien con dos dedos de frente planearía conociendo nuestra fuerza.

Suspire ligeramente aliviada cuando Crecentia, distraída por el comportamiento de Sora dejo de prestarme atención. ¿Saltaría? Me había quedado con la duda de que me iba a decir y eso no me gustaba, pero al menos parecía que en aquel momento únicamente no la agradaba, aunque no parecía que me odiase.

No tuve mucho mas tiempo para pensar ya que Joshua pidió silencio en el lugar y, por el tono con el que lo había pedido, casi prefería no contradecirle. Estaba pensando en volver a por Sora cuando alguien empezó a hablar entre la multitud. No le había visto nunca, pero el tatuaje que llevaba era muy parecido a...

No, no podía ser, aparte de la directora era la única persona que había visto con aquel símbolo ¿Seria un Chaos Meister? No, no tenia porque serlo, y eso no explicaría sus ropas. Pero las únicas veces que había visto aquel símbolo...

Mi mano aun en el cuello se abrió destapando una piedra de color azul celeste exactamente igual que los tatuajes que llevaba el hombre. Di medio paso para colocarme en su dirección, era una sensación extraña el no saber si sentir miedo o admiración por una persona. No era como lo que sentía por los profesores allí presentes, que era respeto. Era algo diferente que aun trataba de entender.

Cada vez aparecía mas y mas gente, cosa que, en teoría, es positivo para quien se está... "infiltrando" en la academia. Sin embargo, la cosa está empezando a molestar a Luca. No porque haya mucha gente, tampoco es porque haya aparecido un personaje misterioso con un aire buen... misterioso.

No.

Es simplemente porque mas personas, implica mas charla. Y la charla no es algo heroico. No para Luca al menos.

Perdido en su cadena de pensamientos, recordó algo. Aquí las cosas son diferentes que en casa. No es buena idea ir por ahí sin prestar atención a la magia... Y hablando de magia... ¿Se había ocupado de esconderlo?

Con una curiosa mezcla de vergüenza y alivio, el joven confirmó que así era.... Mas o menos... Siempre se le habían dado mal estas cosas tan abstractas.

En ese momento, la puerta del castillo se abre y aparece un rostro muy conocido, aunque con un gesto bastante inusual. Lejos de llevar una sonrisa maternal y un sencillo kimono, la Directora traia puesto su equipo de combate, algo que llevaba mas de medio siglo cogiendo polvo en el armario: un comodo Gi negro bajo una gabardina armada blanca, ambas decoradas con multitud de gemas del color inverso, pero todas con la forma de magatamas. Sin embargo, lo que mas preocupaba a los veteranos, es que, por primera vez conocida, asiste a una reunion de combate con el Senrigan, sus tres ojos artefacto, activados; no esta conteniendo para nada su fuerza*.

-Lamento desilusionarte Ykki, pero me temo que esconder a gente entre los refugiados no es el plan del enemigo-dice la mujer, mirando, no a Ykki, si no al otro sujeto que habia hablado antes-Ademas de que no parece ser el Imperio, de hecho, nos enfrentamos a una unica persona ¿No es asi, Sr. Intruso?-aunque trata de mantener una postura tranquila, ya tenia los puños cerrados, casi esperando un movimiento para iniciar el asalto

-Vaya, ha sido mas rapido de lo que esperaba, tienes un buen sistema de vigilancia, Mugen Maou

Sin previo aviso, una especie de proyeccion de energia se abalanza sobre el chico, adoptando una forma que vagamente se parecia a un brazo gigante. Sin embargo, con un movimiento exageradamente simple, el hombre se aparta de la trayectoria, como si la brutal velocidad del ataque fuera a camara lenta... aunque eso realmente no parecio servir de mucho, pues antes de terminar de esquivarlo, el brazo hizo un extraño movimiento, como si se desdoblara, estando superpuesto a si mismo y, en el mismo instante que una de las gemas del traje de MM estalla, el ataque a cambiado de forma imposible su trayectoria, viajando de forma ineludible contra el enemigo... pero igualmente no llega a impactar.

-¡Deten todo movimiento!-habia gritado el chico y, como si de golpe todo el tiempo se congelara, todos los presentes se volvieron incapaces de moverse... incluida la Directora*

-¿Q.. que has hecho?-pregunta la mujer

 Entonces, como si de una espada se tratara, la sombra proyectada por el ataque emerge del suelo, golpeando con fuerza el rostro del esper, mandandolo a volar. 

