Partida Rol por web

La esfera verde engulló a Superman y esta empezó a transformarse en un moderno avión, parecido al de la última vez. Aunque si alguien se fijaba mucho podía ver que había pequeños cambios y variantes. Al parecer,a Green Lantern, no le gustaba repetirse. Aun así el modelo era bastante preciso.
Una vez creado, alzó el vuelo justo cuando una marabunta de aquellos seres empezaba a salir. No parecian estar en buenas condiciones, y seguramente los héroes habrían podido con ellos.

En el aire tocaba la tarea de buscar el cuartel de Darkseid. No obstante el paisaje era desolador. La zona en ruinas donde estaban dejó paso a una zona de fabricas. Seguramente las que hacian que el aire estuviera tan enrarecido. Lo que pasa es que por lo que sabían todo el planeta pertenecia a Darkseid. Por lo que lo mismo no era fácil de encontrar, podían estar en la otra punta.

De repente la amazona señaló en una dirección.

Puede que sea aquel lugar. Desde luego tiene pinta de soberbia ¿no creeis?

No estoy muy seguro -respondió divertido el linterna a la amazona-: parece más un centro comercial cualquiera. Pero ey... echemos un ojo, por si acaso.

Y tras decir eso, cambió el rumbo para descender a escasos metros sobre el suelo y así acercar el grupo, suponiendo que tendrían algún tipo de detección por las mayores alturas y que eso podría ponerles en riesgo. Además de que si cualquier cosa derribase el avión al menos el golpe no sería letal por necesidad.

Mientras seguía a mis compañeros, seguía vigilando a mi alrededor, usando mis Supersentidos para ello, al fin de evitar de que nos sorprendiera algún adversario más. Después de todo, estábamos en la boca del lobo...

-¿Puedes reducir al máximo el avión, Green Lantern? Para aproximarnos, cuanto menos se nos vea, mejor.

Tras reflexionar por unos segundos digo:

También deberíamos ir dejando entrar el aire de fuera poco a poco para habituarnos. Cuando llegamos aquí nos pilló por sorpresa, pero si tenemos que separarnos o anularan tu poder podríamos seguir luchando. El aire parece enrarecido en extremo, pero no parecía que fuera totalmente irrespirable.

Si consiguiera acostumbrarme a este aire podría infiltrarme, tal como hicimos la vez anterior y sacar información y buscar la mejor forma de sorprenderlo.

Los héroes, muy sensatamente, habían decidido desdencer por si acaso les detectaban. Y el temor no era en vano, pues justo cuando el avión verde empezaba a bajar, un rayo de energia pasó por su lado inofensivamente. Pero los dos siguientes les alcanzaron de lleno.
El constructo de Green Lantern tal vez podía haber aguantado, a duras penas, uno de los impactos. Pero los dos hicieron añicos la nave.

La esperanza de la tierra empezó a caer. La mayoría volaban, pero Flash y Aquaman no podían hacerlo. Así que alguien tendría que recogerlos. Lo bueno era que no estaban muy lejos del suelo. Lo malo que no había muchas oportunidades de cogerlos.

Surgiendo de torres o tuberias se podían ver perfectamente cuatro cañones apuntando hacia arriba, más concretamente hacia el grupo.

- ¡Cuerpo a tierra!. - Grité a mis compañeros, mientras descendía de nuevo en picado al suelo, a máxima velocidad, confiando en ser un blanco difícil contra las defensas antiaéreas.

Rayos. Explosiones. Y adiós al avión.

Caemos, y antes de que se diese cuenta, Superman ya estaba buscando alcanzar la tierra. Por su parte el Guerrero Esmeralda tenía otras prioridades. Miró a la amazona y al marciano y luego hacia los dos compañeros que caían en libre.

¡Yo me encargo de Flash!

Gritó, para que le escuchasen, mientras hacía un picado hacia el más rápido de los héroes y extendía su anillo, creando una mano gigante para tratar de atrapar al vuelo a su compañero y evitarle el duro final que le esperaba al final de la altura.

