Partida Rol por web

Oye Cordy susurró Darla. ¿Ese Xander es así de raro siempre o le pasa algo?
 

No sé qué le pasa, pero no suele ser tan callado.- Y Cordy también tuvo un escalofrío, porque Xander era un idiota de chistes fáciles que siempre tenía una ocurrencia que comentar o algo que decir para hacer reír a los demás, y verle ahí, tan callado y absorto la hizo desconfiar, y aunque jamás lo reconociera, también la hizo preocuparse. Vamos a hablar con el resto de los frikis, a ver si saben algo.- y elevando la voz dijo para su mesa- Voy a recordarles a los frikis que tienen prohibido acercarse a nosotros salvo que nosotros les llamemos- y se levantó, instando a Darla a hacer lo mismo para ir a la mesa en la que estaba Melissa.

Llegó con aires de prepotencia ignorando por completo lo que había pasado la noche anterior, y acercándose un poco a ellos, sin llegar a sentarse en su mesa, les habló.- ¿Qué le pasa a Xander? Es algún truco para intentar llamar la atención de los guays, porque no funciona y resulta aún más friki, sólo venía a comentároslo para que deje de perder el tiempo, es que soy muy compasiva y me preocupo por las humillaciones ajenas.

Mel tenía frente a sí un plato lleno de estofado, pero a pesar de que estaba bueno, ella no hacía más que jugar con su tenedor en el plato. Su cabeza no dejaba de darle vueltas a la noche anterior y aquello hacía que su estómago se cerrase. Para colmo, Xander estaba raro, demasiado callado para ser él. A pesar de conocerlo poco, la falta de alegría que experimentaba esa mañana le resultaban a la cazadora totalmente antinatural.

Seguía pinchando una papa una y otra vez cuando sintió la mirada de su vigilante. Habría recibido el mensaje? la falta de respuesta de su parte la hacían dudar, pero el hecho de que estuviera allí, con la vista clavada en ella le decía que sí y que estaba dispuesto a buscar la paz entre ellos.

Antes de que pudiera hablar con él, Amy pasó apresurada con su bandeja y se detuvo a mirarlo, y luego la buscó a ella con los ojos. La porrista, que no tendría que ni haber reparado en ella, estaba parada allí, con su vista fija en la de Mel y lo que  mostraba era el más puro terror. ¿Por qué? ¿Qué tenía que ver ella en todo esto? Mel rompió contacto visual con ella, pero sin ser ruda. Si la chica estaba allí parada pidiendo auxilio, por más repelente y porrista que fuera, la cazadora tenía que ayudarla.

Buscó a su vigilante y le hizo señas para que se alejaran un poco de allí. Había demasiados oídos ajenos y Mel no quería que su conversación fuese espiada. Pero no llegó a levantarse de su sitio.

Con aquel aire de superioridad que la caracterizaba, Cordelia se unió a la "fiesta" soltando una serie de tonterías altaneras. Pero por más que la muchacha intentó disimularlo, sus palabras transmitían preocupación genuina.

-Tal vez podrías contarnoslo tú, que fuiste una de las últimas en verlo la noche pasada... O tal vez podrías preguntarle directamente- aunque Mel sabía que Cordelia estaba preocupada, su orgullo seguía siendo más fuerte y por eso estaba siendo dura. Evidentemente tendría que pulir ese rasgo en su personalidad, pues el destino parecía indicarle que aquellas personas serían el único ejército con el que contaría para acabar con el Maestro y poner a SunnyDale a salvo.

Haciendo un esfuerzo, intentó suavizar el tono. -Lo siento... lo de anoche ha sido muy fuerte... ¿por qué...? ¿por qué no salimos todos al patio y conversamos un poco?- con la mirada recorrió el grupo, desde Gabriel y Xander, hasta llegar a Andrew. La chica había hablado lo suficientemente bajo para que nadie ajeno a ellos escuchara. No quería que las populares -Cordy, Darla y Amy- se negaran de plano para seguir manteniendo el statu quo de la escuela.

     Gabriel se había acercado a hablar con Amy sin embargo la bruja rubia no dejaba de ver a Melissa, luego de notar algo en Xander que nadie más había notado y que no podían notar. Melissa quiso hacer algo al respecto y notó que Cordy, por más que se hacía la indiferente, parecía preocupada por el chico. Incluso Darla tenía una fea sensación aunque no pudiera definir qué era en verdad. Respecto al Vigilante no perdía ojo a lo que acontecía, aunque por el momento no iba a actuar.

     La cuestión era que la Cazadora estaba por proponer una reunión: encontrarse en el patio para hacer algo, para coordinar algo. No era fácil sino arreglar cualquier cosa en el comedor atestado de adolescentes. Pero entonces, recién entonces, fue que el mal demostró lo mucho que amaba Sunnydale.