-Tecnicamente, no me he movido.-dice la Directora, aprovechando la fugas de la prohibicion y utilizando su propia sombra para atacar

-Si, eso parece, lo tendre en cuenta en el informe...-su adversario, con dificultad, se levanta, mostrando un rostro bastante desfigurado por el golpe. Con la sutil advertencia, decide mantener la distancia.

-De todas maneras, no tengo ninguna intencion de permanecer aqui, ahora que ya he obtenido lo que he venido a buscar, me iré-y con esas palabras, y sugetandose el rostro, que parece que se desmorona, sale corriendo de escena.

Tras un breve minuto que se hizo eterno, los efectos de la Prohibicion cesan, lo que permite que los presentes puedan volver a moverse con normalidad

-Lamento lo ocurrido-es lo primero que dice la mujer cuando tiene control sobre su cuerpo, ademas de agregar una exagerada reverencia de disculpa-Se suponia que iba a ser un combate rapido y terminé mostrando lo peor de mi. ¿Estais todos bien? ¿Hay algun herido?

El debate comenzaba a enrevesarse con cada vez más interlocutores mientras la mirada de Aiko iba pasando de unos a otros. No le parecía que aquello avanzase hacia ninguna dirección. Todo eran cábalas e hipótesis mientras que no tuvieran la información que MM sin duda ya poseía. Consideraba aquello una pérdida de tiempo.

Fue entonces cuando su esperada anfitriona apareció en la sala. Desgraciadamente para todos, su atuendo y su actitud no pretendían darle un toque efectista a la situación. Aiko no necesitaba ninguna clase de percepción sobrenatural para notar el aire crepitante de poder alrededor de la dama. Estaba tensa y lista para la batalla. La amenaza se encontraba en aquella sala y el peligro era real. La joven comenzó a centrar su mente tratando de prever algún ataque.

Fue inútil.

Con una sencilla orden, toda la sala quedó prácticamente en silencio, como si el tiempo se hubiera detenido un instante. Era la primera vez que experimentaba una fuerza psíquica como aquella. Una fuerza arrolladora que había aplacado su voluntad sin ninguna clase de resistencia.

En cuanto recuperó la movilidad se acercó a la zona donde el intruso había recibido el impacto. Su cara parecía haberse desmoronado con el golpe y, tal vez, encontrar un fragmento podía ayudar a rastrearlo. Ignorando la pregunta de MM (si alguien había resultado herido, sería el primero en interesarse por comunicárselo a los demás. Se agachó con cuidado mientras indicaba al resto sus intenciones.

- El golpe ha fracturado su máscara o su... cara. Puede que una esquirla se haya desprendido. Sería útil para conocer la identidad exacta de nuestros atacantes. Cuidado con dónde ponéis los pies.

Al principio pensaba que el pequeño humano volador iba a ser alguien con una personalidad mala ya que se había metido con Lili sin ningún motivo, pero resulto ser alguien de lo más simpatico, hasta se molestó en explicarme que era eso de la novia.

Supongo que si eso es una novia a Lili la podría llamar así. Tenía logica, aunque no entendía la diferencia entre novia y amiga.

Cuando volví a prestar atención a mi alrededor la chica voladora ya no estaba, había salido disparada hacia otro ser que era igual que ella. No se exactamente por que la seguí, puede que me sintiese atraido por algo que no había visto jamas. Seguro que con un trozo de pan puede vivir una semana.

- No sabía que tu también tenías una novia – dije cuando la alcance dando por hecho que el que la hubiese llamado hermanita de una forma tan alegre la ponía en la misma posición que en la mia, aunque ahora estaba confuso porque no sabía con cual de las dos había hablado antes.

Justo en ese momento me di cuenta de que había una persona nueva en la sala, y no pasó mucho tiempo hasta que la Manda Más entro por la puerta con un traje super chulo. Sin saber muy bien como y en muy poco tiempo se había montado una muy gorda, aunque en el mismo lapso de tiempo todo se paró, todo menos el chico que había aparecido el ultimo.

