Partida Rol por web

Observo como mis companieros discuten por el objeto que vende el viejo, pero para mi lo mas interesante aun esta en el interior del baul

-Digame Alaren, no venderia alguna e las otras cosas por casualidad verdad?

- jejeje no... solo un regalito, compañero, solo eso... no pidas demas... ni tomes de mas! +te guiña el ojo+

 Creo que la espada sería lo más adecuado, espero no encontrarnos con ORcos todos los días. Y este filo a unas malas puede ser usado por casi cualquiera de nosotros. Digo blandiendo la espada y haciendo un par de movimientos.

El viejo mira los deditos hurgadores de Wim y se pone serio

-Nada de jueguitos tontos... ya conozco las manias de tu raza, muchachito. Manos en los bolsillos!

Al final mis compañeros deciden que nos será más útil llevarnos la espada en nuestro viaje. De acuerdo, me parece bien quedarnos con la espada... digo encogiendome de hombros.

Antes de partir de nuevo hacia el meson, me acerco hasta el viejo ermitaño. Gracias por el regalo que nos ha ofrecido, espero que su vida esté llena de buenos momentos y que los dioses le guarden de cuaquier pena. Le estrecho la mano y con una sonrisa me despido de él.

¿Vamos compañeros?

 Me vuelvo hacia el mesón sin despedirme del viejo ni nada.

Alaren deja la espada fuera, junto al vino y guarda el resto en el arcon, sin dejar de vigilar las manitos de Wim y que nada se "pierda"... Luego que esta todo en el arcon

-Jovenes, que vuestro camino sea prospero y bienaventurado. Y ojala nos veamos nuevamente!

Tomo la espada y pongo las botellas en la bolsa.

- Hora de partir, gracias por todo y es una pena quete quedes solo. Acá cerca hay una posada y hoy parece ser que habrá buena comida, creo que podrías ir tranquilamente y pasar un buen momento y contarnos acerca de las aventuras que has tenido. Pero eso solo está en usted.

Me doy media vuelta y me pongo a andar a la par de los demás.

Comienzo a caminar con mis compañeros mientras me despido de mis ideas de dinero y algo interesante que tener en mis bolsillos.

-Podriamos habernos quedado almenos con algo mas interesante de ese baul...pero bueno, nos tendremos que conformar.

Espero que Valerio nos reciba con los brazos bien abiertos...

El camino de regreso es algo mas largo, por el cansancio que os va agobiando despues de este largo dia...

Finalmente, poco despues del ocaso, llegais al meson. En la puerta, esta Valerio, retorciendose las manos y mirandolos llegar. Rie nerviosamente.

-Mis amigos!! Lo han conseguido??

Exclama con un grito algo alto y agudo para un hombreton de su tamaño, mientras se aproxima a vosotros

Caminamos todos juntos de regreso a la posada y me despido de Alaren en la distancia - Adiós!! - saludándole con la mano...

Bueno, al final hemos hecho un buen negocio y todo, esa espada tiene muy buena pinta...

Miro a Valerio que un poco más y nos busca así llegamos más rápido a la posada.

- Por supuesto Valerio, si decimos algo lo cumplimos.

Saco una de las botellas que tengo en la bolsa y se la acerco para que la vea.

- Espero que te sirvan de algo.

Hola Valerio!!! - me alegro sinceramente de volver a ver a este hombretón simpático, y más después del viejo de la choza...

Y miro expectante a ver qué dice sobre el vino.

 Luego de haberse despedido del ermitaño, el grupo completo partió nuevamente a la posada, ya la noche caía, (supongo), por lo menos, habían llegado a tiempo.

Valerio los salió a recibir y fue Malrick el que le dió la noticia sobre las botellas, lo que habían ido a buscar para la cena que iba a dar. La cabecita de Léonore apareció sobre el hombro de Eric, con una sonrisa radiante aunque con rasgos de un profundo cansancio, y aún deberían ayudar a atender a los invitados, por lo menos, es lo que ella pensaba.

- espero.. que sean suficientes...- le dijo al posadero, ladeando su cabeza y viendo a los heridos- en fin... los que tengan heridas... es mejor que se las limpien.. - comento distraída, volvía a ser la chiquilla que los demás habían conocido en el viaje, algo infantil y en su propio mundo.

- Señor Valerio...¿y la cena?... ¿necesita ayuda?...- preguntó luego de un suspiro de  ánimos, quería ayudarlo como le dijera antes de salir en esa pequeña aventura.

-Hola Valerio, aquí tenemos tu vino ¿han llegado ya los invitados? QUe no se preocupen, lo bueno tiene como recompensa alo de vino añejo para aclarar la garganta...

Observo un poco el interior para ver (si están) quienes son esos invitados.

Sonrio feliz al ver al posadero salir a recibirnos. ¡Valerio! ¿Cómo van los preparativos de la gran cena? Le digo mientras le doy una palmada amistosa en el hombro. Me alegra sinceramente verlo tan emocionado y me siento satisfecha de haber podido ayudarle.

Espero que la cena vaya muy bien...

-Jajajaja sabia que hacia bien en darles el encargo muchachos!! No, todavia no llegaron, pero ya tengo todo listo... Muchas gracias!!! Pasen y coman algo, pasen pasen!!

El hombre sonrrie feliz de la vida.