El marciano descendió raudo hacia Aquaman, el cual estaba en caída libre.
Voy a por Aquaman - transmitió por el canal mental que tenía abierto
El aire pomzoñoso volvió a llenar sus pulmones, pero tenía una prioridad, salvar a su compañero. No iba a permitir que eso fuera un obstáculo

En cuanto el avión explotó los héroes descencieron entre fogonazos y rayos letales. Flash y Aquaman fueron rescatados y transportados a salvo, gracias a la rápida intervención de Green Lantern y J'onn.

Pero el aterrizar en tierra firme no quería decir que estuvieran a salvo. Nada más poner los pies en el suelo, notaron como algo golpeaba el suelo y extendía una onda sismica que hacía que todos se tambalearan. Aquelló fue seguido de varias explosiones de energia a su alrededors.
Cuando el humo se disipaba y conseguían centrarse vieron que había varias figuras rodeandoles, de diferente aspecto. Pero cada téticra a su manera.
Superman pudo ver también que se acercaba una hueste de parademonios.

Estaban rodeados.

Una de las figuras era enorme. Parecia una bestia salvaje. Toda llena de musculos.

Se lo dije. Se lo dije a Padre.
El inutil de Steppenwolf no sería capaz de controlar todo un mundo. Debería haberme envíado a mi.

Otra de las figuras era una mujer. Una mujer muy hermosa. Parecia fuera de lugar en aquel ambiente. Toda gracil y delicada. Su melodiosa voz hacia que no pudieras dejar de escucharla o mirarla.

Por favor Kalibak.
Sabes muy bien que el amo no quería destruir el mundo. Tan solo conquistarlo. Por eso envío al estratega.

Otro ser más estaba vigilando a los héroes. No era tan grande como el primero, pero sus ojos chisporroteaban de energia.

A Mantis no le importa.
Mantis quiere probar su carne. Beber su sangre. El amo prometio a Mantis un festin.
 

Había otra mujer rodeandoos. Aunque ni de lejos parecida a la primera. Era vieja y decrépita, y su voz era como el chirriar de una antigua puerta con las bisagras oxidadas. Daba dentera.

¿Acaso son estos los seres que vencieron a mis niñas? ¿Mis Furias cayeron bajo estos simples mortales? No me lo puedo creer.
El castigo de Darkseid fue demasiado suave por su falta.
 

La última de las figuras tan sólo la notaron cuando habló, hasta ese momento no se habían percatado de su existencia. Como si no estuviese unos instantes antes.

Haced el favor de comportaos.
Somos la Elite de Darkseid, Granny. No nos mandarían a ocuparnos de estos seres si no merecieran nuestro esfuerzo.
Aun así. Sólo han venido seis de ellos. No sé si es que son muy valientes, o unos locos.

Apenas aterrizó con su compañero, un terremoto les hizo presagiar problemas.

Y no se equivocaron, un grupo que decía ser la élite de DarkSeid hacía su aparición para vacilar un poco al grupo y el guardián de la Voluntad les miró levantando una ceja y con cierta sonrisita, algo en la situación se le antojaba divertido.

¿No quería destruirlo? Pues... tengo malas noticias: la tierra tiene los días contados.

Dijo, negando con un dedo. Le dedicó su mejor sonrisa a la hermosa mujer, esperando que fuese suficiente para ganarse algo de su simpatía.

Aunque preferiría hablarlo tomando algo en buena compañía.

Miró entonces al último que había hablado y ladeó la cabeza.

Diría lo mismo: ¿sólo cinco para detenernos? Pero... prefiero no pecar de orgulloso. Ah, podéis llamarme Green Lantern.

Guiñó un ojo, esperando que su carisma fuese suficiente para solventar la situación.

Aprovechando el canal mental de J'onn digo:

-Chicos esto no es ninguna broma, si son la mitad de poderosos que Steppenwolf estamos bastante jodidos, tenemos que atacar antes de que se lo esperen o perderemos el factor sorpresa.

Miré a los recién llegados, con una sonrisa amistosa:

- ¿Y no podíamos llegar a una solución diplomática?. No os deseamos ningún mal, estoy seguro de que podemos llegar a algún tipo de acuerdo...

Mis ojos se desviaron a Amazing Grace, confiando en convencerla por lo menos a ella...