Sentía una sensación muy rara en el estomago, pensaba que todo esto iba a terminar muy mal, aunque para mi sorpresa el chico decidió marcharse por su propia cuenta. Sin saber que era lo que había pasado y con la cara aun blanca me quedé espectante. Callado. Demasiado callado para lo que los demás estaban acostumbrados.

Frunció un poco el entrecejo ante la "intromisión" del desconocido en su razonamiento; claro que llamarlo desconocido era una obviedad: prácticamente todos en la sala eran desconocidos para él... Probablemente fuera por eso por lo que no sospechó especialmente y se limitó a encogerse de hombros de nuevo, mostrando su desacuerdo con la hipótesis del blanquito, pero sin tener tampoco ningún contraargumento sólido que ofrecer.

También, seguramente, tuvo mucho que ver el que Zylo no fuera nadie en la Academia, y la forma de actuar del tipo hacía intuir que era alguien con autoridad allí; Izarua y él estaban allí como "voluntarios", realmente, así que...

Aunque el motivo más probable por el que dejó estar la conversación, sin duda, era el súbito choque de Mesmerias sobre su cabeza, y la danza dando vueltas de una a la otra mientras entraban en caótica conversación. Giros que le hicieron tener que cerrar los ojos para evitar marearse.

- ¡Mira, mira, Zylo, es el yo del que te había hablado! ¡Hola Petra-yo! ¡Soy Izarua-tú! ¡Seamos amigas!- la mirada de la pequeña criatura iba de su "gemela" al chico que la había seguido.- ¿Novia? ¡No! ¿No ves que somos la misma? ¡No se puede ser novio de uno mismo!

- Izarua...- fue lo que alcanzó a decir el pobre muchacho, con voz ahogada.

- ¡Huy, perdón! - Y el pequeño hada siguió girando, pero, como una bailarina de ballet, manteniendo la mirada fija en un mismo punto, para alivio de su dueño. No era óptimo, pero era mucho mejor.

Con ese jaleo sobre su cabeza, casi se perdió la entrada de la forma corpórea de la voz del cielo; sus iris fantasmagóricos aún vibraban levemente mientras se estabilizaban cuando, de repente y a pesar de sus defensas, todo se paró. El tremendo poder que inundó la sala, tanto desde MM como desde Blanquito, congelaron la sangre en sus venas. ¿Qué podía hacer él al lado de entidades... así?

Cuando recobró el control de su cuerpo, aún se quedó estático, inmóvil salvo por los puños cerrados y crispados. Le quedaba tanto camino por delante aún...

-Lo sabia, debería haberlo atacado cuando no se lo esperase. ¡¡¡¡Maldita rata inmunda, arderás en la hoguera del mundo como que me llaman "Fuego"!!!! ¡¡ARDEEEE!!- gritaba esa voz que cada vez más inundaba la cabeza de Vand, sobre todo cuando se dio cuenta de que la voz del desconocido rebotaba en el interior de su cabeza, acallándola y paralizándolo tanto de mente como de cuerpo.

El intercambio entre la directora y el desconocido fue rápido pero intenso, y cuando se fracturó su mascará y desapareció la sensación de agonía que paralizaba a Vand desapareció con él, llenando su mente vacía de gritos y rojo, por lo que Vand no pudo hacer otra cosa que cerrar los ojos y taparse los oídos, esperando que todo pasase pronto...

Tras soltar la mano de Gail, miro al recién llegado con ciertas dudas antes de agachar la vista de nuevo cuando Ykki acepta tan tranquilamente su llegada. Finalmente se abre la puerta y veo aparecer a una mujer bastante hermosa, y aunque eso generalmente me haría bajar la vista rojo como un tomate, su inconmensurable aura de poder hace que me quede fascinado al mirarla. Ese es el poder que busco. Con eso podría... Pienso, aunque comienza a haber un cruce de palabras entre ella y el recién llegado que me hace entender en seguida lo que sucede. A pesar de mi prodigiosa velocidad, el combate termina antes de que pueda actuar: sus matrices mentales invaden la zona paralizando a todo el mundo. A pesar de mi tremenda resistencia a los poderes mentales, no soy capaz de enfrentarme a una fuerza tan abrumadora, quedándome en una posición de combate bastante extraña para los que no estén habituados a las artes marciales.