    Xander abrió su boca cuando se paró de golpe y estiró sus brazos hacia adelante haciendo que todos los cristales del comedor estallaran al unísono. Varios chicos resultaron heridos, algunos de gravedad. Amy incluso recibió un fragmento de vidrio que se le clavó en la cintura. Entonces los que podían y eran alumnos normales comenzaron a gritar y salieron en tropel, tirando las mesas. Y entonces el comedor se vació en segundos, excepto por Xander y el Scooby Gang (Darla, Mel, Cordy, Gabriel, el Vigilante y la Cazadora) Amy, por su parte, se paró y se quedó pegada a la pared. 

    Allí, en medio de ese caos, la figura de Xander cambió a otra: una blanca, lívida, de ojos oscuros y mirada eterna.

    -Esta noche...- dijo en su habitual susurro -venid a la guarida del Maestro o Harris morirá... o peor aun... sssserá uno de nosssotrossss...

    El ser blanco, al que solamente Amy había reconocido, aunque adoptado la forma de Harris, no era él. Era el maldito ente.

    -Si no vennissss.... no importa.... Xander ssssserá ssssolo el pprrrimero... tenemmmosss a masssss... mmmasss con nosssotrossss.... uno por cada uno que falte...

    El grito de antes se repitió. Todo se cubrió de niebla fría y luego el ente desapareció, dejando la niebla que casi se disipaba y los vidrios rotros. 

   El mensaje era claro:  o iban a la guarida y enfrentaban al gran vampiro o uno por cada uno moriría... "uno por cada uno"... Nada se había dejado al azar.

 - ¡Estoy hasta los huevos de ese tío!. - Dije con furia, mientras miraba con furia en donde había estado. Luego me acerqué preocupado a Amy, para examinar su herida. - ¿Te encuentras bien?. ¿Puedes curarte?.

 Miré a los demás, preocupado:

 - Tenemos que idear algo, Xander, y cualquier otro que puedan tener como rehén, morirá si no les plantamos cara a esos mal nacidos, pero debemos de ir preparados...

Desde luego que iremos- dijo Cordy con aire bravucón.- Bueno- miró a los lados asegurándose de que no quedara ningún guay en la sala- Creo que sería un buen momento para que alguien me explicara qué es esa cosa y cómo se la mata. Porque lo que está claro es que nadie entra en mi instituto y secuestra a uno de sus pringaos sin pedirme permiso.- dijo a modo de discurso.

Dicho esto fue hacia los demás. ¿Alguien sabe algo? ¿O sabe dónde podemos buscar información al respecto? ¿Un libro, un catálogo o un folleto?

 - Una cosa es segura, esa cosa me visitó anoche... Quería que traicionara a Willow, lo que me indica que la temía, sospecha que se apoya con el hecho que la primera vez que la vi trataba de atacarla a traición... Creo que teme a la magia y que podremos putearle con ella... - Respondí.

Andrew se vio tentado a llamar a una ambulancia tras ver la profunda herida que había sufrido aquella alumna. Estaba en su labor proteger al resto de alumnos que quedaban en la sala, no solo por ser el Vigilante, sino como docente de aquel colegio. Luego escuchó al amigo de la cazadora preguntarla si era capaz de curarse. ¿Curarse? ¿Eso es que es bruja? Pensó para sí mismo.

Inmediatamente después se acercó a todos los jóvenes para comprobar su estado y su salud. Amy, si puedes sanarte vamos a la biblioteca, sino es así, dímelo ahora mismo y pediré una ambulancia.

La mutación de Xander la tomó por sorpresa, aunque debía haber previsto que el chico no era el mismo. El cambio operado en su caracter tendría que haberla hecho comprender la verdad, aunque ya era tarde. Ahora debían encontrar la forma de detener a ese monstruo y enfrentarse al Maestro, saliendo todos de una pieza en ambos casos. Iba a estar difícil.

-Sí, vamos... allí podremos hablar tranquilos y organizarnos- guardó para sí el dato de que Amy parecía tener poderes especiales. Aquel no era el lugar para sacar el tema a colación, necesitaban intimidad para poder hablar sinceramente y ayudarse a potenciar sus habilidades o no tendrían chances.

-Mientras caminamos, podrías decirnos todo lo que sabes de ese ente Gabriel? Y señor Fullen... cuanta información tenemos acerca del Maestro?

Cordelia prestó atención a Amy cuando la mencionaron, no se había fijado en que estaba herida. ¿Qué si se podía curar ella? ¿Otra bruja? Aquello iba a acabar convirtiéndose en una epidemia de verrugas.

Pues vayamos a la biblioteca- dijo asintiendo a Andrew.

