Partida Rol por web

 Coje a Dana por el hombro y se la trae para sí - no seas así Dana, solo intenta ayudar... - Dimitri muestra una amplia sonrisa - perdónala.

Yo solo obedecía ordenes... - dice sin explicarse bien a qué venía esto y mirando el arma firmemente.

 Fenris está muy quieto y callado mirando la situación pero a la espera de que haga algún movimiento en falso para arrancarle la cabeza.

Breck nota como el olor de su compañera sentimental cada vez le resulta más insoportable y le cuesta retener el ser que habita en su interior.

Aprieta las manos con fuerza contra el volante, tanto que nota el dolor en sus palmas. En un leve pestañeo sus uñas van creciendo e intenta evitarlo con todas sus fuerzas pero sin mucho éxito.

Kira se asusta ante la conducta de la chica, pero se calam al ver la dulce sonrisa del chico.

- Estuvieron en el castillo de Al-zaharat, ¿son licántropos verdad? - le pregunta extrañada al chico, aún no entiende bien la diferencia y menos el odio entre los licántropos y vampiros Estaré haciendo bien contándoles esto.... ¿Dónde estará Lestat? Ya debería estar aquí... ¡Oh Dios Todopoderoso! mándame una señal para decirme que debo hacer...

Mira, es la chica... Cómo se llamaba... Kira.

- Ahí están.

Lucca se acerca al primer grupo que le es familiar.

- Hola. Ya estamos aquí.

Kira se sorprende al ver una cara conocida, aunque sólo fuera de vista, y la saluda con su sonrisa y simpatía.

- ¡Hola! Lucca era ¿verdad? me alegro de verte... estos son Dimitri y Dana, amigos de Calisto y Kraven.- mira al chico y a la chica con una sonrisa de oreja a oreja.

- Ah, hola, Kira. - Lucca también responde a saludo con una sonrisa.

Calisto... Kraven... ¿Quiénes eran? Uff, me hago mucho lío con tantos nombres.

- Pues yo he venido con Raven. Es... de los nuestros... (¿De los nuestros? ¿Qué clase de presentación es?)

Señala a Raven que se había colocado a su lado.

Lanza a Fenris una mirada de desprecio y le dedica algunas palabras:

- Oh no... Esa no es buena idea y lo sabes, estate quietecito porque solo he venido a hablar, pero con vosotros nunca se sabe... - comenta haciendo referencia al arma.

Ahora se dirige a Monique:

- Así que ordenes... ¿de quién? - pregunto a pesar de estar casi segura de la respuesta - Y ¿por qué? Te habrán dicho la razón por la que debías matarle... Vázquez era trabajo mío - dice con ira.

Sin importarle lo que podían pensar los lobos habla a través del transmisor:

- Dime que sabes sobre esto - habla firme y cortante a su amigo.

Kira mira Raven Uno de los nuestros... pero puf... todavía sigo confusa con quien somos nosotros y quien son los otros... era más fácil cuando tocaba el piano en la Iglesia...

- Buenas Señor Raven.- le sonríe.- ¿Está pasando un buen día?

Se produjo una tensión en el ambiente producto de las miradas que unos y otros hacíamos a los demás.

Nosotros tenemos que partir, encantada de conoceros, pero nuestra misión va antes que cualquier otra cosa, no podemos defraudar a nuestra raza con presentaciones inútiles - mira con dejez a los vampiros - vamos Dimitri.

El chico se recoloca la gorra e inclina un poco la cabeza como disculpando a su compañera - bueno gracias por la paciencia, espero que volvamos a encontrarnos.

No tiene porque hablarme con esa cortesía, el que debe hacerlo soy yo, mas solo soy un siervo de la causa -  dice mirando a Kira y después a Lucca - lo mismo le digo, princesa - pero esta vez las palabras se suavizan y su mirada.

Ese olor de lobo te estaba empezando a molestar, los espacios cerrados estaban acabando con la paciencia de la vampiresa, tanto como del licantropo.

Los largos colmillos que hasta el momento habían estado a la medida normal, estaban haciendose hueco dentro de su boca, era la primera vez que le pasaba algo así, por lo que el labio inferior se resentía de la nueva sensación, la "sangre" fluía lentamente por el interior y dejando caer un fino hilo por la comisura del labio, Bea se miró al espejo y en su reflejo vio como se le tornaban los ojos de color, ya no tenían el típico negro de siempre, ahora contaba con un rojo sangre que daba un poco de miedo, eso sí ella no tenía miedo, sentía odio.

De momento nada, estoy intentando averiguar algo pero la cosa está al parecer muy en secreto - dice Gorka a través del transmisor, todo estaba muy callado y Fenris estaba con el oído puesto en la conversación por lo que pudo escucharlo.

Mira a Viro con duda y curiosidad - así que tenéis ventajas tecnológicas - dice sonriendo de medio lado mostrando la chulería en el gesto - pues mira, te diré algo, sería tu trabajo... pero nosotros lo hicimos primero, por lo que no tienes que reprocharnos nada, también era el nuestro - anda un paso seguro de su movimiento aunque tanteando el terreno - sería el mismo caso si nosotros te acusaramos, aunque estamos en igualdad, tu eres una sola y nosotros no llevamos armas - levanta las manos con la misma dejéz.

Monique mira con sorpresa a Fenris, ¿Qu'est-ce que tu fais? piensa mientras ve como se comporta el licantropo.

Mais... Fenris... - se atreve a decir cuando anda mientras le apuntan con un arma.

Breck sentía el ambiente bastante cargado. Al comienzo del viaje, puso la calefacción con la intención de hacerlo lo más cómodo posible, en cambio poco a poco el ambiente se fue cargando hasta el punto en el que sentía como el instinto controlaba su cuerpo. Sus brazos temblaban sobre el volante y lo agarró con fuerza, hasta el punto de hacerse daño en las palmas de las manos.
Miró por los espejos para cerciorarse de que no iba a poner en peligro a nadie con la maniobra que quería realizar a continuación. El problema estaba en que a esa hora, en la ciudad, era difícil circular sólo.
Aguanta la respiración-pensó-nunca te haría daño...

Bajó todas las ventanillas del vehículo con la intención de que los pequeños cristales no hiciesen aún más daño cuando llevase a cabo lo que rondaba su cabeza. El motor del coche rugía con fuerza mientras aumentaba la velocidad.

Perdóname...-susurró sin mirarla mientras mantenía el coche centrado en la línea discontinua que le indicaba la salida al aeropuerto. Su idea era que la colisión los dejase inconscientes el tiempo suficiente como para calmar los ánimos. Aunque su esperanza era que ella quedase inconsciente para poder escapar corriendo del lugar.

Los quitamiedos de la intersección de los carriles se acercaban con rapidez. Un momento, un destello...Cientos de cristales bailaban a nuestro alrededor.