Veo cómo el tipo es golpeado, rompiéndose su máscara, y cuando finalmente se larga, al rato podemos movernos finalmente. Suspiro, agachando nuevamente la vista por mi timidez natural y mirando mis puños. Gracias por recordarme que es insuficiente. Pienso, y entonces, de una manera bastante misteriosa, compongo una pequeña sonrisa. Que situación tan adecuada.

Luca se quedó congelado ante aquel despliegue de poder. Literalmente, no podía moverse.

Sin embargo, al igual que pasa el tiempo, también pasó aquella extraña fuerza que le impedía moverse.

Pero Luca no se movió. 

Estaba fascinado, ante el, por primera vez en toda su vida, las historias habían sucedido, frente a el. Un despliegue de poder digno... de algo muy digno, Luca no estaba para pensar metáforas elaboradas en ese momento. ¡Estaba impresionado!

-Lamento lo ocurrido-Dijo la misteriosa mujer.-Se suponia que iba a ser un combate rapido y terminé mostrando lo peor de mi. ¿Estais todos bien? ¿Hay algun herido?

Heroísmo, heroísmo puro, del que solo has oído hablar, el que nunca has visto en persona, allí, frente a Luca.

Por fin se movió.

-No parece.-Murmuró el muchacho, su mirada sobrevoló al grupo brevemente para al fina, posarse sobre su propietario, corroborándolo.

Es curioso lo rápido que se le había olvidado el tema de "la infiltración". Seguramente porque no tenía ningún motivo real para ello.

- Pero qué manía tenéis con la frase "siendo desilusionarte"... Sabes que de aquí no se iba a mover ni dios hasta que tu aparecieses en persona no?- Le espeto con total tranquilidad a MM, más como si le hablase a un compañero más que a un superior.- Pero habría sido mejor que esperases a ver su respuesta ante mi... Cuando dices que "tu" serás quien se presente.- Marcando descaradamente esa palabra y señalándola con el dedo.- No mandas a otra persona que al menos no sea conocida por la mayoría de los maestros... Pero si se coló entre nosotros haciéndose pasar por tu subordinado... era obvio que confiaba en su fuerza y no pensaba poner a nadie en peligro actuando sin sentido.- Sonrío. Estoy seguro que la mayoría de los presentes... puede que no a Joshua y supusiera mis verdaderas intenciones... estaban convencidos que me había engañado y parecía alguien enviado por MM. "Para engañar a alguien, la mejor forma es engañar a los tuyos... Y también era mejor no preocuparlos innecesariamente..."

- Y bueno, cuáles son tus órdenes a partir de ahora? Tampoco creo que quieras quedarte  de brazos cruzados, pero tampoco podemos enviar gente así por las buenas contra un enemigo de estas características.- Y de paso... no piensas presentarnos a los nuevos? Sabes que odio no conocer a TODOS los integrantes de la organización ni tampoco sus auras...- Termino, mientras inconscientemente memorizo las auras de aquellos que no conozco, para que no se  vuelva a repetir algo parecido.

Cuando vi aparecer a MM vestida con aquel atuendo y con aquella mirada me empece a preocupar, cuando se dirigio directamente a aquel hombre que habia aparecido empece a temerme lo peor. Su conversación me informaba de lo que habia temido, aquella persona era poderosa y no era de la academia. Que la hacedora de milagros fuera a combatir directamente con el no auspiciaba nada bueno.

El primer golpe salio por parte de MM haciendo que retrocediera un paso pero pronto un grito del muchacho dejo parados a todos… o a casi todos. Mi talon siguió desplazándose pegado al suelo. Podia moverme pero… No sabia que pensar. Mi pulso estaba temblando y aparte de aquellos movimientos estaba paralizada por el miedo, no por lo que aquella persona hubiera hecho. Mi mano izquierda se cerró intentando contener aquel movimiento involuntario.

Finalmente tras un golpe de la directora el joven escapo con la cara destrozada. Pasaron unos momentos hasta que el resto de personas empezó a moverse. Quizá por percibir movimiento a mi alrededor aquel miedo, aquel terror con el que me había paralizado yo misma, desparecio. Mis piernas flaquearon sin poder siquiera pensar en una alternativa mas factible que la de derrumbarse.

Con un ligero golpe quede sentada en el suelo, aun sin tener claro que demonios había ocurrido. Era aquello a lo que me había referido antes cuando hablaba. Independientemente de lo que se quisiera hacer había niveles de poder muy distintos entre nosotros.