A Darla casi no la dio tiempo a cubrirse cuando la criatura chilló y rompió los cristales, sólo pudo cerrar los ojos y rezar porque no hicieran mella en su preciosa cara o su excelente cuerpo. Al abrirlos, vio que sólo Amy había recibido un trozo de cristal, que se le había clavado en la cintura. Se fue a acercar a ella, pero Gabriel se le adelantó, por lo que ella se quedó en su sitio, al lado de Cordelia.

Aquí no podemos hablar, está claro. No tardará de llenarse de profesores que quieran saber qué ha pasado y tenemos poco tiempo para extraer información la muchacha estaba aparentemente seria.

Ya podían haberse llevado al pringado de Gabriel... Al menos Xander era graciosillo.

     -Estoy bien. No es nada serio, sólo me he cortado. Iré a la enfermería- tenía la chica unos cortes y algo de vidrio metido dentro así que realmente ella debería ir a hacerse ver. -Vosotros podéis ir a la Biblioteca tal como dijo Andrew. Estaréis mejor... yo me reuniré luego. Sobre curarme, no es tan fácil Gabriel. No puedo hacerlo ahora.

     Amy se paró con facilidad aunque con un evidente gesto de dolor. Ahora el resto debía ir a la biblioteca y compartir información, y planear algo como dijo Melissa. Tanto Cordy, como Darla, como todos ellos eran importantes en la ecuación y ahora sabían que el ser ese intentaría romper este círculo de fuerzas. Darla recordó su sueño. Ella soñó con un círculo... Con todos ellos. Sabía ahora que todos ellos eran fundamentales.

     -Me voy a la enfermería. Partid ahora, antes de que vengan los profesores y policías incluso...

 - No podemos dejarte ir sola, te desangrarías por el camino. Voy contigo a la enfermería y luego me reuniré con los demás en la enfermería... - Le respondí, lleno de preocupación y de resolución. No pensaba dejar a la amiga de Willow sola y perdiendo sangre por los pasillos.

Como si se tratara de un flashback, Darla recordó su sueño y le acompañó un gesto ceñudo. Podía unirse con Amy y con Cordelia y desatar un superpoder, pero es que ellas eran animadoras. ¿Pero el resto? Por favor, no tienen lo que hay que tener... pensó asqueada la joven, evitando mirar a sus compañeros.

Ante la insistencia de Gabriel para acompañar a Amy a la enfermería, algo le alegró el momento.

Muy bien, pues vayamos los demás a la biblioteca

Cordelia no esperó más, sabiendo que Amy se iba a la enfermería y que la policía estaba al llegar decidió encaminarse a la biblioteca. No me quiero ni imaginar si se corre la voz de que Darla y yo estábamos con estos frikis, tenemos que irnos a un lugar donde nadie nos busque.

Andrew miró fijamente a Melissa. Necesitaba encontrar aquella conexión de la que Anya les había hablado antes de que fuera tarde, y si no hablaban y se conocían un poco mejor, no iba a ser posible. Pero ahora el problema ya no era solo ése. Ya no solo estaba el maestro por allí rondando entre las preocupaciones de los chavales, no. Ahora había algo más, quizá todo estuviese extrañamente conectado, pero ahora había algo más importante. La vida de Amy.

Melissa, dijo llamando a la cazadora y dando por hecho que ella sería la líder de aquel grupo. Marchaos inmediatamente  a la Biblioteca, por favor. Dijo señalando la dirección, como si no tuviese claro si todas la conocían. Yo me iré con Gabriel, no puedo dejar a una alumna de este colegio sola. En seguida nos vemos. Tened cuidado, hay algo en todo esto que me da mala espina...

     Melissa encabezó la comitiva integrada por Darla, Cordy y ella misma hacia la Biblioteca. Entraron y la encontraron pacífica como siempre: sus estanterías cargadas de libros en donde la sección más alejada, esa que los alumnos ni solían frecuentar, se encontraba poblada de volúmenes arcanos; el escritorio, en medio de la sala, iluminado por una lámpara con pantalla verde y rodeado de dos sillas; una mesa larga en medio, y otra más, en las cuales cabían seis sillas por cada una y arriba de todo, la telaraña con los caireles de cristal mandando su luz a todo el recinto. 

   Las sirenas de la policía resonaron afuera. Los chicos vieron abrirse una puerta y escuchar la voz del director. Éste finalmente llegó a la Biblioteca y los vio. Sus palabras fueron, como siempre en este hombre, de tono coinciliador.

   -Oh chicos. Estáis estudiando. Qué bueno, qué bueno, cuando uno ya pierde la fe en la juventud. Eeh... me estoy yendo de tema, ha habido un problema en el comedor. Así que... mientras la policía revisa que no haya sido un atentado terrorista, mejor quedáos aquí. Estudiando.

   Fluttie sale y, como recordando algo de su discurso, vuelve a entrar y dice:

   -Porque los que estudian progresan en la vida...- y luego definitivamente se marcha.